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Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 28 de junio de 2023

1273-28-06-2023

 

Crisis ucraniana

 

Los neonazis del régimen kievita y los mercenarios extranjeros que los apoyan siguen cometiendo múltiples crímenes de guerra contra los civiles y militares. Su ferocidad alcanzó una increíble magnitud. Muchos delincuentes opinan que sus acciones quedarán sin castigo. Sin embargo, a los culpables de la violencia, torturas y asesinatos se les aplica la justicia, en particular, el Código Penal de la Federación Rusa.

A finales del pasado mayo, la Corte Suprema de la RPD condenó a cadena perpetua a un extremista del batallón nazi “Azov” por fusilar a un prisionero ruso en Mariúpol el 15 de abril de 2022.

El pasado 26 de junio, la Corte Suprema de la RPL encarceló para 15 años a un operador de lanzallamas de la brigada de asalto aerotransportada ucraniana que, el 2 de abril de 2022, en Rubezhni, sometió a fuego un autobús con civiles que trataron de evacuarse de la zona de combates.

Las fuerzas del orden rusas seguirán recopilando minuciosamente la base de evidencia para probar la culpabilidad de los criminales y llevarlos ante la justicia.

Un ejemplo ilustrativo de las horripilantes evidencias de las torturas, violaciones y matanzas cometidas por los neonazis y militares ucranianos entre 2014 y 2023 constituye “El Libro Negro. Atrocidades de los seguidores de Bandera contemporáneos, 2014-2023” emitido por la Sociedad Histórica Militar rusa conjuntamente con el Ministerio de Defensa de Rusia  y la Fundación para el Estudio de los Problemas de Democracia (encabezada por el miembro de la Cámara Pública, Maxim Grigóriev). Contiene numerosas evidencias de víctimas y testigos, fragmentos de los expedientes de investigación y fotografías. Dicha obra continuó la famosa publicación redactada por la Sociedad Histórica Militar rusa, “El Libro Negro. Atrocidades de los seguidores de Bandera”, describiendo los crímenes de los partidarios de Bandera perpetrados durante la Gran Guerra Patria y en los años posteriores. Pronto se publicará su traducción a varios idiomas extranjeros. Esperamos que la información ofrecida en dichos libros sea útil especialmente para las personas que siguen creyendo que en Ucrania no hay nazismo y tampoco existe una sucesión entre las actuales generaciones de los seguidores de Bandera y sus ídolos ideológicos de los años cuarenta.

Una pincelada más probando el carácter delictivo del régimen kievita es las revelaciones de Vadim Skibitski, jefe adjunto de la Dirección General de Inteligencia, que contó a los medios alemanes sobre una “lista de liquidación” de Kiev. Se planea matar no justamente a los políticos y militares rusos capitaneando la lista, sino también los activistas sociales, periodistas, blogueros y patriotas. Skibitski recalcó que “las condiciones de guerra justifican el exterminio de los propagandistas enemigos”. Señaló por separado los planes de ejercer ataques terroristas contra la infraestructura en Crimea.

Ya causan asombro no solamente los métodos francamente terroristas del régimen kievita, sino su determinación maniática de asesinar a los civiles, periodistas y activistas sociales. ¿Recuerden cuán lánguidamente reaccionaron a la matanza de Daria Dúguina, Vladlén Tatarski, el atentado contra Zajar Prilepin sin renunciar ni confirmar su implicación en dichos actos? Había sonrisas y leves insinuaciones, como si no hubieran sido ellos, pero todos entendieron todo. Ahora, dicen manifiestamente que hacen planes, los realizan y van a proseguir. ¿A qué eso indica? Ni siquiera es cinismo, sino su naturaleza extremista, terrorista.

Provoca extrañeza cómo pueda secundarlo la comunidad occidental tan sutil y tolerante que lucha por los derechos. ¿O la tolerancia incluye la coexistencia normal con los terroristas? Entonces, es su nueva interpretación. Lo que acabo de citar lo publicaron los medios de Alemania. ¿Contuvo el texto una referencia a la legislación alemana o un compromiso internacional asumido por este país? ¿Se menciona algo acerca de que tales métodos están fuera de la ley? ¿Hay alguna nota señalando que Alemania no comparte estos planteamientos? ¿O una diciendo que la RFA y su sociedad se alejan de dichas declaraciones? No. ¿Por qué? Lo financian. Financian no las cosas que llaman “una lucha justa” del régimen kievita por el país, pueblo, etc., sino precisamente las matanzas de los ciudadanos de nuestro Estado, los rusos, los representantes de otras nacionalidades, todas las personas que no pertenecen a ellos por motivos de civilización, los ideológicos, políticos, etc. Recordamos las declaraciones del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, diciendo que una parte del mundo es el “jardín” bonito, y todo lo resto es la “jungla”. Los occidentales opinan que deben “poner en orden” esa “jungla”: patrocinar al régimen kievita para matar al mayor número de rusos posible. Promovieron dicha actitud el senador estadounidense, Lindsey Graham, y el expresidente de EEUU, George W. Bush.

