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Entrevista del Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, para el programa “Vesti v Subbotu” (Noticias del Sábado) con Serguéi Brilev, Moscú, 29 de marzo de 2014

693-29-03-2014

Pregunta: Una vez que el "gran G-7" anunciara su salida del G-8, se lanzó el eslogan de que Rusia quedaba aislada internacionalmente. ¿Confirma esta teoría la votación en la Asamblea General de la ONU de cien países "en contra" de Rusia?

Serguéi Lavrov: Aislamiento es un término que emplean nuestros socios de occidente, que actúan partiendo de ambiciones neo-imperialistas nostálgicas. En cuanto algo se sale de su criterio, recurren al "garrote" de las sanciones. Ya no están los tiempos para eso. Hay que pensar, no en aislar a los socios, sino en involucrarlos sin exclusiones para hacer un trabajo en equipo.

Lo que me sorprende es la obstinación con la que se empeñan, no tanto en buscar elementos que confirmen que Rusia se queda aislada, sino en crearlos artificialmente. He visto mucho en mi vida, pero me pasma el celo con el que países que son serios se lanzan con toda su potencia diplomática a "poner contra la pared" a todo el mundo, incluyendo a los que son socios nuestros próximos, aduciendo como argumento que la integridad territorial es inmutable e inviolable, al tiempo que hacen caso omiso de otros principios de la Carta de Naciones Unidas. ¡Cuánta energía malgastada de las instituciones oficiales!

La votación de la Asamblea General de Naciones Unidas se encuadra dentro de este mismo esquema. Se combinan varios métodos. Para empezar, se les aconsejó a nuestros vecinos ucranianos que redactaran un texto conciliador y moderado al máximo presentando de forma positiva la necesidad de respetar la integridad territorial de Ucrania. ¿Quién se iba a oponer? No es verdad ni la mitad, sólo una pequeña parte. Usted y nuestros espectadores saben de lo que estamos hablando. Después van diciendo a los ingenuos: "Mira que buena resolución, firma y sé un co-autor de ella". A los que tienen más experiencia y entiende de qué va el juego les dicen: "Si no apoyas esta resolución, habrá consecuencias." Y nombran cuáles serán. Lo sabemos. Se nos han acercado colegas y nos han explicado confidencialmente por qué algún país que otro, que no es demasiado fuerte, se ha visto obligado a rendirse. Por ejemplo, que no se firmarán ciertos contratos o que se les retirarán ciertas prebendas políticas. Si tenemos en cuenta que el grupo de occidente, en su amplio sentido, incluyendo Australia, Nueva Zelanda, Japón y una serie de países, está compuesto por cuarenta países aproximadamente, con países que no son grandes, entonces queda media centena de países a los que se les ha "puesto contra la pared" o se les ha convencido de alguna forma.

Tenemos una especie de sentimiento negativo en relación con estas delegaciones. No afectará a nuestras relaciones con ellos. Tampoco puedo dejar de mencionar otra cifra –cerca de setenta países no apoyaron la resolución.

Pregunta: Y por otra parte, los que no participaron en la votación en absoluto suman 93 países.

Serguéi Lavrov: El resultado de la cuenta es mitad y mitad. La propaganda occidental, porque no se puede calificar de otra manera a esta maquinaria que trabaja en el ámbito de los medios de comunicación, lo califica como una colosal victoria. Pero ya sabemos cuál es el precio de estas victorias.

Pregunta: Cien países "en contra" de Rusia. Noventa y tres países que en suma se manifestaron "a favor de Rusia" porque se "abstuvieron" o no participaron. Entre ellos probablemente haya países valientes que actuaron así a pesar de las presiones.

Serguéi Lavrov: No cabe duda de que es un acto de valentía. En absoluto es una actitud anti-occidental ni anti-ucraniana. Indica una profunda comprensión de lo que está pasando por parte de aquellos que no se han adherido al voto "a favor", y sobre todo de los que han votado "en contra". No tiene nada que ver con la integridad territorial ni con Ucrania.

