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Respuestas a preguntas de los medios ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa celebrada al término de las negociaciones sobre garantías de seguridad con el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, Ginebra, 21 de enero de 2022

85-21-01-2022

Pregunta: La reunión ha durado una hora y media, tal como estaba programado. ¿Es una mala señal? ¿Significa eso que no hay nada de qué hablar?

Respuesta: La puntualidad en principio no puede ser una mala señal. Precisamente planeamos que la reunión duraría una hora y media. Teníamos bastante claro lo que íbamos a discutir. No había necesidad de volver a decir todo lo que se dijo en las conversaciones ruso-estadounidenses en Ginebra el pasado 10 de enero y en la reunión del Consejo Rusia-OTAN el 12 de enero.

Hemos conocido la primera reacción de EEUU (verbal por ahora) sobre lo que se debatió en aquellos dos encuentros a nivel de nuestros adjuntos. Tal como pidió la parte estadounidense cuando propuso celebrar esta reunión, ha sido una reacción preliminar. Nos habían avisado de ello. También nos han hecho preguntas específicas cuyas respuestas ayudarán a Washington (Antony Blinken ya me lo había anticipado por teléfono) a preparar una reacción por escrito sobre nuestros borradores escritos de un tratado con EEUU y de un acuerdo con la OTAN. Es lo que ha ocurrido hoy.

Pregunta: En los años 1970, cuando se pactaron los Acuerdos de Helsinki, las negociaciones llevaron tres años. En 2009 Rusia propuso firmar un acuerdo de seguridad europea que no salió adelante. ¿Tiene usted la sensación, la misma que ya se mencionó justo después de presentado el plan ruso de las “líneas rojas”, de que EEUU está dándole largas con su palabrería al tema de los acuerdos?

Respuesta: La experiencia de tratar con los colegas occidentales abunda en ejemplos de promesas hechas pero no cumplidas. Ya he citado las palabras que el Presidente de EEUU, Gerald Ford, dijo justo después de la firma del Acta Final de Helsinki en 1975. Al celebrar con solemnidad ese acontecimiento,  Gerald Ford dijo: “La historia no juzgará esta Conferencia por lo que digamos hoy aquí, sino por lo que hagamos mañana; no por las promesas que hagamos, sino por las promesas que mantengamos”. Los colegas estadounidenses y de los países de Europa Occidental y  los miembros de la OTAN tienen un problemilla con eso. Hemos escuchado hoy una repetición de los argumentos sobre la libertad de elegir alianzas y uniones militares. Hemos citado varios documentos que condicionan esa libertad de elegir uniones a la necesidad de evitar pasos que refuercen la seguridad de un Estado en detrimento de la de otros. Hemos pedido a Antony Blinken y su equipo que expliquen cómo interpretan esta parte de compromisos asumidos en la OSCE a nivel político y reafirmados en más de una ocasión.

Ha sido una reunión intermedia. El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha dicho que está satisfecho con el intercambio de opiniones que se ha producido, y que les ayudará a trasladarnos su reacción por escrito la semana que viene (algo que se ha subrayado varias veces).

Pregunta: El Departamento de Estado de EEUU publicó ayer una información que dice que no hay amenazas contra Rusia por parte de Ucrania y que afirma que RT es responsable de la propaganda del neonazismo y los grupos de ultraderecha en Ucrania. Human Rights Watch también ha escrito sobre ello. ¿Cuál es la reacción del MAE de Rusia ante esas declaraciones del Departamento de Estado de EEUU? ¿Cómo ha afectado a las conversaciones el aumento de los envíos de armas a Ucrania desde EEUU y el Reino Unido?

Respuesta: Ya lo ha dicho usted todo por mí. Es imposible leer los documentos que el Departamento de Estado preparó de cara a la reunión de hoy. Tenemos una división especial encabezada por la portavoz oficial del Ministerio que debe estudiar todo eso. Ya se ha producido una reacción. No creo que haga falta hacer más comentarios. Basta con hojear y abrir al azar cualquier página para comprobar que todo lo que está escrito allí no resiste ningún análisis crítico. En la mayoría de los casos es pura mentira.