¿Cómo pudo imprimir dicha cosa la prensa alemana democrática? ¿Propusieron a los representantes del EIIL (organización terrorista prohibida) a hablar en la tribuna? ¿Entrevistaron a los hombres que organizaron ataques terroristas en Alemania durante los últimos años? ¿Publicaron las palabras directas articuladas por las personas implicadas en las matanzas de los ciudadanos de la Unión Europea en los territorios de otros Estados comunitarios? A nadie se le ocurrirá conceder la palabra a las personas que expresan así su actitud hacia las represalias contra los activistas sociales.

Vamos a pensar en la solidaridad periodística. El régimen kievita dice públicamente que va a asesinar a los representantes de los medios. ¿Qué opinan al respecto los periodistas alemanes que publicaron esta entrevista? ¿O, de nuevo, se trata de que los nuestros “se diferencian” de los suyos? Probablemente los medios alemanes tienen que ponderar si quieren crear en sus páginas web una sección constante para todo tipo de terroristas (el EIIL, Al Qaeda, Jabhat Al-Nusra). Por otra parte, sí que introdujeron la tipificación de los terroristas “buenos” y “no buenos” con quienes se puede acordar. Entonces, no tengan vergüenza, crean una sección especial y den la palabra a toda calaña de organizaciones extremistas para que cuentan sobre sus planes y se excusen por diferentes circunstancias. Y nosotros vamos a leer y comprender qué terrible unificación tuvo lugar entre el extremismo y la comunidad occidental.

Justificando su naturaleza brutal, el régimen kievita sigue intentando emprender una contraofensiva fútil y suicida. Las bajas de las FF.AA. ucranianas ya equivalen a decenas de miles de personas. Sin embargo, según dijo el otro día la portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, los estadounidenses habían tomado en cuenta tales bajas cuando planearon las operaciones de combate en el territorio de Ucrania y Rusia. Es que no son sus ciudadanos, sino los de Ucrania. Desde el punto de vista del “jardín” occidental, fueron creados precisamente para ser “material fungible”. En otras palabras, el exterminio de los ucranianos y rusos corresponde estrictamente al plan estadounidense elaborado de antemano.

Además, parece que Occidente no saca conclusiones del fracaso que vio la contraofensiva intentada por las FF.AA. ucranianas y cree que puede cambiar la situación a su favor si sigue nutriendo Ucrania de armas aún más intensamente. Todos han visto cómo transcurre la movilización allí. Nadie desmiente que las personas no simplemente se arranquen de sus casas y familias, sino se vean torcidas, golpeadas y forzosamente secuestradas para llenar las filas de “carne de cañón”.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, informó que la UE iba a avalar la expansión en 3.500 millones de euros de la asistencia militar para Ucrania. Luego, Australia anunció que proporcionaría a Kiev 70 vehículos de combate y municiones de artillería de 105 milímetros de calibre. EEUU presentó un nuevo paquete de ayuda militar totalizando en 500 millones de dólares. Quisiera volver a subrayar que nuevos suministros de armamentos a Ucrania solo entrañan una escalada del conflicto militar. Son pasos irresponsables, tales acciones resultan en múltiples víctimas, incluso entre la población civil de la región.  

En la actualidad, Occidente está tratando de convencer a los países del Sur global para que participen en la llamada "Cumbre de la paz", organizada sin Rusia, supuestamente dirigida a encontrar una solución pacífica al conflicto Ucraniano. Es una lógica descabellada. Por una parte, acusan Rusia de que participa en el conflicto. Por otra parte, cuando discuten la “solución pacífica”, apelan al régimen kievita. ¿Acaso piensan que, en el contexto de la situación actual, pueden alcanzar la paz solo si se reúnen y discuten algo ritualmente? ¿O van a invitar a los países que no tienen nada que ver con dicha historia pero podrán secundar a los occidentales moralmente y con información? ¿Llegará la paz con los suministros de armas interminables en el fondo? En efecto, el único objetivo de dicha reunión es promover la “fórmula de la paz” absolutamente engañosa propuesta por Zelenski. La cumbre constituye un intento de persuadir al mundo entero de que dicha fórmula no tiene alternativas. Sin duda, todo eso se terminará en que volverán a demostrar los falsos mensajes de la misma propuesta de la “fórmula de la paz” y el evento. Aquellos que acudirán a la reunión lo verán a muy corta distancia.

Hemos explicado muchas veces que el plan “de la paz” kievita no tiene nada que ver con la paz. En esencia, es un juego de exigencias tipo ultimátum de que Rusia retire sus fuerzas de su territorio legítimo de Donbás, Crimea, Zaporiyia y la provincia de Jersón, pague compensación y reparaciones a Kiev, se confiese culpable ante ciertos “tribunales” falsamente legales que Kiev establece con la enérgica ayuda prestada por los occidentales. Un solo “documento” combina todos disparates que han promovido de manera propagandística. Es exclusivamente una invención ideológica.

Los intentos de determinar el resultado del conflicto Ucraniano sin la participación de Rusia están condenados al fracaso. En caso contrario, todo se habría hecho hace mucho tiempo. Traten de poner todo en orden, organizar la paz. ¿Acaso algo va a progresar con “vigilias” adicionales? Solo habrá regreso. La determinación de invitar a la “cumbre” el mayor número posible de participantes, ante todo, del Sur global, tiene el único propósito: enlistarlos en seguida en el grupo de los partidarios presuntamente acérrimos de las personas que comparten firmemente el punto de vista occidental acerca de los sucesos dentro y alrededor de Ucrania.

