Intervención del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ante el grupo de veteranos y los diplomáticos jóvenes del MAE de Rusia que participan en el acto patriótico en la Región de Smolensk, Moscú, 11 de octubre de 2011

Queridos amigos,

Junto con el Consejo de Veteranos del MAE de Rusia y con el apoyo del Consejo de Venéranos de Moscú continuamos con el acto patriótico en vísperas del 70º aniversario de la batalla de Moscú. Es una etapa crucial en la historia de la Gran Guerra Patria y la Segunda Guerra Mundial. La batalla no tenía precedentes por su crueldad, por el heroísmo manifestado por nuestra gente. Sentó el fundamento de la victoria habiendo detenido la máquina militar de los hitlerianos.

Hoy comenzamos este acto aquí, en la Plaza Smolensk. Es muy importante recordemos siempre a quienes el 4 de julio de 1941, un día después del llamamiento del Consejo Estatal de Defensa, se inscribieron en la milicia popular. Entre ellos figuran 63 funcionarios del Comisariato Popular de Asuntos Extranjeros: diplomáticos, funcionarios administrativos y técnicos y todos los egresados de la Escuela Diplomática Superior. Cada cuarto dio la vida en la Región de Smolensk.

El acto que arranca hoy, viaje por los lugares de la gloria militar en que participan funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia es una iniciativa importantísima que hemos apoyado. El que participarán los veteranos y los miembros del Consejo de Jóvenes Diplomáticos del MAE testimonia que la vinculación de las generaciones y la continuidad de nuestra memoria de quienes combatían.

Queridos amigos,

Ustedes visitarán Viazma, el Campo de la Virgen donde hace 70 años, el 10 de octubre de 1941, se produjo una batalla horrible. En aquel entonces los milicianos y los militares consiguieron detenerla marcha hacia Moscú, impedir que se rompiera el anillo de la resistencia antes de que llegara el refuerzo. Les pedimos que estando en Viazma, Yeletz, Ozerische y Ushakov hagan una profunda reverencia a los veteranos de la labor militar, los dirigentes locales y el público por lo que conservan cuidadosamente la memoria de los caídos manteniendo los monumentos en el estado digno. Es garantía de nuestra vida futura y de que las gentes nacidas en la Rusia contemporánea no serán ruines y siempre recordarán a quienes les regalaron la vida y el bienestar.

Buen viaje, y esperamos sus impresiones.