En cuanto a las amenazas. Hemos hablado de Ucrania. Una vez más, los colegas estadounidenses han intentado dar la máxima prioridad a los problemas en la frontera entre Rusia y Ucrania y han tratado de condicionar todo lo demás a la necesidad de una “distensión”. Eso ya se ha convertido en un “mantra”. Hemos terminado acordando que la próxima semana se nos entregarán respuestas por escrito a todas nuestras propuestas.

Usted ha mencionado las declaraciones de que Ucrania no supone amenaza alguna para Rusia. Se lo recordaré a quienes se ocupan de analizar nuestras intervenciones públicas y posiciones: Rusia no ha amenazado –en ninguna parte, jamás, ni una sola vez por boca de ningún representante oficial suyo– al pueblo ucraniano. El Presidente Vladímir Zelenski, al que nuestros colegas occidentales tienen bajo su amparo y protección y animan a cometer todo tipo de despropósitos, dijo públicamente que si alguno de los ciudadanos de Ucrania se sentía ruso, que “se largara a Rusia”. A los que en Donbás hacen frente al terrorismo de Estado por parte del régimen de Kiev, los tildó de ejemplares y no de personas. Está aún mucho por ver quién amenaza a quién y a qué pueden llevar esas amenazas.

No descartamos que toda esa histeria que están promoviendo nuestros colegas occidentales, busque como mínimo crear una cortina de humo para desviar la atención de la apuesta del régimen de Kiev por un sabotaje completo de los Acuerdos de Minsk, si no provocar alguna acción armada de Ucrania en Donbás. No le veo otra explicación.

Hemos ofrecido respuestas a todas las preguntas planteadas. Los colegas occidentales reconocen que es territorio ruso, pero “son demasiadas las tropas que hemos acumulado”. Y a la vez, en la misma frase, dicen que lo que hacen los estadounidenses con sus tropas en Europa no es asunto nuestro. Lo hemos hablado con franqueza Antony Blinken y yo. Él ha estado de acuerdo con que hay que desarrollar el diálogo con más sensatez. Espero que en adelante haya menos agitación, aunque no hay ninguna garantía de ello.

Pregunta: ¿Se han alcanzado avances en las cuestiones planteadas por Rusia, en particular en materia de seguridad? ¿Cómo podría usted definir su reacción, está satisfecho o decepcionado? ¿Qué tan grande es el riesgo de una guerra en Europa por algún “error de cálculo” debido a la gran concentración de tropas cerca de Ucrania? Muchos se preguntan por qué Rusia lo está haciendo precisamente ahora. ¿Por qué lo han considerado ustedes necesario si en los últimos dos años el enfoque de la OTAN no ha cambiado?

Respuesta: El Departamento de Estado de EEUU debería analizar los métodos de trabajo de la CNN en lo que respecta a la imparcialidad de la información y el rigor en la presentación de los hechos. Usted afirma que Rusia se propone atacar Ucrania, y nosotros hemos explicado reiteradamente que eso no es cierto. Al afirmar que eso va a ocurrir, usted pregunta acto seguido que por qué ahora. ¿Y cuándo deberíamos no atacar? Una pregunta extraña.

En cuanto a nuestro enfoque de principios sobre la necesidad de poner fin a la constante expansión de la OTAN hacia el este, lo hemos reiterado. El Secretario de Estado Antony Blinken ha vuelto a expresar su posición sobre el derecho a elegir uniones. Le he preguntado sobre cómo EEUU prevé cumplir con su compromiso, que junto con el derecho a elegir uniones, fue aprobado al más alto nivel en el marco de la OSCE, –el de no reforzar la seguridad de nadie a costa de la seguridad de otros–. Me ha prometido explicar cómo EEUU está cumpliendo ese compromiso suyo. No es el fin de nuestro diálogo. Según ha subrayado varias veces el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, la semana que viene tendremos una reacción por escrito.