Hemos visto bastantes cosas de este tipo. Por ejemplo, el escenario sirio. ¿Cuántas actividades semejantes tuvieron lugar en las que se prometía resolver el problema entera en un par de días? Recuerdo cómo EEUU convocaba tales reuniones de amigos en el centro de Europa. ¿En qué resultaron? Nadie siquiera recordará sus nombres. La falta del resultado se explica por una sola razón: todas personas gozando de conocimientos y experiencia entienden que todo lo relacionado con la paz depende principalmente de que se termine derramamiento de sangre y suministros de armas. Sin eso, mesas redondas, conferencias o simposios se traducirán en nada. El régimen kievita lo probó. Ya ha participado en negociaciones muchas veces, concluyó un acuerdo, lo confirmó por sí mismo y luego lo violó casi inmediatamente. No se puede confiar en las palabras que se articulan allí. Existen documentos firmados por los líderes occidentales (la RFA, Francia) que se incluyeron en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. No obstante, resulta que nadie iba a implementarlos a pesar de su carácter vinculante, ya que la resolución de Consejo de Seguridad de la ONU es obligatoria. ¿Qué van a hacer si en el curso de tales cumbres se darán algunas garantías? Nada. Las olvidarán. Necesitan poner un visto comprobando que han celebrado otro evento informativo y político.

Exhortamos a que no participen en dicho designio provocativo los Estados responsables que verdaderamente buscan alcanzar la paz y aún más expresan su deseo y determinación de desempeñar un papel constructivo en la búsqueda de una solución político-diplomática del conflicto. Occidente requiere que acudan a dicha “cumbre” solo porque quiere dar la impresión de que sus resultados hayan tenido un gran apoyo. Precisamente este hecho alejará la posibilidad de un arreglo pacífico.

Siguen liquidándose las consecuencias de la catástrofe humanitaria y ecológica que Kiev causó el pasado 6 de junio en la central hidroeléctrica de Kajovka, cuando, tras la destrucción de la presa, el agua se descargó incontrolablemente del embalse de Kajovka y fluyó aguas abajo de Dniéper. Hoy en día, se sabe que 48 personas fallecieron y 126 fueron hospitalizadas. La ecología fue seriamente dañada, murieron miles de animales en el Parque Natural Nacional de Nizhni Dniéper, se lavaron los campos a lo largo del río Dniéper, el canal de Crimea de Norte corre el riesgo de secarse. Destruida la central hidroeléctrica de Kajovka, llegaron a los cuerpos de agua locales fertilizantes químicos, pesticidas y combustible peligrosos para el hombre. ¿Pensaron sobre las consecuencias algunos representantes del régimen kievita? Para ellos, fue importante cometer una subversión, sobresalir, mostrar a todo el mundo de qué es capaz. Se encontraron inundadas 35 localidades, más de 22.000 casas. ¿Va a generar este hecho al régimen kievita alguna duda de acciones propias? Nunca. Para personas normales, el hecho de que miles de ciudadanos estén en la zona inundada es un flagelo, una tragedia, un dolor y una motivación para ayudarles. Para los vampiros de la calle Bánkovaya es una causa más para alegrarse y festejar tal como suelen hacerlo (si juzgamos por su desatino observado el día posterior). En Nóvaya Kajovka el nivel de agua alcanzó 12 metros.

Entidades rusas de referencia, incluidos el Ministerio de Situaciones de Emergencia y el Ministerio de Sanidad continúan liquidando de manera ininterrumpida las consecuencias de la catástrofe, aplicando medidas antiepidemia, para evitar brotes de infecciones, y asistiendo a los habitantes de las regiones afectadas. La población está cobrando las pertinentes prestaciones sociales.

En este contexto nos provocó sorpresa la reacción de los organismos sectoriales internacionales que, en contra de los principios de la objetividad y la imparcialidad, volvieron a evadir los debates sobre los crímenes cometidos por el régimen kievita que provocó el mencionado acto subversivo. Alegan “no estar al tanto” y “no disponer de suficiente información”. Lo arriba indicado les parece insuficiente, para llegar a las pertinentes conclusiones, por lo visto, necesitan algo más.

A título de colofón, me gustaría recordar al asesinado primer Jefe de la República Popular de Donetsk, Alexander Zajárchenko que el pasado 26 de junio habría cumplido 47 años. A lo largo del día la gente fue trayendo flores al lugar donde había fallecido. Alexander Zajárchenko, quien había firmado el Conjunto de medidas para el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk y hecho todo lo posible, para garantizar la paz en Donbás, perdió la vida el 31 de agosto de 2018, a consecuencia de una explosión organizada por los miembros de un grupo de actividades subversivas ucraniano. Ya entonces el régimen kievita recurría de manera activa a métodos terroristas, para luchar, por encargo de sus patrocinadores occidentales, contra sus adversarios políticos que eran llamados “ciudadanos suyos.” Mientras tanto, la comunidad internacional no quería oír nada sobre el particular y no miraba para aquel lado, para no ver nada. Alexander Zajárcheko ha servido y sigue sirviendo en nuestros corazones y en nuestra memoria de ejemplo de un verdadero héroe de la lucha por la libertad, un auténtico patriota y defensor de su tierra natal de quienes son llamados hoy nazis y neonazis.

