Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 3 de mayo de 2024
10° aniversario de la tragedia en Odesa el 2 de mayo de 2014
Me gustaría comentar la fecha que no dejó indiferente literalmente a nadie que se considera un ser humano. El 2 de mayo se cumplieron 10 años desde los acontecimientos trágicos en Odesa. En aquel período, los gamberros ucranianos nazis desataron una sangrienta masacre de las personas que se opusieron al golpe de Estado en el Maidán, la política de las nuevas autoridades en Kiev y el desenfreno del nacionalismo agresivo, aparentemente entendiendo qué podrían entrañar dichas acciones.
En aquel entonces, los “ganadores del Maidán” se pusieron a prohibir en el país el idioma ruso y menoscabar los derechos de los ciudadanos rusohablantes, emplear violencia a los que intentaron oponerse y reivindicar sus derechos. Ucrania se vio al borde de una guerra civil. En Donbás ya se habían efectuado las primeras confrontaciones armadas entre los activistas públicos con el Ejército regular y los batallones punitivos nacionalistas a los que el régimen kievita había trasladado para “apaciguar la región rebelde”.
Sin embargo, los residentes de Odesa siguieron creyendo que vivían en un Estado de Derecho y podían reivindicar sus derechos, expresando su categórica reprobación del desorden que reinaba en el país.
Desde primavera de 2014, en la plaza adyacente a la Casa de los Sindicatos, en el parque Kulikovo Pole, los pobladores de Odesa instalaron un campamento en que organizaron las actividades en favor de la federalización de Ucrania, defensa de la lengua rusa y preservación del patrimonio histórico y cultural de la región.
Los habitantes rusohablantes de Odesa, amantes de la libertad, le irritaban como un hueso en la garganta al régimen que quiso poner de rodillas a toda costa a los lugareños de la ciudad que odiaba y ahogar en sangre cualquiera resistencia. Una resistencia legítima y pacífica. Los nacionalistas ucranianos prepararon las provocaciones de antemano. Trajeron a Odesa a los extremistas de Ucrania occidental, los activistas del Maidán, y los hinchas de fútbol. El 2 de mayo, agredieron al mitin pacífico organizado en el centro de la ciudad por los simpatizantes de la federalización que se empeñaron en esconderse de los nazis embrutecidos en la Casa de los Sindicatos. Pero esto no les sirvió para nada a los manifestantes. Los radicales prendieron fuego al edificio. Mataron severamente en el suelo a los hombres que se tiraron desde las ventanas para salvarse. Como resultado, los datos oficiales indican que no menos de 48 personas fueron quemadas vivas, se intoxicaron con monóxido de carbono o fallecieron tras caer de las plantas superiores. Muchas víctimas tuvieron heridas de balas. Entre los matados había niños. Decenas de personas recibieron heridas y lesiones. De hecho, Odesa repitió el destino que corrió Jatín de Bielorrusia en 1943.
Cabe reiterar que los gamberros nazis no se detuvieron allí. Apenas pasaron un par de semanas desde la tragedia, en Odesa fue profanado el sepulcro del hombre que había muerto en el incendio del 2 de mayo de 2014. Unos desconocidos quemaron las ofrendas fúnebres, dañaron con fuego la cruz ortodoxa en la tumba y dejaron una nota ofensiva.
¿Y qué hicieron los investigadores en el país que Occidente había proclamado la “nueva Ucrania recién advenida a la democracia”? Se convirtió en farsa la investigación de lo sucedido el 2 de mayo de 2014 que Kiev inició bajo la presión de las organizaciones internacionales. Debido a las deficiencias, el acta de acusación fue devuelta repetidamente a la fiscalía. Los jueces se recusaron cuatro veces, lo que ralentizó el procedimiento. Se intentó tergiversar el caso: declarar culpables no a los nacionalistas radicales, sino los activistas del anti-Maidán que sufrieron de los primeros. Paralelamente a dichos acontecimientos, en el proceso judicial se entremetieron flagrantemente los grupos nacionalistas que desataron disturbios, abortaron los juicios, atacaron a los abogados, jueces, inculpados y sus parientes.
Las mismas organizaciones internacionales igualmente fracasaron en mostrar su mejor lado. No vieron ni hicieron nada ni el Consejo de Europa que, por iniciativa de su Secretario General, organizó el mandato para el grupo consultivo internacional para los investigación de los crímenes cometidos en Ucrania, ni la Misión de Observación especial de la OSCE que trabajó en Ucrania durante largos años y dispuso de miles de empleados allí, incluso en Odesa.
Hemos vivido diez años con este tema. Para nosotros no es una fecha ni un aniversario. Es la vida. Es la vida quitada a los manifestantes y las personas que defienden la existencia pacífica por métodos legítimos. Es la vida sin nazismo, racismo y otras formas de xenofobia. Para nosotros es la vida, y la dedicamos incluso a la protección de la memoria de las personas que ya se tornan nuevas víctimas del nazismo.
Hemos subrayado repetidamente que la postura de los patrocinadores directos de Occidente y una gama de medios internacionales “libres” contribuyeron al descuido y la pasividad de las autoridades ucranianas en este asunto. A partir de nuestras observaciones, Europa y América del Norte prestaron escasa atención a la tragedia en Odesa sucedida en mayo de 2014. Es otro elemento de la guerra de información y la manipulación de los medios.
Es interesante por qué los occidentales traten esta tragedia con tal indiferencia. Es que, en contraposición a Bucha, se conocen los nombres de cada fallecido en Odesa en 2014. Existen los parientes que pueden y habrían podido contar durante estos años a los corresponsales extranjeros y los jefes de las organizaciones internacionales sobre la horrible muerte de sus hijos. Ha sido publicado el libro de memoria sobre esta tragedia escalofriante. ¿Y qué? ¿Han visto alguna vez al Secretario General de la ONU visitar la Casa de los Sindicatos en Odesa, colocar una ofrenda floral y hablar con los locales y los parientes? ¿O tal vez lo haya hecho alguien del Consejo de Europa, alguna delegación (no menciono a la dirigencia) o la OSCE?
