Entrevista ofrecida por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al programa de Yevgueni A. Primakov Mezhdunarodnoe Obozrenie (Panorama Internacional) en la cadena de televisión Rossiya 24, 1º de noviembre de 2019, Moscú
Pregunta: Los acontecimientos más dramáticos se desarrollan hoy en Siria. En las últimas semanas, la situación ha cambiado drásticamente. ¿Qué pasa ahora? ¿En qué medida controlamos la situación? Los estadounidenses informaron que habían aniquilado al líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin y el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, firmaron acuerdos sobre la retirada de las partes.
Respuesta: El Ministerio ruso de Defensa ya hizo comentario en relación con Abu Bakr al Baghdadi. Queremos recibir información adicional. El anuncio se hizo de manera jubilosa y exultante, pero nuestros militares están analizando datos adicionales. No pueden confirmar todavía mucho de lo anunciado por EEUU. Por eso no voy a comentar esta situación.
Mientras, creo que la aniquilación de un terrorista si se realizó (es que ya se anunció en reiteradas ocasiones la muerte de Abu Bakr al Baghdadi) es un paso positivo en vista de su papel perjudicial en la formación del Estado Islámico y en los intentos de crear un califato. Sabemos perfectamente que es (fue si ya está muerto) una criatura de EEUU. EL Estado Islámico que surgió tras la invasión arbitraria en Irak, la destrucción del Estado iraquí y la liberación de los extremistas que se mantenían en prisión por EEUU. Así las cosas, los estadounidenses aniquilaron a su propia criatura si esto tuvo lugar en la realidad.
En lo que se refiere a la situación general, gracias a los acuerdos alcanzados en Sochi pudimos frenar un serio derramamiento de sangre y pusimos la confrontación entre los turcos y kurdos en el marco de medidas para fortalecer la confianza. Se formaron dos grandes zonas en dirección oeste y este del área en que entraron las tropas turcas tras el fracaso de sus negociaciones con EEUU. Su avance se frenó gracias a los acuerdos conseguidos por Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan. En las partes restantes de la frontera turco-siria se estableció el régimen de retirada de las unidades armadas kurdas con el armamento. A la mayor parte de este territorio llegaron los guardias fronterizos sirios y la policía militar rusa. Aproximadamente dentro de las 24 horas este proceso debe darse por terminado, conforme a lo acordado en Sochi, después de que comenzará el patrullaje conjunto por la policía militar rusa y los militares turcos de una franja de 10 kilómetros en ambas direcciones de la frontera. La distancia de retirada de las unidades armadas kurdas es de 30 kilómetros de la frontera.
Existen muchas cuestiones que se deberá resolver en el proceso de realización de este plan. Mientras, la policía militar rusa ya se desplegó en la región junto con los guardias fronterizos sirios. Se comunican con la población local. Se envió un contingente militar adicional para participar en la operación. La población les recibe bien.
Me parece que hemos creado las condiciones que permitirán llegar a un acuerdo sobre el destino de los kurdos en Siria tranquilamente, sin discutirlo en cortas pausas entre combates. Es un problema que es imposible eludir. Diría que es más amplio que lo que se observa en el marco de la crisis siria. Los kurdos viven en Irak, Irán, hay muchos kurdos en Turquía. Nadie quiere que estos países, esta región explote debido a la tensión en torno al problema kurdo, que los kurdos sientan que son las personas de segunda categoría. Por eso hay que buscar fórmulas de compromiso que se basen en la soberanía y la integridad territorial de cada uno de estos países y, además, garanticen a los kurdos, como a cualquier otra minoría étnica o confesional, los inalienables derechos lingüísticos, culturales y de otra índole.
Pregunta: En el programa pasado hablamos de que todas las partes involucradas beneficiaron del arreglo de esta crisis. Los sirios restablecen el control sobre una parte considerable de su territorio y fronteras. Los turcos obtienen las garantías de seguridad. EEUU, como dijo Donald Trump, retira sus fuerzas formalmente (aunque, según se puso de relieve, no definitivamente, en varias partes las tropas estadounidenses quedan para seguir controlando el crudo). Rusia actúa en calidad de mediadora y garante. Hace poco, vi una caricatura en que Vladímir Putin está con un cúmulo de serpientes en sus manos en que está escrito 'Oriente Próximo' y dice 'Al final, Rusia controla la situación en Oriente Próximo. Y ahora ¿qué?' o algo similar. La pregunta que no hacen los expertos sino los espectadores y oyentes comunes y corrientes es ¿Para qué es necesario?