Todos los datos expuestos vuelven a demostrar que el régimen kievita enfrentado a nosotros representa a unos manifiestos nazis y terroristas, además de a corruptos y a ladrones. De modo que no existe ninguna alternativa al cumplimiento de los objetivos de la operación militar especial.

 

Nueva herramienta financiera de la UE llamada Fundación para Ucrania

 

El pasado 20 de junio, se hizo pública una nueva iniciativa de la Comisión Europea encaminada a prestar asistencia financiera al régimen kievita durante el período de 2023-2027. Los euroburócratas, guiándose por el principio de “un apoyo inquebrantable de Ucrania” en lo que sea, siguen haciendo declaraciones altisonantes sobre la concesión a Kiev de nuevas asignaciones. Esta vez Bruselas propone crear la herramienta Fundación para Ucrania (Ukraine Facility), llamada, de acuerdo con las declaraciones que se hacen, a asistir a las autoridades kievitas en el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, la reconstrucción y la modernización de la infraestructura. Sería curioso saber, de qué tipo, dado que el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, y sus bandidos destruyeron literalmente todo lo que se encontraba en el territorio de su país. Uno de los objetivos de tal iniciativa es promover reformas internas clave, etapa necesaria de la integración en la UE. Entre las supuestas fuentes de financiamiento de la iniciativa en cuestión, además de aportaciones de terceros países y diferentes organizaciones, se menciona la posibilidad del uso de las reservas públicas rusas bloqueadas por la Unión Europea.

De hecho, se está hablando de continuar con la destructiva política de subyugación a la deuda y de la privación al país de su soberanía. Es que nada se hace de balde. El proceso es representado como que se usan los fondos rusos y se hacen llegar al régimen kievita, aportando los países occidentales más fondos de su bolsillo. En realidad, todo formará parte de la deuda de Ucrania, de modo que la UE y EEUU no escatiman fondos. Así, se tiene previsto que una parte considerable de fondos en el marco de Fundación para Ucrania, le será concedida a Kiev en forma de “préstamos bajo condiciones ventajosas”. Me parece que simplemente tendrían que llamarlos “préstamo rápido”, para llamar las cosas por su nombre.

Evidentemente, en un futuro inmediato, los ucranianos apenas dispondrán de fondos, para amortizar estos préstamos. La ayuda financiera prestada por la UE ya ha ejercido una influencia considerable en el crecimiento récord que registró la deuda pública del país (de acuerdo con el Ministerio de Finanzas de Ucrania, la misma superó en pasado abril los 124.000 millones de dólares). A juzgar por todo, lo tendrán que pagar las futuras generaciones de ucranianos y no lo harán en efectivo, como entenderán. Lo harán con recursos, con los restos de su economía nacional y de su soberanía. Con su tierra ya se ha pagado, sólo que no queda muy claro qué cosa en concreto se ha pagado. Ahora se pasará a los restos, si es que les queda algo a las futuras generaciones. El hipotético resultado de todo eso es el definitivo saqueo y bancarrota de Ucrania.  

Ahora muchos incluso en Ucrania, dándose cuenta de esta triste realidad, dicen que el país ya no existe. Y no es por culpa de Rusia, sino por haber estado este tipo de gente al poder durante las últimas décadas. Eran precisamente estos los objetivos que se planteaban quienes se hacían llamar patriotas del país. Mientras tanto, eran conductores de las ideas occidentales y no sólo occidentales. Con lo de “no occidentales”, me refiero a que intereses personales y posibilidades de corrupción eran priorizados por encima de todo. Los políticos ucranianos no desdeñaron nada, para hacerse con los trozos más suculentos. Y ahora estamos presenciando el resultado de su actitud.

Hoy he escuchado una expresión que me dejó atónita. Del país sólo queda su avatar. Y nadie de quienes no están interesados en la historia del país, sabe si queda algo detrás del avatar o únicamente queda el vacío. Es una descripción muy acertada de cuanto está ocurriendo.

La situación se ve agravada por el hecho de que la asignación de fondos por la Unión Europea se encuentra en dependencia directa con el cumplimiento de condiciones adicionales encaminadas a incrementar la influencia occidental en Ucrania. En el marco de la nueva herramienta, las autoridades ucranianas habrán de elaborar un Plan de reconstrucción, ofreciendo una descripción detallada de las reformas necesaria para obtener fondos. Se hace especial hincapié en los cambios en el sistema de gestión pública, la transición a la economía “verde” y digital. Es decir, un país que durante toda su existencia desarrolló su agricultura y contaba durante la época soviética con ciencia fundamental propia y una desarrollada industria, de aquí en adelante se convertirá en un apéndice. Representantes de los países occidentales ya sabrán qué hacer con los recursos ucranianos, mientras que el país únicamente tiene que hacer la transición hacia la economía digital y verde. Todo se llevará a cabo, por supuesto, de acuerdo con los estándares europeos, tras aprobación directa de la Comisión Europea. Para el control de gastos, será creado un sistema de auditoría de múltiples niveles que prevé la posibilidad de controles sorpresa por parte de la UE. Dado que el plan en cuestión representa, de hecho, la estrategia del futuro “desarrollo” de Ucrania, la iniciativa de la UE no es otra cosa que un intento directo de introducir de manera definitiva gestión externa del país.

