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Entrevista ofrecida por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, al programa de información y análisis Voskresnoye vremya (Tiempo dominical) en la cadena de televisión Canal Uno, Moscú, 9 de octubre de 2016

1853-09-10-2016

Pregunta: ¿Cómo se puede llegar a un acuerdo con los estadounidenses? Ha sostenido usted largas negociaciones con el jefe del Departamento de Estado de EEUU, John Kerry, han acordado algo. El Pentágono bombardea las posiciones sirias. Decenas de personas murieron. ¿Cómo se puede buscar fórmulas de compromiso en esta situación?

Respuesta: Es difícil llegar a un acuerdo. Es aún más difícil conseguir que estos acuerdos se cumplan. En lo que se refiere a Siria, es una enfermedad crónica. Recordemos como en junio de 2012, pasado un poco más de un año tras el inicio de la llamada primavera árabe, se le encargó al entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan, encontrar una salida de la crisis. Elaboró su plan: el llamado Plan de Kofi Annan de seis puntos. Lo respaldamos. Pero no le gustó a Occidente que no quería estudiarlo. Al aplicar enormes esfuerzos, reunimos en Ginebra a un grupo de países que incluía a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, los países árabes clave, Turquía y, junto con el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, intentamos emprender algo. Al final, ante todo, a través de nuestras negociaciones directas con la entonces Secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, llegamos al llamado Comunicado de Ginebra. Lo aprobamos tras las negociaciones de muchas horas celebradas el 30 de junio de 2012. Dentro de dos días, cumplimos nuestro compromiso de conseguir el visto bueno del presidente sirio, Bashar Asad, con respecto a este documento. Pasados muchos días y semanas, los estadounidenses ni otros representantes de los países occidentales o los países del mundo árabe lograron conseguir lo mismo de la oposición: su acuerdo con este documento.

Nos pronunciamos por la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU en su resolución, ante todo, de este acuerdo ruso-estadounidense y otro más amplio también. Los estadounidenses renunciaron a esto, al declarar que aquel acuerdo era insuficiente, porque no contenía la exigencia que Bashar Asad dejase las riendas del poder y la amenaza de imponer sanciones, en caso de que no lo hiciese. Dijimos que no lo habíamos acordado, que en el texto todo estuvo escrito concretamente. No había una respuesta clara a esto, pero pasado un poco más de un año, en otoño de 2013, cuando por iniciativa del presidente ruso, Vladímir Putin, nos ocupamos de la desmilitarización química de Siria, logramos que Siria se adhiriese al respectivo convenio, después de que el acuerdo ruso-estadounidense sobre la desmilitarización química fuese aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU, se logró aprobar simultáneamente el Comunicado de Ginebra en la misma resolución.

Se puede seguir contando toda la epopeya con nuestros acuerdos actuales que hemos elaborado junto con los estadounidenses como copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria creado por nosotros junto con EEUU. El primer paso fue separar a la oposición moderada que goza de apoyo por parte de la coalición estadounidense de los terroristas. No se ha cumplido todavía, aunque, en febrero pasado, nos aseguraron que lo harían en un plazo de dos semanas. El compromiso de desbloquear la llamada carretera Castello para garantizar un suministro seguro de la ayuda humanitaria a la parte este de Alepo fue descrito en el acuerdo ruso-estadounidense hasta los últimos detalles (hasta un metro), incluida la distancia de la retirada de las fuerzas gubernamentales y la oposición. Los estadounidenses declararon que no podían cumplir este compromiso tampoco, porque los opositores hacen la vista gorda ante ellos. Hay muchos ejemplos de este tipo. Debido al incumplimiento de sus compromisos sobre la retirada de la oposición en la carretera Castello, los estadounidenses decidieron por lo visto no tanto poner fin a estos acuerdos, sino anunciar que salen de éstos o los suspenden. Trataron de presentar de ese modo lo que habían logrado. El cumplimiento de los acuerdos fracasó por una causa concreta: se asumieron el compromiso de retirar a la oposición a 1,5 kilómetros, pero las fuerzas gubernamentales se retiraron y la oposición emprendió intentos de ocupar las posiciones abandonadas. Mientras, no se anunció la causa concreta del fracaso sino una abstracta: supuestamente Rusia no quiere cesar combates de los que sufren los civiles. Estamos acostumbrados a esto, por eso seguimos trabajando.