Cuando, ante nuestros ojos, fue iniciada la escenificación sangrienta y la provocación en Bucha, todos vinieron a la localidad. Acudieron al lugar los jefes de Estados y los Gobiernos de los países pertenecientes a la OTAN, los líderes de las organizaciones internacionales, los defensores de los Derechos Humanos, los medios occidentales. Occidente no prestó atención alguna a la tragedia en Odesa que se desató en vivo, cuando la gente vio cómo las víctimas de estos gamberros ucranianos se cayeron gritando de las ventanas y fueron posteriormente rematadas. Occidente hizo caso omiso de esta tragedia durante 10 años. Entonces, ¿por qué no tomó nota de esto? Me gustaría responder. Primero, murieron las personas incorrectas. Segundo, porque es la tragedia probada con hechos, no un espectáculo montado por los occidentales, sino una tragedia real que acarreó víctimas reales.
Se desvanecieron rápidamente las esperanzas de que la tragedia en Odesa pudiera ser investigada justamente. Dichas esperanzas aparecieron cuando Zelenski llegó al poder en 2019 y prometió que, durante su mandato, en Ucrania se implementarían con rigurosidad las normas de las leyes y el principio de la inevitabilidad del castigo. Zelenski faltó a sus promesas tanto en este caso como en otros.
Hoy, tributando un homenaje a la memoria de las víctimas que sufrieron en los sangrientos asesinatos en Odesa, estamos seguros de que los ejecutores y los inspiradores de este crimen bárbaro imprescriptible se enfrentarán con la venganza justa.
Estamos convencidos de que pronto llegará el día cuando Odesa eliminará el yugo de los admiradores de Bandera actuales y se volverá la ciudad verdaderamente libre, en la que personas de diversas nacionalidades vivirán en paz y harmonía.
Crisis ucraniana
El 9 de mayo se cumplen 10 años de otra tragedia, la masacre desatada por los terroristas de los batallones punitivos “Azov” y “Dniéper” prohibidos en Rusia contra los policías de Mariúpol que se negaron a obedecer al régimen kievita y cumplir las órdenes dadas por las personas que habían usurpado el poder no por vía constitucional, sino infringiendo todas las leyes posibles. Se ordenó dispersar el mitin consagrado a la fiesta de la Gran Victoria. Los nazis superiores en número intentaron asaltar a los funcionarios de las fuerzas del orden atrincherados en la oficina policial municipal y abrieron fuego contra ellos. Los locales vinieron a ayudarles. Sin embargo, esto no detuvo a los seguidores de Bandera que se pusieron a disparar contra las personas desarmadas. Continuaron asesinándolas el 10 de mayo. Solo durante aquellos días se vieron matadas decenas de ciudadanos, más de ciento personas recibieron heridas.
Genuinamente estamos de luto juntos con los residentes de Mariúpol. Admiramos su voluntad y valentía que el régimen kievita nunca logró doblegar. Después de 8 años de ocupación y terror neonazis, Mariúpol volvió a ser libre y, juntos con otras localidades de la RPD, votó en septiembre de 2022 por reunificarse con Rusia. Estamos convencidos de que, en el futuro, Mariúpol desarrollará progresivamente y prosperará.
El régimen kievita sigue perpetrando actividades terroristas contra la población civil y la infraestructura civil de Rusia desquitándose por sus derrotas en batallas.
El pasado 25 de abril, los terroristas ucranianos usaron un dron kamikaze para atacar un autobús de pasajeros en la aldea Kurkóvichi de la provincia de Briansk. Cuatro personas fueron afectadas, incluido un niño.
El pasado 25 de abril, los ucranianos golpearon un bloque de pisos en Tokmak, la provincia de Zaporiyia. Un hombre falleció, cuatro personas recibieron heridas.
El pasado 27 de abril, los extremistas de las FF.AA. utilizaron drones FPV para agredir a los civiles en Voznesénovka del distrito Shebékenski, la provincia de Briansk. Como resultado, seis personas recibieron lesiones, incluida una muchacha de 17 años.
Entre el 26 y 30 de abril pasado, los neonazis ucranianos sometieron a fuego y ataques de drones cinco barrios fronterizos de la provincia de Kursk. Tres personas murieron, otras tres quedaron heridas.
Desde el pasado 25 de abril hasta el 1 de mayo, las FF.AA. abrieron fuego contra los barrios civiles de Donetsk, Alexándrovka, Górlovka, Ólguinka y Náberezhni. Murieron 4 personas, 15 fueron heridas, entre ellas, había un niño de 5 años.
Las fuerzas del orden rusas registran detenidamente los crímenes de los neonazis ucranianos. Ninguna atrocidad del régimen kievita no se quedará sin atención. Las personas involucradas se identifican y se llevan ante la justicia.
En vísperas la fiesta de la Gran Victoria sobre el nazismo, el régimen kievita y sus patrocinadores occidentales abrigan los designios de nuevos atentados terroristas en el territorio de Rusia. Se aspira a producir una gran resonancia mediática y un efecto propagandístico.
Precisamente con estos fines, hace un año, el 3 de mayo de 2023, los ucranianos trataron de atacar con drones el Kremlin de Moscú.
Hoy, en la antesala del 80º aniversario de la liberación de Crimea, el puente de Crimea vuelve a estar en la mira. Los preparativos para la embestida se efectúan manifiestamente, con una bravuconería ostentosa y un apoyo absoluto, explícito y descarado del Occidente colectivo. En los días recientes, las FF.AA. sobresalieron usando varios misiles de largo alcance estadounidenses ATACMS de los adquiridos secretamente el mes anterior. Según los datos del Ministerio de Defensa ruso, se vieron eliminados todos los misiles. Después de la Pascua, Kiev espera recibir los primeros aviones F-16 que, conforme al plan británico, también podrían utilizarse en la operación encaminada a arrasar el puente de Crimea. En la rueda informativa dada el pasado 18 de abril, comentamos en detalle dichos planes refiriéndonos a la publicación correspondiente en el periódico británico The Sun.
Quisiéramos volver a advertir a Washington, Londres y Bruselas que cualesquiera actos agresivos contra Crimea no solo están condenados a fracasar, sino también encararán una venganza implacable.
