Discurso pronunciado por el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en las primeras “Lecturas en memoria de Evgueni Primakov”, Moscú, 29 de octubre de 2015

Amigos,

Me agrada mucho estar aquí. Apoyo enérgicamente esta iniciativa. Estoy convencido de que arraigará y llegará a convertirse en una tradición.

Se suele considerar que la importancia de tal o cual personalidad únicamente se revela a posteriori, es decir, tras su fallecimiento. Sólo entonces queda evidente la huella que dejó en la vida. En mi opinión, no es el caso del señor Evgueni Primakov, quien en vida obtuvo reconocimiento no sólo en nuestro país, sido también a nivel internacional en calidad de uno de los políticos más destacados de la actualidad.

Evgueni Primakov no sólo era un político de envergadura mundial, sino que emanaba de él, y es un factor de especial relevancia, emanaba de él una energía positiva que concedía un carácter constructivo a los procesos en los que participaba.

Por supuesto, entró en la Historia como el presidente de Gobierno ruso que en una época muy complicada para el país supo estabilizar la situación económica. Acaba de comentar este mérito el señor Ziugánov. Le pertenece también otro avance: la postura independiente de Rusia, en sentido literal y en el simbólico, durante la crisis en los Balcanes. Diría, sin embargo, que como más le recuerdo al señor Primakov es como a pensador. Lo expresó de forma muy precisa el presidente Vladimir Putin “tenía una visión global, abierta y atrevida”. No todos pueden ostentar esta capacidad. Concede especial importancia a sus reflexiones y múltiples labores el hecho de centrarse todas ellas en la defensa de los intereses de nuestro país y de su futuro, así como una profunda sinceridad intelectual.

Si no me equivoco, se ha hablado ya mucho del legado del señor Primakov que tenía el grado de académico. Se extiende a las esferas de la economía, las finanzas, la administración del Estado, siendo dedicada la mayor parte de sus investigaciones y su vida a la política exterior. Por esta razón considero completamente justificada la iniciativa del Insituto para los estudios de la Economía Mundial y las Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia de celebrar anualmente las “Lecturas en memoria de Evgueni Primakov”. Fueron creados por la iniciativa del señor Primakov los marcos organizativos que permiten llevar a cabo el análisis integral de la situación internacional. Me refiero a la creación del Departamento para problemas globales y relaciones internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia y del Centro para análisis de situaciones de la Academia de Ciencias de Rusia.

 Se ha dicho mucho sobre la aportación colosal del señor Primakov a la formación de los principios básicos de la doctrina del actual Estado ruso en la esfera de la política internacional. Sus enciclopédicos conocimientos, extensas experiencias, una afinada intuición y el entendimiento de los orígenes que tienen distintos acontecimientos en la arena internacional le permitieron formular el concepto del mundo multipolar y propiciaron su puesta en práctica. Me acuerdo de cómo en un principio, tanto en nuestro país como en el extranjero, esta idea se recibió con escepticismo por no encajar aparentemente con los elementos del mundo unipolar de aquel momento. Hoy, sin embargo, el hecho de que se está avanzando hacia el modelo internacional policéntrico es aceptado por la mayoría de los políticos y los estudiosos de peso.

Y ello es muestra del tamaño de su personalidad, de su capacidad de asumir el verdadero liderazgo intelectual. Lo reconocen tanto los correligionarios y los estudiantes del señor Primakov, como aquellas personas que muchas veces se pronunciaban en contra de sus ideas. El diario británico The Economist señaló tras el fallecimiento de Evgueni Primakov que su nombramiento ministro de Asuntos Exteriores de Rusia fue calificado en Occidente como la confirmación por Rusia de su condición de gran potencia. Me lo dijo también en enero de 1996 Henry Kissinger, enseguida después de que el señor Primakov fuera nombrado ministro. Coincidimos en Nueva York en una comida ofrecida por el Embajador de Israel. Se acababa de saber que Evgueni Primakov asumiría la Cartera de Exteriores y alguno de los allí presentes le preguntó al señor Kissinger qué opinaba sobre el particular, dado que el anterior ministro de Asuntos Exteriores de nuestro país le convenía mucho a Occidente. El nuevo ministro, en cambio, tenía una postura bien distinta. A lo cual contestó Henry Kissinger que siempre había preferido tratar con personas que tenían claros los intereses nacionales de su país. Fue en 1996.

Evgueni Primakov promovió de forma decidida y consecutiva la independencia de la política exterior rusa, dándose perfecta cuenta de que el desarrollo histórico, junto con la situación geográfica y la cultura política no nos dejaban otra opción. Rusia siempre ha sido un importante actor a nivel global, ha marcado los límites del sistema de relaciones internacionales en condiciones altamente cambiantes y lo seguirá haciendo. Precisamente de este postulado ha partido siempre el señor Primakov.