Pregunta: ¿Es incapaz la parte estadounidense de cumplir sus compromisos, incluidos los que se refieren a la influencia en la oposición moderada y en la oposición, en general, o hay algunos otros objetivos? ¿Quizás los estadounidenses no se beneficien de la estabilización en Siria?

Respuesta: Creo que todo esto está presente en la postura de EEUU. Esta postura está compuesta de piezas: hay muchos grupos distintos que persiguen objetivos diferentes.

Pregunta: ¿Quiere decir que falta una estrategia?

Respuesta: Hay los que se pronuncian por regresar a los acuerdos ruso-estadounidenses. Quisiera precisar que este grupo insistió en que el Grupo Internacional de Apoyo a Siria creado por Rusia y EEUU no se disuelva. Además, se celebró ayer en Ginebra una reunión de los subgrupos especiales. Como se sabe, en el marco del Grupo Internacional de Apoyo a Siria ruso-estadounidense, funcionan dos subgrupos especiales: uno se ocupa de los asuntos humanitarios y el otro controla la observancia del régimen de alto el fuego y analiza los casos de la violación de la tregua.

En Washington hay un grupo de personas que apoyan no sólo la aplicación de los métodos diplomáticos, sino también aquellos que incluyan el uso de la fuerza. Se filtró la información de que pueden asestarse golpes con misiles alados contra los aeródromos de la Fuerza Aérea de Siria y los aviones sirios dejarán de volar. Mientras, el Estado Mayor General ya reaccionó a esto. Tales juegos son muy peligrosos, teniendo en cuenta que Rusia participa en las operaciones en Siria por invitación del Gobierno legítimo de este país, dispone allí de dos bases – una base aérea en Hmeimim y un centro de apoyo logístico de la Marina de Guerra rusa en Tartus, y tiene desplegados en el territorio de este país sistemas antiaéreos para la defensa de nuestras bases. Vemos perfectamente que los militares de EEUU, en su mayoría, entienden que hay que ser prudentes y no se debe guiarse de emociones ni de oleadas bruscas de agresión.

En general, repito que no observamos una estrategia común. Esto se manifiesta, entre otras cosas, en el trato de EEUU y su coalición con el Frente al Nusra. Se asestan golpes contra el Estado Islámico, pero empezaron a asestarse con una frecuencia relativa sólo después de que la Fuerza Aeroespacial de Rusia empezó a participar en las operaciones en Siria por invitación del Gobierno sirio. Es incomparable el número y la eficacia de vuelos. Los bombarderos estadounidenses regresan con frecuencia a su base en la ciudad de Incirlik u otras sin arrojar bombas. De ese modo, se cumple con el número de vuelos, pero su eficacia es muy baja: según varias estimaciones, un 15-20%, como máximo. Centramos la atención en que hasta este régimen no abrumador aplicado en relación con el EI parecía demasiado intenso en comparación con lo que no se atacaba al Frente al Nusra. Pregunté al Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, si no había en esto una intención oculta de conservar a esta organización terrorista y protegerla de los golpes para emplearla después como la fuerza principal para derrocar al presidente sirio, Bashar Asad. Me aseguró que no era así, que luchaban contra ésta. Creo que, en mucho, bajo la influencia de nuestras conversaciones, hace varios días, los estadounidenses anunciaron que habían aniquilado a uno de los líderes del Frente al Nusra. Esto se produjo una sola vez. No vemos las pruebas de que se lleva a cabo una lucha seria contra el Frente al Nusra. Inspira sospechas lo que exhortan a nosotros y a la Fuerza Aérea de Siria que no volemos sobre Alepo, porque, a pesar de que el Frente al Nusra es la fuerza principal allí, dicen que se encuentran de cerca muchos opositores moderados que quedaron sitiados y no tienen a quién adherirse en esta situación excepto el Frente al Nusra. Dicen que no tenemos que atacar al Frente al Nusra porque esto será inhumano en relación con la gente normal. Lucharemos posteriormente con el Frente al Nusra, pero este “posteriormente” no llega. Y además, asumieron el compromiso de separar a esta gente normal del Frente al Nusra ya en febrero pasado. Es un círculo vicioso que no puede romperse.

