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Entrevista por escrito concedida por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al periódico brasileño O Globo, 28 de abril de 2025

717-28-04-2025

Pregunta: Uno de los objetivos de la presidencia rotatoria brasileña en el BRICS en 2025 es expandir el comercio entre los países miembros. ¿Qué posibilidades ve Rusia para ampliar el uso de monedas locales en los pagos comerciales?

Respuesta: Ante la acelerada fragmentación de la economía mundial es natural que los Estados del Sur y del Este Global reducen el porcentaje de monedas occidentales en los pagos entre sí. Nadie quiere sufrir de las sanciones que Occidente impone contra países “indeseables”, aprovechando su monopolio en los mercados financieros. Es inaceptable cuando divisas de reserva se utilicen como armas de competencia, y operaciones de pago (incluso las vinculadas con suministros de artículos socialmente importantes) se bloqueen por motivos políticos.

El BRICS se esfuerza por facilitar transacciones sin interrupción. Podemos hablar sobre buenos resultados. Por ejemplo, la proporción del rublo y monedas de países amistosos totalizó el 90% en las transacciones entre Rusia y los países del BRICS al término de 2024.

Entre nuestras prioridades está también la vertebración de mecanismos de pago sostenibles. La declaración de la Cumbre del BRICS celebrada en Kazán en 2024 menciona una Iniciativa de Pagos Transfronterizos, infraestructura de pago y compensación, compañía de reaseguro, nueva plataforma de inversiones. Dichas iniciativas buscan crear condiciones favorables para aumentar el comercio e inversiones entre los países del BRICS. Aspiramos a que su implementación continúe bajo los auspicios de la presidencia brasileña durante el año en curso.

Pregunta: ¿Sigue siendo una lejana posibilidad la idea de crear la moneda del BRICS?

Respuesta: Últimamente, la desdolarización se ha hecho una de las tendencias clave en el desarrollo de la economía mundial. Esto se debe a la desconfianza en los mecanismos financieros internacionales controlados por Occidente.

Es prematuro hablar sobre la transición del BRICS a una sola moneda. Nuestros esfuerzos conjuntos están dirigidos a crear una infraestructura de pago para transacciones transfronterizas entre los países del BRICS. En particular, se trata, según ya he subrayado, del uso más enérgico de divisas nacionales.

Podríamos volver a discutir la moneda común o unidad de pago del BRICS cuando haya condiciones financieras y económicas necesarias para esto.

Pregunta: Otro tema importante para el BRICS es fortalecer la gobernanza global y la multipolaridad. ¿Qué opina usted, qué los Estados del BRICS pueden hacer en este ámbito?

Respuesta: Desde su fundación en 2006, el BRICS se reforzó significativamente. Hoy es centro de armonización de intereses de los países líderes de la Mayoría mundial. En el BRICS se respetan con plenitud los principios de la igualdad, el respeto mutuo y el equilibrio de intereses de todos los participantes. Consideramos nuestra unión como uno de los pilares del mundo multipolar, un mecanismo crucial de la cooperación multilateral.

El BRICS atrae solamente los países que anhelan una asociación igualitaria para desarrollarse conjuntamente. Durante la presidencia rusa en 2024, se confirmó la decisión de los líderes de invitar Indonesia a ser miembro del BRICS. Se constituyó una categoría de socios de la unión que engloba, por ahora, nueve Estados.

Los países del BRICS se empeñan en ocupar el lugar de alguien, sino que buscan formar condiciones favorables para fortalecer sus capacidades. Entre otras prioridades de la unión está el apoyo a los países de la Mayoría Mundial para solucionar sus problemas acuciantes, así como incrementar la representación del Sur y del Este Global en el sistema de gobierno global.

Pregunta: Brasil aboga por ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Qué opinión tiene hoy Rusia sobre al respecto? ¿Respaldaría a Brasil para que obtenga el puesto del miembro permanente del Consejo?

Respuesta: Rusia parte de que es necesario reformar de manera calibrada el Consejo de Seguridad como uno de los órganos principales de la ONU que, según su Carta, asume la responsabilidad principal por mantener la paz y la seguridad internacionales.