Respuesta: No creo que Vladímir Putin vea a sí mismo como domador de serpientes. No pensamos de tal manera de los actores en Oriente Próximo.
Pregunta: Fue la caricatura estadounidense. Ellos piensan así, nosotros no.
Respuesta: Lo dejaremos a su conciencia. Sólo quisiera decir que no posicionamos de tal forma a nosotros ni a nuestros socios en Oriente Próximo. Allí cada uno tiene su verdad, sus intereses. Hay tradiciones orientales, inclusive la promoción de intereses de forma que no es muy abierta. Es la vida, es la diplomacia y mucho más. Son varias formas de promoción de intereses nacionales.
Partimos de que estamos interesados en que Oriente Próximo sea estable, sostenible, previsible, es la región con que desde hace mucho tenemos vínculos espirituales, económicos, culturales y políticos. Estuvimos solidarios en la lucha por la descolonización de África, por ejemplo, y conseguimos resultados importantes. El año que viene, se celebrará el 60º aniversario de la Declaración de la ONU sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales incentivada por la Unión Soviética junto con la mayoría de los Estados que forman parte del Movimiento de Países No Alineados. Tenemos muchos rasgos comunes desde el punto de vista de tradiciones cristianas. Oriente Próximo es la cuna de las tres principales religiones monoteístas y es una gran tragedia que, tras la agresión de EEUU en Irak, esta coexistencia pacífica de las culturas autóctonas haya empezado a destruirse, es uno de los resultados más negativos de la injerencia irreflexiva en los asuntos internos de Irak y posteriormente de Libia. Ahora se intentó realizar lo mismo en Siria. Afortunadamente, esto no pasó ni pasará.
La Unión Soviética, nuestro país cooperó con los Estados de esta región en el ámbito de restablecimiento de su economía, y están interesados en continuar profundizando esta cooperación mutuamente ventajosa con nosotros a partir de lo conseguido en los años pasados. Próximamente, junto con Egipto empezaremos a construir una zona industrial rusa en la orilla del canal de Suez. Ya más de 20 grandes empresas se registraron como sus futuros residentes. Esta zona albergará fábricas de las empresas rusas para fabricar la producción para Egipto y otros países del continente africano. Además, quisiera mencionar que otros países de África al sur del Sáhara, en particular, Namibia, muestran interés hacia un proyecto similar.
Por eso necesitamos esta región – Oriente Próximo y el Norte de África – como un socio con que podemos desarrollar una cooperación mutuamente ventajosa, garantizar los intereses de los cristianos, en particular, para que nuestros ciudadanos puedan peregrinar. Tenemos muchos vínculos. Es ignorante y poco perspicaz presentar la línea de Rusia en Siria y en la región, en general, como la manifestación de nuestros intentos artificiales y ambiciones desproporcionadas, como hacen varios corresponsales (hay tales valoraciones también).
Pregunta: Es decir, es un proceso orgánico. No sólo yo, muchos expertos intentan formular que transmitimos los valores de soberanía y seguridad, es decir de la paz (por los visto, esto forma parte de nuestra idea nacional).
Respuesta: Creo que sí. Muchos en Occidente prefieren hablar de valores. Ellos que son neoliberales, etc., entienden bajo estos valores la permisividad, de hecho. Nosotros absorbamos nuestros valores con la leche materna y los heredamos de nuestros antecesores. Son los valores de soberanía, así como de bondad, justicia y verdad.
Pregunta: En cuanto a los valores que trata de imponer el llamado Occidente condicional, usted continúa discutiendo con nuestros colegas occidentales si el nuevo orden mundial está basado en unas normas o, como decimos, en el Derecho Internacional y el sistema de la ONU. Para un espectador pasivo, la frase de que el orden mundial está basado en las normas parece lógica. ¿Qué es lo que no nos gusta en esta fórmula?
Respuesta: Preguntaría ¿qué no gusta a Occidente en el término 'Derecho Internacional'? Porque para nosotros las únicas normas existentes y reconocidas es el Derecho Internacional plasmado en convenios, resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU aprobadas de forma legítima y que son obligatorios para todos los que firmaron y ratificaron estos documentos. Repito de nuevo: son convenios y resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, tratados internacionales.