Pregunta: Es una tarea más o menos clara de separar el Frente al Nusra de los grupos supuestamente normales. ¿Por qué surgió la idea de bombardear los aeródromos de las Fuerzas Armadas de Siria?

Respuesta: Lo he oído sonar de Washington. Unas fuentes anónimas filtran la información de que la Casa Blanca planea hoy discutir varias opciones, posibilidades y presuntamente esta opción sonó también. Creo que “las cabezas locas” se tranquilizarán y lo tomarán en serio. Consuela lo que, según las mismas filtraciones y de conformidad con la información demasiado fidedigna, varios actores de la administración estadounidense entienden perfectamente que cualquier ataque contra los blancos terrestres que forman parte de la infraestructura del Ejército sirio será una burda violación del derecho internacional.

Creo que si se repiten los golpes asestados a mediados de septiembre contra las posiciones del Ejército sirio cercado por el EI en la ciudad de Deir Ezzor, los estadounidenses deberán dar explicaciones distintas de las que habían dado en aquel momento, al declarar que fue por error y disculparse. Es difícil calificarlo como error. Ya he dicho que la situación es demasiado estática allí. La ciudad estuvo cercada por el EI durante casi dos años. Todos sabían perfectamente dónde estaba el EI y el Gobierno. No había allí movimientos algunos de la línea del frente. Además, pasado un día tras el ataque, el Pentágono declaró a través de uno de sus representantes oficiales que habían preparado esta operación durante dos días, basándose en los datos de inteligencia. Así las cosas, fue una señal por parte de la administración de Washington que quisiera amenazar a Bashar Asad. Estoy seguro de que el Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, con el que abordamos esta situación no acepta acciones similares, como el presidente de EEUU, Barack Obama, quién dijo en reiteradas ocasiones al presidente ruso, Vladímir Putin, que apoya firmemente la solución política de la crisis siria.

Pregunta: ¿Cómo se puede conseguir rápidamente la estabilidad en Siria en caso del cumplimiento de la resolución, es decir, el cese de combates encarnizados?

Respuesta: No será rápidamente. Tenemos que actuar en todas las direcciones simultáneamente. Ahora se plantean condiciones preliminares: vamos a pactar la tregua para una semana, posteriormente garantizaremos un acceso ilimitado a la ayuda humanitaria y sólo después la oposición patrocinada por Occidente se sentará a la mesa de las negociaciones. Es casi lo mismo como actúan en Ucrania las autoridades que gozan de patrocinio de Occidente que exigen establecer el régimen de alto el fuego para un mes, devolverles el control de la frontera, dejar pasar allí a la OSCE, garantizar la seguridad, desarmar a todos excepto el Ejército ucraniano y sólo después podrán ocuparse de reformas políticas. Esto no funcionará. En otros conflictos ninguna iniciativa podrá hacerse realidad de este modo.

Es importante que todos los participantes del conflicto entiendan que en un futuro debe reducirse el grado de violencia, llegar la ayuda humanitaria, que los terroristas no huirán de la responsabilidad, que el proceso político esté dirigido a tomar en consideración la opinión de toda la comunidad siria a tenor con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Es el quinto mes cuando uno de los grupos opositores bloquea a solas la reanudación de las negociaciones y chantajea a todos los demás. Nadie puede hacer nada con éste, aunque me parece que no lo quieren, sino sólo quieren mimarlo.