Para nosotros, está completamente obvio que vertebrar un orden mundial multipolar supone expandir la representación en el Consejo de Seguridad de la ONU del Sur y del Este Global, es decir, países de Asia, África y América Latina.

Calificamos a Brasil, que aplica la política exterior independiente y es capaz de aportar una contribución considerable a la solución de problemas internacionales, de digno candidato para ser miembro permanente en el CS de la ONU. Además, apoyamos la candidatura de la India al tiempo que se dé una resolución positiva en relación con la representación del continente africano en el Consejo.

Aprovechando la oportunidad, quisiera subrayar que nos oponemos a que se concedan puestos adicionales a países occidentales y sus aliados, porque ya hay demasiados de ellos en el Consejo de Seguridad. No estamos listos para secundar las candidaturas de Alemania y Japón, porque en estos países renace la ideología del militarismo y se aplica la política flagrantemente inamistosa hacia Rusia. 

Pregunta: Durante las consultas entre los departamentos de planificación en política exterior del MAE del BRICS, la delegación rusa mencionó las negociaciones con EEUU sobre el conflicto en torno a Ucrania. ¿Qué posibilidades ve usted para que resulten en negociaciones entre Rusia y Ucrania sobre el término del conflicto?

Respuesta: Al contactar con los representantes de la Administración de EEUU, contamos en detalle sobre las causas subyacentes y la génesis de la crisis ucraniana. Aclaramos nuestra visión de los parámetros de su arreglo final, teniendo en cuenta los intereses legítimos de Rusia, ante todo, en la seguridad y los Derechos Humanos.

Tenemos la impresión de que los interlocutores estadounidenses empiezan a comprender mejor la postura de Rusia relativa a la situación en torno a Ucrania. Contamos con que esto les ayude a dialogar con Kiev y ciertos países de Europa. El pasado 17 de abril, en París, tuvo lugar tal contacto, y el Secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, me informó sobre él en el mismo día. Me aseguró que las discusiones transcurrieron con espíritu de las consultas anteriores entre Moscú y Washington.

Seguimos estando abiertos a las negociaciones. Pero la pelota no está en nuestro lado del campo. Por ahora, Kiev no muestra que es capaz de llegar a un acuerdo. En caso contrario, ¿cómo se puede explicar lo que las FF.AA. de Ucrania fracasaron en cumplir con la moratoria de 30 días sobre ataques contra instalaciones de energía (entre el 18 de marzo pasado y el 17 de abril pasado), ni la tregua pascual de 30 horas (desde las 18.00 del pasado 19 de abril hasta las 00.00 del pasado 21 de abril)? El régimen de Zelenski ha puesto de relieve que carece de voluntad política para conseguir la paz y no quiere negarse a continuar con la guerra, sostenida por los círculos rusófobos de varios países comunitarios, ante todo, Francia y Alemania, así como Gran Bretaña.

Pregunta: ¿Cree que otros países podrían ser incluidos en las futuras negociaciones de paz, como, por ejemplo, Brasil que mantiene el diálogo con ambas partes?

Respuesta: Rusia aprecia la determinación de nuestros socios de contribuir a la creación de condiciones para arreglar pacíficamente la crisis ucraniana. Presentaron iniciativas de esta índole más de 20 Estados y varias organizaciones regionales de América Latina, Asia y África.

Entre ellos estuvo Brasil. En enero de 2023, el Presidente Lula da Silva expresó la idea de crear un formato de negociaciones multilateral. Se puede decir que esta idea se reflejó en la iniciativa brasileña y china de establecer el Grupo de Amigos de la Paz en Ucrania en la plataforma de la ONU. Poco a poco, sus actividades están cobrando impulso. Se celebraron tres reuniones de esta plataforma. Hay razones para suponer que tiene una oportunidad de hacerse un club prestigioso de los países del Sur y del Este Global.

Es importante que todos los participantes del Grupo de Amigos piensen en las causas primordiales de la crisis y se guíen por los principios de la Carta de la ONU en su totalidad e interconexión. No se puede examinar el principio de la soberanía y la integridad territorial de Estados sin tomar en cuenta el derecho de pueblos a la libre determinación y la protección de los Derechos Humanos sin importar el idioma, la raza, el género y la religión.