Pregunta: Hace tres semanas, en el programa "Noticias del sábado", el representante permanente de la Federación de Rusia en la ONU, Vitali Churkin, dijo que en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Rusia contaba con el apoyo moral de la República Popular China. Pero luego China se abstuvo en la votación. Más adelante, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, mantuvo un encuentro con el Presidente de RPC, Xi Jinping en el que, según me comunicaron mis colegas occidentales, los estadounidenses persuadieron a los chinos para que renunciara a los contratos de gas con Rusia. Esto fue seguido por su reunión con Xi Jinping. ¿Qué es China para Rusia?

Serguéi Lavrov: Para nosotros China es un socio cercano. Todo está por escrito en documentos conjuntos. Tenemos unas relaciones de interacción estratégica y una asociación que abarca muchos planos. Es así como están formuladas. Todas las medidas que adopta China en la práctica corroboran su compromiso con los principios que hemos acordado. Si realmente, incluso en las altas esferas, los estadounidenses, según sus palabras, han intentado hacer que China reconsidere sus acuerdos con la Federación de Rusia, el grado de ingenuidad o de descaro simplemente se pasa de la raya. Yo diría incluso que es imperdonable para los profesionales que preparan este tipo de negociaciones no entender la esencia de la política china, la esencia de su carácter.

La República Popular China dijo desde el principio que examinaría la situación teniendo en cuenta todo el conjunto de factores históricos y políticos. China declaró categóricamente que no aceptaba que no se resolviera el problema por la vía política y se recurriera a la presión de las sanciones. Nuestros contactos con los socios chinos demuestran que no solamente comprenden los intereses legítimos de la Federación de Rusia en toda esta historia, sino que además tenemos una visión idéntica de las causas que han originado la profunda crisis actual de Ucrania. No hay ningún género de duda. El Presidente Vladímir Putin mantuvo una conversación telefónica con el Presidente Xi Jinping. El 24 de marzo, "al margen" de la Cumbre de Seguridad Nuclear, yo mismo me reuní con el Presidente de la RPC y también hablé con los ministros de asuntos exteriores de los países BRICS.

Pregunta: ¿Se acordó una declaración común de los BRICS en La Haya?

Serguéi Lavrov: La declaración de la Presidencia de los BRICS –la República Sudafricana, con la que intervino la Ministra de este país tras nuestra reunión.

Pregunta: El sábado pasado, en nuestro directo, dimos la noticia de que se había llegado a un acuerdo sobre el mandato de la misión de la OSCE en Ucrania. ¿Cuál era la causa de que Rusia no estuviera dispuesta en un principio a apoyar esta propuesta? ¿De qué se va a ocupar ahora esta misión?

Serguéi Lavrov: Yo diría que en un principio no estaban dispuestos a apoyar esta misión nuestros socios occidentales y ucranianos.

Pregunta: No obstante, como siempre, se le dio la vuelta –Rusia contra el resto de Europa.

Serguéi Lavrov: Estamos acostumbrados. El talante "orwelliano" sigue vivo estos días. Rusia estaba dispuesta a enviar esta misión una semana antes de que finalmente se tomara la decisión. Sin embargo, nuestros socios exigían con una obstinación inexplicable, dado que al mismo tiempo para todos todo estaba muy claro, que debíamos incluir en la misión de la OSCE necesariamente la asistencia de Crimea como parte de Ucrania. Puede que tengamos una visión muy diferente de la situación, puede que no acepten la decisión que adoptó la Federación de Rusia como respuesta a la libre voluntad de los ciudadanos de Crimea con el apoyo de una abrumadora mayoría de la población. Para nosotros sí que está clara esta postura, así es la vida. Pero no entender la política real y exponernos unas exigencias absolutamente a la desesperada, en un momento en el que habíamos declarado que aceptaríamos la decisión de los crimeos según los resultados de su libre elección, y decirnos "vale, no importa lo que haya dicho el Presidente, venga, firmad que la misión irá a Ucrania incluyendo a Crimea" es una insolencia diplomática o una total ineptitud diplomática.