Hace varios días, celebramos negociaciones con nuestros colegas franceses quienes elaboran una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, pensando que si los esfuerzos ruso-estadounidenses no han dado resultados hay que emprender algo urgentemente. Estamos dispuestos a trabajar en el Consejo de Seguridad de la ONU, se lo dijimos, pero no estamos de acuerdo con el punto de vista de que da igual qué emprender. No tenemos que perder los principios, los mecanismos acordados con los estadounidenses y aprobados por todos los miembros del Grupo Internacional de Apoyo a Siria y los miembros de la comunidad internacional en un sentido más amplio. Esto se hacía durante muchos meses, se verificó por los militares, agentes de servicios de inteligencia, diplomáticos. Creo que sería un gran error dejarlo de lado y pasar a los textos llenos de emociones que exhortarán a sentir la compasión a los habitantes de Alepo y exigirán cesar de inmediato los combates, lo que aprovechará de inmediato el Frente al Nusra. Interceptamos mucha información, disponemos de tales posibilidades. Cuando se discutió la tregua de tres días en Alepo sin la separación de los opositores moderados de los terroristas, se oía las negociaciones llenas de optimismo de que “ahora los estadounidenses convencerán a los rusos que declaren la tregua y recibiremos en breve las armas y municiones y todos estará bien”. Por eso cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU no tendrá sentido si no se resuelve el problema de separación y si no se afirma claramente que todos los que bloquean el diálogo político entre los bandos de conflicto sirio deben dejar de hacerlo de inmediato. Así hablamos con los franceses.

Y, claro está, en lo que se refiere a los suministros de la ayuda humanitaria, no hay alternativa al cumplimiento de lo que acordamos con los estadounidenses: desbloquear la carretera Castello. Espero que nuestros colegas franceses tengan en cuenta estas enmiendas, en caso contrario, el Consejo de Seguridad de la ONU no podrá hacer su aportación en el arreglo de la crisis siria en la etapa actual.

Pregunta: La iniciativa del enviado especial del Secretario General de la ONU, Staffan de Mistura, sobre la retirada de los militantes de Alepo. ¿Cómo se puede retirarles de esta ciudad si su objetivo es tomar Alepo?

Respuesta: Estamos dispuestos a discutirlo. Le diré más: ya se puede citar dos ejemplos. En un poblado se cumplieron los acuerdos entre el Gobierno sirio y los militantes. Allí estuvieron unos 1.500 militantes que molestaban a unos 50.000 habitantes. El Gobierno llegó a un acuerdo con ellos de que si se iban de aquella área junto con sus familias, parientes, armas el Gobierno no les perseguirá. Y se hizo realidad. La ciudad empezó a vivir una vida normal, dejaron de bloquearla, no fue necesario más hacer abandonarla a los militantes. Ahora las negociaciones similares se sostienen en otro suburbio de Damasco.

Mientras, nuestros socios occidentales y varios representantes ardientes de la ONU, como el Secretario General adjunto de la ONU para asuntos humanitarios, Stephen O'Brian, criticaron estos casos calificándolos como migración forzosa. Esto no tiene nada que ver con la realidad. Lo que ha propuesto ahora Staffan de Mistura es un intento de aprovechar estos ejemplos, esta experiencia que ya se emplea. Estamos dispuestos a estudiar esta idea. Es principal ahora entender de qué se trata, porque, según los cálculos de la ONU, el número de los militantes quienes actúan allí asciende a 6.000-8.000, de los que, según varias estimaciones, hasta la mitad son del Frente al Nusra (lo dijo el propio Staffan de Mistura en el Consejo de Seguridad de la ONU). Oí sus declaraciones sólo en relación con el Frente al Nusra. ¡Está bien! Si el Frente al Nusra con armas irá hacia Idlib donde están desplegadas sus fuerzas principales, estaremos dispuestos a apoyar este enfoque para salvar a Alepo y llamar al Gobierno sirio que lo acepte.

Pero ¿qué pasará con la otra mitad de los militantes quienes se adhirieron al Frente al Nusra? Si prefiere irse con armas qué se vaya, no habrá problemas. Mientras, si decide quedarse en esta ciudad, es necesario acordar adicionalmente los modos de solución de este problema concreto.