Ilustración adicional de la cínica política de Bruselas con respecto a las autoridades kievitas es el hecho de haber sido incluida en la lista de las condiciones del financiamiento europeo de los llamados “requisitos” de la observación de los derechos y las libertades fundamentales de todos los ciudadanos. ¿Eso de que el régimen kievita ha de aspirar a respetar los derechos y las libertades fundamentales de todos los ciudadanos lo habrá inventado la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen? Sólo lo pudo haber inventado una persona que no tiene ni idea de lo que está ocurriendo en el territorio de Ucrania. ¿Qué derechos y libertades? ¿Qué ciudadanos? Carne de cañón, sí, imposición de sus ideas, sí, terrorismo, sí. ¿Qué derechos y libertades? ¿De quiénes? La Comisión Europea se fija en que un aspecto importante de su interacción con el régimen kievita es la preocupación por las minorías nacionales. ¿Por quiénes deben preocuparse, desde el punto de vista de la Comisión Europea? ¿No será por los rusos? ¿Y esos largos 8 años? ¿Y los años anteriores? Cuando llamábamos la atención a esta circunstancia, ni la Comisión Europea ni la Unión Europea ni ninguna institución occidental tuvieron el menor deseo de concederle importancia a dicha circunstancia. ¿Para qué inventarse ahora cosas completamente irreales e incluirlas en el documento? Son cosas que entran en contradicción con la legislación aprobada por el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski. Prohibió los libros rusos, promovió la eliminación de la lengua rusa en el espacio informativo, persigue a quienes utilizan la lengua rusa. Es algo que se me escapa.

A todos, menos a la Comisión Europea, les queda claro que Kiev no tiene la menor intención de observar esta cláusula. ¿No serán los efectos adversos de la vacuna Pfizer? ¿Qué es lo que está ocurriendo? Es algo que les queda claro a los patronos europeos de Kiev que llevan años, haciéndose de la vista gorda con respecto a la política de segregación y exterminio de la población rusoparlante y de una persecución total de los medios que está siendo aplicada por el régimen kievita. ¿O simplemente introducirán esta cláusula y responderán que no es su responsabilidad, sino un postulado del documento y que con toda seguridad el régimen ucraniano lo cumplirá? Ya sabemos, adónde conduce esta lógica.

 

Conclusión de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa con respecto a la Ley ucraniana “Sobre las minorías nacionales”

 

No hemos dejado pasar desapercibida la conclusión de la Comisión de Venecia en relación con la ley ucraniana "Sobre las minorías nacionales (comunidades) de Ucrania" de 2022 que se hizo pública el pasado 12 de junio. Lo que se dice vivir, para ver. Ya hemos comentado que inicialmente de pretexto para la ayuda financiera a Ucrania sirve la preocupación por las minorías nacionales. Por otra parte, estamos hablando de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa que ni está en otro planeta ni está en otro continente. La Comisión Europea está relacionada con el Consejo de Europa.

Anteriormente, el MAE ha explicado ya la naturaleza discriminatoria de esta ley oculta por las remisiones formales a acuerdos internacionales de la esfera de defensa de minorías nacionales. Hungría y Rumanía han demostrado ya su rechazo del documento en cuestión. Como saben, ambos países tienen en Ucrania importantes comunidades.

Sin embargo, en las actuales condiciones políticas sería inútil esperar del órgano consultivo del Consejo de Europa una evaluación imparcial desde el punto de vista del Derecho y de los estándares legales. La conclusión que se hizo pública representa un nuevo paso consciente hacia la anulación del prestigio de este organismo internacional que gozó en su momento de un gran respeto, habiéndose concebido como fuente de opiniones independientes de expertos en la esfera del derecho.

En vez de propiciar el desarrollo constitucional y el refuerzo de las instituciones democráticas, la Comisión de Venecia convirtió de buena voluntad sus potencialidades en una herramienta del juego político. Sus conclusiones son usadas ahora únicamente para tildar de “suyo” y “no suyo”. A los “suyos” se les permite cualquier cosa, mientras que los “no suyos” no se les permite nada. A los suyos se les hace una ligera reprimenda, ahora ni siquiera eso y a los “no suyos” se los critica a gusto. Sentimos esta actitud en numerosas ocasiones. Habría que consultar los documentos más recientes relativos a la legislación rusa, para darse cuenta de lo duros que pueden ser el lenguaje usado y las decisiones de la Comisión en el momento de estar cumpliendo este organismo un encargo político.

Ucrania, aprovechando su derecho de “enfant terrible”, goza de especial benevolencia de los llamados expertos de la Comisión de Venecia.