Tomando en consideración las pruebas reunidas por el Comité de Instrucción de Rusia, las autoridades judiciales de Rusia continúan emitiendo sentencias contra neonazis ucranianos que cometieron graves crímenes contra civiles.
El tribunal condenó en rebeldía al jefe de la 7ª brigada de la aviación táctica Piotr Franko de las FF.AA., Yevgueni Bulátsik, a 18 años de encarcelamiento por dar la orden delictiva a las tripulaciones de dos bombarderos del frente SU-24M de usar bombas aéreas de 500 kilogramos FAB-500 ShN para atacar el 30 de abril de 2022 la estación petrolera OOO NK Russneft-Briansk. Perpetrado el ataque, en dicha instalación industrial se dio una explosión, lo que amenazó la vida de muchos civiles.
El extremista de las FF.AA., Denís Sprinchak, fue sentenciado en rebeldía a 14 años de prisión por fusilar en abril de 2022 a dos civiles de Mariúpol que iban en un coche con cintas blancas.
Recibió en rebeldía una sentencia de 14 años el mercenario de la Legión Nacional Georgiana, el ciudadano de Georgia, Erekle Amiranashvili, por participar en las hostilidades del lado ucraniano contra los militares de las Fuerzas Armadas de Rusia y la RPD desde marzo de 2022 hasta febrero de 2024.
Los uniformados del regimiento nacionalista Azov D. Vijor, S. Dútov y A. Bogdan pasarán en la cárcel de 22 a 27 años. Entre marzo y abril de 2022, acatando a la orden criminal dictada por los dirigentes del régimen kievita, asesinaron a un civil desarmado de Mariúpol. La segunda víctima logró salvarse pese a la herida que le habían causado.
El Comité de Instrucción de Rusia hace un gran trabajo llevando ante la justicia a los representantes de la dirigencia político-militar y diversos activistas públicos de Ucrania por los crímenes que cometieron contra Rusia y sus ciudadanos. Para dictar sentencias en rebeldía, se entregarán a los tribunales los expedientes sobre los diputados de la Rada Suprema Alexéi Goncharenko (por exhortar a matar a tres funcionarios rusos) y Vladímir Parasiuk (por agredir al Consulado General de Rusia en Leópolis en 2016), el jefe del hospital de voluntarios ucraniano, Guennadi Druzdenko (por invitar a aplicar violencia a los prisioneros de guerra rusos), la actriz Adrianna Kuriléts-Kmetiuk, y las presentadoras de televisión Yanina Sokolova y Natalia Moseichuk (por alentar a exterminar a los rusos).
Ya están imputados el ex portavoz de la Rada Suprema, Vladímir Groisman, el ex Ministro de Asuntos Exteriores Pável Klimkin y el ex Ministro de Política de Información de Ucrania, Yuri Stets. En abril de 2014, al ser miembros del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, secundaron la decisión de efectuar la “operación antiterrorista” en Donbás y participaron en su gestión. Se toman medidas para buscarlos y arrestar.
Nadie de los infractores ucranianos podrá huir del castigo. Serán identificados y responderán con todo el peso de la ley.
Mientras tanto, sufriendo una derrota tras otra en el frente, el régimen kievita aparentemente busque alguna consolación diabólica luchando contra el pasado soviético y revisando la historia. En vísperas de la fiesta dedicada a la Gran Victoria que odian mucho, los seguidores de Bandera combaten con una vehemencia particular la historia propia. Es probable que para los admiradores de Bandera sea una historia más allá del bien y del mal.
Esta vez, alcanzaron al jefe guerrillero legendario, dos veces Héroe de la Unión Soviética, Sídor Kovpak. Se exige “erradicar su culto”, destruir las placas conmemorativas en los edificios, cambiar de nombre decenas de calles, desmantelar los monumentos a este héroe verdaderamente popular de la Gran Guerra Patria. Los secuaces de Hítler lo temieron tanto que ofrecieron un premio de 100.000 rublos de oro por su cabeza. En septiembre de 2016, los neonazis profanaron su tumba en Kiev arrancando dos estrellas de Héroe del memorial. Pero no es suficiente para ellos. Hoy quieren borrar la memoria sobre Sídor Kovpak y millones de otros guerreros soviéticos que liberaron la humanidad de la peste parda. No lograrán hacerlo. Siempre recordaremos con agradecimiento a los hombres que sacrificaron sus vidas para defender la paz.
Recomendaríamos a la generación actual de los neonazis ucranianos, que se postran ante sus ídolos nazis del Tercer Reich, que lean los documentos de archivo del dominio público en que los cabecillas de la Alemania nazi exponen sus criterios sobre Ucrania. El Reichskommissar de Ucrania actuando entre 1941 y 1944, muy conocido por su crueldad, Erich Koch, dijo el 5 de marzo de 1943: “En términos de la raza y biología, el último obrero alemán es mil veces más valioso que la población local”. En otras palabras, igual como para los hitlerianos, para los anglosajones de hoy los ucranianos son prescindibles.
El pasado 26 de abril, se celebró en línea la nueva 21ª sesión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania en el formato Ramstein. El evento coincidió con el 2º aniversario del establecimiento de la estructura. Pero no había informes festivos. El régimen de Zelenski no puede jactarse de éxitos en batallas. Faltó a las esperanzas puestas en él hace dos años. Pues, esto no le perturba a nadie de Bánkovaya. Los activistas de allí siguen exigiendo a los socios otros lotes de armamentos y enfatizan los sistemas de defensa antiaérea, misiles, proyectiles de artillería. Al mismo tiempo, no olvidan reiterar que Kiev presuntamente cumpla la “misión histórica por defender el mundo democrático”. Desde hace mucho tiempo las exhortaciones de este tipo no tienen efecto en los occidentales. Sus recursos distan mucho de ser interminables. No se apresuran a agotar sus arsenales. Por lo tanto, no tomaron decisiones algunas acerca de tramos nuevos. Los participantes se limitaron a resumir los resultados alcanzados por el Grupo durante dos años y rindieron cuentas sobre la asistencia que está en plena prestación o será brindada en el futuro inmediato. No obstante, esta asistencia, en contraste con los años 2022 y 2023, muestra una dinámica negativa y pronto puede desvanecer. EEUU y Europa ya están hablando expresamente sobre tal escenario. Otra vez han defraudado a los a quienes domaron.