Pregunta: Moscú a su vez, insistió en que la misión no sólo viajara al este, sino también al oeste de Ucrania. ¿Se ha conseguido que sea así?

Serguéi Lavrov: En vista de la destreza de nuestros colegas occidentales para jugar con las palabras y las interpretaciones de las formulaciones, cosa que han demostrado más de una vez, insistimos en apuntar no simplemente "misión en Ucrania" sino incluir también las ciudades y regiones a las que irá esta misión. Naturalmente, en el recuento se incluyen las ciudades del este y el oeste. Y, claro está, no hay ningún punto de población que esté localizado en el territorio de la República de Crimea de la Federación de Rusia.

Pregunta: Puede que por fin "el tren se puso en marcha", no solamente en lo que se refiere al envío de una misión de la OSCE a Ucrania, sino también en cuanto a que las nuevas autoridades ucranianas (pondremos entre comillas lo de su legitimidad y les aplicaremos el término autoridades) se han puesto a la labor con el "Sector de Derecha" de lo que hemos sido testigos en las últimas 36-48 horas.

Serguéi Lavrov: Llevamos mucho tiempo pidiéndolo. Más vale tarde que nunca, así es indudablemente. Durante más de un mes he planteado a nuestros socios occidentales el tema del "Sector de Derecha" y la necesidad de desligarse de los radicales, haciéndoles una pregunta muy sencilla: "Si están de acuerdo con que es necesario normalizar la situación, ¿por qué no pueden denunciar públicamente lo que representa el "Sector de Derecha"? Y en general, también el partido "Svoboda" en cuyo programa se incluye una referencia a la declaración del 30 de junio de 1941, proclamando la política de apoyo a las acciones de la Alemania nazi para establecer un nuevo orden mundial. De acuerdo con sus estatutos estos son todavía los principios a los que se adhiere este partido.

Ante nuestros ruegos de que, como mínimo, para empezar, se señalara la relación con estos personajes y ejercieran su influencia en este sentido sobre los que se consideran el poder en Kiev para que se saque este tema, no hemos conseguido más que respuestas extrañas. Al principio, nuestros colegas esquivaban la respuesta, luego, en una de las reuniones que mantuve recientemente, creo que fue en Londres, con el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry me dijo que habían estudiado atentamente todo el asunto y que creían que el "Sector de Derecha" aspiraba a convertirse en un movimiento político. El texto entre líneas era: no pasa nada, "Svoboda" se mueve hacia la corriente principal. Eso fue lo que se dijo. Asistió al encuentro mucha gente, de manera que no estoy revelando ningún secreto. Por mi parte, presenté ejemplos como contrapartida de lo que está ocurriendo con estas asociaciones. Desde las arengas que se han hecho públicamente contra los rusos, invitando a darles un tiro en la frente, matarlos e insultarlos, hasta las palizas que se han registrado incluso en el este de Ucrania, donde los seguidores de estos grupos se sienten "como en casa".

En cuanto a lo que ha sucedido estos días, ojalá que todas las declaraciones y acciones del gobierno tengan como resultado una labor educativa junto con nuestros socios occidentales. Lo vuelvo a repetir, más vale tarde que nunca.

Veamos que sale de todo esto y si se consigue dominar a aquellos en los que se han apoyado los que han tomado el poder para llegar a la posición en la que están. Lo que está pasando en la Rada Suprema estos días, en los que el "Sector de Derecha" ha vuelto a rodear esta alta institución, exigiendo la dimisión del ministro de interior por la muerte de Sashko Bily, a quien han enterrado como a un héroe nacional, también da para hablar. Por mucho que se quiera relacionar su muerte con cuestiones concretas (como cualquier hecho semejante, ha de ser investigado exhaustivamente), tampoco hay que perder de vista que este fervor de moralidad surgido con su muerte está rodeado de las personas vinculadas al "Sector de Derecha" y de los principios que todos conocemos, es bastante alarmante.

