Comentario del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexander Lukashévich, sobre la arbitrariedad de la policía en EEUU

El nuevo caso de la muerte de un afroamericano a manos de los policías estadounidenses que mataron ayer a Charley Robinet, desarmado y con problemas de salud psíquica, evidencia una seria crisis de la situación con los derechos humanos en EEUU. La arbitrariedad de la policía causa cada vez más víctimas entre los representantes de las minorías raciales y otros ciudadanos del país, lo que es una consecuencia de la total impunidad de las fuerzas del orden público, no contrarrestada de ninguna manera por los políticos del rango más alto.

Asimismo, el informe del Departamento de Justicia de EEUU confirmó la presencia de manifestaciones del racismo sistemático en las acciones de la policía de la ciudad de Ferguson (estado de Missouri), donde en agosto de 2014 un policía blanco mató a tiros, sin razón alguna, al joven afroamericano Michael Brown. Las protestas masivas que abarcaron todo el país obligaron a la administración de Barack Obama a reconocer, verbalmente, que se trataba de violencia criminal. Sin embargo, no fue hecho nada más después de esta declaración: ni el asesino del joven, ni sus jefes no están castigados. Casos como estos acarrean una anarquía y perjudican las libertades en la sociedad estadounidense.

Insistimos en que Washington realice investigaciones inmediatas y diligentes de los asesinatos cometidos por los policías y haga responder a los culpables.