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Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 29 de noviembre de 2023

2426-29-11-2023

Crisis ucraniana

 

Los neonazis ucranianos siguen asestando golpes contra casas residenciales e infraestructura social de las regiones rusas.

El pasado 23 de noviembre, en la RPD, las FF.AA. ucranianas abrieron fuego 26 veces contra barrios residenciales de cuatro localidades, contra las que los nazis ucranianos lanzaron 89 municiones de diferentes tipos en total. En Górlovka, quedó herido un hombre, se dañaron viviendas, una guardería, un instituto de formación profesional y la Casa de Cultura Komsomólets. Entre el pasado 24 y 25 de noviembre, las FF.AA. ucranianas sometieron a fuego otras localidades en la RPD. Cinco civiles fueron lesionados, incluido unos niños nacidos en 2010 y 2012. Se vieron afectadas casas y objetivos civiles, incluidas las instalaciones de Donetskvodokanal y Voda Donbása (Agua de Donbás).   

Las fuerzas ucranianas tratan de atacar con drones las regiones rusas alejadas de la zona de las hostilidades. El pasado 22 de noviembre, en el oeste de la zona del mar Negro, se destruyeron cuatro lanchas no tripuladas que se dirigieron hacia Crimea. El mismo día, tres drones fueron derribados sobre la península. El pasado 24 de noviembre, los sistemas de defensa antiaérea rusos eliminaron 16 drones, incluso 13 en Crimea y 3 en la provincia de Volgogrado.

El pasado 26 de noviembre, el régimen kievita usó naves aéreas no tripuladas para atacar las provincias de Moscú, Tula, Kaluga y Briansk. El pasado 27 de noviembre, se vieron frustrados los atentados terroristas con drones en las provincias de Rostov y Riazán.

Tomando en consideración las pruebas reunidas por el Comité de Instrucción de Rusia, las autoridades judiciales de Rusia continúan emitiendo sentencias contra neonazis ucranianos que cometieron graves crímenes contra civiles.

El neonazi ucraniano, Alexander Svinarchuk, fue sentenciado a cadena perpetua por ordenar acribillar a tiros a 37 civiles de Mariúpol. Sus subordinados asesinaron a más de 20 personas e intentaron matar a 16 ciudadanos más.

El extremista ucraniano, Maxim Bábich, recibió 25 años de prisión por matar a golpes con su compañero a un civil en Mariúpol en primavera de 2022.

El neonazi de Azov, Arsén Dmitrik, fue condenado en rebeldía a 25 años de encarcelamiento, porque dio órdenes de someter a fuego áreas residenciales en las localidades Sartaná, Kalínovka y Talakóvka en el distrito Kalmiusski de la RPD en primavera del año pasado. Está declarado en búsqueda.

El extremista ucraniano, N. Yunes, pasará 16 años en la cárcel tras ordenar atacar la localidad Triojizbionka en octubre de 2021. Está declarado en búsqueda también.

Se sigue reunir las pruebas de los crímenes de guerra cometidos por los extremistas ucranianos. Nadie huirá de la justicia.

Occidente colectivo continúa armando al régimen de Kiev, desestimando lo que está sucediendo en Ucrania con las armas suministradas. Allí las "pierden" (como dicen ellos) o roban. Según informes de los medios de comunicación, desde el inicio de la operación militar especial, se han perdido (se sabe otro equivalente de esta palabra) o robado alrededor de 180.000 unidades de armas.

Entre el pasado 20 y 21 de noviembre, los ministros de Defensa de EEUU y Alemania se turnaron para visitar Kiev. Pese a que cada uno trajo algo, los volúmenes de la asistencia para las FF.AA. ucranianas resultaron ser diferentes. Washington ofreció 100 millones de dólares, y Berlín dio en torno a 1.500 millones. Se ve que EEUU experimenta series dificultades para financiar los gastos militares del régimen de Zelenski y busca transferir esta carga a sus satélites europeos. Ostensiblemente, Alemania pretende encabezar el proceso de militarización de Ucrania, y no desarrollo económico. Antes, era al revés. Parece que Alemania no quiera contar a sus ciudadanos, y lo hacemos por ella y los oficiales de Berlín, sobre las repercusiones decepcionantes que se dieron en el sector económico después de que el país había empezado a financiar el fallido proyecto de inversión denominado “régimen kievita”. Uno de estos días, el vicepresidente de la fracción opositora del Bundestag, CDU/CSU, Johann Wadephul, informó que, debido a los amplios suministros de armas al régimen kievita, las mayores unidades del Ejército alemán podrían perdurar en una batalla máximamente dos días. El grave déficit de pertrechos es obvio. No es que sentimos pena por Berlín. Claro que no. Revelamos los hechos que las autoridades alemanas ocultan con esmero de sus contribuyentes y ciudadanos.

