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Entrevista concedida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, al programa Bolshaya Igra (Gran Juego) en Pervy Kanal, Moscú, 10 de marzo de 2023

453-10-03-2023

Pregunta: Me gustaría empezar con una pregunta relacionada con las últimas noticias. La situación en Tiflis es la siguiente: el Gobierno de hecho ha optado por satisfacer las exigencias de los manifestantes, sin poner ninguna condición ni limitación a las mismas, sin pedir a cambio ninguna concesión. Sin embargo, se dice que las protestas continuarán y las exigencias de los manifestantes se están multiplicando. Eso está empezando a recordar el Maidán de Kiev en 2014. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Y adónde se podría llegar, desde su punto de vista?

Respuesta: Se parece muchísimo al Maidán de Kiev. No cabe la menor duda de que la Ley de registro de organizaciones no gubernamentales financiadas en un 20% desde el exterior ha sido sólo un pretexto para proceder al cambio del poder con el uso de la fuerza.

Si analizamos la Ley, tal y como lo hicieron muchos politólogos en los últimos días, al empezar los disturbios en Tiflis y la comparamos con las que están en vigor en otros países, parecerá muy poca cosa en comparación con cómo son reguladas las actividades de las organizaciones sin ánimo de lucro en EEUU, Francia, la India, Israel. Todo eso puede ser consultado.

Por infringir la pertinente Ley en EEUU a uno le podría ser impuesta una multa de hasta 250.000 dólares o podría ser condenado a hasta 5 años de cárcel en el marco de un proceso penal. En Georgia las cuantías son incomparablemente menores, cerca de 9.000 dólares y no se habla de la persecución penal.

A pesar de que en algunos países europeos las correspondientes normativas son considerablemente más severas, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, sin pestañear, manifestó que la Ley promovida por Sueño georgiano, partido en el poder en Georgia, contradice a los valores europeos y bloquea la adhesión de Georgia a la Unión Europea. Es evidente hipocresía.

He oído que el Gobierno, la coalición en el poder, los partidos en el poder declararon que revocarían la Ley y pondrían en libertad a unos 170 culpables de los disturbios. Y eso, a pesar de que existen vídeos que confirman que habían recurrido a la violencia, lo que representa una infracción de cualquier norma democrática y merece convertirse en objeto de persecución judicial. Sin embargo, el Gobierno los puso en libertad. Y la oposición, sin tomarse siquiera un respiro, dijo que se había cumplido solo la primera parte de sus exigencias y que el Gobierno debía presentar la dimisión.

La postura de Occidente, por ejemplo, del Departamento de Estado de EEUU que por la boca de su representante en un tono patético manifestó que esta actitud hacia la sociedad civil era inadmisible provoca una sonrisa. Son precisamente las “normas” de las que habla Occidente. Nosotros hablamos del Derecho Internacional y los países occidentales, de unas “normas” en las que puede basarse el orden mundial. En Georgia la oposición no es que esté en su derecho, es que debe hacer lo que le dé la gana, mientras que en Moldavia las protestas contra el poder son condenadas. Es que en Georgia la oposición expresa los intereses de los países occidentales y la oposición en Moldavia expresa otro tipo de intereses. Intereses occidentales son expresados en Moldavia por el Gobierno y la Presidenta.

Literalmente delante de nuestros ojos se están desarrollando dos situaciones parecidas con las protestas. En Tiflis distaron de ser pacíficas. Como han podido ver, los manifestantes volcaron los coches, usaron gas lacrimógeno y bengalas de humo. No recuerdo que en Chisináu haya pasado nada parecido. Incluso, si hubiera ocurrido algo por el estilo, la actitud habría sido dramáticamente distinta. Me parece que todos los países situados en torno a la Federación de Rusia deberían sacar conclusiones de lo peligroso que es esta línea política encaminada a arrastrarles a la zona de responsabilidad y de intereses de EEUU. Esta zona se está extendiendo ahora al mundo entero. Ya lo hemos comentado. No es casual que EEUU y sus aliados de la OTAN estén comentando la situación en Ucrania, nuestra operación militar especial. Es que exigen que a Rusia le sea asestada una derrota estratégica en el campo de batalla, reconociendo abiertamente que se trata de un conflicto existencial. Del final del mismo dependen los intereses de Occidente en la esfera de la seguridad global, las perspectivas de su hegemonía, del liderazgo de EEUU, las perspectivas de su dominio en los asuntos internacionales.

Pregunta: Me parece que los acontecimientos de Tiflis están recordando los de Kiev de 2014 en otro aspecto más. En Kiev estaba al poder el Gobierno de Víctor Yanukóvich que, en contra de las acusaciones que se fueron formulando contra él, no era aliado de Rusia. Decían estar orientados a la asociación con la Unión Europea y optar por el camino europeo. ¿No le parece que es algo como un embarazo a medias? Los países y Gobiernos del espacio postsoviético que han elegido este destino, “el espacio transatlántico”, ya de hecho renunciaron con ello a una considerable parte de su soberanía. Les costaba defenderse, pero ellos mismos limitaron las posibilidades de Rusia de acudir en su auxilio.

Respuesta: Indudablemente. Empezaré con 2004, ni siquiera con el Maidán de 2014. En 2004 volvió a haber problemas en las elecciones en Ucrania: fuerzas supuestamente prorrusas se enfrentaron a los políticos apoyados por Occidente.

Recuerdo perfectamente que los altos cargos de la Unión Europea, los Ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros llamaban en público a los votantes ucranianos a definirse, si estaban con Rusia o con Europa. Esta retórica de “bien-bien” empezó a lanzarse en 2004, cuando nuestras relaciones con la UE era casi perfectas: había planes de crear espacios comunes, se abordaba en serio la integración económica y social, empezaban a perfilarse los acuerdos relativos a la simplificación del régimen de visados y su posible supresión, se hablaba de un espacio de seguridad y desarrollo económico común que se extendería desde La Mancha hasta Vladivostok y demás.

La filosofía de “con nosotros o con Rusia” la tuvo en mente la Unión Europea desde que surgió la situación geopolítica que siguió a la desaparición de la URSS. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, lo comentó en más de una ocasión durante conversaciones y entrevistas. En 2013 Ucrania se acercó a la elaboración de un acuerdo de asociación con la UE. No se nos tuvo al corriente de la marcha de las negociaciones, aunque Rusia y Ucrania contaban con unos extensísimos vínculos en las esferas del comercio, las inversiones y demás. Nuestros amigos ucranianos, el Gobierno de Víctor Yanukóvich, en absoluto era proucraniano. Se dedicaron a potenciar los vínculos de asociación con la UE.