Su postura fue continuación lógica del concepto de la política exterior rusa consistente de múltiples vectores de actividad política que también parte del legado de Evgueni Primakov. Se plasmó en la Estrategia de la política exterior de Rusia y en otras doctrinas. En el mundo global sería imposible imaginarse una independecia y libertad de maniobras auténticas, si únicamente se orienta a una dirección geográfica o geopolítica. Hoy seguimos desarrollando las iniciativas de Evgueni Primakov, me refiero, en concreto, a su brillante idea de promover la cooperación en el formato tripartita Rusia – la India – China. En base a este trío se formaron los BRICS, un organismo que se está convirtiendo en uno de los principales centros de este mundo multipolar. A pesar del escepticismo que se percibía de todas partes, los BRICS siguen evolucionando con dinamismo, asumiendo el papel de uno de los más importantes elementos del actual modelo geopolítico del mundo.

 Evgueni Primakov dedicó muchas fuerzas y tiempo al refuerzo de la cooperación con los países vecinos, las antiguas repúblicas de la URSS. Veía con claridad todas las ventajas que iban asociadas a la creación de un espacio compartido en base a intereses entrelazados.

Nada está más lejos de la verdad que los intentos de representar a Evgueni Primakov como un amante de la confrontación que buscaba sacar provecho del aumento de tensiones. Su decisión de interrumpir el vuelo con destino a EEUU, para volver a Rusia, no fue un llamamiento a la confrontación con Washington, sino una señal inequívoca de que las relaciones con nuestro país sólo pueden ser vertebradas en base paritaria y respeto mutuo. El señor Primakov era partidario del promover de forma minuciosa e incesante la polifacética cooperación con todos los interloctuores de Rusia, incluida la Unión Europea y EEUU. Estaba convencido de que, sin una cooperación verdadera, una que hundiera sus raíces en la posguerra, sería imposible superar los desafíos de la actualidad. Me gustaría creer que este planteamiento suyo también se esté abriendo el camino, ganando cada vez mayor número de partidarios en los países occidentales.

Evgueni Primakov consideraba que la interacción de los “actores externos” representa una condición necesaria para la superación de los múltiples problemas del Oriente Próximo. El desarrollo de los acontecimientos en la zona confirma plenamente su criterio. Estamos presenciando como acciones mal sopesadas y unilaterales propician una mayor degradación de la situación en Oriente Próximo y norte de África, ampliando el espacio dominado por la inestabilidad y la anarquía. Nuestra iniciativa de coordinar todos los esfuerzos, capaces de aportar a la eliminación de los desafíos de la actualidad y al refuerzo de la seguridad, la amenaza terrorista en primer lugar, sigue siendo tema de negociaciones. En menos de una hora viajaré a Viena, para asistir a una reunión largamente acordada. Por fin se ha conseguido reunir a todos los actores principales, incluidos los representantes de los cinco miembros permanentes, Irán, Egipto, países del Golfo Pérsico e Iraq. Nos inspiraremos en el ejemplo de Evgueni Primakov en este proyecto, al igual que en muchos otros.

Por supuesto, hemos de seguir estudiando y desarrollando las extensas experiencias, el legado intelectual, las evaluaciones y propuestas formuladas por Evgueni Primakov sobre el tan amado por él Oriente Próximo, cuyas vivencias nunca ha dejado de tomarse muy a pecho. Recordamos cuánto hizo para que la región no se hundiera en el pantano del conflicto. Su repleta agenda de ministro de Exteriores no le impedía seguir en detalle los procesos que se operaban en el mundo árabe e islámico.

A modo de resumen, me gustaría decir algunas palabras sobre el método diplomático de Evgueni Primakov que englobaba las tradiciones del servicio altamente profesional. Nunca ha aceptado actitudes simplificadas y reducidas a “lo blanco y lo negro”, insistiendo en entrar en detalles y concediendo gran importancia a los contactos personales con los Jefes de Estado y ministros de Asuntos Exteriores. Consideraba con toda razón que la política exterior de un país como Rusia sólo puede ser sutil, sopesada, inteligente y perspicaz. Nunca se echó para atrás en caso de fracasos, buscaba aprovechar todas las oportunidades y soluciones inesperadas y luchaba literalmente hasta el último instante. Es decir, era un verdadero maestro del arte de la diplomacia.

Evgueni Primakov es una de las personas cuya fama nunca se extingue. Vivirá en nuestros corazones para siempre.

Gracias.