COMUNICADO DE PRENSA

Del 3 al 7 de octubre, se celebró en Ginebra la 67ª sesión del Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon inauguró la reunión, al valorar altamente la actividad de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Al constatar que el núnmero de los inmigrantes forzosos superó 65 millones de personas, se pronunció por fortalecer la solidaridad internacional y exhortó a los Estados a “salir fuera de sus intereses internacionales y unirse para reaccionar de modo potente y global a los problemas de inmigración”.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, dijo que las guerras y los conflictos son causas principales de los flujos masivos de inmigrantes. Fijó las tareas prioritarias de la Oficina para el próximo período, entre las que se destaca la necesidad de fortalecer la seguridad internacional, aliviar la situación de los refugiados, desplazados internos y personas sin ciudadanía, aumentar la preparación para las situaciones de emergencia, establecer los vínculos entre la ayuda a los refugiados y la contribución al desarrollo.

Una atención importante en la sesión se prestó a la crisis migratoria en Europa. Filippo Grandi declaró que “un gran número de los refugiados e inmigrantes provocó un pánico y la inestabilidad en los países del norte” y constató la incapacidad de los Estados europeos de “reaccionar de modo eficaz y en conjunto a la crisis migratoria”. Rusia comparte esta opinión.

En el centro de atención de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados sigue siendo la situación en Ucrania. El Alto Comisionado y muchos países miembros del Comité Ejecutivo manifestaron la preocupación a raíz del éxodo de los refugiados ucranianos y la situación de los desplazados internos en Ucrania.

En el curso de la sesión, los países miembros del Comité Ejecutivo aprobaron el presupuesto de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados para 2017 en el monto de 7.300 millones de dólares. Se celebraron las elecciones del presidente y del Buró del Comité Ejecutivo.

La delegación rusa en la sesisón la encabezó el primer viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexandr Gorovoi, quién caracterizó positivamente en su discurso el papel de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en aumentar la eficacia de la protección internacional de los refigiados y exortó a esta entidad a continuar siendo fiel en su actividad a los principios de neutralidad, humanidad, independencia e imparcialidad. Destacó que un crecimiento drástico del desplazamiento forzoso de la población, en mucho, es la consecuencia de una política irresponsable de injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos para desestabilizarlos. Subrayó que los países que contribuyeron a instigar las crisis deben asumir la responsabilidad principal por superar sus consecuencias migratorias. Informó sobre la experiencia singular de Rusia en la recepción y la adaptación a los inmigrantes, la actividad legislativa y práctica en esta área, los esfuerzos emprendidos por las autoridades rusas para prestar apoyo a los refugiados ucranianos en el territorio de nuestro país.

Rusia está dispuesta a continuar la cooperación multifacética con la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y prestar apoyo a su actividad. Se le invitó al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, a visitar Rusia hasta finales de 2016.