Me ha sorprendido mucho precisamente estos días que, mientras se daba la noticia del asedio de la Rada Suprema y se comentaba lo que estaba pasando entre el "Sector de Derecha" y los representantes del parlamento ucraniano en nuestras televisiones, incluyendo este canal, y no se hablaba más que de ello, al mismo tiempo en el canal "Euronews" no se decía ni media palabra de ello, y en Ucrania aparecía en tercer o cuarto lugar en relación con el crédito que le ha propuesto el FMI.

Desgraciadamente también aquí hay material para hablar. Trataremos de llevar la verdad dando un rodeo para compararnos con los principales medios de comunicación de occidente. Le deseo que el rodeo que dé usted esté bien señalado.

Pregunta: Hablando de rodeos, éste es otro tema aparte: está en vigor la prohibición a las redes de los operadores ucranianos de emitir las señales de los canales rusos. Al principio, fue condenado por la OSCE. Y tengo entendido que se mencionó el tema también en sus conversaciones con los socios occidentales. Sin embargo parece como si se hubiera aparcado la cuestión ante otras prioridades. Se ha empezado a decir que hay intereses nacionales en virtud de los cuales se puede permitir cierta censura de los espacios en directo. Estoy citando lo que dijo la representante de la OSCE.

Serguéi Lavrov: Sí, se llama Dunya Mijatovic. Francamente, si ocupa el cargo de Representante de la OSCE para la libertad de prensa debería sentirse más libre a la hora de emitir sus juicios y no entrar en este tema. Es una pena que se haya justificado el cierre de varios canales rusos. Resulta que se puede cerrar un canal si de lo que se trata es de proteger los valores fundamentales. Por otra parte, las reiteradas peticiones que hemos dirigido a Dunya Mijatovic en el pasado con motivo de la inadmisibilidad de las marchas bajo las consignas fascistas y neonazis en una serie de países de la OSCE han permanecido sin respuesta ante el pretexto de la libertad de expresión. Por lo visto, en opinión de Dunya, me refiero a Dunya Mijatovic, la organización de cuatro canales es más peligrosa que las manifestaciones neonazis en el Báltico y en otros países, incluyendo Alemania.

Pregunta: ¿Dónde es posible el compromiso con la comunidad occidental? Si trazáramos una diagonal, Rusia estaría en un lado y EE.UU. y Occidente, en el otro. ¿En qué punto de esta línea se podrían estrechar la mano usted y sus colegas?

Serguéi Lavrov: No creo que nuestra conversación esté separada ahora mismo por ninguna línea. Al fin y al cabo estamos acercando nuestros planteamientos. La última reunión con el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, en La Haya y mis contactos con Alemania, Francia y otros países son una muestra de que nos asomamos al contenido de una posible iniciativa conjunta que podemos proponer a nuestros colegas ucranianos. Es afinar bastante, ya que hasta ahora nuestros socios lo único que proponían era crear una especie de grupo de contactos en el que, siendo ellos observadores, Rusia y los que detentan el poder ahora en Kiev, se tendrían que poner de acuerdo. Es un formato totalmente inadmisible ya que no se trata de eso en absoluto. Lo que está pasando ahora en Ucrania es consecuencia de una profunda crisis de identidad nacional, provocada entre otras cosas por la incapacidad (y no acuso a la falta de deseo) de todos y cada uno de los últimos dirigentes que han llegado al poder de conciliar los intereses de las regiones del oeste y el sureste. No se puede continuar así. Estamos convencidos de que es necesaria una profunda reforma constitucional. Sinceramente, no vemos otro camino para que el Estado ucraniano se desarrolle con estabilidad que la federalización. Tal vez haya alguien al que se le ocurra una fórmula mágica mejor dentro del marco de un Estado unitario, en el que el oeste, el este y el sur celebran fiestas distintas, glorifican a unos héroes distintos, se rigen por una economía completamente diferente, hablan idiomas diferentes, tienen distintas mentalidades y tienden a la cultura de civilizaciones europeas distintas. En tales condiciones es muy difícil vivir en un país unitario.