Nos preguntan muchos por qué Rusia insiste tanto en la no expansión de la OTAN. Porque ese bloque, que se creó contra la URSS, sigue “funcionando” contra la Federación de Rusia. Y es lo que está escrito en sus documentos doctrinales. Cuando Europa del Este, en primer lugar Polonia y los países bálticos, ansiaba entrar en la OTAN, advertimos a Occidente de que sería un error y que no reforzaría de ninguna manera la seguridad de la propia Alianza, sino que solamente alimentaría los sentimientos extremistas. Nos aseguraron repetidamente que sería todo lo contrario, que al ser admitidos en la OTAN, las fobias arrastradas aún desde la época soviética amainarían, que serían vecinos buenos y pacíficos. Ha sido justo lo contrario. La minoría rusófoba liderada precisamente por esos países (en primer lugar los Estados bálticos y Polonia) marca la tónica no solo en la OTAN sino también en la UE y les hace seguir atascados en una política antirrusa en todos los asuntos sin excepción. Le pido a la CNN que tenga más rigor en el tratamiento de los hechos.

Pregunta: En sus declaraciones de apertura el Secretario de Estado Antony Blinken ha amenazado hoy diciendo que habrá respuesta en caso de una agresión contra Ucrania. La próxima semana EEUU dará su respuesta por escrito. ¿Ya está claro cuál será su tono o me equivoco? ¿Qué va a hacer Rusia?

Respuesta: Hoy nuestros colegas estadounidenses han intentado, una vez más, que el tema de Ucrania dominara todo este proceso. Me ha dado la impresión de que tras nuestras explicaciones, han terminado por darse cuenta (aún manteniendo sus “preocupaciones”) de que deben centrarse en el contenido de nuestras propuestas. Se nos ha prometido una reacción por escrito la semana que viene. Estoy seguro de que, de una u otra forma, Ucrania también figurará allí. Hoy no he oído ningún argumento que justifique la posición estadounidense acerca de lo que está pasando en la frontera entre Rusia y Ucrania, solo “preocupaciones”.

Nuestras preocupaciones no son respecto a unas amenazas imaginarias, sino sobre hechos reales que nadie intenta ocultar: el atiborramiento de armas a Ucrania, el envío de cientos de instructores militares occidentales. También la UE, que teme quedarse atrás respecto a la OTAN, busca crear su misión de adiestramiento militar en Ucrania. Sería un giro bastante curioso de las “ambiciones” de la UE que, aparentemente, quiere de esta forma volver a hacerse visible porque no lo está demasiado en los debates serios.

Consideramos que el tema ucraniano requiere de gran atención pero que el problema de la arquitectura de seguridad europea no se debe reducir solo a este tema. El Secretario de Estado Antony Blinken ha reiterado respecto al tema de Ucrania que el Presidente Joe Biden expresó la disposición de EEUU de contribuir a la implementación de los Acuerdos de Minsk. Le he vuelto a pedir que aprovechen su influencia decisiva sobre el régimen de Kiev para hacer que entre en razón y deje de sabotear ese documento importantísimo destinado a poner fin al conflicto interno ucraniano.

Pregunta: ¿Han abordado durante las conversaciones el posible despliegue de infraestructura militar de Rusia en Cuba y Venezuela? ¿Qué tan seriamente está barajando Rusia esta opción y hasta qué punto es realista? ¿Hay negociaciones con los Gobiernos de esos países? ¿Cuál es su posición en general?

Respuesta: No hemos tratado hoy este tema.

Pregunta: Usted ha mencionado que este contacto no ha sido el último sino preliminar que tendrá continuación. Una vez que se reciban las respuestas de la parte estadounidense, habrá otro contacto. ¿Sería posible una cumbre para discutir estos temas? ¿Comente la intención de Praga de incrementar la asistencia militar a Ucrania, en particular enviando municiones de artillería? El  nuevo Gobierno ha expresado su deseo de mejorar las relaciones con Moscú y de que se le retire de la lista de países hostiles.

Respuesta: Estamos a la espera de una respuesta oficial sobre el papel a nuestras propuestas, tras lo cual planeamos un nuevo contacto a nivel de ministros. No nos precipitemos. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, siempre está listo para contactos con el Presidente de EEUU, Joe Biden. Es evidente que estos contactos han de estar bien preparados para tener claro qué deberíamos tener como resultado de utilizar el potencial de nuestros líderes.

En cuanto al nuevo Gobierno checo, estamos pendientes de lo que está diciendo pero tomaremos una determinación una vez que esas palabras se concreticen en propuestas y mensajes dirigidos a Rusia.