Las resoluciones de la Asamblea General de la ONU no forman parte del Derecho Internacional, son documentos sin fuerza obligatoria, conforme a lo estipulado en la Carta de la ONU.
Citaré un ejemplo. Existen resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el arreglo palestino-israelí, si hablamos de esta región, que exigen la creación de dos Estados: Palestina e Israel que deben coexistir en paz y seguridad con todos los demás países de la región. Estas resoluciones aprobadas en reiteradas ocasiones en el Consejo de Seguridad de la ONU tienen carácter obligatorio. No se cumplen. El Estado de Israel se creó inmediatamente después de la toma de la respectiva decisión en la ONU en 1948 y el Estado de Palestina no se ha creado hasta hoy y, a juzgar por todo, muchos socios nuestros, ante todo, EEUU no quiere crearlo. En vez de cumplir estas resoluciones, EEUU ya por tercer año consecutivo promete a todos realizar un 'tratado del siglo' que, como ya entienden todos no prevé la creación de un verdadero Estado de Palestina. Es un ejemplo de cómo el Derecho Internacional en forma de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU se sustituye por varias normas inventadas por EEUU que les parecen cómodas.
Citaré como ejemplo la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas (CPAQ). Esta Convención creó la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que dispone de su Secretaría Técnica (ST de la OPAQ) que, a tenor de la Convención, tiene derecho a investigar incidentes cuando se sospecha que se usaron sustancias químicas prohibidas y debe informar a los Estados partes de la Convención de si se usaron las sustancias prohibidas o no. Es todo lo que está escrito en la Convención sobre las funciones de la ST de la OPAQ. Se puede modificar la Convención exclusivamente por proponer, acordar y ratificar las respectivas enmiendas. En vez de esto, los países occidentales convocaron una conferencia de las partes y por votar con la minoría de votos, maniobrando con los trámites, tomaron la decisión. De los 194 Estados partes de la Convención 82 votaron por incluir en la incumbencia de la ST de la OPAQ no sólo la posibilidad de determinar si se usó la sustancia prohibida o no sino también el derecho a indicar quien lo hizo (en jerga profesional, es la llamada función atributiva). Esta función da a los empleados de la ST de la OPAQ a determinar a los responsables. Es otro ejemplo cuando el Derecho Internacional en forma de Convención internacionalmente acordada se sustituye con una decisión arbitraria que, violando directamente la Convención, introduce una nueva norma conveniente para nuestros colegas occidentales.
Hay muchos ejemplos similares. Por ejemplo, existe la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas y Toxínicas (CPBT). Intentamos formar un mecanismo de verificación de esta Convención desde hace ya 20 años tras su entrada en vigor. Ante todo, EEUU casi a solas bloquean la formación de tal mecanismo. En vez de esto, intentan promover a través de la Secretaría de la ONU la idea de que la propia Secretaría de la ONU es capaz de controlar la observancia de la Convención sobre armas biológicas. Es otro ejemplo cuando, en vez de un elemento universal del Derecho Internacional, se intenta promover sus normas sesgadas y poco comprensibles. Hay muchos ejemplos de este tipo.
Pregunta: Puedo citar ejemplos también. Nuestros tratados con EEUU: el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF) que feneció, el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).
Respuesta: El PAIC sí, porque en relación con el PAIC hubo una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de cumplimiento obligatorio. EEUU no sólo abandonó este plan de acción sino prohíbe a todos los demás a cumplir la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. En cuanto al Tratado INF, es otro caso. Cada parte tuvo derecho a anunciar su retirada y dentro de seis meses el Tratado se da por terminado.
Pregunta: ¿Y ocurrirá que en algún momento estos postulados a los que nos agarramos tanto dejen de funcionar? Se habla de la necesidad de una reforma de la ONU, del Consejo de Seguridad de la ONU, de todo el sistema de Derecho Internacional. No acabaremos sumergiéndonos en un mundo nuevo, en la que ya no habrá norma, uno que se regirá por unas distintas en cada caso concreto?
Respuesta: Los pasos dados recientemente por los estadounidenses hacen pensar que no tendría nada en contra del derrumbe absoluto de todo el sistema de tratados internacionales, por lo menos en la parte relativa a la estabilidad estratégica y control de los armamentos. Veamos, en 2002 echaron por tierra el Tratado Sobre Misiles Antibalísticos, este año han hecho lo mismo con el Tratado INF. Corren rumores de que casi se ha anunciado ya el abandono del Tratado de Cielos Abiertos. Washington tomó la decisión oficial de no ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. Aunque se lo recordamos con regularidad, EEUU no ofrecen ninguna reacción coherente a nuestras propuestas de empezar a negociar la prórroga del Tratado START III, después de que el mismo expire en febrero de 2021.