Precisamente por eso, el 10 de marzo distribuimos unos documentos no oficiales, que previamente habíamos entregado a nuestros socios estadounidenses, europeos occidentales y chinos, así como a otros socios, en particular los países BRICS, en los que expresábamos nuestra visión.

Pregunta: Es decir, la reforma constitucional, las elecciones…

Serguéi Lavrov: No. En primer lugar, como medida urgente se señala el cese de los ultrajes de las bandas armadas, el desarme de las formaciones ilegales, y la plena liberación de los edificios ocupados (esto no se ha hecho al final) y todas las plazas, calles, ciudades, pueblos, etc. Me refiero sobre todo al Maidán. Es simplemente vergonzoso para un país europeo, que una bella ciudad de Europa permanezca arrebatada durante casi medio año por este Maidán –es algo que está a la vista de cualquier turista occidental. Nos contestan que el Maidán se mantendrá hasta que se celebren las elecciones presidenciales, y de momento Maidán no organiza nada. Es simplemente una deshonra para los que lo aguantan.

Nuestra propuesta consiste en comenzar a poner todos estos asuntos en orden inmediatamente, sobre todo los compromisos que se asumieron con el acuerdo que firmaron Vitali Klichkó, Arseniy Yatsenyuk y Oleg Tyagnybok y los ministros de asuntos exteriores de Alemania, Francia y Polonia, y empezar enseguida la reforma constitucional que ha de ser integral y en la que deben participar sin exclusión todas las fuerzas políticas y regiones, con igual derecho a voto. Deberían empezar a ponerse de acuerdo sobre la federación, en cuyo marco cada región tendría amplias competencias en el ámbito económico, financiero, cultural, lingüístico, educativo, así como en el comercio exterior y los contactos culturales con los países vecinos o con otras regiones, y se garantizarían los derechos de todas las minorías.

Teniendo en cuenta la parte de la población con raíces rusas, proponemos, y estamos convencidos de que no hay otra alternativa, tanto más cuando es algo que han prometido de forma reiterada algunos candidatos a la presidencia en Ucrania, convertir la lengua rusa en el segundo idioma oficial, y garantizar en cada sujeto de la federación el derecho a las minorías lingüísticas de conformidad con la Carta Europea de las lenguas regionales y minoritarias.

Pregunta: Hay también húngaros y rumanos.

Serguéi Lavrov: Los húngaros, checos, alemanes, etc. se quejan al gobierno en este momento porque no viven a gusto en Ucrania. Los checos han pedido incluso irse a casa, pero el gobierno de Chequia ha dicho: "Hemos visto como vivís ahí, y todo es normal." Ya conoce usted ese enfoque según el cual primero están las consideraciones geopolíticas y políticas, y los derechos humanos quedan relegados. La reforma constitucional debe quedar avalada por un referéndum y reflejar los intereses comunes de todas las regiones, y una vez aprobada esta constitución votada por toda la nación se han de celebrar elecciones presidenciales y al parlamento, elecciones de las nuevas legislaturas, como se suele decir (las asambleas regionales legislativas) y el poder ejecutivo (gobernadores), para que sean elegidos en lugar de designados. Es lo que exigen las regiones del este y el sur. No nos cabe ninguna duda de que este es el camino correcto. Se nos ha respondido por boca del ministro de asuntos exteriores de Ucrania que la propuesta rusa es una provocación y una injerencia en los asuntos internos, ya que promueve una idea que es incompatible con los fundamentos de identidad nacional ucraniana. ¿Qué idea? En primer lugar la federalización, en segundo lugar, la segunda lengua oficial. Y no entiendo por qué son incompatibles con los fundamentos de la identidad nacional ucraniana.