No puedo comentar lo que están haciendo nuestros vecinos de la OTAN y la UE respecto a Ucrania. Les hemos advertido muchas veces que lo único que hace el régimen de Kiev es especular con el favoritismo que tiene por parte de sus patrocinadores occidentales. En cuanto cese esa “histeria rusófoba”, la ineptitud de ese régimen será obvia para todos.

Pregunta: Muchos en el mundo están bastante preocupados por conversaciones como las que hubo entre Serguéi Riabkov y Wendy Sherman. Usted ha mencionado la respuesta por escrito que Rusia espera recibir de EEUU. ¿Podría definir ese paso? ¿Cree usted que es un paso en la dirección correcta? ¿Se trata de una concesión por parte de EEUU? ¿Cuánto tiempo está Rusia dispuesta a esperar una respuesta satisfactoria?

Respuesta: Sería inoportuno intentar ahora pormenorizarlo todo. He explicado todo lo que se ha hablado hoy, lo que se ha debatido y con qué hemos concluido nuestra conversación útil y franca. No puedo decir si estamos en un buen o mal camino. Lo tendremos claro cuando recibamos una reacción estadounidense sobre el papel a todos los puntos de nuestras propuestas.

Pregunta: En la Duma de Estado rusa se debate ahora una iniciativa para reconocer a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. ¿Cree usted que en caso de que Washington se niegue a apoyar las garantías de seguridad de Moscú, Rusia estaría dispuesta a reconocer a la RPD y la RPL? Algo que no se ha hecho pese a que hubo un referéndum allí.

Respuesta: No voy a especular. Desde el Kremlin ya se han hecho comentarios al respecto. En cuanto al referéndum, fue un punto de inflexión en la crisis ucraniana justo después del sangriento y anticonstitucional golpe de Estado. Desde entonces Occidente esquiva de todas las maneras posibles nuestra pregunta sobre qué es lo que ocurrió allí desde su punto de vista, y prefiere fijar el punto de partida de la actual tragedia ucrania en, como ellos dicen, “lo de Crimea” y “la rebelión en Donbás”. Les hacemos memoria sobre aquellos acuerdos de paz pactados entre el Presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, y la oposición que avalaron Francia, Alemania y Polonia. A la mañana siguiente la oposición los rompió y enseguida hizo declaraciones abiertamente rusófobas exigiendo echar a los rusos de Crimea. Envió allí unidades de radicales que intentaron tomar el Consejo Supremo, después de lo cual los crimeos se alzaron y celebraron su referéndum.

El referéndum que se llevó a cabo tanto en la provincia de Donetsk como en la de Lugansk, se discutió seriamente en la reunión del formato de Normandía en la que se prepararon los Acuerdos de Minsk. Los líderes de Francia y Alemania nos estaban rogando que convenciéramos a los representantes de Donetsk y Lugansk para firmar los Acuerdos de Minsk. De hecho, estos accedieron a las peticiones del Cuarteto de Normandía y revocaron sus decisiones sobre la independencia, al entender que los Acuerdos de Minsk se cumplirían de la A a la Z, en primer lugar el otorgamiento de un estatus especial a esos territorios y la consagración de este estatus de forma permanente en la Constitución de Ucrania como parte de la descentralización; la concesión  de una amnistía total; y la celebración de elecciones. Todos estos asuntos se deben resolver en coordinación con Donetsk y Lugansk. Esta es la situación actual   del tema de estatus de esos territorios. Tanto hoy como durante la visita de la ministra de Exteriores de Alemania y en los contactos con los colegas franceses, hemos hecho hincapié, por enésima vez, en que va siendo hora de dejar de consentir los atropellos que comete el régimen de Kiev, y de obligarle a cumplir lo que no solo se prometió sino que fue avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Pregunta: Esta semana el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso crear un nuevo orden de seguridad en Europa y dijo que es necesario para “hacer frente” a Rusia. ¿Cree usted que es una provocación respecto a Rusia?