Además, Berlín encara problemas relacionados con la búsqueda de fondos adicionales para las FF.AA. ucranianas. Según el diputado del Bundestag del partido Alternativa para Alemania, Steffen Kotré, a la luz de la crisis presupuestaria, los dirigentes alemanes gastarán a tal efecto las asignaciones que se otorgan para los ámbitos sociales y la salud.

El pasado 22 de noviembre, se celebró otra sesión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania del formato “Ramstein”. Según los medios, se decidió establecer “la coalición para el desarrollo de sistemas de defensa antiaérea” para Ucrania, siguiendo el ejemplo de las coaliciones de tanques y aviación creadas anteriormente, para organizar envíos de los armamentos correspondientes a las FF.AA. ucranianas. 

En su turno, Kiev sugirió a los occidentales que se fundara una coalición para fomentar la industria militar con miras a estacionar la producción de armas occidentales en el territorio ucraniano. Sus dueños de allende el océano exhortaron a los europeos a que constituyeran uniones semejantes para apoyar a las fuerzas ucranianas. De este modo, EEUU y sus satélites no ocultan su determinación de convertir el conflicto en Ucrania en un negocio provechoso.

Hemos tomado nota de que el pasado 25 de noviembre, en la entrevista para el canal de televisión “Uno más uno”, el jefe de la fracción del partido oficialista Servidor del Pueblo, David Arajamia, declaró que fue precisamente el ex Primer Ministro británico, Boris Johnson, quién prohibió a Kiev firmar el acuerdo de paz con Rusia tras las negociaciones en Estambul a finales de marzo de 2022 y exigió que se continuaran las hostilidades contra Rusia. Al fin y al cabo, la parte ucraniana confesó ella misma lo que llevamos diciendo todo este tiempo.

Las revelaciones de Arajamia prueban convincentemente que la escenificación en Bucha la organizó Kiev como un pretexto para desbaratar el proceso de negociaciones. Todo esto vuelve a corroborar que el régimen de Zelenski es un régimen títere dependiendo por completo de los titiriteros anglosajones que lo manejan como les dé la gana.

Kiev continúa la guerra sancionadora contra Rusia y Bielorrusia. El pasado 18 de noviembre, se publicaron los decretos de Zelenski sobre nuevos paquetes de medidas restrictivas contra 108 personas físicas y las 36 morales.  Entre ellas están ciudadanos de Rusia, Ucrania y un bielorruso, así como empresas rusas y una organización bielorrusa.

Se introdujeron en las listas funcionarios, diputados, jefes de entidades públicas y fundaciones benéficas, empresarios, activistas sociales, periodistas. Dichas listas engloban a varios ex políticos ucranianos, tales como el ex Primer Ministro Nikolái Azárov y los diputados Dmitri Sviátash y Oleg Tsariov. Es probable que, a los dos últimos, Kiev los haya incluido en la nómina por motivo del 10º aniversario del Euromaidán. Se sometieron a la presión de sanciones instituciones educativas, organizaciones de caridad y movimientos infantiles y juveniles.

El pasado 21 de noviembre, Kiev acogió la presentación del “Comité Internacional de Sanciones” que busca lograr la confiscación de activos extranjeros rusos y su entrega a Ucrania. Se afiliaron al Comité varios ciudadanos de Rusia y Bielorrusia que habían traicionado su patria.

Es obvio que, a la luz de los fracasos en combates, la disminución de la asistencia occidental y simplemente la desesperación, el régimen de Zelenski recurre a la táctica de la pequeña venganza para fingir que perjudica a nuestro país y sus aliados.