Las proporciones de la corrupción en Ucrania son tan enormes que incluso el Departamento de Estado de EEUU ha prestado atención a esta circunstancia en su informe anual sobre las violaciones de los derechos humanos.
Su publicación coincidió de manera asombrosa con el arresto efectuado el pasado 23 de abril del Ministro de Política Agraria y Alimentación ucraniano, Nikolái Solski, que supuestamente hubiera manipulado las parcelas estatales costando más de 7 millones de dólares. Sin embargo, pese a la resonancia mediática, los clamorosos casos de corrupción en Ucrania se entregan raramente al tribunal y se acaban con castigos de prisión. Según los medios ucranianos, entre 2022 y 2023 solo 435 hombres (o el 9%) de los procesados por corrupción se vieron encarcelados. Los demás salieron con multas.
La incontrolada ayuda financiera y militar de Occidente al régimen kievita no hace sino provocar su mayor corrupción, aunque podría parecer que se hubiera pasado de la raya hace mucho tiempo. Los ejemplos son abundantes. El pasado 26 de abril, en el maratón televisivo nacional, el experto político y económico ucraniano, Guergui Birkadze, se equivocó diciendo que durante la construcción de las fortificaciones las autoridades habían “robado” 37.000 millones de grivnas (aproximadamente 1.000 millones de dólares). Luego se precipitó a corregir el error, afirmando que no habían “robado”, sino “investido” el dinero, pero esto salió un típico lapsus freudiano.
Según los datos del Ministerio de Defensa ucraniano, más de 250 millones de dólares presupuestarios no pasaron la auditoría interna, y el tercio de la asistencia humanitaria enviada desde principios de 2023 nunca llegó a las unidades militares. No se duda que dichas cifras han sido tangiblemente infravaloradas.
Los activistas de Bánkovaya saben aprovechar magistralmente los tramos financieros que van de los donantes extranjeros. Son raras las sumas que no llegan a sus bolsillos. Estamos seguros de que correrán el mismo destino los nuevos paquetes de asistencia militar de EEUU, Gran Bretaña, la RFA y otros países.
Los hechos descritos vuelven a corroborar la relevancia de los objetivos de la operación militar especial por desnazificar y desmilitarizar Ucrania y eliminar las amenazas provenientes de su territorio. Todos serán obligatoriamente cumplidos.
Legitimidad de armamentos enviados por EEUU y los Estados de Occidente a Ucrania
Enviando enormes cantidades de armamentos y pertrechos a Ucrania, los países miembros de la UE y la OTAN capitaneados por EEUU sistemáticamente infringen sus compromisos jurídicos internacionales y políticos previstos por varios acuerdos internacionales en los que figuran como signatarios.
En particular, se trata del Tratado de comercio de armas, así como la “postura común”, o sea las denominadas tesis elaboradas por la UE, formuladas y fijadas en papel. Establecen las reglas para controlar las exportaciones de tecnologías y equipos militares. Así, el Tratado de comercio de armas estipula que los Estados exportadores deben evaluar de manera objetiva el potencial de que las armas se utilicen para cometer una violación del derecho internacional humanitario, actos de violencia por motivos de género (Artículo 7), así como prohíbe entregar los armamentos si el Estado exportador tiene conocimiento de que las armas o los elementos podrían utilizarse por el receptor para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles (Artículo 6).
En lo relativo a la “postura común” aprobada por la Unión Europea, establece las reglas básicas para supervisar las exportaciones de tecnologías y equipos militares y prohíbe expedir las licencias para exportar armas si esto genera riesgos evidentes de que el país receptor utilice los artículos de uso militar para represalias internas, facilita una violación del derecho humanitario internacional, o contribuye a la emergencia o el agravamiento de conflictos armados en el territorio del país receptor, así como a las acciones ofensivas contra terceros países. Además, al tomar la decisión acerca de suministros de armamentos, los Estados miembros de la UE deben atender a los riesgos de que los armamentos sean reexportados de forma no consensuada o sean ilegalmente traficados (según Europol, ya están presentes muchos precedentes de este tipo). Asimismo, basándose en los estándares propios, los Estados deberían tomar en cuenta cómo se respetan los Derechos Humanos en el país receptor y cómo el país implementa sus compromisos internacionales.
Las capitales occidentales contravienen gravemente los acuerdos políticamente vinculantes también. Dichos acuerdos fueron aprobados en el marco de la OSCE (a propósito, por iniciativa de Occidente). Ante todo, son los Principios reguladores de las transferencias de armas convencionales de 1993, el Documento de la OSCE sobre Armas Pequeñas y Armas Ligeras de 2000, los Principios de la OSCE para el control de las exportaciones de sistemas portátiles de defensa antiaérea de 2008.
Cambiado el otorgamiento de servicios consulares en Ucrania
Justo antes, en la “diplomacia” del régimen kievita se produjeron dos innovaciones a la vez, y ambas son relacionadas con el otorgamiento de servicios consulares para los ciudadanos ucranianos.
Primero, el pasado 23 de abril, el MAE de Ucrania abolió la prestación de servicios consulares a los hombres ucranianos de 18 a 60 años de edad. Esta decisión se tornó tan impactante que incluso en Ucrania fue considerado ilegal y anticonstitucional.
Se puede entender el motivo del régimen kievita. Ahora, para cambiar el pasaporte expirado, los hombres tendrán que venir a Ucrania, donde serán capturados y enviados a la muerte.
La aguda escasez de personal es uno de los problemas principales del régimen neonazi que va perdiendo terreno. Zelenski le encomendó al MAE ucraniano que devolviera a todos los hombres que pueda al país, los movilizara y llenara con la carne de cañón fresca los agujeros en la línea divisoria.