Respuesta: El Presidente Emmanuel Macron es el defensor más fiel de la capacidad de la Unión Europea para tener más peso como actor internacional, incluyendo a través de la llamada autonomía estratégica de la UE. Actualmente el bloque está elaborando un documento en esta materia titulado Brújula Estratégica. Por supuesto que estamos pendientes de ello. Hay una fuerte influencia de esos rusófobos que, según nos habían asegurado, se iban a calmar una vez que ingresaran en la OTAN y la Unión Europea. No se han calmado sino que se han enardecido aún más. Pero no he oído que el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, al defender la necesidad de una autonomía estratégica de la UE, la haya argumentado con la necesidad de oponerse a la Federación de Rusia. Me parece que aquí hay un malentendido.

Pregunta: ¿Qué es lo que más quiere Rusia, una Ucrania inestable y dependiente, o una nueva zona de influencia en Europa del Este?

Respuesta: Hoy se ha hablado de zonas de influencia. Una Ucrania inestable es, efectivamente, un factor de nuestra vida política común. Estoy seguro de que usted como un periodista con experiencia, es perfectamente consciente del origen de esa inestabilidad. Basta con echar una ojeada a lo que está pasando a raíz del regreso de Piotr Poroshenko a Kiev y de lo sucedido después, al seguimiento que se le ha dado.

En cuanto a las zonas de influencia, hoy le he preguntado a Antony Blinken cómo podía explicar que después de que el Presidente de Kazajstán, Kasim Tokáev, solicitara, en virtud de la Carta de la OTSC, ayuda para sofocar la amenaza terrorista alimentada desde el exterior, él dijera públicamente que Kazajstán tenía que explicar por qué lo hizo. El Secretario de Estado no ha hecho ningún comentario al respecto.

Eso refleja la mentalidad de la sociedad occidental que tiene una seguridad irremediable de su superioridad, de que se les permite todo y a otros, solo si ellos se lo permiten. Fíjense cómo se comporta la Unión Europea. Federica Mogherini, la predecesora de Josep Borrell al frente de la diplomacia europea, aún en 2018 dijo abiertamente en una reunión de los embajadores y representantes permanentes de la UE al referirse a los Balcanes que “en las regiones donde estamos presentes nosotros, no hay lugar para los demás”. ¿No se trata acaso de zonas de influencia? Hay muchos ejemplos similares, en particular respecto a lo que está pasando en Europa del Este. Ahora se intenta empujar, por fas y por nefas, a los países de los Balcanes Occidentales que aún quedan fuera de la Unión Europea y la OTAN, a que se adhieran a estos bloques. Se les desaconseja abiertamente que esos países tengan relaciones estrechas con Rusia y con China. ¿No es acaso un intento de imponer su zona de influencia?

Las zonas de influencia existen gracias a la política que aplicaban las potencias coloniales. Cuando se produjo la descolonización, se resistían a perder esas zonas de influencia. Se inventaron distintas maneras de retener esos territorios. Vemos cómo esas zonas se siguen “explorando” y cómo se intenta arrastrar nuevos territorios a la zona de influencia de nuestros colegas occidentales. Hoy he hablado de ello con franqueza en las negociaciones con Antony Blinken. Es triste que gente adulta se dedique a estas cosas: quién es el más chulo, quién tiene más no sé qué. Deberíamos pensar todos juntos como adultos en cómo tenemos que vivir en el mundo de hoy para que sea seguro frente a los cambios climáticos que están en curso, frente a otras amenazas globales, el terrorismo, el narcotráfico, en materia de salud humana, expuesta a terribles peligros a raíz de la pandemia (dicen que está lejos de ser la última). Es lo que hay que hacer. En lugar de ello en las relaciones ruso-estadounidenses todo se reduce a cómo se siente Vladímir Zelenski y su régimen. No es correcto. No pretendemos tener zonas de influencia. Pero lo que la OTAN está haciendo ahora respecto a Ucrania, muestra inequívocamente que la OTAN ve a Ucrania como una zona de su influencia.

Pregunta: ¿Publicará el MAE el contenido de las respuestas de EEUU a las propuestas rusas en caso de que se reciban?

Respuesta: Es una pregunta que habría que hacer a los colegas estadounidenses. Hoy he pensado en ello. Mientras no haya respuesta, no vamos a plantear el tema. Puesto que es su propiedad que se nos entregará en calidad de su posición, lo correcto sería hacer pública esa respuesta. Le pediré a Antony Blinken que no se opongan.


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