Pregunta: ¿Han escuchado esta propuesta los socios de occidente?

Serguéi Lavrov: La han escuchado. Puedo decirle que la palabra federación no es una palabra prohibida ni mucho menos en nuestras conversaciones. Estoy seguro de que podemos insistir en ello y no porque lo queramos nosotros, sino porque así lo exigen las regiones del sur y el este.

Pregunta: ¿Y contar con que quizá a través de las capitales occidentales llegue este mensaje a Kiev?

Serguéi Lavrov: Es con lo único que cuento porque dudo mucho que el gobierno actual ucraniano sea independiente.

Pregunta: ¿Es tema de conversación el estatus de Ucrania fuera de los bloques entre Moscú y, pongamos por ejemplo, Washington?

Serguéi Lavrov: Esta tesis está reflejada en nuestras propuestas. Estamos convencidos de que la nueva constitución debe consolidar claramente el estatus neutral de Ucrania.

Pregunta: ¿Han escuchado esto los estadounidenses?

Serguéi Lavrov: los estadounidenses lo han escuchado y se puede juzgar en qué medida lo han entendido por sus declaraciones públicas. La semana pasada, en Bruselas, el Presidente Barack Obama en su intervención dijo que ni Ucrania ni la OTAN están preparados para eso y que por ahora no tiene sentido hablar de ello.

Pregunta: Pero Yatsenyuk afirmó concretamente que él no había planteado la cuestión.

Serguéi Lavrov: De momento no. Está claro que aquí no debe haber ambigüedades. Hay mucho detrás de este "de momento" y "sin intención" Las intenciones cambian, pero "sobre el terreno" se van creando los hechos.

Pregunta: Especialmente en los últimos dos meses.

Serguéi Lavrov: ¿Por qué en los últimos dos meses? En los últimos 25 años. Se nos dice ahora que Rusia como respuesta a la mano tendida de Occidente opta una y otra vez por quedarse con el "marcador a cero". Hace unos días, se publicó en una revista británica un artículo de mi colega, el Ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, en el que decía que Rusia vuelve a estar aislada de todos una vez más porque aunque se le ha tendido la mano, se ha vuelto de espaldas para seguir su propio camino guiándose por la lógica "del marcador a cero". En ruso llamamos a esto "ser cabeza de turco". Difícilmente se nos puede reprochar una falta de compromiso para trabajar conjuntamente. La cuestión está en nuestras propuestas sobre la indivisibilidad de la seguridad, que debe ser igual para todos, en lugar de que sólo los miembros de la OTAN tengan derecho a proteger el principio de indivisibilidad de la seguridad, y el resto seamos de segunda clase, y por eso la Alianza tiene que actuar como un imán para continuar moviendo la línea divisoria para llevarla más hacia el este.

Nos prometieron que no sería así –nos han engañado. Nos prometieron que no se trasladarían las infraestructuras militares de la OTAN hacia nuestras fronteras –nos engañaron. Nos prometieron que no habría ninguna instalación militar de la OTAN en el territorio de sus nuevos miembros. En un principio escuchamos con atención todas estas promesas. Después fueron plasmadas en el papel en forma de compromisos políticos, que fueron firmados por personas de prestigio, por líderes occidentales. Pero cuando llegó el momento de preguntarles por qué no se cumplían todos estos compromisos políticos y si era posible convertirlos en jurídicamente vinculantes, nos contestaron: "No hace falta, basta con que sean políticos, y no hay por qué preocuparse, no hacemos nada contra vosotros."