Pregunta: ¿Qué condiciones necesitaría Rusia hoy para sentarse a la mesa de negociaciones con Ucrania?

Respuesta: En parte, ya he contestado a esta pregunta. Fue precisamente Kiev la que salió del proceso de negociaciones en abril de 2022. Lo hizo por exigencia de sus patrocinadores occidentales. Luego, en septiembre del mismo año, Zelenski prohibió legislativamente negociar con Rusia. La prohibición todavía está en vigor. Habrá que anularla para reanudar las negociaciones. En la reciente entrevista con el canal CBS News, Zelenski volvió a oponerse a las negociaciones con nuestro país. Me permitiría citarlo: “No podemos confiar en Rusia. No podemos confiar en las negociaciones con Rusia”.

Es bien sabida nuestra postura relativa al arreglo. Partimos de que la no adhesión de Kiev a la OTAN, la corroboración de su estado neutral y no alineado según la Declaración de soberanía de Ucrania de 1990, es uno de los dos fundamentos para que la crisis ucraniana sea arreglada de manera definitiva y la que responda a los intereses de seguridad rusos. Lo segundo es superar las consecuencias que provocó el gobierno del régimen neonazi en Kiev, formado tras el golpe de Estado de febrero de 2014, incluidas sus actividades para exterminar legislativa y físicamente todo lo ruso, es decir, la lengua, los medios, la cultura, las tradiciones y la ortodoxia canónica.

Es imperativo que se reconozca a nivel internacional lo que Crimea, Sebastópol, la RPD, la RPL, las provincias de Jersón y Zaporiyia pertenecen a Rusia.

Todos los compromisos de Kiev deberían ser jurídicamente formalizados, tener mecanismos de garantía y ser de carácter indefinido.

Están en la agenda los objetivos de desmilitarizar y desnazificar Ucrania, abolir las sanciones, acciones judiciales y órdenes de arresto, devolver los activos rusos congelados en Occidente.

Además, nos esforzaremos por conseguir unas confiables garantías de seguridad para la Federación de Rusia de las amenazas planteadas por las actividades hostiles de la OTAN, la Unión Europea y algunos de sus Estados miembros en nuestras fronteras occidentales.

Pregunta: ¿Qué opina sobre el papel y las acciones de los países de la Unión Europea y EEUU en el contexto actual del conflicto entre Rusia y Ucrania?

Respuesta: La Unión Europea continúa apoyando al régimen kievita de manera abarcadora. Bruselas percibe como pérdida geopolítica cualquier otro resultado, excepto la derrota incondicional de Moscú. La UE parte de que la negativa a respaldar a Ucrania se verá como confirmación de su ineptitud estratégica. En otras palabras, la burocracia de Bruselas prioriza la tentativa de salvar su reputación manchada ante los intereses de alcanzar una paz justa y duradera.

En vez de facilitar el arreglo, la UE busca socavar los acuerdos bajo el pretexto de que no se la invita a las negociaciones. Simultáneamente, la UE se está preparando para enviar contingentes de Estados de la OTAN a Ucrania, pese a nuestras advertencias de que es inaceptable hacerlo. Sigue enviando armamentos a Kiev. Planea aumentar las capacidades de su industria militar. Se congregan unas “coaliciones de los dispuestos”, se abordan las posibilidades de crear mecanismos extrapresupuestarios para adquirir nuevos armamentos para Kiev.

En este contexto, provoca cierto optimismo el hecho de que, a diferencia de la Administración de Joe Biden que nutrió al régimen kievita de armas letales y arrastró enérgicamente a Ucrania en la OTAN, la Administración estadounidense actual procure entender las causas subyacentes de la crisis. El Presidente Donald Trump ha declarado repetidamente que, si la Administración anterior no hubiera arrastrado a Ucrania en la OTAN, no se habría producido el conflicto. Moscú y Washington continúan con el diálogo buscando vías de arreglo. Esperamos que dé resultados mutuamente aceptables.

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