Pregunta: Y en mucho menor medida era un Gobierno prorruso.

Respuesta: Por supuesto que no, se dedicaban a negociar con la UE, sin ponernos al tanto. Sabíamos que había negociaciones en marcha. Sin embargo, nuestras peticiones corteses y delicadas de compartir sus evaluaciones al respecto fueron pasadas por alto. Rusia no deseaba “meter cizaña”, “autorizar” ni “ostentar la hegemonía”. Es que en las negociaciones se hablaba de los aspectos relacionados con las relaciones que manteníamos con Ucrania en otros formatos, por ejemplo, en el marco de la CEI, donde estaba en vigor un acuerdo de libre comercio.

Estábamos haciendo preguntas. Si tenían la intención de “anular”, tal y como informaba la prensa, los aranceles para el comercio con la UE, pues en nuestro comercio tampoco había aranceles y surgiría un problema. Nosotros con la UE no teníamos “aranceles cero”, pero había “aranceles muy protectores” que habíamos estado negociando en la OMC durante largos 17 años.

Por fin el Presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich y sus ayudantes entendieron que podría surgir un problema y que, si no se tomaban ningunas medidas, Rusia simplemente cerraría la frontera con Ucrania a la entrada de productos libres de aranceles. De lo contrario el mercado se vería invadido por productos de los que nos estábamos defendiendo en el marco de la OMC. Durante la Cumbre de la asociación oriental celebrada en otoño de 2013 Víctor Yanukovich pidió que la firma del acuerdo se aplazara.

Anteriormente nos habíamos pronunciado a favor de la celebración de consultas a nivel de expertos en formato Rusia – Ucrania – Comisión Europea, para poder abordar los existentes regímenes que Rusia tenía con Ucrania y con la UE y los documentos que tenían pensado firmar Kiev y Bruselas. El Presidente de la Comisión Europea Jose Manuel Durao Barroso dijo con altanería que no era asunto nuestro, puesto que la UE no se interesaba por el comercio ruso-canadiense. La celebración de una reunión de expertos nos fue denegada.

Tras darse cuenta de que las consecuencias negativas de la firma de un acuerdo de asociación con la UE que no se haya acordado con Rusia serían graves para las esferas del comercio y la economía, Víctor Yanukovich solicitó durante la Cumbre de la asociación oriental que el proceso fuera pospuesto. Fue el acontecimiento que puso en marcha el Maidán.

Pregunta: Recuerdo que las autoridades lituanas se indignaron, puesto que Europa se mostraba dispuesta a hablar con Víctor Yanukóvich, a pesar de todos sus desperfectos, mientras que el político se comportaba de una manera incorrecta.

Respuesta: Se le permitió acceder a “gente bien”.

Pregunta: Exactamente.

Veamos el conflicto en Ucrania. Hoy, desde el punto de vista del Occidente colectivo, su postura en Ucrania cae por su propio peso. Sabe que entra en contradicción con la tradición diplomática estadounidense: el primer Presidente de EEUU, George Washington, alertó categóricamente a los Estados Unidos de participar en los conflictos europeos que no tenían relación alguna con los intereses estadounidenses. Lo dijeron también muchos ortos presidentes de EEUU.

Distraigámonos de los que tienen y no tienen razón en esta disputa en torno a Ucrania. Evidentemente, para Rusia es un problema existencial. ¿Por qué el Occidente colectivo se indignó hasta tal punto y “se puso tan furioso”? ¿Realmente tenía Ucrania algo muy valioso para los países occidentales o llevaban tiempo esperando un pretexto, para arremeter contra Rusia que se convirtió en el blanco perfecto de su furia y su unidad?

Respuesta: Creo que ambos motivos son válidos. Estaban esperando que surgiera un pretexto para arremeter contra Rusia y que se diera un buen momento para hacerlo. Rusia empezó a percibirse como un actor demasiado independiente. Estábamos ganando poderío económico, no al ritmo de China o la India, pero nos encontrábamos entre las principales economías del mundo. Tenemos unas posturas éticas y políticas muy afianzadas en la arena internacional. Nos pronunciamos sobre temas de importancia clave para los países en vías del desarrollo, siendo justos y críticos con el sistema que a Occidente le gustaría conservar en la época postcolonial, para mantener su costumbre de vivir a costa de otros.

No he respondido a su anterior pregunta que tenía que ver con Georgia. Los acontecimientos en Tiflis son “orquestados” desde fuera y son de la misma naturaleza. Son motivados por el deseo de crear “un factor irritante” en las fronteras rusas, en un país, cuyo Gobierno actual, al igual que el Gobierno de Víctor Yanukóvich en 2013, está pensando en primer lugar en los intereses económicos de su Estado y se niega a unirse a las sanciones antirrusas. No lo hace por ser prorruso, sino porque los vínculos económicos y comerciales con la Federación de Rusia, suministros de gas ruso, suministros de vino georgiano, de brandy y de productos agrícolas aportan la parte leonina al presupuesto del país. En ambos países no hubo Gobiernos prorrusos, pero estaban pensando en sus intereses y no hacían caso a las indicaciones que recibían.

Ya he mencionado que los estadounidenses convencen a la gente a actuar de uno u otro modo. Y a la pregunta de ¿qué tendremos a cambio? la respuesta que dan con mayor frecuencia es “no os castigaremos”. No veo ningún intercambio paritario que beneficie a ambas partes, ninguna reciprocidad.

Es verdad que Rusia ha sido declarada una “amenaza” existencial e inminente que debe ser superada lo antes posible. La próxima amenaza a Occidente en el mundo, de momento formulada como “a largo plazo y permanente” fue declarada China. De momento la Federación de Rusia ocupa un lugar prioritario en los planes de Occidente, en su retórica, en su actuación. De manera paralela se han iniciado guerras de sanciones contra la RPC, en concreto, se ha introducido la prohibición para el acceso de China a cualquier material y tecnología que le puedan ayudar a Pekín a lograr avances rompedores. Me refiero a los semiconductores, microchips y muchos otros elementos. Ya lo sabe. Estoy convencido de que esta presión con sanciones ejercida en China únicamente irá en aumento. Es un hecho casi anunciado.