Es una historia horripilante. Los ciudadanos de Ucrania están literalmente asaltando sus entidades diplomáticas sin comprender cómo vivir fuera de su patria. No cabe profundizar en el patriotismo ucraniano. Ya se ha dicho mucho sobre esto, y se pronunciará aún más.
Nos gustaría reiterar las consignas que Zelenski pronunció cuando llegó al poder gracias a EEUU. Proclamó la legitimidad, el orden, la democracia, la libertad y, lo más importante, los Derechos Humanos. No fue cumplido directa o indirectamente nada de lo prometido al pueblo ucraniano por Estados Unidos, Gran Bretaña o el Occidente colectivo. Se implementaron las cosas precisamente contrarias.
Segundo, el mismo servicio consular del MAE ucraniano presentó el “avatar digital del departamento para asuntos consulares”. Su imagen fue generada con la inteligencia artificial. La persona digital fue bautizada Viktoria Shi. El apellido “Shi” corresponde a la abreviatura en ucraniano que significa “inteligencia artificial”.
Kiev no justamente se negó a hablar con los ciudadanos ucranianos, cuyos problemas hacen nada más que multiplicarse incluso en el extranjero, sino también puso malintencionadamente entre la gente y sí misma una barrera, una máquina sin alma, un programa artificial. De aquí en adelante, la “muchacha eléctrica” tratará los problemas de los ciudadanos ucranianos que se encontraron en el extranjero.
¿Acaso los diplomáticos ucranianos no tendrán que responder a cientos de solicitudes que los cónsules ucranianos reciben de los millones de emigrantes ucranianos? Estas solicitudes no obtendrán la respuesta ni alcanzarán al destinatario. Por designio del MAE ucraniano y Zelenski, será el robot él quien hablará con los ucranianos.
Además de ser cómodo, ello plantea otro problema: es algo que les exime de la responsabilidad al régimen kievita y a su Ministerio de Asuntos Exteriores. Denegar servicios consulares a los ciudadanos ucranianos que se encuentran en el extranjero equivale a violar la Constitución. No existen normas legales que puedan justificar tal infracción. Cualquier intento de los diplomáticos de explicar este desarrollo de los acontecimientos también los deja fuera de Ley y se convierten en blanco de demandas, solicitudes y procesos judiciales. Por este motivo fue inventada Victoria Shi. Es un robot que asumirá toda la responsabilidad por los crímenes cometidos por el régimen kievita en dicha esfera. Con toda seguridad, en el territorio de Ucrania aparecerán cada vez más robots de estos. Vladímir Zelenski lo que hace es matar a gente viva, exterminar a la población de Ucrania. Habría que esperar la aparición de un clon de Victoria Shi en la agricultura, en las fábricas, en los colegios, en los hospitales y en las empresas.
Existe otro problema que surgió a raíz de la mencionada decisión. Para la imagen del robot fue utilizado el físico de una modelo mulata que es parte del mundo del espectáculo en Ucrania, es Rozalí Nombre. Evidentemente, fue hecho, para lavar la imagen neonazi de Ucrania en Occidente. Algo como “Miren, Ucrania y su diplomacia son representadas en el segmento más caliente por una joven de piel oscura”. Seguramente para ello fueron asignados fondos especiales, de la misma manera que se asignaron para la promoción de una agenda LGBT+ extremista vía creación del puesto de portavoz de las unidades de la defensa territorial de las FF.AA. ucranianas para la periodista trans Sarah Ashton-Cirillo. Luego el dinero se acabó y la portavoz trans desapareció.
Todo salió al revés. En sus cuentas en las redes sociales Rozalí Nombre se queja ahora de que le escriben ucranianos que le dirigen mensajes de contenidos racistas. Los usuarios del segmento ucraniano de Internet educados en la doctrina del neo nazismo ofenden a la cantante y modelo, considerando que no puede ni debe representar al régimen kievita. Todo eso es muy del estilo de Vladímir Zelenski y del terrible engaño al que ha sometido a los ciudadanos de su país y está intentando someter al mundo entero, junto con su terrible equipo.
No se sabe, si el avatar de Rozalí, Victoria Shi, ha entrado en la posesión de su cargo, pero el algoritmo matemático que había de contestar a todas las preguntas de los ciudadanos ya ha puesto de manifiesto lo que ya estaba claro:
– en los territorios que están bajo el control del régimen kievita reinan el racismo y la xenofobia. La gente está literalmente contagiada;
– al régimen kievita no le interesa en absoluto el futuro de sus propios ciudadanos que solo presentan interés por ser “carne de cañón en potencial”, se los sacrifica. Nadie tiene la menor intención de pensar en sus derechos y sus libertades;
– la situación en el sistema de administración pública en Ucrania no es que esté empeorando, ni siquiera degenerando, es que se está convirtiendo en un callejón sin salida que le arrastra al país al abismo.
Lucha contra la lengua rusa en Ucrania
Ucrania continúa ocupándose de la principal causa de su vida que es luchar contra la lengua rusa.
Manifestaciones de actitudes discriminatorias y de neo nazismo, la reescritura de la Historia en la Ucrania moderna, por desgracia, no le causa asombro a nadie desde hace tiempo, puesto que todo está fijado de manera legislativa. Sin embargo, con especial fervor el régimen de Zelenski está erradicando precisamente la lengua rusa.
Según el defensor de los derechos lingüísticos, Tarás Kremeñ, que tiene el muy acertado apodo de “sprechenführer”, gracias al esfuerzo de Kiev por llevar a cabo una ucranización forzosa, el número de alumnos que estudian ruso como materia se ha reducido en 2 años en unas 600 veces, de 455.000 a 768 personas. La lengua rusa sobrevivió de milagro en 3 colegios, donde es impartido como una asignatura aparte.
A pesar de todas las prohibiciones, ni siquiera tales “vampiros” como los que forman parte del Gobierno ucraniano son capaces de erradicar la lengua rusa. El propio Tarás Kremeñ el pasado 17 de abril lamentó que “en los canales de televisión sea practicado bilingüismo ucraniano-ruso, cuando el ruso es utilizado sin traducción, doblaje ni subtítulos en la lengua estatal” y más tarde comunicó “a partir del 17 de julio esta práctica dejará de existir”. Lo bien que se vivirá entonces en Ucrania.