Si nos ponemos a hablar de "juegos con el marcador a cero" con los que nos acusan, deberíamos decir también que el proyecto de la "Asociación Oriental" desde el principio estaba pensado según la lógica de la disyuntiva –o con nosotros, o contra nosotros. Precisamente, los socios occidentales lo sacaron desde las elecciones en Ucrania de 2004, cuando todavía no existía ni la Unión Aduanera ni la "Asociación Oriental", y se inventó artificialmente una tercera vuelta en las elecciones a la presidencia que no estaba prevista en la constitución de Ucrania. El que era por entonces ministro de asuntos exteriores de Bélgica y que, por cierto, es actualmente comisario de la Unión Europea para el comercio, Karel de Gucht, exigió públicamente a los ucranianos elegir libremente: con Europa o con Rusia. Ese es el origen, en realidad, de esta mentalidad. La "Asociación Oriental" se convirtió simplemente en un instrumento de apropiación febril del espacio geopolítico (y también de ampliación de la OTAN), forzando este proyecto a cualquier precio e ignorando absolutamente los legítimos intereses económicos, no solamente de los vecinos de Ucrania –Rusia y otros países, sino también los de los Estados implicados. Ahora se analiza mucho el problema. No en vano, Arseniy Yatsenyuk dijo que había que examinar la parte económica de este acuerdo.

Lo mismo va a ocurrir con Moldavia, con quien pretenden firmar forzadamente este verano, antes de que se celebren las siguientes elecciones, un acuerdo similar al que tenían planeado firmar con Ucrania. Pero en el borrador del acuerdo con Moldavia, Transnistria, simplemente, no existe. Tampoco existe el acuerdo de 1997 en el que participaron Chisinau y Tiráspol en virtud del cual Transnistria tiene derecho a mantener actividades de comercio exterior. Se ignora asimismo lo que sucede en torno a Transnistria: Chisinau y la nueva dirección de Ucrania han organizado prácticamente un bloqueo. Por esto, nuestros socios europeos mantienen un silencio absoluto. Es más, la Unión Europea, y tengo entendido que EE.UU., fomentan esta línea de actuación. Nosotros estamos seriamente interesados en hablar de este tema, ante el ambiente de mayor tensión en torno a Transnistria, que va a ser lo siguiente. Es una retórica de provocación indignante. En realidad, lo que tratan de hacer con sus acciones en la práctica es crear una situación insoportable para Tiráspol rompiendo, como digo, los compromisos que dan a los ciudadanos de Transnistria determinadas libertades de movimiento, de tránsito y de comercio exterior. Es indignante. La historia no les ha enseñado nada. Están tratando de abrir una especie de grieta en nuestras relaciones.

Pregunta: Prácticamente todas las declaraciones, incluyendo las de los órganos políticos oficiales de los países de la UE y de EE.UU. sobre las sanciones, están rematadas con la apostilla "en caso de que continúe la escalada". Los socios occidentales al hablar de escalada se refieren a que las fuerzas armadas rusas crucen la frontera continental de Ucrania, por ejemplo, en dirección a Járkov. ¿Va a ser así o no?

Serguéi Lavrov: El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en su discurso del 18 de marzo en la sala de San Jorge del Kremlin manifestó nuestra gran preocupación por la situación de los rusos y los compatriotas ruso-parlantes que viven en las regiones del sur y el este de Ucrania, sobre todo cuando se han precipitado allí las filas del "Sector de Derecha", un tal Beletsky y el "Frente Oriental". Éstas son personas absolutamente odiosas. No hay que ser muy fisonomista para entender cuáles son sus intenciones, y lo dicen abiertamente. Muchas filtraciones de conversaciones telefónicas demuestran los planes que se dirigen contra los rusos, y no sólo por parte de los representantes del "Sector de Derecha".