Pregunta: En Pekín acaba de ser elegido para su tercer mandato el Presidente Xi Jinping. Hasta hace poco Washington abrigaba la esperanza de que China empezara a mostrar una actitud más positiva con respecto a EEUU y sucumbiera más a la presión estadounidense en lo tocante a sus relaciones con Rusia. Se señalaba que el nombramiento como Ministro de Asuntos Exteriores de China del antiguo Embajador chino en Washington era prueba de una mayor receptividad de Pekín a los argumentos estadounidenses.

Estoy pendiente de lo que dicen ahora los altos cargos chinos y de lo que aparece en la prensa china. Parece que está ocurriendo todo lo contrario. ¿No le da la sensación de que EEUU, ejerciendo presión en China y explicándole, como acaba de señalar, que debe comportarse según le diga EEUU, porque de lo contrario “se va a enterar” y no ofreciéndole a cambio ningún beneficio, está provocando una reacción contraria? ¿No será esta circunstancia lo que le mueve a China a apoyar de una manera más intensa a Rusia?

Respuesta: Los estadounidenses en general son maestros en lograr que la gente se vuelva en su contra y cuentan para ello con numerosos métodos. Seguramente, el principal son los modales que ni pueden ser calificados como diplomacia. De hecho, lo hacen imponiendo sus exigencias. He mantenido una conversación informal con el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores de la RPC, Qin Gang, al margen de los eventos ministeriales celebrados en el marco de la Cumbre del G-20 en Nueva Delhi. Oí en sus palabras la continuidad de la política exterior china. Pocos días antes, el 22 de febrero de 2023, visitó Rusia su antecesor, el actual miembro del Politburó del Comité Central del Partido Comunista de China, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, Wang Yi. En las conversaciones que mantuvo conmigo y con el Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, durante la recepción ofrecida por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, confirmó de manera inequívoca la continuidad de la política aplicada por los altos cargos chinos tras el último Congreso del Partido Comunista de China con respecto a la coordinación y la cooperación con Rusia, así como a la puesta en práctica de proyectos conjuntos prometedores y a un comportamiento responsable en la arena internacional. Nos damos perfecta cuenta de lo mucho que depende la estabilidad de la situación del papel que desempeñan Rusia y China.

En cuanto a los pronósticos de que, si un Embajador trabajó en un determinado país y luego fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores de un Estado, tendrá actitud benevolente con respecto a la interacción de su país de estancia, seguramente puede pasar, si los modales son buenos.

El Embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, que conoce bien tiene unos problemas colosales con los contactos a su nivel y al nivel de sus subalternos. No porque tengamos ganas de reunirse a diario con el personal del Departamento de Estado o de otras entidades estadounidenses, sino porque surgen preguntas que ya no están relacionadas con el futuro orden mundial, sino con la vida diaria de los diplomáticos rusos en EEUU, con la vida diaria de los diplomáticos estadounidenses en Rusia y con cómo Washington está introduciendo normas cada vez más severas. Cuesta lograr avances incluso en estos aspectos humanitarios y humanos que deben quedarles claros a todos.

No he oído que el Embajador de China, Qin Gang, al trabajar en Washington viera que se abrían ante él todas las puertas. De acuerdo con los datos que tengo a mi disposición, es que se informó de ello en varias ocasiones, también tuvo problemas con el establecimiento de contactos diarios. No comenté con él este tema, pero sus palabras durante nuestras negociaciones, durante la rueda de prensa que ofreció el día de la inauguración de la temporada de sesiones de turno de la Asamblea Popular Nacional de China no percibí ningún cambio del rumbo político que está definido en los documentos bilaterales ruso-chinos. Ahora están en vigor en conjunto, siendo uno de los principales la Declaración aprobada durante la visita de Vladímir Putin a Pekín el 4 de febrero de 2022, realizada con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos. En la misma se basa toda nuestra interacción.

Pregunta: Ha mencionado la Cumbre de Nueva Delhi, al margen de la cual mantuvo una conversación breve con el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.

Fue un momento interesante: anteriormente el Departamento de Estado manifestaba categóricamente que Antony Blinken no tenía la intención de reunirse ni con usted ni con su homólogo chino en aquella Cumbre en Nueva Delhi. Me sorprendió el contraste entre el carácter decidido de sus declaraciones anteriores por las cuales indicaban no querer nada y su interés por organizar aquella reunión. Por otra parte, de haber deseado hablar con usted, ¿por qué no hacerlo en un formato que supone unas negociaciones con contenido real? ¿Qué le parece, para qué la parte estadounidense solicitó esta reunión? ¿Qué ocurrió, desde su punto de vista y qué podría compartir con nosotros?

Respuesta: Ambas partes han declarado ya que se abordó la situación en la esfera de la seguridad estratégica en contexto del Tratado START III y el tema ucraniano. De modo que no revelaré ningún secreto con respecto a los temas de nuestra conversación. No abordamos ningún otro tema.

Pregunta: ¿No han abordado, en contra de las declaraciones del Departamento de Estado, el canje de prisioneros?

Respuesta: Únicamente hemos abordado la estabilidad estratégica y el tema de Ucrania. No me gustaría entrar en detalles de cómo transcurrió aquella breve reunión que duró unos 10 minutos. En un principio, lo que escuché encaja en la postura que Washington ya hizo pública al respecto en numerosas ocasiones. He ofrecido explicaciones detalladas, sobre todo, en lo relativo al Tratado START III. Nuestra postura y el carácter forzoso del paso que dimos fue explicado de una manera sumamente detallada por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin en su Mensaje a la Asamblea Federal. En este sentido tampoco habrá nada nuevo.

Pregunta: ¿Ha oído del Secretario de Estado algo que le hiciera suponer que era un intento de establecer un diálogo cauteloso, pero constructivo con Rusia?

Respuesta: Hemos conversado de una manera constructiva, sin ningunas emociones, nos hemos estrechado las manos antes y después de la reunión. No sé en qué medida refleja eso el entendimiento de la parte estadounidense de la anormalidad de la situación, cuando fueron cortados todos los canales del diálogo. Nunca ha resultado ser una noticia sensacionalista que alguien haya mantenido una conversación normal al margen de algún evento.