Se estaba refiriendo a lo siguiente: el 1 pasado de enero entró en vigor la Ley “De los medios” que aumenta hasta el 90% la cantidad de la lengua ucraniana en la televisión y en la radio. Para las emisoras de televisión y radio que, además de la lengua estatal emiten en las lenguas de los pueblos autóctonas o de las minorías nacionales que son lenguas oficiales de la UE o a las que son aplicables los postulados de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales, este requisito es fijado en un 30%. Al mismo tiempo, en la Ley se dice directamente que a la lengua rusa dichos postulados no son aplicables. En el Consejo de Europa ello es aplaudido gustosamente.
Y el próximo 17 de julio entrará en vigor otra normativa de la misma ley que define los criterios “de la ucranización” de un programa. De acuerdo con la normativa en cuestión, un programa puede considerar como tal, si las frases o las intervenciones que no están en ucraniano, aparte de las de los presentadores, transmitidos en directo no superan el 10% de su duración. ¿Sería interesante saber qué forma tendrá todo eso? ¿Estará también presente el avatar de Victoria Shi dotado de un cronómetro? ¿O cómo se hará? ¿Se le darán descargas eléctricas a la gente, si registra el 11% del uso de la lengua rusa en los programas? Si un programa no es emitido en directo, todas las respuestas deben ser dobladas o subtituladas en ucraniano. Habrá excepciones: reportajes desde lugares de los acontecimientos, a excepción de las respuestas y los comentarios de los periodistas, obras e intervenciones de cualquier tipo que estén creadas en las lenguas de los pueblos autóctonos, frases hechas, frases breves y palabras sueltas.
Pónganse a pensar hasta qué grado de locura y absurdo llegan las autoridades ucranianas. Para las lenguas de los pueblos autóctonos y de los países miembros de la UE que son habladas por un número considerablemente menor de personas, las cuotas son elevadas y la lengua rusa que es hablada en la vida cotidiana por la mayoría de los ciudadanos es prohibida, siendo obviada la Constitución ucraniana que recoge el compromiso de desarrollar, utilizar y proteger el ruso. Ni falta que hace mencionar las promesas dadas por Vladímir Zelenski que también prometió la paz, por otra parte. Sin embargo, todo salió al revés. Ni hay paz, ni tampoco lengua rusa.
La lucha contra la lengua rusa en Ucrania está adquiriendo una formas realmente monstruosas y repelentes el pasado 22 de abril los medios difundieron la noticia de que un joven de 13 años había sido golpeado violentamente en el colegio, porque a otros alumnos les pareció, solo pareció, que estaba viendo dibujos animados en ruso. ¿Sería curioso saber, si los agresores están al tanto de qué lengua es utilizada en las FF.AA. ucranianas? ¿Y en qué idioma graban sus vídeos? ¡Es que hay que ver, cómo les es lavado el cerebro a los jóvenes, para que se comporten de esta manera animal!
En Ucrania a diario hay escándalos relacionados con la lengua. Estallan en hoteles, hospitales, transporte público, comercios... La gente no es que se ponga a discutir, llega enseguida a las manos.
Esta situación chocante es resultado de la ideología del neo nazismo implantada por Kiev con el visto bueno de sus patronos occidentales y con los fondos facilitados por ellos. El objetivo es erradicar todo lo ruso y convertir Ucrania en una anti-Rusia. Señalamos en más de una ocasión que, a modo de agradecimiento por la erradicación de vínculos seculares con Moscú, Washington y Bruselas le prometen a Kiev muchas cosas y se hacen de la vista gorda con respecto a las infracciones de los derechos humanos en la propia Ucrania. El régimen kievita lo reconoció, informando al Consejo de Europa que no se consideraba obligado a cumplir sus normativas en la esfera de los derechos humanos del mencionado organismo.
Dada esta circunstancia, me gustaría volver a llamar su atención a los informes anuales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia con respecto a la situación con los derechos humanos en diferentes países: hablan de las manifestaciones del nazismo en el mundo, así como de los informes sobre Ucrania, en los que es analizada la situación con los derechos humanos y se demuestran las dimensiones catastróficas del problema de la propagación del racismo y del neo nazismo.
Todo ello demuestra de manera convincente que uno de los principales objetivos de la operación militar especial que es la desnazificación de Ucrania sigue siendo actual.
Exposición de trofeos militares en el Parque de la Victoria
El pasado 1 de mayo en el Parque de la Victoria en Poklónnaya Gorá, el Ministerio de Defensa de Rusia inauguró una exposición de armamentos y vehículos militares de fabricación extranjera convertidos en trofeos durante la operación militar especial. En Ucrania, también durante la liberación de las localidades de Rabótino y Málaya Tokmachka de la provincia de Zaporiyia, así como en la localidad de Avdéevka de la República Popular de Donetsk. La exposición está dividida en varias zonas temáticas y dotada por stands con información sobre los países fabricantes, las características tácticas y técnicas, así como los lugares y las circunstancias en las que los vehículos acabaron convertidos en trofeos de los militares rusos.
En un espacio abierto están reunidos más de 30 unidades de equipos militares fabricados en EEUU, el Reino Unido, Alemania, Francia, Suecia, Finlandia, Austria, Turquía, Australia, Sudáfrica y Ucrania. Entre las muestras pueden verse los vehículos blindados de infantería Bradley, Marder, los tanques M1 Abrams y Leopard2, el obús M777, diferentes vehículos acorazados ligeros y demás. En las carpas de la exposición están representados también modelos de armas de fuego y de equipamiento de los Ejércitos de Estados extranjeros que forman parte del bloque político y militar de la OTAN, así como vehículos no tripulados, medios de la comunicación y equipo.