Los dirigentes kievitas y los cismáticos ucranianos no dejan de atacar la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Sus objetivos religiosos se arrebatan y se ponen forzosamente bajo el dominio de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. Se emplea el chantaje para coaccionar a sacerdotes de la iglesia canónica a pasarse a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. Se enfrentan con una presión sin precedentes. A menudo, todas estas acciones se ven acompañadas por violencia contra los clérigos y parroquianos de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana.

El pasado 4 de noviembre, el Servicio de Seguridad de Ucrania declaró que, a partir de febrero de 2022, se incoaron causas penales contra 70 sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, y los 16 de ellos son metropolitanos.

A principios de noviembre pasado, en Úzhgorod, el abad de la Catedral de la Exaltación de la Santa Cruz de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, el arcipreste Dimitri Sídor de 68 años, recibió la citación a las FF.AA. ucranianas. Anteriormente, se abrió una causa penal contra el Padre Dimitri por incitar la discordia interconfesional.

Según los datos disponibles en los medios, el pasado 20 de noviembre, en Cherkasi, unos uniformados se apoderaron del Monasterio de la Natividad de la Virgen María de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, y, entretanto, los policías permanecieron absolutamente pasivos. Por consecuencia de este allanamiento cínico, cuatro hombres recibieron heridas y los invasores fracturaron la mandíbula de un cura. La Eparquía de Cherkasi anunció que el clero y el abad fueron desalojados del convento.

Vamos a abordar la observación de la libertad de religión y el respeto de diversas religiones y confesiones. Desde su óptica, ¿incluirá el Departamento de Estado de EEUU este ejemplo en el informe acerca de qué sucede con las religiones en el mundo? Creo que no. Así como los demás hechos que existen, que son verdaderos, pero nunca se reflejan en los documentos correspondientes del Departamento de Estado.

Buscando eliminar la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, el régimen kievita se detiene ante nada. A comienzos de noviembre, los representantes de las fuerzas del orden armados con subfusiles intentaron irrumpir en el territorio del Monasterio de la Ascensión Banchenski que alberga a niños discapacitados. Desde hace más de un año el Servicio de Seguridad de Ucrania persigue al fundador del orfanato, el abad del convento, metropolitano Longin, que cuida a más de 400 menores de edad. En el pasado, fue condecorado con el título de Héroe de Ucrania por ejercer las actividades benéficas y ayudar a los niños. Ahora se le achaca la incitación de la discordia interreligiosa por criticar la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. Esto parece especialmente cínico ante del desorden jurídico que se ejerce contra la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y su clero.

Recibimos solicitudes de los representantes de la sociedad compasivos que están preocupados por los destinos de los huérfanos, cuya seguridad será arriesgada si su tutor está arrestado. No pudimos pasarlo por alto y enviamos ciertas cartas al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, la Secretaria General de la OSCE, Helga Schmid, y el Director de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, Matteo Mecacci, exigiendo que evaluaran la situación en torno al albergue. Además, dirigimos cartas del mismo contenido a otras estructuras internacionales de Derechos Humanos. Esperamos que reaccionen de forma sustancial a la iniquidad que siguen practicando las autoridades ucranianas y, lo más crucial, el patrocinio que obtienen de Occidente colectivo.

Apenas es posible imaginar que haya arbitrariedades de esta índole en los países que se califican de democráticos. Y son ellos los que hacen la vista gorda a que el régimen kievita va eliminando la Ortodoxia canónica en Ucrania.

Por mucho que EEUU y Europa occidental se afanen por causar daño a nuestro país, por mucho que difundan su desinformación y bulos, por mucho que nos intimiden e inventen nuevas sanciones y restricciones, seguiremos con nuestra misión, porque la verdad está de nuestro lado.

 

Transferencia de la colección del “oro escita” a Ucrania

 

El transferir los Países Bajos a las autoridades kievitas las piezas de la exposición “Crimea: el oro y los secretos del mar Negro” que pertenecen a cuatro museos de Crimea, constituye una acción ilegítima (según hemos subrayado múltiples veces) desde el punto de vista de las prácticas establecidas de intercambio de objetos entre museos y es descarada desde el punto de vista de la moral universal.