Pregunta: ¿Fue una conversación civilizada sin ningún tipo de borderías?

Respuesta: Completamente civilizada. Ello vuelve a probar lo bajo que hemos caído en nuestra diplomacia multilateral. Si un encuentro natural y extraoficial de los que hubo cientos ahora parece ser un motivo de especulaciones sobre si es o no es un avance, sobre si hay alguna esperanza de que el diálogo sea reanudado, es lamentable, muy triste. Esta percepción psicológica del más elemental contacto diplomático es señal de que nos hemos complicado considerablemente nuestro trabajo, como resultado de la línea política encaminada a suprimir cualquier opinión discrepante que se pusieron a aplicar los países occidentales y de la cual no piensan apartarse.

Al mismo tiempo, con respecto a Rusia son aplicadas expresiones, retórica y acciones al máximo agresivas que se plasman en primer lugar en sanciones ilegales que no tienen precedente. Demuestran que Occidente realmente ha decidido que es una guerra a muerte. Esta guerra híbrida que los países occidentales empezaron a preparar enseguida después del golpe de Estado de 2014 es percibida por ellos como “el último y decisivo combate” o algo así. Tienen su Internacional occidental. Se puede ver como el himno llamado Internacional refleja el deseo de Occidente de no cedernos “ni una pulgada de tierra”, por lo menos, es esto lo que dicen.

Han oído las declaraciones de turno: el Director de la CIA, William Burns, manifestó ayer que no se notaba que Rusia estuviera interesada en el arreglo pacífico. Será que “el interés” de Vladímir Zelenski se nota a la legua. El Presidente ucraniano, a la par con la declaración del Director de la CIA, anunció que nunca se sentaría a la mesa de las negociaciones con Vladímir Putin. Eso está descartado, dijo. Sólo esperaba “la victoria absoluta” de Ucrania que tenía aliados en otros formatos. Junto con ellos decidiría sobre los aspectos del futuro de su país.

Decimos que no evitamos las negociaciones, pero ello no quiere decir que las estemos pidiendo a gritos. De momento no percibimos ninguna posibilidad de llevar tales negociaciones. Estamos subrayando esta circunstancia, dado que llueven declaraciones del tipo “está muy mal que Rusia no desee negociar”. ¿Se ha molestado alguien en leer lo que manifiesta Vladímir Zelenski? ¿Se ha acordado alguien del Decreto que firmó en septiembre de 2022, para prohibir las negociaciones? Le están mirando a uno con ojos ingenuos, al hacerse el pertinente comentario, y no pueden responder nada. Es parte también de la guerra psicológica, elemento de la política que estamos comentando. El objetivo es que nadie se atreva a contradecirles.

Pregunta: Está la guerra híbrida, está la otra guerra que ha dicho, si he entendido correctamente, que casi se ha convertido ya en una guerra de verdad y está la guerra-guerra. No me refiero a lo que está ocurriendo en los campos de batalla en Ucrania, sino a los atentados terroristas. El último que por razones obvias atrajo la atención de todos fueron las explosiones en los gasoductos Nord Stream1 y Nord Stream2. Se ha publicado el famoso artículo de Seymour Hersh que se ha vuelto más famoso fuera de EEUU que dentro del país, donde fue pasado por alto. Ahora a través de los medios de renombre, tales como The New York Times, The Wall Street Journal, The Washington Post, Die Zelt en Alemania, se empezó a difundir la noticia de que las explosiones habían sido organizadas por un extraño grupo anónimo, bien por ucranianos, bien por representantes de la oposición rusa, bien por ambos a la vez. La empresa organizadora, supuestamente, está registrada en Polonia. El atentado se cometió desde Alemania. Se reconoce por primera vez que los servicios de reconocimiento estadounidenses estaban al tanto de la operación con muchos meses de antelación. Algunos incluso intentaron asegurar que Rusia era responsable de estas explosiones. Con todo y eso, todavía no se ha comunicado ¿qué es lo que se sabe de la operación en cuestión? ¿Quién lo hizo, quién lo encargó? Eso hace plantearse la pregunta de ¿cuál es el papel de EEUU en toda esta situación? ¿Considera que la Administración de Joe Biden es responsable por lo ocurrido con Nord Stream1 y Nord Stream2?

Respuesta: Para poder formar una idea exacta, hace falta que sea llevada a cabo una investigación imparcial y es lo que estamos buscando. En cuanto aparecieron los resultados de la investigación llevada a cabo por Seymour Hersh, formulamos las pertinentes preguntas. Mejor dicho, las formulamos enseguida después de los atentados. De manera pública y en nombre del Presidente de Gobierno de la Federación de Rusia, Mijaíl Mishustin, enviamos solicitudes dirigidas a sus homólogos alemán, danés y sueco. Enviamos además a dichos países un gran número de notas diplomáticas, solicitando que se nos respondiera y se nos permitiera participar en el examen del segmento de los gasoductos que habían sufrido de los atentados. No obtuvimos ninguna reacción conexa, a excepción de “ya lo aclararemos nosotros mismos”. “Esta investigación transcurre de modo cerrado”, “en su momento se enterarán de todo”. Y las cartas enviadas por el Presidente de Gobierno de la Federación de Rusia, Mijaíl Mishustin, enviadas en septiembre de 2022 quedan sin ninguna respuesta oficial, buenos modales aparte. Además, creo que esta actitud demuestra que dichos países se sienten perdidos. No saben qué replicar, desde que Seymour Hersh publicó los resultados de su investigación y prometió continuar publicando más evaluaciones y conclusiones. Para nosotros ello sirvió de factor adicional para presentar la Resolución del Consejo de Seguridad que ahora está siendo sometida a consideración y que más tarde someteremos a votación. Queremos que sea llevada a cabo una investigación.

Pregunta: ¿Y si le rechazan esta investigación?

Respuesta: Cuando Seymour Hersh publicó su obra, un señor llamado Ned Price que se pone directamente bajo el mando de Antony Blinken terminando su carrera en el servicio de prensa del Departamento de Estado de EEUU, lo llamó una anomalía. Se sigue llamando una anomalía, tontería, fantasías y etc. todo lo que se refiere a los hechos indicando la posible participación de los Estados Unidos (una participación muy probable del Gobierno estadounidense, diría yo). Y no se necesita ninguna investigación. Se dice que se llevan a cabo investigaciones nacionales y éstas son presuntamente suficientes.