Los vehículos de combate enviados por los países de la OTAN a los neonazis ucranianos trajeron desgracias y sufrimiento a los habitantes de Donbás y de otras provincias nuevas rusas. Ahora están expuestos, destartalados y sometidos. Me gustaría llamar su atención a la forma de la que lo hizo nuestro país, con dignidad. Lo hicimos a modo de respuesta a la exposición de nuestros vehículos delante de nuestras embajadas en los países miembros de la OTAN, lo que generaba peligros para el funcionamiento de nuestras misiones diplomáticas. Era humillante, en primer lugar, para los Estados que lo hacían. Se lo indicaban sus propios ciudadanos que traían flores y las dejaban donde los vehículos soviéticos. Fue uno de los episodios de cuando no se cumplió el plan de Occidente tal y como lo tenía concebido. En nuestra sociedad hubo grandes debates sobre cómo habíamos de responder. Respondemos con dignidad y honor. Lo hacemos de tal forma que a la gente le quede quiénes se están enfrentando a nosotros, dónde está el bien y el mar, dónde está la verdad y la mentira. No lo hacemos para humillarnos a nosotros, pero para no acabar llegando a la deshumanización que últimamente está intentando imponerse en el mundo.
Nos gustaría señalar aparte que el valor total de los vehículos expuestos en el Parque la Victoria alcanza varios mil millones de dólares. Este evento no le deja indiferente a nadie, hemos de señalar un interés sin precedentes por parte del público. Para ver los abatidos vehículos enemigos muchos vienen no solo de otras ciudades, sino de otros países. Diplomáticos y agregados de los países acreditados en Rusia también acuden a la exposición.
La fuerza está en la verdad, siempre fue así. Recordemos que hace más de 80 años, desde 1943 y hasta 1948, en el Parque de Cultura y Ocio Gorki se llevó a cabo la exposición de los armamentos utilizados por los nazis y convertidos en trofeos entre 1941 y 1943.
Les recordamos a quienes se olvidaron de la terrible lección de la Segunda Guerra Mundial: ningunos vehículos son capaces de cambiar la situación en el campo de batalla. ¡El enemigo será derrotado!
La exposición permanecerá abierta desde el próximo 1 de junio, desde las 10.00 hasta las 20.00.
Respuestas a algunas preguntas:
Pregunta:¿Qué concesiones estaría dispuesta a hacer Rusia, para firmar un acuerdo de paz con Ucrania?
Respuesta: Una concesión es parte del proceso de las negociaciones. Los anglosajones, primero, el Reino Unido, y después, EEUU, le prohibieron al régimen kievita mantener ningún tipo de negociaciones. Se lo prohibieron y le obligaron a Kiev a aprobar las pertinentes leyes. De modo que no hay que discutir allí.
Si hablamos en general, Rusia siempre ha estado abierta y lo continúa estando para el arreglo político y diplomático de la crisis ucraniana, dada la situación real y las preocupaciones de Rusia en la esfera de la seguridad.
Para un arreglo universal, sostenible y justo de la crisis, deben ser erradicadas sus orígenes. Occidente debe dejar de nutrir a las FF.AA. ucranianas con armas y el régimen kievita, poner fin a las acciones bélicas. Ucrania ha de recuperar las nociones básicas del Estado ucraniano, su condición de un país que no forma parte de ningún bloque militar, su estatus no nuclear, proteger la lengua rusa, observar los derechos y las libertades de los ciudadanos y de los representantes de las minorías nacionales, renunciar a la ideología neonazi.
Por desgracia, en la actualidad, ni en Kiev ni en Occidente no hay voluntad política para alcanzar la paz. No escuchamos esta palabra en las declaraciones, solo se escucha retórica beligerante. Allí se opera únicamente con categorías bélicas, se elevan deliberadamente las apuestas y se gestan planes agresivos con respecto a Rusia y otras partes del mundo.
Recordemos que desde 2014, Rusia aplicó considerable esfuerzo por lograr arreglo político de la crisis ucraniana. No creo que haga falta recordar que Rusia fue promotora de los Acuerdos de Minsk firmados en febrero de 2015, con la participación de Rusia fue elaborado y firmado el acuerdo Minsk-2. Recibió la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, también por iniciativa de Rusia. Por parte de Donbás, fue una importante concesión, puesto que se ponían esperanzas en la solución no bélica del conflicto. Sin embargo, Ucrania, con la ayuda de Occidente y en primer lugar, de los países garantes Alemania y Francia, saboteó el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk. Más tarde, Kiev, Berlín y París confesaron no haber tenido la intención de cumplirlo. Indicaron que aquellos acuerdos solo eran necesarios para ganar tiempo y reforzar el potencial militar de las FF.AA. ucranianas.
Me gustaría volver a subrayar que Rusia está dispuesta a abordar propuestas serias, basadas en la situación real y que tengan en cuenta nuestros intereses en la esfera de la seguridad. El lenguaje del chantaje y amenazas es inadmisible para nosotros.
Pregunta: El 25 de abril, la agencia Bloomberg informó sobre la intención de los asesores de los dirigentes de los países del G7 de celebrar en Doha, los días 27 y 28 de abril, una reunión de Copenhague con representantes de varios Estados del Sur Global para debatir los preparativos de una cumbre, que se llevará a cabo en Suiza, sobre la solución de la crisis ucraniana. ¿Qué se sabe de los resultados de esta reunión? ¿Qué puede comentar al respecto?
Respuesta: Le recomiendo encarecidamente que tenga cuidado al citar a este medio de desinformación, porque se ha mostrado como tal en repetidas ocasiones.
Por lo que sabemos, dicha reunión sí se realizó y se celebró a puerta cerrada. Al parecer, los occidentales tienen algo que ocultar, ya que no hubo información oficial a gran escala.
Aparentemente, las cosas no van como a ellos les gustaría. Los Estados del Sur y del Este Globales, a pesar de la enorme presión occidental, no ceden a la persuasión, se niegan a apoyar la fórmula de Zelenski y a elaborar un ultimátum colectivo a Rusia. Siguen cuestionando la conveniencia de celebrar reuniones en el formato Copenhague sin la participación rusa. No ven algún "valor añadido".
Suiza se ha ofrecido voluntaria para salvar la situación. Ha propuesto abandonar el formato Copenhague y la fórmula de Zelenski y lanzar un nuevo proceso, empezando por el debate de tres temas supuestamente neutrales. Se trata de la seguridad nuclear, los alimentos y el transporte marítimo, y las cuestiones humanitarias, incluido el intercambio de prisioneros y el retorno de los niños.