Con sus acciones, La Haya asestó un duro golpe al patrimonio cultural e histórico de la península de Crimea. Esencialmente, se convirtió en un cómplice de la toma de los artefactos únicos que habían sido descubiertos durante excavaciones arqueológicas en Crimea y que, desde entonces, se encontraron continuamente en los museos de la península.

La tentativa de encubrir el verdadero robo de valores culturales con la decisión del Tribunal Supremo de los Países Bajos vuelve a cuestionar la independencia y la imparcialidad del sistema judicial neerlandés. Ya hemos visto cuán selectivamente funciona la justicia holandesa, cuando el Tribunal de Distrito de La Haya llevó a cabo el proceso penal contra los ciudadanos acusados de ser implicados en el accidente del Boeing que había ocasionado en el cielo de Donbás. En aquel tiempo, los jueces manipularon los hechos de la manera más manifiesta, los tergiversaron y ajustaron a la sentencia condenatoria políticamente motivada que había sido redactada con antelación, y no por jueces.

En caso del “oro escita”, los Países Bajos siguieron la misma vía. De acuerdo con los compromisos derivados de los pertinentes contratos, las muestras sacadas a los Países Bajos en 2014 para su participación en la exposición en el museo Allard Pierson habían de ser devueltas por la parte holandesa a los museos de Crimea en los plazos establecidos. Sin embargo, La Haya optó por tomar una decisión politizada que creó un precedente extremadamente peligroso en las relaciones entre los museos de Rusia y los Países Bajos.

Es una incógnita qué es lo que le tocará vivir todavía a las sufridas muestras de “oro escita”, es que si las autoridades kievitas deciden conservarlas. Dada la actitud de bárbaros que demuestran las actuales autoridades ucranianas no sólo por la gente, sino por los monumentos de la Historia y la cultura, se puede esperar cualquier cosa. Recordemos la manera deliberada en la que son destruidos los iconos del Monasterio de las Cuevas de Kiev.

Objetos procedentes de los museos ucranianos son transportados a los museos de algunos países europeos para su supuesta conservación. Al mismo tiempo, existen motivos para suponer que se trata de un robo y que quienes está detrás del mismo es el propio régimen kievita. Podemos ver cómo la información sobre objetos de arte que hace poco fueron sacados del territorio ucraniano aparece en Internet, en las páginas de las subastas y en las redes sociales. De modo que no se descarta que los artefactos procedentes de Crimea puedan correr la misma suerte, pueden desaparecer para siempre. En este caso los Países Bajos serán una de las partes culpables de ello. Posiblemente, en dicho país hay alguien interesado en que así sea.

 

200 aniversario de aprobación de la Doctrina Monroe

 

Este año se cumplen 200 años desde la aprobación de una de las primeras estrategias geopolíticas de Washington, la Doctrina Monroe que sigue siendo uno de los símbolos del neocolonialismo estadounidense. Dicha estrategia se basa en la fe en su propia exclusividad y justifica desde el punto de vista ideológico el derecho de EEUU de establecer su “orden basado en las normas”, siendo impuestos a otros países valores que les son ajenos, mientras que su condición es reducida a la de allegados sin derecho a opinar.

El 2 de diciembre e 1823, el 5º Presidente de EEUU, James Monroe, en su Mensaje anual al Congreso llamó a impedir la intervención de las potencias europeas en los asuntos de los jóvenes Estados del hemisferio occidental. En aquellas circunstancias históricas, el documento apelaba a la solidaridad paneuropea, en concreto las jóvenes repúblicas sudamericanas fueron denominadas “nuestros hermanos del sur”. Aduciremos una de las citas más ilustrativas:

“<...> cualquier intervención de una potencia europea en los Gobiernos que han declarado y mantenido su independencia, la cual respetaremos siempre porque está conforme con nuestros principios, no podríamos menos de considerar <…> como una tendencia hostil hacia los Estados Unidos”.