De repente, en los mismos días (coordinan muy mal sus planes y proyectos públicos), en una rueda de prensa, la portavoz del Presidente estadounidense, Karine Jean-Pierre, exigió que se realizara una investigación internacional relacionada con los envenenamientos en las escuelas de la República Islámica de Irán. Una investigación internacional, aunque nadie fue dañado gravemente allí. Y no se requiere ninguna investigación respecto al ataque directo contra los objetos de la infraestructura energética crítica. Porque los suecos, dinamarqueses y los alemanes lo resolverán por sí mismos. Sabe Usted, que en los países occidentales, en sus leyes fundamentales, un ataque contra objetos de la infraestructura crítica equivale a una declaración de la guerra. En este caso concreto, si se determina que el ataque terrorista contra la infraestructura crítica de un país de la OTAN fue organizado por otro país del bloque, entonces, surge una pregunta: ¿para qué sirve la Alianza del Atlántico Norte que proclamó como su fin defender los países miembros de ataques desde afuera, si simultáneamente deja que se vea atacado desde dentro uno de sus miembros? Es una pregunta bastante interesante.

Ha mencionado Usted la última serie de materiales en la prensa estadounidense y parcialmente alemana sobre versiones nuevas: un oligarca ucraniano que debería confesar él mismo; no querían hablar sobre la “huella” ucraniana, porque eso podía empeorar las relaciones entre Alemania y Ucrania, y todo lo demás. Primero, es un razonamiento de niño. Segundo, incluso si aceptamos la lógica que expresan ahora, sosteniendo que quisieron asegurar las relaciones estratégicas entre la República Federal de Alemania y Ucrania, entonces, en gran medida, resulta una marranada. Si quisieron atribuir todo a algún buceador educado ucraniano o pro-ucraniano que ya no está al servicio estatal, no importa, si quisieron intoxicar con una “huella” ucraniana, un alemán ordinario, así como un ciudadano de cualquier otro país, haría una pregunta: ¿de nuevo se trata de Ucrania? La “huella” ucraniana. Detonaron Nord Stream, por culpa del cual, como lo dijo la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen (claro, no solamente por culpa de Nord Stream) y debido a los problemas con materias primas energéticas, la Unión Europea empezó a pagar en un 300% más por la energía. Hace un rato, el jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, dijo que eso permanecería para siempre y no regresarían los precios anteriores que garantizaban el bienestar económico de Europa, incluida Alemania. Ahora, el canciller alemán, Olaf Scholz, se ha jactado de que sobrevivieron el invierno y el plan ruso no tuvo éxito.  No tuvimos ningunos planes. Fueron ellos quienes los tuvieron – negarse al gas ruso. Sí que sobrevivieron el invierno. Pero no se apresuran mucho a contar cuánto eso costó a los presupuestos y, respectivamente, los contribuyentes. Los hombres comunes preguntarán: ¿para qué se necesita esta Ucrania? Si les detona (quienquiera que sea – un agente de Kiev pagado desde el extranjero o justamente una persona solitaria), ¿por qué deben enviar sus Leopard allí y aceptar este país en la OTAN? Creo que se plantean aún más preguntas debido a este intento de literalmente borrar las huellas y ocultarlas en el agua.

Ha mencionado Usted que los servicios secretos dieron un aviso preliminar. Había una información de The Wall Street Journal sosteniendo que en junio y julio de 2022 la CIA avisó a los servicios secretos de Alemania y otros países europeos sobre la huella ucraniana, esa acción preparada. Y The Times, ya en septiembre de 2022, realizado el ataque terrorista, informó que, al pasar una semana después de la explosión, fue establecido el carácter ucraniano de la hulla. Es decir, en junio avisó que habría y en septiembre establecieron que hubo. Saben, todo es un poco no serio, se considera todo no de la manera adulta.

Pregunta: Hace varios meses, cuando estaba en Washington, tuve una conversación con un destacado miembro del Congreso republicano. Me hizo una pregunta que quisiera redirigir a Usted. Me preguntó ¿qué Rusia puede hacer en respuesta? ¿Puede haber algunas consecuencias negativas por parte de Rusia para los Estados Unidos?

No soy la persona que debe contarle (sabe bien EEUU y los políticos de Washington) que se preguntan frecuentemente menos sobre la calidad de los argumentos rusos y más sobre las consecuencias concretas para EEUU. Si no hay una investigación objetiva de que hablaba Usted (lo que es muy probable), si las peticiones rusas se quedan sin atender, ¿será justo decir que, de un modo o de otro, Rusia encontrará la oportunidad de responder a este ataque terrorista que afecta nuestros intereses fundamentales?

Respuesta: No tiene ni idea de cuán ansioso estoy por eso…

Pregunta: Claro que tengo la idea. Por eso le hago esta pregunta. Tengo que tratar.

Respuesta: Trabajo del líder de un departamento diplomático. Tenemos nuestros propios métodos. No voy a entrar en algunos pronósticos o adivinar.  

Después de la desaparición de la URSS, la sovietología desapareció en EEUU. Probablemente Usted sea uno de los mastodontes más destacados, un portador de esta ciencia.

Pregunta: Un representante de la profesión en extinción.

Respuesta: Sí. Los sovietólogos (también son los rusólogos) debían ser demandados en cierta medida. Y eso no sucedió. Ahora, como entiendo, se invitan a la asesoría y consultas. 

Tenemos muchos proverbios rusos que deben saber los sovietólogos: antes de que te cases, mira lo que haces; un hombre ruso se prepara por mucho tiempo, pero actúa rápidamente. No quiero amenazar a nadie. No quiero insinuar nada. Sé que este ataque terrorista gravísimo no se quedará sin investigarse. Si una investigación objetiva, imparcial y transparente está bloqueada (y no se reducirá a que algunos suecos, dinamarqueses y alemanes lo resuelvan y eso sea el veredicto final), claro, vamos a pensar en cómo responder a Occidente por este ataque directo, un atentado (en gran medida) contra nuestra propiedad.

Pregunta: Hay un proverbio ruso más. No quiero provocarle, pero puede ser aplicada a esta situación. Dígame si no es así. Aquí está el proverbio: favor con favor se paga.