Me parece que la comunidad internacional acabará elevando su voz a favor del mantenimiento del sistema que garantiza la estabilidad estratégica, la paridad y ciertos acuerdos en la esfera del control de armamentos. Por lo menos, en la temporada de sesiones corriente de la Asamblea General de la ONU hemos presentado el proyecto de tal Resolución, exhortando mediante la misma a acordar nuevas posturas que permitan a todos sentirse algo más seguros que actualmente.
Pregunta: Recordamos la agravación anterior de las relaciones, la llamada crisis de los misiles de los años 80 en Europa que parcialmente sirvió de fundamento para una cierta distensión: aparecieron diferentes Tratados que reducían los misiles de alcance medio y más corto. Pero, ¿acaso alguien podría esperar ahora que Europa salga de debajo de la sombrilla de EEUU y diga algo como “¿Qué es lo que estáis haciendo ?”. Y dentro de EEUU tampoco hay unidad. ¿De quién nos podríamos fiar, de la Administración de Donald Trump que quiere abandonar todos los documentos, capaces de ser abandonados?
Respuesta: En cuanto a los misiles, ya le hemos propuesto a Europa, en varias ocasiones a la OTAN, apoyar nuestra moratoria unilateral para el despliegue de aquellos armamentos que fueron prohibidos por el Tratado INF. No obtuvimos ninguna reacción. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin envió el pertinente mensaje a los líderes de más de 50 Estados, incluidos todos los países miembros de la OTAN. Ha habido respuestas orales indicando que no podían dar tal paso, porque Rusia ya había desplegado sus misiles en Europa, en la provincia de Kaliningrado. Esta conclusión se hace en base a las aseveraciones infundadas de que habíamos realizado las pruebas del misil 9M729 que tiene alcance de más de 500 km, es decir, está prohibido por el Tratado en cuestión. A nuestras múltiples preguntas y solicitudes de demostrar las imágenes sacadas con satélite o algún otro tipo de pruebas que confirmen de manera convincente estas declaraciones se nos contesta con negativas. De la misma manera que se nos contesta con negativas, cuando pedimos que nos sean enseñador los materiales de la investigación del caso Skripal, el envenenamiento de Salisbury, que expliquen por qué en el caso del Boeing de Malaysia Airlines la parte estadounidense nunca ha llegado a presentar las imágenes sacadas con satélite, ni la parte ucraniana, los datos de sus radares. Y se nos dice por todas partes que es “altamente probable” que tengamos la culpa.
Lo mismo ocurre con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, en la cual mediante la manipulación con la Secretaría Técnica se promueven versiones relacionadas con los incidentes con el uso de las armas químicas en Siria. Se le señala al Gobierno de Bashar al-Assad, aunque los procedimientos que se usaron para detectar quién y para qué ha usado sustancias químicas eran contradictorios a las normas de la OPAQ.
Pregunta: ¿Y no estamos esperando ahora nada novedoso, como, por ejemplo, armas químicas usadas en Idlib?
Respuesta: Puede ocurrir en cualquier momento, porque Washington sigue apoyando a los provocadores que se hacen llamar Los Cascos Blancos. Están instalados en Idlib y en los territorios controlados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham, el decir, Frente al-Nusra. Sólo este hecho nos da a entender la reputación que tienen esos Cascos Blancos. Y el hecho de haber estado involucrados en toda una serie de provocaciones es probado por vídeos y por la rueda de prensa, en la que hablaron los niños usados para aquellas grabaciones falsificadas. La rueda de prensa la organizamos en La Haya, en el marco de una de las reuniones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. Se lleva una guerra informativa nada despreciable.
Hablando de las tensiones que existen en el mundo, he enumerado aquellos Tratados internacionales que durante muchos años garantizaron la estabilidad y ahora son echados por tierra precisamente por Estados Unidos. Washington se ha quedado casi a solas, negándose a empezar a negociar la propuesta formulada por Rusia y China en la Conferencia sobre el Desarme y la Prevención de la Carrera Armamentista en el espacio. Los planes anunciados por el Pentágono consisten hacer hincapié en la creación de cargas nucleares de poca potencia, es decir, municiones tácticas, además de haber reducido el umbral del uso de las armas nucleares. Acaban de tomar una decisión que prevé, en el marco del desarrollo del sistema de defensa antimisiles, el desplazamiento de las armas en el espacio. El espacio cibernético es percibido por los estadounidenses como esfera de potencial enfrentamiento militar, y a la OTAN también le es impuesta esta lógica.
