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Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 20 de mayo de 2025

831-20-05-2025

Crisis ucraniana 

 

Según se sabe, el pasado 11 de mayo el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, presentó la iniciativa de reanudar el 15 de mayo en Estambul, sin demora y condiciones preliminares, las negociaciones bilaterales directas sobre la paz, interrumpidas por Kiev bajo presión de Occidente en primavera de 2022.

El régimen kievita reaccionó de manera histérica, que le es propia. Ciñéndose a la política de prevención de una paz firme y duradera, perniciosa para el pueblo propio, e interpretando un espectáculo político, Zelenski no dejó de vomitar acusaciones públicas, lejas de la ética diplomática, contra la dirigencia de nuestro país y la delegación rusa. 

Entretanto, el líder del régimen kievita tardó mucho en tomar la decisión relativa a la participación de Ucrania en las negociaciones sugeridas por el Presidente ruso. Aconsejó infinitamente con sus patrocinadores europeos que hicieron unas flagrantes tentativas de prevenir que se reanudara un diálogo directo con nosotros, así como inculpar a Moscú de que lo hubiera torpedeada de forma deliberada.

Sin embargo, no tuvieron éxito. Lo único que pudieron hacer fue intentar presionar psicológicamente sobre nuestra delegación que, según declaró el Presidente ruso, Vladímir Putin, vino a Estambul el pasado 15 de mayo y se estuvo preparando para reunirse con representantes ucranianos. Las autoridades de Bánkovaya supusieron con ingenuidad que, aplazando las negociaciones, podrían forzar a Moscú a renunciar a ellas. Como resultado, el espectáculo montado por Zelenski fracasó estrepitosamente. Él tuvo que nombrar a sus delegados y enviarlos el 16 de mayo a negociar con la delegación rusa.

Son bien conocidos los resultados de las negociaciones que duraron casi dos horas. El líder de nuestro equipo negociador, asistente del Presidente de Rusia, Vladímir Medinski, las comentó en detalle. Se han alcanzado unos acuerdos importantes sobre el mayor canje en tres años, previendo que 1000 personas sean canjeadas por 1000 personas, y que las partes presenten por escrito sus propuestas del futuro alto el fuego. Se esbozó la posibilidad de una reunión ruso-ucraniana. Cabe recalcar que fueron los rusos, los dirigentes de nuestra delegación, los que promovieron la iniciativa de canjear a las personas detenidas. Que nadie de ningún otro lado trate de tomar el crédito por esto.

Ayer, el pasado 19 de mayo, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, mantuvo una larga conversación telefónica con su colega estadounidense, Donald Trump.

Los líderes de Rusia y EEUU intercambiaron sincera y sustancialmente opiniones sobre la situación corriente en torno a Ucrania y las vías para alcanzar una solución política al conflicto, teniendo en cuenta los resultados del debate en Estambul.

La parte rusa volvió a enfatizar su determinación de arreglar la crisis definitiva y justamente. A este respecto, Moscú propondrá a Kiev elaborar un memorándum vinculado con el futuro acuerdo de paz. Al moverse hacia el arreglo del conflicto, hay que basarse en el entendimiento de que es imposible alcanzar este objetivo sin eliminar sus causas subyacentes. Queda por armonizar muchos detalles y formular los principios del arreglo, determinar los plazos para concertar el acuerdo de paz, acordar un posible cese del fuego para un plazo determinado, en caso de que se alcancen los acuerdos correspondientes, y otros parámetros. Estamos listos para seguir negociando con Ucrania sobre los temas mencionados. El Presidente de EEUU, Donald Trump, entendió completamente este enfoque. 

Ahora es turno de Kiev. Es un momento importante para que tome decisiones, dadas las declaraciones histéricas y contradictorias, pasos y acciones que hemos observado durante todo el tiempo. Han de sustentarse en acciones reales las especulaciones anteriores de Zelenski sobre el deseo de alcanzar la paz. No contamos con el sentido común del régimen kievita, pero quisiéramos esperar que predomine allí el instinto de conservación de los restos del Estado y la institucionalidad, y que esto fuerce a Kiev a tomar una postura constructiva.

Sin embargo, por ahora, a raíz de las negociaciones, Zelenski y sus compañeros europeos se pronunciaron a favor de intensificar las sanciones antirrusas. Volvieron a cantar el “cuento viejo” acerca de que no se puede confiar en Rusia, y que ha de ser “castigada” por no obedecer al ultimátum sobre el cese del fuego de 30 días que Kiev y sus patrocinadores europeos trataron de presentar como un paso hacia el arreglo. Rusia nunca responde a ultimatos. La dirigencia rusa lo ha mencionado repetidamente, y el pueblo ruso lo ha probado con acciones. Al mismo tiempo, no resiste a la crítica la fórmula que promueven relativa a la imposibilidad de negociar en plena guerra.

No les interesa alcanzar la paz. Tienen otro objetivo, que es facilitar a toda costa un descanso para las FF.AA. de Ucrania con miras a restablecer la capacidad bélica y continuar haciendo frente a Rusia.

Esto atañe a lo que los occidentales dicen que es imposible negociar en condiciones de guerra. Entonces, ¿quién la libra? ¿Quién comete crímenes contra civiles diariamente? Que lo recuerden París, Berlín, Londres y la Bruselas colectiva. Y yo les ayudaré a guardarlo en la memoria.

El pasado 14 de mayo, los ucronazis golpearon con drones la administración de Kámenka-Dniepróvskaya, provincia de Zaporiyia, hiriendo a dos funcionarios. En la madrugada del 15 de mayo pasado, los extremistas lanzaron drones 13 veces contra Melitópol. El sistema de defensa antiaérea derribó todos los drones, sin embargo, al explosionar uno en la aldea Akímovka, murió un civil.

 

Continuará…

 


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