El Presidente de Rusia ha exigido a los que ostentan el poder hoy en Ucrania y a sus protectores occidentales adoptar medidas urgentes para poner fin al vandalismo. Dijo que protegeremos los derechos de los rusos y los ruso-parlantes en Ucrania empleando todo nuestro arsenal de métodos políticos, diplomáticos y jurídicos. No hay nada que pueda añadir yo a esto. Hay que trabajar con honestidad. Aquí no vale decir, como ha pasado en tantas otras ocasiones –ya fuera Siria, Irán o cualquier otro lugar en el que hubiera una crisis, venga, aceptemos la realidad de los hechos. Rusia debe "deshacer el nudo" de la crisis siria, resolver el problema de Irán y calmar la situación en Ucrania a través de conversaciones directas con el gobierno ucraniano. Occidente consecuentemente trata de librarse de la responsabilidad de trabajar con los que ha levantado y persiste en alcanzar sus objetivos geopolíticos.

No tenemos en absoluto ninguna intención ni interés en cruzar la frontera de Ucrania. Lo único que queremos es que se aborde un trabajo colectivo para poner fin a los desmanes, que los países de occidente tratan de esconder bajo la alfombra para presentar la situación con tonos y colores bondadosos, y que reconozcan su responsabilidad.

Tal como dijo el que actúa como ministro del interior en Ucrania, Arsén Avákov, las últimas acciones del gobierno ucraniano se dirigen a desarmar a todos los que poseen armas ilegalmente, es decir, criminales. Si este es el resultado del trabajo de nuestros socios occidentales, insisto, nos sentimos satisfechosde estos sucesos. Estaremos dispuestos a seguir buscando con ellos recomendaciones conjuntas para los ucranianos que vayan encauzadas por el camino de poner fin a las actividades ilegales y comenzar un profundo proceso constitucional para reformar el Estado.

Pregunta: Aparece el tema de que Rusia, como respuesta a todo lo que está ocurriendo abrirá sus bases en Sheychelles, Vietnam, Nicaragua y Cuba. Incluso se ha incluido a Argentina en esta lista.

Serguéi Lavrov: Es totalmente falso. No tenemos ningún plan de crear bases militares ni navales en el extranjero en el sentido al que se está refiriendo usted. En Rusia, se ha reforzado considerablemente la flota marítima militar. Creo que tras la anexión de Crimea a Rusia, tiene muchas más posibilidades de desarrollarse. Junto con la Flota del mar Negro tenemos la de Lejano Oriente, la del Norte y otras. Para el Estado es muy importante que la flota tenga un buen nivel de preparación, tanto más cuando en este momento no se trata solo de navegar los océanos para entrenarse, sino que hay que resolver problemas concretos: la lucha contra los piratas del golfo de Adén y los piratas que aparecen en otras partes de los océanos del mundo. La flota realiza viajes a larga distancia. Tenemos acuerdos con algunos países para que nuestras embarcaciones y barcos militares aprovechen la infraestructura que ya tienen para la entrada a puerto, mantenimiento, reparaciones menores, reposición de los suministros de víveres y agua y descanso de la tripulación. En absoluto estamos hablando de construir ninguna base siguiendo el ejemplo de los estadounidenses. Tampoco estamos hablando de ningún acuerdo, como hacen los estadounidenses, para garantizar la inmunidad de sus militares por los crímenes que puedan cometer en el territorio de los países en los que están.

A propósito de esto, vi en Internet una imagen interesante: la Federación de Rusia y alrededor de ella, las bases militares estadounidenses desplegadas señaladas con puntos. Es impresionante cuántas hay. Y como colofón una frase del militar estadounidense: "¿Cómo se atreve Rusia a ocupar un espacio tan próximo a nuestras bases?"

Pregunta: ¿Entran en la lista de países que he citado aquellos con los que se están manteniendo negociaciones sobre el derecho de entrada de los barcos?

Serguéi Lavrov: Hay unos cuantos países. Pero estas son preguntas que se deberían consultar a los departamentos militares.


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