De momento no veo indicio de que los europeos puedan oponerse a los intentos de convertir su territorio en zona de posible conflicto militar, a excepción, diría, de las iniciativas formuladas por Emmanuel Macron. Consideramos que son sensatas y merecen ser estudiadas y discutidas. Están relacionadas con la idea de que en Europa la arquitectura de la seguridad debería vertebrarse junto con Rusia y no en contra de Rusia. Al mismo tiempo en Francia y en algunos otros países de Europa se está llegando al entendimiento de que Washington quiere aprovecharse de ellos en sus intereses, sacando provecho, en primer lugar, para su complejo industrial militar, sin demasiada pretensión de defender a los países europeos. Por lo menos, surgen tales temores, fruto de algunas declaraciones de las autoridades estadounidenses.
Pregunta: Señor Ministro, en estas circunstancias es China nuestro aliado, nuestro socio, nuestro apoyo? ¿Esta “vuelta hacia el Oriente” que se anunció hace tiempo y en numerosas ocasiones significará al mismo tiempo que “hemos dado la espalda” a los países occidentales? Las últimas noticias y los hechos que acaba de enumerar podrían compararse con la situación en julio o agosto de 2014. Muchos dicen que aumenta la amenaza de una guerra. Y ahora, al parecer, le hemos propuesto a China cooperación en el sistema de alerta temprana de ataque de misiles. ¿Es China un país aliado de Rusia?
Respuesta: Si hablamos de las relaciones con China, nunca se han encontrado a un nivel tal alto y de tanta confianza en todas las esferas como en la actualidad: en la economía, fundamento de nuestras relaciones ni en las garantías de nuestros intereses en la arena internacional. Si entendemos bajo relaciones de aliados una alianza militar, diré que ni Rusia ni China tienen en mente crear algo parecido. Y esto, dicho sea de paso, fue recogido en los documentos, también en los aprobados durante la visita oficial a la Federación de Rusia del Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping realizada en pasado junio. En los mismos se indica de manera inequívoca que esta falta de intención de crear una alianza militar es fruto de una postura precisa y recogida en los pertinentes documentos, porque no desarrollamos nuestras relaciones, para oponerse a algún otro país.
Si entendemos bajo relaciones de aliados la defensa del Derecho Internacional, de los pilares del orden mundial en los que se apoya la Carta de la ONU o la lucha contra los intentos de intervenir en los asuntos internos de otros Estados incluso usando la fuerza, entonces le diré que sí, Rusia y China indudablemente son aliados en este sentido. También somos aliados en los asuntos relativos a la economía mundial que precisan actualmente de reacciones, porque allí, en contra de todas las normas de la Organización Mundial de Comercio y las reglas del llamado mercado libre se usan métodos de competencia abiertamente desleal, hasta diría que sucia. Los ejemplos de ello sobran.
Nadie puede sentirse a salvo de las sanciones, ni siquiera los aliados de EEUU. Es un “castigo” que se impone de manera indiscriminada. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo señaló en más de una ocasión: es un error colosal, porque los países que son más débiles seguramente sucumbirán e intentarán seguir los ultimatums formulados por Washington, para evitar las sanciones o quitárselas de encima. Sin embargo, a medio y largo plazo las sanciones acabarán afectando al dólar, porque EEUU ha demostrado a todos que el dólar es una divisa poco fiable. Quienes usan los dólares en las relaciones económicas con otros países, en cualquier momento puede convertirse en rehenes de algunos proyectos geopolíticos de Washington.
Pregunta: ¿Y qué es lo que nos queda de nuestras relaciones con EEUU? Las propiedades diplomáticas rusas siguen bajo arresto. Se logró “sacar” a María Bútina, pero Konstantín Yaroshenko y Víctor Bout están en la cárcel. El Consulado General de Rusia en San Francisco está cerrado.