Respuesta: Por supuesto. Sin duda.

Pregunta: Pasemos al tema más agradable. La India. Cuando Washington expresa su descontento con lo que se logró hacer con las sanciones punitivas y sofocantes contra Rusia, ante todo expresa su frustración por China. Pero eso fue predecible. Resulta especialmente decepcionante la posición de la India que expandió su comercio con Rusia y se negó a unirse a la presión de sanciones. Por otra parte, la India tiene sus intereses también. Y en primer lugar los intereses relacionados con la Unión Europea, y no EEUU. ¿Cómo caracterizaría Usted el curso de la India en las relaciones con Rusia, particularmente a la luz de la crisis ucraniana?

Respuesta: La India está impulsada por sus propios intereses, igual que cualquier país normal. Sin duda, la India, como una potencia elevándose en Asia paralelamente con China, se ve presionada cada vez más por Occidente, teniendo en cuenta que precisamente él declara sus estrategias de política exterior como unas dirigidas contra alguien. No tenemos tal cosa. Estamos a favor de que todo esté en el marco de la paz multipolar, sobre la base de los intereses, el Derecho Internacional, etc.

Occidente declara que su curso de política exterior está dirigido a contener Rusia, China, movilizar otros países contra Rusia y China. Es un rasgo impactante, una característica de nuestros colegas occidentales en la etapa histórica actual. Sin embargo, actuaban exactamente así en cualquiera etapa histórica. La India se ve cortejada por todas partes. Se percibe como un contrapeso para China, al tener en cuenta los antiguos problemas, incluidas peleas fronterizas, en las relaciones entre Delhi y Pekín. Nosotros como la Federación de Rusia tratamos de ayudar a resolver estos problemas y superar todas discrepancias.

Precisamente para este fin, hace más de veinte años, mi gran antecesor, Yevguéni Primakov, presentó una iniciativa de establecer un trío RIC (Rusia, la India, China). En aquel momento, se formulaba todo el concepto de la paz multipolar. Su encarnación diplomática fue la creación de RIC. Ahora se habla poco al respecto, porque BRICS fue establecido sobre la base de RIC. Ahora distrae toda la atención de aquellos que observan el surgimiento de nuevos centros de poder. Pero RIC sigue funcionando. Ya ha sucedido más de 18 reuniones de los Ministros de Asuntos Exteriores, se encuentran los expertos de otros departamentos de la agricultura, las altas tecnologías, la energía, el cosmos y muchos otros ámbitos. En el marco de RIC precisamente tratamos de ayudar a la India y China. Les proporcionamos una plataforma adicional, además de BRICS, la OCS, en la que la India junto con Pakistán se han hecho miembros de pleno derecho. Partimos de que cuanto más conversan, más beneficioso será para todos y mejor para que estas dos grandes potencias, estas dos grandes civilizaciones, arreglen todos sus problemas.  

Occidente toma una posición expresamente contraria y busca azuzar la India contra China. Nuestros amigos indios lo entienden perfectamente. Nos cuentan honestamente que ven estos intentos, saben los objetivos verdaderos que persigue la OTAN declarando la región del Indo-Pacífico su zona de responsabilidad más después la zona euroatlántica. La Alianza del Atlántico Norte, por gancho o por ladrón, penetra en esta parte del globo a través del establecimiento del bloque AUKUS. Ahora quieren ampliarlo añadiendo Japón y Corea del Sur a los tres países anglosajones. Tratan de romper la ASEAN. Determinaron cinco países de los diez países de la ASEAN que serán más maleables en cuanto a tales “penetraciones”. Se hacen muchas otras cosas, se sustituyen los mecanismos, incluidos los de la seguridad marítima, que han sido universales para esta región entera. En el marco de las cumbres de Asia oriental (donde están todos de la ASEAN, Rusia, China, la India, EEUU, Australia, Nueva Zelanda, Corea, Japón) todas esas cosas fueron abarcadas.

Ahora, por ejemplo, tratan de aislar el tema de la seguridad marítima de esta estructura universal (donde hay que ponerse de acuerdo con todos los participantes) y sumergir este tema en una estructura estrecha sin China ni Rusia ni una serie de otros países. Fue establecida la QUAD en la que invitaron la India (la India, EEUU, Japón, Australia). Cuando discutimos este tema, los colegas indios dicen que participan en la QUAD exclusivamente para realizar los proyectos económicos. Claro, todas estas “penetraciones” se ven acompañadas (EEUU no lo oculta) por la convicción de la India de unirse a las sanciones antirrusas, no proporcionar a Rusia ningunas posibilidades de usar los recursos y la logística indios para eludir las sanciones occidentales. La India no lo hace.

Ahora, en Occidente se ha desatada otra oleada de histeria. Se dice que, incluso en estas condiciones, Rusia aumenta su comercio exterior. Es un desorden. Están elaborando otra estrategia de cortar cualesquier canales que permiten eludir las sanciones. Es decir, no es justamente una situación en la que han declarado sanciones contra Rusia y exhortan a que otros hagan lo mismo. Es una prohibición de ser autónomos. El otro día, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, fue preguntada cómo trataba el hecho de que dos buques de la Marina iraní atracaron en el puerto de Rio de Janeiro. Respondió que, por supuesto, eso podía provocar una preocupación, pero cualquier país soberano puede decidir con quién quiere mantener contactos. Es correcto. Bien dicho. Entonces, ¿por qué este principio no se aplica a las relaciones entre Rusia y todos los países que no quieren implementar las sanciones? ¿Por qué les prohíben realizar negocios de formas absolutamente legales con la Federación de Rusia? En la economía, las inversiones, implementación de los proyectos de transporte. Todos lo ven y eso no pasa desapercibido.

La mayoría de países no quieren entrar en conflictos directos con Occidente, polemizar con él, aunque hay voces que se abren paso. Ahora, el Presidente de Francia, Emmanuel Macrón, ha visitado la República Democrática del Congo, donde el Presidente Félix Tshisekedi le explicó cómo hay que hablar cortésmente con los socios en el continente africano, incluso si, en términos históricos, han obtenido su independencia recientemente y antes fueron colonias, incluidas las francesas.  No tengo claro cómo esta energía negativa acumulándose en consecuencia del dictado y la hegemonía de Occidente pueda disolverse por sí misma.