Siguiendo la tradición, todas las recomendaciones que contiene la mencionada conclusión tienen carácter de recomendación y reproducen las anteriores fórmulas usadas por la Comisión con respecto a las leyes ucranianas sobre educación y sobre lengua. Así, se vuelve a subrayar “una actitud diferenciadora con respecto a las lenguas de las minorías”. ¿Se lo imaginan, una actitud diferenciadora? Se refieren con ello a que es impuesto el uso de una lengua, a pesar de que la mayor parte de la sociedad desde siempre habla otra lengua. Y el uso de la lengua que es materna para muchos es prohibido a nivel legislativo. Además, se empieza a ultrajar psicológica y moralmente a la gente que siguen fieles a su lengua materna. Recordemos que eso se llama “actitud diferenciadora”. Con esta expresión poco precisa los expertos camuflaron una manifiesta discriminación de la lengua rusa que el régimen kievita lleva años poniendo en práctica.

Ya no se trata solo de discriminación. Es una cruzada contra la lengua rusa. Es un esfuerzo occidental global para abolir la lengua y la cultura rusas, implementados por el régimen de Kiev, entre otros. No funcionó hace un año, pero los planes siguen en pie. Donde pueden, allí lo están realizando.

Las recomendaciones formuladas anteriormente por el Consejo de Europa y la OSCE para modificar la legislación lingüística fueron ignoradas por Kiev. No cabe duda de que pasarán por alto también las observaciones actuales. Después de todo, la anarquía y la violación sistemática de los derechos humanos, incluidos los de las minorías nacionales, ya se han convertido en una tarjeta de visita peculiar del régimen criminal  del Presidente ucraniano Vladímir Zelenski. Pero mientras esté dispuesto a combatir a Rusia hasta el último ucraniano por el dinero de los patrocinadores occidentales, se le perdona incluso que desprecie descaradamente los valores mundiales y europeos en defensa de la diversidad cultural, religiosa y lingüística.

Al hacer la vista gorda ante el componente rusófobo de la nueva ley ucraniana sobre las minorías nacionales y reconocer la validez de la derrota lingüística rusa en relación con la supuesta agresión contra Ucrania, la Comisión de Venecia da luz verde de facto a la desrusificación agresiva y la asimilación forzosa, escudándose en el término bastante torpe de "periodo transitorio".

Los miembros de la Comisión de Venecia no pueden ignorar que todo el gobierno ucraniano habla ruso entre sí. Si no lo saben, en términos de esta cuestión, ¿qué clase de "expertos" entonces son? Si lo saben (lo entendemos muy bien), ¿cómo lo tienen tan claro? ¿Qué tiene que ver Rusia, si los cabecillas de esta banda hablan ruso dentro de un país, pero al mismo tiempo lo están prohibido al resto de la población? Están puestos en sus cargos solo para apoderarse y destruir todo lo que nos ha unido durante años.

Se está intentando legitimar internacionalmente la persecución de la población rusoparlante de Ucrania ante nuestros propios ojos, y se está sentando una base jurídica descabellada para la abolición de todo lo ruso. Este parece ser el sentido del trabajo de la Comisión, como el de cualquier estructura soviético-europea y occidental en general, en este ámbito.

En vista de este doble rasero, ya no recurrimos a estructuras tan parciales para responder a la arbitrariedad y la anarquía que tienen lugar en Ucrania. Creemos que el éxito en la consecución de los objetivos de la operación militar especial devolverá la justicia a la tierra ucraniana y permitirá a las nacionalidades que viven en su territorio disfrutar de toda la gama de derechos que les corresponden.

 

Reanudados los vuelos regulares con Cuba

 

Continúan los trabajos para ampliar el servicio aéreo internacional de pasajeros en Rusia, a pesar de las dificultades causadas por la imposición de sanciones contra nuestro país por el Occidente colectivo. Como se anunció en La Habana en mayo pasado, durante la XX Sesión de la Comisión Intergubernamental para la Colaboración Económico-Comercial y Científico-Técnica Cuba-Rusia, a partir del 1 de julio se reanudarán los vuelos regulares directos a Cuba. Los vuelos serán operados por la filial de Aeroflot, la compañía aérea Rossiya.

Estamos convencidos de que esta decisión, tomada en el espíritu de las relaciones de asociación estratégica, acercará aún más a la hermana Cuba, geográficamente lejana pero tan cercana a nosotros. Sin duda, dará un nuevo impulso a nuestros vínculos culturales, humanitarios y comerciales, así como contribuirá al restablecimiento del tráfico turístico ruso a la hospitalaria "Isla de la Libertad", tan familiar para nuestros ciudadanos.

 

Respuestas a algunas preguntas:

Pregunta: Según los medios de comunicación, en la sesión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa celebrada en Estrasburgo del 19 al 23 de junio se adoptaron decisiones relativas a la Federación de Rusia. ¿Qué opinión le merecen los resultados de esa reunión?

Respuesta: Teniendo en cuenta el principio de separación de poderes, rara vez comentamos los trabajos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, así como de otras estructuras parlamentarias. Sin embargo, la pasada sesión de la Asamblea merece un breve repaso, como se ha hecho.

Permítanme explicar por qué. El tema ruso, incluso después de la retirada de nuestro país de la Organización, no deja que la Asamblea descanse. No participamos en sus sesiones, pero siempre tienen algo que discutir con respecto a Rusia. Los países miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa tienen sus propios problemas que están por las nubes: economía, finanzas, corrupción y superación de un gran número de dificultades internas. Pero no, ocupamos uno de los lugares centrales en esta misma agenda del Consejo de Europa y de su Asamblea Parlamentaria. Su retórica se sale de lo normal. Continúa el estampado de los documentos de naturaleza rusófoba.