Respuestas: Seis edificios nos fueron quitados de una manera muy agresiva. En contra de las promesas que se nos dieron, no se nos permitió hasta el momento visitar ninguno. Seguimos trabajando desde el punto de vista práctico los guiones que podríamos seguir en esta situación. No dejo de plantear este tema en cada contacto mío con el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo. Estamos estudiando la opción de los procesos judiciales. Por razones lógicas, es un tema nada sencillo: los rasgos procesales de la justicia estadounidense son tales que uno necesita asegurarse toda una decena de veces, antes de fiarse de la justicia de estos procesos judiciales.
Está bien que María Bútina haya regresado ya a casa. Hemos visto lo feliz que se sentía y lo fuerte que es como persona, incluso a pesar de haber sido sometida a maltratos psicológicos y haber vivido físicamente en condiciones precarias durante 1.5 años. Paso varios períodos de tiempo en diferentes cárceles. Y todavía permanecen en los centros penitenciarios de EEUU varias decenas de ciudadanos rusos. Contra algunos se siguen celebrando las escuchas, otros fueron condenados, como Víctor Bout, Konstantín Yaroshenko, Román Selezniov. Las condiciones de vida de nuestros ciudadanos, sobre todo, de los tres mencionados distan de ser ideales, desde el punto de vista de los requisitos que formula el Derecho Internacional y los acuerdos internacionales. No siempre se puede acceder a los presos, a pesar de que lo estipulan diferentes convenios internacionales y bilaterales.
Pregunta: ¿Pero el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia no abandona a esta gente?
Respuesta: Nunca dejaremos de trabajar en esta esfera. Estamos logrando que se den algunos pasos, por poco significantes que sean. Así, por ejemplo, la familia de Víctor Bout fue a visitarle en la cárcel y lo pudo ver durante bastante tiempo.
En general, estamos hablando de actividades ilegales. Sobre cualquier sospecha que tenga Washington acerca de nuestros ciudadanos y los actos delictivos que puedan haber cometido, se debe informar por canales establecidos por el pertinente Convenio consular y no secuestrar a la gente. Víctor Bout fue extraditado, siendo violadas las leyes de Tailandia. En caso de Konstantín Yaroshenko, fue Liberia y en caso, de Román Selezniov, las Maldivas. Fueron literalmente robados por los agentes de los servicios secretos estadounidenses, violando burdamente la legislación de los mencionados países.
¿Qué es lo que queda de nuestras relaciones con EEUU, además de estos problemas? Hemos logrado reanudar las consultas sobre la lucha contra el terrorismo. Entre nuestros militares existe un canal, por muy débil que sea, para el “arreglo del conflicto” en Siria. Los diplomáticos mantienen el diálogo sobre cómo propiciar el arreglo sirio, aunque, por razones obvias, nuestros objetivos coinciden en este sentido con las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el respeto de la integridad territorial siria y las fuerzas rusas se encuentran en el territorio del país por invitación del Gobierno legítimo de Siria. Mientras tanto Washington no deja de repetir que respeta la mencionada Resolución, pero ya ve, que actitud muestran los estadounidenses: si les parece bien, vienen, si no les parece bien, se va, luego cambian de opinión y vuelven a regresar.
Pregunta: De nuevo surge el tema de petróleo.
Respuesta: Sí, de nuevo. “Que sea lo que Dios quiera con el Estado Islámico, pero el petróleo hay que guardarlo, para que no se apropie de él el Estado sirio”. El Ministerio de Defensa de Rusia explicó de manera detallada y confirmada por documentos concretos. El petróleo es sacado fuera del territorio sirio para ser procesado y con los ingresos de su venta Washington apoya a los grupos armados que le son leales.
Mantenemos el diálogo sobre Afganistán. Surgió el formato ruso-chino-estadounidense, al que se unió Pakistán. Se muestra interés en que se una al mismo Irán. Dicho formato puede tener futuro. No interaccionamos mal en el tema de Corea del Norte y en general de la Península de Corea.
