Die UNO
Discurso del jefe de la delegación rusa, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Guennadi Gatílov, durante la reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU para analizar los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes, Nueva York, 19 se septiembre de 2016
Estimado señor presidente,
Estimados colegas,
La Federación de Rusia aplaude la celebración de la reunión de alto nivel para analizar los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes en todo el mundo. La consideramos un importante foro internacional para discutir las posibilidades de ayuda a las personas forzadas a abandonar sus hogares a raíz de las guerras y conflictos armados internos en sus países o los problemas de índole política, económica, social y otros.
Hoy, cuando se calcula que en el mundo hay más de 65 millones de los migrantes forzados, el tema de esta reunión resulta de suma actualidad. Compartimos la opinión general de que la forma más segura de solucionar con éxito la cuestión de refugiados consiste en eliminar las causas que obligan a las personas a abandonar sus países.
Partimos de que para reaccionar con éxito ante los retos migratorios modernos es necesario, sobre todo, prevenir y arreglar los conflictos por vía política, coordinar los esfuerzos de la comunidad internacional en los ámbitos político, social, económico, humanitario y otros, garantizar la seguridad y los derechos humanos, establecer la interrelación entre la ayuda humanitaria y el apoyo del desarrollo. Es imprescindible impedir la intervención externa en los asuntos internos de otros Estados.
Creemos que la complicada situación migratoria en Europa en la actualidad es consecuencia de una irresponsable intervención en los asuntos internos de los Estados soberanos de Oriente Próximo y África del Norte con fines de desestabilizarlos y forzar cambios de regímenes indeseados. Esto condujo al colapso institucional, catástrofes humanitarias, guerras civiles y el auge del terrorismo haciendo imposible la residencia en estos países a raíz de la existente amenaza al derecho de vida y demás derechos y libertades humanas básicas y provocando, de esta manera, el éxodo masivo de refugiados y migrantes de la región en cuestión. Consideramos que los Estados que tomaron parte más activa en esta intervención deberán asumir la principal y la mayor responsabilidad por prestar ayuda a las víctimas de la misma, los refugiados y los migrantes forzados.
Estamos convencidos de que la solución de los problemas migratorios en Europa se encuentra en el arreglo político en los Estados de origen de los migrantes y en contribuir a su desarrollo socio-económico y construcción institucional. Millones de personas y las naciones enteras necesitan paz y seguridad en el día de mañana. Una garantía de ello podría ser la reconciliación ciudadana en Siria, Libia y otros países de Oriente Próximo y África del Norte y la lucha antiterrorista en la región.
En este contexto calificamos la promoción del concepto de "división de la responsabilidad" como un intento de trasladar a hombros ajenos el peso de la propia responsabilidad. Insistimos en que estos intentos nos parecen contraproducentes.
Partimos de que tal concepto no supone ningún compromiso adicional legal y/o financiero para Rusia. Al mismo tiempo subrayamos que la Federación de Rusia se adhiere al régimen internacional de protección de refugiados basado en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y el Protocolo correspondiente de 1967. Nuestro país brinda el apoyo político y financiero a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, suministra volúmenes considerables de ayuda humanitaria a los Estados de origen de los refugiados y organiza la acogida de los mismos en su territorio, como lo hizo, en particular, para más de un millón de los migrantes forzados de Ucrania.
Creemos que, en aras de normalizar la situación migratoria, conviene asegurar un debido control de los flujos migratorios, atajar actividades delictivas por parte de los migrantes, ajustar los mecanismos de readmisión, crear los canales adicionales de migración legal.
Es necesario hacer todo para excluir la posibilidad de penetración en los países de acogida de los terroristas internacionales, junto con los refugiados que realmente necesitan ayuda. Es inadmisible que los refugiados se conviertan en un objeto de manipulación política por parte de las fuerzas que atizan el odio étnico, religioso y social, y menos aún que los campamentos de refugiados se utilicen para el reclutamiento y entrenamiento de los terroristas.
Partimos de que las soluciones de problemas migratorios, incluidas las cuestiones relativas a la protección de los derechos de refugiados, no pueden contradecir a los principios básicos de humanismo, neutralidad, imparcialidad e independencia, ni tampoco violar la soberanía y la integridad territorial de los Estados o ejercerse sin la autorización de los países implicados. La base legal internacional para estas actividades es la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y el Protocolo correspondiente de 1967.
Una observación más, señor presidente. Hemos escuchado los discursos de los representantes de Georgia y Ucrania que contenían unas acusaciones infundadas contra Rusia. Limitado de tiempo, sólo diré que el objetivo de tales intervenciones es obvio y consiste en trasladar a hombros ajenos el peso de la responsabilidad por la situación actual y justificar la política criminal que obligó a miles de personas a abandonar sus hogares, al igual que la falta de voluntad de dar pasos reales para remediar es estado de las cosas.
Gracias por su atención.