Comentario de Zaharova M. V., el Director Adjunto del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, en relación con la situación en Siria
Siria continúa una sangrienta confrontación de las fuerzas del gobierno con las fuerzas armadas de la oposición.
Las regiones periféricas de la ciudad más grande del país, su capital económico – la ciudad de Alepo, durante una semana están en el centro de los acontecimientos. La ciudad trató de ser invadida por los grupos armados ilegales, cuyos líderes, al parecer, esperaban convertir Alepo, que se encuentra en las proximidades de la frontera sirio-turca, en su bastión. Miles de personas se vieron obligados a huir de los distritos ocupados, dejando su propiedad. Algunos influyentes clanes tribales locales cogieron las armas para defenderse.
En Moscú están muy preocupados por este peligroso desarrollo de acontecimientos lleno de violencia, la expansión de los marcos y la ferocidad de la guerra civil. El sufrimiento de la población pacífica en Siria es cada vez mayor. La vida en Alepo está parcialmente paralizada.
En esta situación creemos que es muy importante hacer todo lo posible para detener el derramamiento de sangre, la muerte de las personas inocentes. En este sentido están demandados los esfuerzos de las organizaciones internacionales y humanitarias, de la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en Siria con el fin de hacer más fácil, aunque sólo sea temporal y parcialmente, los desastres de los residentes de Alepo y otras ciudades y pueblos, que se convirtieron en el escenario de los enfrentamientos violentos.
Nos preocupan los informes que indican que los militantes reciben desde el extranjero las armas de gran calibre, como sistemas portátiles de defensa aérea, que pueden ser utilizados contra los objetivos civiles. El video rodado en Internet con las imágenes del fusilamiento grupal por los militantes de los partidarios desarmados capturados del presidente B. Assad, de la focalización de los cuerpos de los policías muertos en Alepo nos demuestra de un modo evidente en qué manos están las armas. Casi nadie duda de que los autores de estas atrocidades están más allá de la ley y de la moralidad humana.
Una vez más tenemos que afirmar que la ayuda y el apoyo proporcionados a la oposición armada contradicen a las resoluciones de consenso del Consejo de Seguridad en Siria, y al plan de K. Annan que se basa en una resolución pacífica mediante las negociaciones y el diálogo sin promover una actividad sangrienta de las formaciones armadas ilegales de Siria.
El 3 de agosto de 2012