El 22 de junio, la Asamblea aprobó una resolución "Sobre las consecuencias políticas de la guerra de agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania". ¿Quién ha preparado este documento? ¿Quizás han recurrido a los esfuerzos y servicios de algunos expertos? ¿Por qué necesitan a alguien más, si hay viejos y conocidos rusófobos, en particular de Lituania? ¿Qué es este documento, si es que puede llamarse así? Es un detallado conjunto de propuestas para la implementación de las decisiones pseudojurídicas de la IV cumbre del Consejo de Europa (les recuerdo: se celebró en Reikiavik el 16-17 de mayo).

La febril actividad de la Asamblea es un claro indicio de que el Occidente colectivo no va a admitir sus propios errores en la construcción de las relaciones con nuestro país ni a buscar ninguna salida a la situación actual. Esta situación es culpa suya. Los parlamentarios de Estrasburgo lamentan el descarrilamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, incluida la lucha contra el cambio climático, la destrucción del sistema de seguridad colectiva en Europa y el crecimiento de la retórica nuclear.

Y todo es responsabilidad nuestra. Todo es culpa nuestra. Somos nosotros los que hemos dado el golpe de Estado en Kiev con nuestras propias manos. ¿O no fuimos nosotros? ¿O también París, Berlín, Washington, Londres y Bruselas? Qué decidan finalmente.

No se dan cuenta de las numerosas acciones criminales del régimen de Kiev, que cometieron con su propio dinero. El bombardeo de la central hidroeléctrica de Kajovka, los ataques a la central nuclear de Zaporiyia, el bombardeo de instalaciones civiles en la Federación de Rusia, etc. Y eso solo en el último año. ¿Qué había antes? En los ocho años. Apuestan por una escalada del conflicto, pidiendo apoyo a las intenciones de Ucrania de ingresar en la OTAN. La pregunta es: ¿dónde está la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y dónde está la Alianza? Se supone que es una estructura europea independiente, que pretende subrayar la naturaleza especial y el papel especial del continente europeo. No, no les interesa, no lo necesitan. Tal vez tengan miedo o no tengan fuerzas. Siguen aferrándose a la OTAN. ¿Por qué? Porque ya forman parte de la Alianza. Ya han sido subyugados por la Organización hace mucho tiempo.

El ala rusófoba de la Asamblea está obsesionada con encontrar su hueco en la campaña de los occidentales para pedir cuentas a Rusia. Abogan por la rápida creación de lo que denominan registros de daños y tribunales internacionales especiales. Una pregunta: ¿cuándo llegarán a Libia? Tomamos el tribunal internacional para los criminales que derrotaron al Estado libio. Si les importa la OTAN, también les importa Estados Unidos. ¿Dónde está el tribunal y el registro de daños y perjuicios por los años de ocupación de Irak? Creo que Siria puede hacer un gran número de reclamaciones una vez que se establezca el registro y el tribunal para Siria. Es bien sabido cuántos países que forman parte de todas dichas estructuras estaban presentes allí y qué hacían.

Me gustaría recordarles que consideramos legalmente nulas las decisiones de estas estructuras. Es obvio. El problema es que imponen una agenda falsa, creando la correspondiente percepción equivocada.

El título de la resolución aprobada por la Asamblea ese mismo día, "Guerra agresiva contra Ucrania: participación de atletas rusos y bielorrusos en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024 en París", habla por sí solo. La Asamblea pide al Comité Olímpico Internacional que prorrogue la prohibición impuesta en 2022 a la participación de atletas de nuestros países en grandes competiciones hasta el fin del conflicto. Fíjense: esto es el Parlamento. Debería representar no solo una idea o un mensaje que "maduraría" en los pasillos o en algún centro analítico. El Parlamento y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa deberían expresar la voluntad de los ciudadanos de los países del Consejo de Europa. ¿Acaso les ha preguntado uno sobre el tema? ¿Acaso alguien ha sometido tal decisión a un referéndum o un debate local como mínimo? Se trata de una interpretación muy peculiar del principio "deporte fuera de la política" y de una actitud cínica hacia los derechos de los paralímpicos discapacitados.

Me gustaría preguntar a la Asamblea, ¿no temería el Consejo de Europa castigar a los atletas ucranianos por una posible promoción del nazismo? ¿Tiene planes para adoptar una resolución que condene las acciones agresivas, terroristas y extremistas del régimen de Kiev y, en consecuencia, su impacto en la participación o no participación de atletas ucranianos en eventos deportivos internacionales?

El resultado de la sesión demuestra que, en lugar de encontrar soluciones para la resolución pacífica del conflicto, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa está echando agua en el molino de los partidarios del escenario militar. No puede hacer otra cosa porque forma dicha infraestructura agresiva. No es un organismo independiente: forma parte del pensamiento y del mecanismo de la OTAN. Al conceder interminables indulgencias a Kiev, las estructuras del Consejo de Europa se están convirtiendo en colaboradores y rehenes del régimen neonazi y de sus curadores occidentales. Desgraciadamente, hoy en día no hay fuerzas sensatas en la plataforma de Estrasburgo que puedan impedir que el Consejo de Europa siga degradándose. Pero eso ya no depende de nosotros. Qué él mismo lo resuelva.