No hay nada nuevo en el empeño suizo. Es una estratagema descarada. Lo mismo ofreció Kiev cuando persuadió a los países del Sur Global para que se adhirieran al menos a uno de los diez puntos de la fórmula de Zelenski, con el fin de interpretarlo como una especie de respaldo colectivo a todas sus disposiciones.
Además, ya se ha trabajado o se está trabajando en los tres temas mencionados, aunque con dificultades relacionadas con el enfoque poco constructivo de Kiev.
Así, el OIEA está debatiendo la seguridad nuclear, incluida la situación en la central nuclear de Zaporiyia, donde el Organismo tiene sus observadores permanentes. Al mismo tiempo, Kiev sigue planteando amenazas diarias a la seguridad de la central.
Se han estudiado aspectos específicos de la seguridad alimentaria y la navegación en el Mar Negro con la participación de Türkiye, pero Ucrania se ha negado a aprobar los acuerdos esbozados.
Los contactos entre la Comisionada para los Derechos Humanos en Rusia, Tatiana Moskalkova, la Defensora Presidencial rusa para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova, y el Defensor del Pueblo ucraniano, Dmitri Lubinets, permiten resolver las cuestiones del intercambio de detenidos y el retorno de los niños.
Por lo tanto, el debate de estos temas en Suiza no aportará ningún valor añadido. De hecho, la cumbre suiza no es más que una continuación del arruinado proceso de Copenhague, que promovió la fórmula de Zelenski, alejada de la realidad. Este tipo de foros no acercan la paz, sino que contribuyen a prolongar las hostilidades. Sin la participación de Rusia y la consideración de sus intereses, cualquier debate sobre la resolución de la crisis ucraniana carece de sentido y es inútil.
Por otra parte, cabe señalar lo inapropiado de la elección de Suiza como sede de la cumbre. ¿Berna cree que sigue siendo una plataforma neutral y un centro de reuniones políticas? Pero ha perdido las funciones de mediador neutral. Se ha puesto abiertamente del lado del régimen de Kiev, aplica sanciones antirrusas y accede a todas las resoluciones proucranianas en las organizaciones internacionales.
Si Suiza quisiera poner en marcha un nuevo proceso, haría todo lo posible por restaurar su neutralidad perdida e incluiría en la agenda de la cumbre cuestiones verdaderamente apremiantes. Se trata del cese del suministro de armas a las FF.AA. ucranianas, la confirmación del estatus neutral y no alineado de Ucrania, el reconocimiento de las realidades territoriales, el papel destructivo de la ampliación de la OTAN, las sanciones ilegales (que también afectan a Suiza), el carácter neonazi del régimen de Kiev, la violación por parte de Kiev de los derechos humanos y de las minorías nacionales, la destrucción de la libertad de expresión y el asesinato de periodistas. Sin embargo, a los pseudomediadores suizos ni se les pasa por la cabeza semejante agenda.
Una vez más, instamos a nuestros socios de los países de la mayoría mundial a que no se dejen arrastrar a otra aventura antirrusa de Occidente y el régimen de Kiev.
Pregunta: El 1 de mayo, EEUU acusó a Rusia de violar la prohibición internacional del uso de armas químicas. El Departamento de Estado afirmó que Rusia había utilizado una sustancia llamada cloropicrina contra las tropas ucranianas y también había empleado dispositivos de dispersión de multitudes contra ellas. ¿Puede comentar estas acusaciones?
Respuesta: Lo cínico de esta situación es que los patrocinadores estadounidenses de los crímenes del régimen de Kiev se hayan permitido tales insinuaciones en vísperas del décimo aniversario de los trágicos sucesos del 2 de mayo en la Casa de los Sindicatos de Odesa. Más de 50 manifestantes contra el golpe de Estado armado de Kiev murieron en un incendio provocado por el uso por parte de neonazis ucranianos de cloropicrina controlada por la Convención sobre Armas Químicas. Con el telón de fondo de este aniversario, EEUU hace tales declaraciones.
Las especulaciones sobre la violación por parte de la Federación de Rusia de sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Armas Químicas contradicen la realidad y la situación durante la operación militar especial en Ucrania. Aunque Occidente lleva mucho tiempo manipulando dicho tema y esta estructura.
A Washington no se le ha ocurrido nada mejor que utilizar las insinuaciones sobre el tema de las armas químicas que ya han sido probadas en Siria, multiplicando acusaciones infundadas y absolutamente falsas sobre el supuesto uso esta vez por parte de las Fuerzas Armadas rusas de sustancias químicas tóxicas y agentes químicos antidisturbios. Todo esto lo hace Washington para desviar la atención de los numerosos crímenes cometidos por el régimen de Kiev con su conocimiento y consentimiento, y a veces con la participación directa de los servicios secretos de EEUU y sus colegas de otros países de la OTAN.
Permítanme recordarles que el 27 de febrero el Servicio Federal de Seguridad ruso hizo pública información sobre la detención de tres agentes de los servicios secretos ucranianos que planeaban llevar a cabo un atentado terrorista en la provincia de Zaporiyia utilizando un análogo del agente de guerra química Bi-Zet, que es un desarrollo de EEUU para su programa de guerra química. Las autoridades investigadoras tienen a su disposición tanto las ampollas con esta sustancia, cuya composición ha sido confirmada por un laboratorio certificado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, como otros materiales que permiten establecer la implicación directa del régimen de Zelenski en este crimen.
El Ministerio de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia publican periódicamente información sobre el uso por parte de formaciones armadas del régimen de Kiev, en violación de las obligaciones de Ucrania en virtud de la Convención sobre Armas Químicas, de sustancias químicas tóxicas contra militares y civiles rusos y sobre los planes de militantes ucranianos de organizar provocaciones contra instalaciones químicas en Donbás y en las nuevas entidades constitutivas de la Federación de Rusia, algunos de los cuales, lamentablemente, han llegado a materializarse.