Pregunta: Hoy es difícil imaginar cómo puede solucionarse la situación en torno a Ucrania. Pero sabemos de la historia que los conflictos suelen terminarse con una escalada militar y la victoria de una parte (y es difícil imaginar qué) o, de un modo o de otro, seguir durante bastante mucho tiempo y culminarse no necesariamente con la paz formal, sino el establecimiento de un nuevo orden mundial. Hay muchos ejemplos de eso. Al mismo tiempo, el orden mundial no es obligatoriamente él que esperaban las partes del conflicto.  

Parece que, además de la importancia de Ucrania, el descontento en Occidente (sobre todo, en Washington) con la política independiente de Rusia, hemos llegado a un estancamiento en el desarrollo del orden mundial basado en la dominación de Occidente no solamente en el sentido geopolítico, sino también cultural y civilizacional.

Entiendo que no es una pregunta justa ya que Usted es el Ministro de Asuntos Exteriores y no quiere embarcarse en una flotación libre de especulaciones en cuanto a los problemas de la civilización, pero ¿tiene Usted la sensación de que estamos al borde de una “ruptura” fundamental, una reconstrucción de todo el sistema político internacional?

Respuesta: Hablando sobre las consecuencias y los aspectos globales posibles de la crisis ucraniana, la palabra “ruptura” no es muy apropiada. He mencionado varias veces en mis discursos que hoy se está estableciendo un orden mundial multipolar nuevo. No es que este proceso se terminará pronto, sino se hará una verdadera época histórica. Estoy convencido de eso.

Occidente ha debilitado significativamente sus posiciones globales, pero paralelamente mantiene una seria influencia en la economía, las tecnologías, el sector militar. Trata de compensar esta debilitación relativa de sus posiciones con la agresión aumentada drásticamente, ante todo, en el ámbito militar y político, y la supresión de los rivales con métodos ilegítimos.

Se trata justamente de las reglas en las que Occidente quiere basar un orden mundial subordinado a él. En Georgia los manifestantes pueden hacer todo, y en Moldavia no pueden nada. Los envenenamientos en las escuelas iraníes deben convertirse en un objeto de la investigación internacional, y las explosiones en los gasoductos Nord Stream es una anomalía, no hay que investigarla. Unos buques iraníes entraron en un puerto brasileño – es mal, pero los países soberanos tienen el derecho a elegir sus socios. ¿Por qué este principio no está aplicado a las relaciones entre la India, otros países y Rusia?

Un ejemplo más reciente. Hay un activista político, James Cleverly. En esta etapa encabeza el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido. El otro día dijo que las Islas Malvinas pertenecen a Gran Bretaña, porque sus habitantes votaron a favor de eso en particular. ¿Y los habitantes de Crimea no expresaron su deseo de reunificarse con Rusia? Podemos proporcionar una multitud de tales ejemplos.

Precisamente por eso les preguntamos a los colegas estadounidenses, europeos y británicos lo siguiente: si escriben en todos lugares “rules based world order” (el orden mundial basado en reglas), ¿podemos ver estas reglas? No podemos. Tampoco podemos ver la lista de apellidos de aquellas personas cuyos cuerpos fueron mostrados el 3 de abril de 2022 en la ciudad de Bucha, acompañados por la acusación de que Rusia fue la culpable. Bajo este pretexto, impusieron las sanciones en seguida. Hasta ahora no podemos hacerlos darnos por lo mínimo esos nombres. Nadie trata de ninguna investigación. Así como la investigación del crimen cometido el 2 de mayo de 2014 en Odesa, cuando 50 personas fueron quemadas vivas. Hay vídeos mostrando a los que lo hicieron.

Nadie no presentará una investigación (por lo menos, no la hará transparente) del incidente sucedido en Salisbury en 2018 ni documentos confirmando la versión declarada sobre el envenenamiento de Alexéi Navalny en 2020. Alemania dijo que no puede proporcionarlos. Había una explicación interesantísima. Cuando él fue traído a una clínica civil, no se diagnosticó nada, y en la militar algo fue encontrado. Pedimos que nos mostraran el análisis. Los alemanes nos contestaron que no pudieron, porque, en este caso, nos habríamos enterado de su nivel de conocimientos en la seguridad biológica.

Con tales órdenes, reglas, como se decía en los últimos días de la Unión Soviética, "así no se puede vivir".

Pregunta: Estoy seguro de que Moscú no quiere una escalada y está interesada en una solución razonable del problema ucraniano que sea basada en los intereses fundamentales de Rusia. ¿Tengo razón al creer que, incluso si eso resulta posible y sucede, no significará de ninguna manera que regresaremos al mundo que existía en el periodo después de la Guerra Fría y que Rusia insistirá y tratará de conseguir el establecimiento de un orden mundial fundamentalmente diferente?

Respuesta: No puede haber un regreso a lo viejo. Occidente dice también que están excluidos “los negocios habituales”.  No hay que persuadirnos de eso.  Hemos hecho todas las conclusiones ya hace mucho tiempo. El mundo no aprendió nada de las dos guerras mundiales del siglo pasado. Al nivel oficial, nosotros, nuestros líderes, nunca pusimos en duda con palabras ni insinuaciones la alianza que permitió vencer a Hitler.

Había muchos estudios, los científicos, políticos, opositores escribían que la ley de Préstamo y Arriendo no nos ayudó mucho, que el segundo frente fue abierto después de que se había confirmado que la Unión Soviética podría ganar por su cuenta. Se recordaba que ya antes del Pacto Ribbentrop-Mólotov, Francia e Inglaterra convinieron con Hitler en no agresión, intentando de redirigirlo hacia el este, y muchas otras cosas. La historia lo estudia. Pero nunca, en ningún discurso de nuestros dirigentes (incluido el Presidente de Rusia en sus ponencias del 9 de mayo en la Plaza Roja) no nos permitimos sembrar dudas acerca de la alianza que nos unió en la lucha contra Adolf Hitler.

Nuestros colegas occidentales, con mucha antelación a los sucesos actuales en Ucrania, se pusieron a hacer en el nivel oficial precisamente esta cosa, achacando la culpa igual a la Unión Soviética y Hitler. Se supone que el Pacto Ribbentrop-Mólotov fue el gatillo de la II Guerra Mundial. No se menciona en absoluto que París y Londres firmaron lo mismo con Hitler un año antes de eso. En los Acuerdos de Múnich el papel de Polonia se considera un tabú. En los manuales escolares de la historia el segundo frente fue fijado hace mucho tiempo como el momento decisivo de la II Guerra Mundial.