Pregunta: ¿Cómo evalúa el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso la declaración del Presidente del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexéi Danílov, de que el Presidente de la República de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, puede participar en las negociaciones entre Moscú y Kiev? ¿Es posible interpretar tal declaración como un reconocimiento de que la autoridad internacional del Presidente bielorruso ha aumentado ante los ojos de los políticos de Kiev?

Respuesta: Voy a dividir esta pregunta en dos bloques. Primero, diré algo sobre las negociaciones y la mediación. Luego comentaré lo que se refiere al Presidente de la República de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.

Al hacer declaraciones sobre posibles negociaciones entre Moscú y Kiev, el régimen de Kiev olvida por alguna razón que Ucrania interrumpió unilateralmente el proceso de negociación en marzo de 2022 al dictado de Occidente, y luego lo legitimó adoptando una ley específica el 30 de septiembre de 2022.

Desde entonces no hemos visto ninguna solución constructiva para la reanudación del proceso de negociación. Al contrario, sólo hemos observado demandas, gritos y exigencias a Occidente de más armas. Por su parte, Rusia ha recibido todo tipo de insultos y declaraciones agresivas. Todo lo que han dicho sobre la paz quienes se consideraban mediadores o estaban dispuestos a serlo, unas personas profundamente cuidadosas, ha sido eliminado del campo informativo y bloqueado por Kiev. Los oficiales ucranianos compiten en rusofobia y presentan iniciativas de gabinete, como la famosa "fórmula de paz", que no tiene nada que ver con el arreglo del conflicto, y rechazan las iniciativas de mediación propuestas por otros países. Estos son solo algunos ejemplos recientes.

El pasado 13 de mayo, después de su reunión con el Papa Francisco, Zelenski declaró en una entrevista a la cadena de televisión RAI: "Con todo respeto a Su Santidad, no necesitamos mediadores, necesitamos la paz justa". Esta es la cuestión de la mediación. El pasado 30 de mayo, comentó la Iniciativa de Paz de China: "En cuanto a la Iniciativa de Paz de China, hemos dejado claro que valoramos cualquier esfuerzo de otros países por alcanzar la paz, pero nuestra fórmula de paz, nuestra iniciativa, es fundamental". Se ha dicho muchas veces que sólo su "fórmula de paz" de gabinete tiene derecho a existir. Otras opciones no les interesan.

Alexéi Danílov, a quien usted ha mencionado, fue más lejos al decir el pasado 17 de mayo, literalmente, lo siguiente: "Me gustaría recordar a ciertos políticos internacionales que las armas son el mejor método de comunicación diplomática en las relaciones con Moscú". Resulta, entonces, que el régimen de Kiev ni siquiera piensa en la paz. No sólo eso, se lo impiden quienes también en Washington y Bruselas dicen que "no ha llegado la hora de la paz, sino sólo del campo de batalla y de la guerra hasta el último ucraniano".

Sobre el papel del Presidente de la aliada Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ya ha sido valorado por el Presidente ruso, Vladímir Putin. Lo ha declarado en público. Es difícil añadir algo. Si tomamos responsabilidades protocolarias y funcionales, no es mi competencia evaluar a los presidentes de otros países. Los dirigentes rusos ya han hecho esa evaluación.

Me voy a permitir hacer una excepción y decir que, sin duda, Alexander Lukashenko es un destacado estadista, un hábil político y un diplomático, un hombre que puede resolver rápidamente muchos de los problemas más complejos y tareas no triviales. Es evidente que podría haber contribuido significativamente a la obtención de acuerdos de paz si el régimen de Kiev, que en realidad no lo desea, lo hubiera querido.

Les recuerdo que detrás de estas palabras y del reconocimiento del papel de Lukashenko están sus hechos. Por ejemplo, en febrero y marzo de 2022, bajo su dirección, se crearon todas las condiciones para las negociaciones ruso-ucranianas en Bielorrusia. Y no hablemos de la hospitalidad y la ayuda en la organización de ese largo maratón de negociaciones en febrero de 2015, cuando se firmó el famoso Paquete de Medidas. Muchas veces, Bielorrusia y su Presidente, Alexander Lukashenko, han demostrado su mediación eficaz, su buena voluntad y su compromiso con la paz mundial y con la contribución a su realización a quienes la necesitan.

Pregunta: El Presidente del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexéi Danílov, declaró que "el Presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, puede participar en las negociaciones sobre el arreglo del conflicto en Ucrania" y que "ya existe un grupo concreto de futuros negociadores rusos con Ucrania". ¿Podría el Ministerio de Asuntos Exteriores aclarar de qué grupo se trata y comentar la información sobre la participación del Presidente bielorruso en las negociaciones?

Respuesta: No sé de qué hablaba Alexéi Danílov. Creo que tiene que preguntárselo a él. Si pudiera dar nombres, sería interesante. No tengo ni idea. Podría ser cualquier cosa. Podría ser una proyección sobre los "rusos buenos" o los que durante décadas han sido mantenidos por Occidente con subvenciones estadounidenses bajo capa de "representantes de Rusia". No sé de quién o de qué está hablando.

 


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