Sin embargo, son vectores aislados de la política internacional. Y avances sistémicos en cuanto a las iniciativas formuladas por Rusia en numerosas ocasiones, también durante las Cumbres de los Presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de EEUU, Donald Trump, no los hay. Me estoy refiriendo a la estabilidad estratégica, el mencionado ya Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Me estoy refiriendo a la conversación sobre todos los problemas que surgen en la esfera de la seguridad estratégica, no sólo nuclear, sino la derivada de la existencia de otros tipos de armas de destrucción masiva, armamentos estratégicos no nucleares, la militarización del espacio, el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
En general, no nos negamos a mantener negociaciones sobre nuevos tipos de armamentos o las tecnologías militares innovadoras, incluidas las anunciadas por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en 2018 en su Mensaje a la Asamblea Federal. Se nos incrimina que ocultamos algo. No ocultamos nada, sino que proponemos hablar de esos temas también, en el marco de una gran conversación sobre todos los aspectos de la seguridad estratégica. Es una postura muy concreta que se ha llevado al conocimiento de la parte estadounidense. No hemos obtenido reacción inteligible. La única reacción que hemos obtenido ha sido la siguiente “¿En estas negociaciones deberían participar nosotros, ustedes y China”. ¿Y nosotros, qué es lo que tenemos que ver con todo eso? Si la parte china acepta, nos encantará ampliar el formato de nuestras consultas y negociaciones. Entonces, por supuesto, surge la pregunta de ¿qué hacemos con el Reino Unido y Francia? Y son potencias oficialmente reconocidas nucleares, pero están también las potencias nucleares que de manera oficial no lo son. De modo que, si todo es cuestión de que persuadamos a China, no lo pensamos hacer. Nuestros interlocutores chinos nos han dicho que su estructura de las fuerzas estratégicas nucleares se diferencia de manera cardinal de la nuestra y la estadounidense. Y es verdad. No tienen la intención de unirse a las negociaciones en esta etapa. Ya está. Respetamos su postura.
De momento no se observa ningún progreso en el diálogo ruso-estadounidense sobre la estabilidad estratégica. Tampoco lo hay en cuanto a otra iniciativa sistémica formulada por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en su primera reunión con Donald Trump. Estoy hablando de la creación de un Consejo empresarial que conste de unos 5 ó 6 representantes de empresas privadas por cada parte. Llevamos tres años intentando conseguirlo y de momento no sale nada. Es verdad que últimamente parece haberse producido ciertos cambios positivos y se nos dio a entender que en noviembre podría avanzar el proceso.
No avanza en absoluto la creación del Consejo de expertos, proyectos que fue abordado durante la visita de Mike Pompeo a Rusia en pasado mayo. En aquel momento vio con buenos ojos la iniciativa de invitar a politólogos a ayudar a los diplomáticos y a los representantes oficiales de ambos países, para llegar a fórmulas de compromiso que permitieran garantizar algo de movimiento en la esfera de la estabilidad estratégica.
Pregunta: Tal como ocurrió en los años 70 y 80.
Respuesta: Entonces todo eso se llamó “relaciones semioficiales”. No faltan iniciativas rusas que permitan establecer con la parte estadounidense un diálogo basado en el respeto mutuo y la paridad. Sin embargo, las reacciones que recibimos no son nada prometedoras.
Pregunta: Por lo menos, hay algo con que trabajar.
Respuesta: Trabajar o recordárselo con muchas insistencia. Que es lo que hacemos.
Pregunta: Para no acabar sumergidos en un mundo sin normas.
Respuesta: Creo que a nadie le gustaría acabar en un mundo que tuviera unas reglas que significaría la falta de derechos. Si nuestros interlocutores europeos le sigue a EEUU la corriente en aquellos asuntos que acabo de mencionar, la OPAQ y una serie de otras cuestiones, actúan en función de la situación. No entienden que esta bomba explotará también en los casos, cuando no necesiten renunciar al Derecho Internacional ni guiarse por reglas impuestas desde fuera. Y tales situaciones son bastante fáciles de pronosticar. Algo parecido a lo que ocurrió en Libia. Al destruir este país, se recurrió a los terroristas para “derrocar” el régimen de Gaddafi. Tras su derrocamiento, los terroristas se dirigieron a Mali. Y fue cuando nuestros interlocutores franceses que habían reconocido estar armando a los terroristas, solicitaron ayuda en la lucha contra los mismos terroristas, pero ya en Mali. En vez de cumplir la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que formaba parte del Derecho Internacional y prohibía vender armas a Siria, se optó por recurrir a la idea de que todos los medios valían para “derrocar” a Gaddafi. Y les salió el tiro por la culata. Hasta hoy esta gente sigue generando tensiones y cometer atentados terroristas en Mali. Lo mismo ocurrió en Iraq, al surgir el Estado Islámico, y en Siria, al engendrar Al-Qaeda el Frente al-Nusra. Todos los intentos de usar las normas del Derecho Internacional entrañan demasiados riesgos. Y el Derecho Internacional insiste en que no puede haber ningún trato con los terroristas.