Sin embargo, ya entonces la Doctrina contenía ideas que servían de fundamento y cobertura que permitían a los estadounidenses ocupar enormes territorios bajo el pretexto de la difusión de “los valores de la democracia”. Basándose en el derecho de mandar en el Nuevo Mundo que se adjudicó, véase su exclusividad, EEUU anexionó tras la guerra con México de 1846-1848 más de la mitad del entonces territorio mexicano, incluidos Texas y California.

Más tarde sometieron a su control a Cuba y a los restos de los dominios coloniales de España, injiriendo y cambiando regímenes que no eran de su agrado y aplicando la política de la “diplomacia del cañonero” y del Gran Garrote proclamado abiertamente por Theodor Roosevelt. El 6 de diciembre de 1904 declaró justificado y legal la injerencia de EEUU en los asuntos internos de los países de América Latina, si “no se veían capaces de superar por su cuenta sus problemas o daban pasos que podrían conducir a que los Estados europeos intervinieran en los procesos políticos en el continente americano”.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial, el Presidente de EEUU, Woodrow Wilson, propuso que la Doctrina Monroe fuera aprobada “en calidad de doctrina para todo el mundo”. Era ya pretensión de EEUU al dominio mundial.

En la nueva realidad, cuando la hegemonía de EEUU se topa con la oposición de la Mayoría Mundial, mientras que Rusia y China le retan con éxito, Washington se sigue agarrando a la Doctrina Monroe, arcaica y en absoluto viable hoy en día, intentando crear estructuras de bloque, Cumbres por la democracia, AUKUS, QUAD y demás formatos existentes o planeados, cuyo significado es subrayar y poner en práctica la ficticia supremacía de EEUU. Todo ello es necesario, para contener a los nuevos centros de fuerza y conservar el modelo unipolar condenado al derrumbe.

El pensamiento geopolítico estadounidense, tras haber traspasado hace tiempo las fronteras del Hemisferio Occidental, opera con conceptos como "intervencionismo liberal", "rivalidad entre grandes potencias", etc. Resulta sorprendente que hagan malabarismos con estas palabras, inventando cada vez otras nuevas. El trasfondo sustantivo sigue siendo el mismo: la extensión de la esfera de intereses nacionales de EEUU a todo el mundo y la eliminación de cualquier actor independiente, competidor en cualquier esfera, ya sea Rusia, China o aliados formales de EEUU, es decir, Japón y la UE. Desde el punto de vista de Washington, todo lo que les impida seguir el camino de la hegemonía global debe ser eliminado.

Pero esto no detendrá el curso natural de la historia y la aspiración de los pueblos a un orden mundial más justo y multipolar basado en los principios de igualdad y diálogo mutuamente respetuoso entre Estados, civilizaciones, religiones y culturas diferentes.

 

Respuestas a algunas preguntas:

Pregunta: El Presidente ucraniano Zelenski dijo que Occidente va a suministrar a Ucrania buques de guerra para proteger los barcos cerealeros. ¿Cómo afectará esto, en su opinión, a la situación en el Mar Negro?

Respuesta: En gran medida es competencia del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia. Le aconsejo que les pida información adicional.

En general, la declaración de Zelenski demuestra que la militarización del régimen de Kiev por parte de los países de la OTAN no se detiene en ningún momento. Para ello se utiliza cualquier motivo.

Además, el propósito declarado de la protección de los buques cerealeros por buques de guerra debe entenderse como una tapadera absoluta para posibles aventuras militares del régimen de Kiev y sus curadores occidentales en las aguas del Mar Negro. Recordamos bien cómo los neonazis ucranianos utilizaron los corredores humanitarios destinados al transporte de alimentos en el marco de la Iniciativa del Mar Negro para lanzar ataques contra Crimea y sus habitantes. Recordamos y calificamos estos ataques de terroristas. Hemos comentado que los responsables por ello son los británicos, entre otros.

No cabe duda de que Kiev y los occidentales, bajo la apariencia de buenas intenciones, trabajan a propósito para desestabilizar aún más la situación en la región del Mar Negro y quieren agravar la crisis.

Si todo esto ocurre, el mando militar ruso tendrá muy en cuenta la nueva situación a la hora de planificar sus operaciones en las aguas del Mar Negro. Una vez más, me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que los detalles serán proporcionados por el Ministerio de Defensa ruso.


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