En 2020, cuando se celebraba el 75º aniversario de la victoria, en EEUU (tal vez lo hayan visto) fue emitida una moneda conmemorativa dedicada a la victoria del fascismo. En ésta fueron grabadas tres banderas: la estadounidense, la británica y la francesa. No está presente la bandera soviética ni rusa. Ni siquiera fue inscrito que alguien más luchó contra Hitler además de los tres países.

Puedo decir lo mismo sobre Alemania del tiempo anterior a los acontecimientos actuales. En nuestras conversaciones en diferentes niveles con los socios alemanes se ha observado una idea muy clara: “queridos amigos, Alemania ha pagado todo a todos. Ya no debemos nada a nadie.”

Ahora, al echar la mirada retrospectiva, uno llega a entender que no son episodios separados, aislados. El desmantelamiento de los monumentos, las manifestaciones en honor de los veteranos de las Waffen-SS en los países bálticos, las unidades flagrantemente neonazis y nazis con hombreras nazis en Ucrania. Se pasaron por alto completamente todas nuestras exhortaciones a mirarlo, juzgar, impedir la resurrección del fascismo. Las conclusiones que hacemos hoy deben considerar inevitablemente la versión de que Europa necesitó el nazismo de nuevo para dirigirlo contra nosotros o para usarlo como una herramienta para contener Rusia y no permitirla convertirse en una fuerza independiente.

No sé cómo será el orden mundial nuevo. Firmamos sinceramente los documentos conteniendo los principios que seguimos respetando hoy. Pero Occidente los pisoteó. Son la indivisibilidad de la seguridad, la inaceptabilidad de los intentos de fortalecer la seguridad propia en detrimento de la seguridad de otros y la inaceptabilidad de la situación cuando un país o una organización reclame la dominación en el escenario internacional. Es todo que fue suscrito en la OSCE en 1999. Después, escupieron en todo, lo pisotearon y dijeron que son los compromisos políticos. Sí, fueron suscritos por los Presidentes, cancilleres, primeros ministros. La indivisibilidad de la seguridad es un sinónimo del equilibrio de los intereses, cuando uno debe ponerse de acuerdo sobre el modo de vivir sin forzar a nadie a mostrar cada mes con quién se debe comerciar, decir si haya violado algunas prohibiciones trabajando en el marco del sistema de comercio global unido.

¿Por qué hoy se quiere reformar la Organización Mundial del Comercio? Porque aquellos de sus principios que han sido su fundamento, formulados, ante todo, por los estadounidenses, ingleses y sus aliados, ya no les convienen. China ha alcanzado mucho más que Occidente basándose en estos principios. China los venció por sus reglas. Ahora el funcionamiento de la OMC está bloqueado. Los estadounidenses toman medidas discriminatorias contra artículos chinos. China entabla acciones totalmente justificadas ante el Órgano de Solución de Diferencias. Los estadounidenses llevan muchos años impidiendo el trabajo de este organismo. Bloquean los nombramientos de personas necesarias para el quorum. Es un elemental "vandalismo pequeño". Hoy en día, en el G20 en la India (todo está apuntado), demandaron la reformación de la Organización Mundial del Comercio. ¿Quién se opondría a su reformación si no funciona?

Hablando del orden mundial nuevo, la arquitectura, oigo voces por aquí: ¿qué hacemos en la OMC en general? Hemos mantenido negociaciones por diecisiete años, nos costó sangre y sudor regatear la protección para nuestros sectores de la industria y servicios todavía no bastante desarrollados. Ahora nos dicen que según las normas de la OMC podemos comerciar, vender, comprar, pero la organización tiene una cláusula implicando que, si algún país considera alguna situación como una amenaza a su seguridad, entonces puede hacer lo que quiere. Por eso es inútil dirigirse a los tribunales.

Juntos con nuestros colegas del Gobierno y las estructuras económicas y financieras calificamos como similar una situación relacionada con las instituciones de Bretton Woods. Son una criatura de EEUU también. Cuando, tras la desaparición de la Unión Soviética, reconsiderábamos nuestra futura posición en el mundo, uno de nuestros objetivos fue insertarnos en la estructura de la sociedad civilizada. Hoy, en forma del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, ha congelado nuestras aportaciones, el capital en acciones. Nuestros intentos de entender qué hay que hacer con él en el futuro todavía no han tenido mucho éxito. Probablemente estuviéramos listos para destinarlo a una buena causa, aún más cuando el Banco Mundial tiene muchos programas de asistencia a los países en desarrollo. Pero los fondos rusos en el Banco Mundial en su estado congelado actual no pueden usarse ni siquiera con estos fines. No hace falta mencionar la justicia.  

Presten atención a los mensajes de los dirigentes chinos pronunciados un año después del inicio de la operación militar especial. China está a favor de la paz. Apreciamos sus exhortaciones a respetar la Carta de la ONU. Tomamos las mismas posturas. La interpretamos no parcial, sino plenamente, incluida la inaceptabilidad de que se menoscabe el derecho de los pueblos a la libre determinación.

Durante los últimos años, China empezó a subrayar el principio de la indivisibilidad de la seguridad en relación con el panorama global. No solamente en Europa según lo proclamado en 1999. Creo que, en términos filosóficos, coincide absolutamente con nuestro enfoque. Desarrollando nuestra coordinación con los amigos chinos en el escenario internacional, vamos a partir de que la indivisibilidad de la seguridad debe ser encarnada en los documentos de carácter jurídicamente vinculante. En principio, sí que existe tal documento. Es la Carta de la ONU. Allí está consagrada la igualdad soberana de los Estados. Pero no se realiza bien en la práctica.

En este sentido, tenemos que no solamente conseguir que todos los países se devuelvan a los orígenes estipulados en los objetivos y principios de la Carta de la ONU, sino también procurar que la misma ONU, representada por sus estructuras secretariales, entidades especiales, fundaciones, programas, refleje las realidades del mundo multipolar y no sufra la desmesurada influencia en sus acciones y el trabajo por parte de los mil millones de oro, es decir, la minoría global.


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