Staffan de Mistura propuso también dejar las autoridades municipales que administran hoy la parte oriental de Alepo. Estos organismos no experimentan simpatía hacia el Gobierno evidentemente. Creemos que es posible abordarlo también, estaremos dispuestos a trabajar respectivamente con el Gobierno. Pero será necesario mantener un orden mínimo en esta parte de la ciudad, debe estar bajo control de algunas fuerzas policiales. Ante todo, los que no se irán con el Frente al Nusra deberán separarse de este grupo claramente: en papel, firmando oficialmente este compromiso. Quizás en este caso las fuerzas gubernamentales del orden público, la policía y estos opositores armados podrán formar algunos organismos del orden público para mantener allí una vida normal, para que los habitantes locales se sientan seguros.

El diablo está en los detalles. Staffan de Mistura piensa en la dirección necesaria, pero surgen de inmediato cuestiones concretas que se debe acordar de modo exacto e inequívoco. Si se logra hacerlo (y estamos dispuestos a hacerlo rápidamente), creo que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre las posibilidades de arreglar la situación en Alepo podrá basarse en esto.

Pregunta: Esta semana, la parte rusa planteó duras condiciones en relación con el tratamiento del plutonio de grado militar. Nuestras exigencias no sólo se extienden al plutonio, sino también a las sanciones, a las pérdidas sufridas por Rusia. ¿Por qué se ha expandido tanto el tema? ¿Qué espera usted de la parte estadounidense?

Respuesta: Está bien que haya hecho usted esta pregunta, porque no todo está claro en la descripción y la percepción de esta solución. El propio Acuerdo de Gestión y Disposición del Plutonio prevé que no se puede recuperar el plutonio de grado militar, prevé la posibilidad para cualquier parte de abandonar este acuerdo en caso de que las circunstancias cambien bruscamente. Es el derecho estipulado en los acuerdos internacionales a tenor con la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969. Un cambio drástico de las circunstancias da la posibilidad a cada uno de los participantes del acuerdo de abandonarlo. Fijamos el cambio drástico de las circunstancias en lo que se refiere a la rusofobia agresiva en la que se basa hoy la política de EEUU respecto a Rusia. 

No sólo se trata de la rusofobia retórica, sino de los pasos agresivos que tocan nuestros intereses nacionales, ponen bajo amenaza nuestra seguridad. Este acercamiento de la OTAN y su infraestructura militar hacia nuestras fronteras, el despliegue allí del material bélico pesado de EEUU, de la aviación de la Alianza Atlántica, del escudo antimisiles tanto en su segmento europeo como en el asiático por el perímetro de nuestras fronteras y las fronteras de nuestros aliados. Está claro que las sanciones son manifestaciones de la conducta inamistosa, hostil.

El acuerdo se firmó cuando las relaciones fueron normales, civilizadas, cuando nadie se portaba desvergonzadamente, ni intentaba presentar a su socio como un marginado, no le acusaba ni se injería en los asuntos internos. Así fue el cambio drástico de las circunstancias fijado en la respectiva ley.

En cuanto al cumplimiento de la tarea de destruir reservas excesivas del plutonio de grado militar, a tenor con el acuerdo, esto debe resolverse mediante la quema de este plutonio en las respectivas instalaciones: su transformación en el combustible para reactores nucleares. Es un equipo caro. Pero hemos construido esta planta y los estadounidenses de súbito, a mediados del plazo establecido para el cumplimiento de los acuerdos, cuando tenían que cumplir el acuerdo, dijeron que es demasiado caro, por eso creen que se puede simplemente diluir este plutonio y almacenar en las instalaciones neutrales: cuevas o cualesquiera otras lagunas subterráneas. Pero es un material recuperable. Posteriormente se podrá concentrarlo de nuevo hasta el grado militar. No han pedido nuestro consejo. Sólo hacían declaraciones públicas de que era caro y que elaboran algo. La versión que quieren usar, al final, se discutió durante la redacción del acuerdo y la rechazaron, pues supone el riesgo de preservar el material recuperable. Es decir, en este caso, el acuerdo sobre el plutonio no dio ningún resultado. Lo suspendimos, aunque la legislación prevé y el presidente declaró que, a tenor con este acuerdo, no usaríamos el plutonio con fines militares ni en cualesquiera circunstancias. Es nuestro compromiso. Pero no tiene sentido cooperar si la otra parte prefiere juegos unilaterales y no cumple con sus compromisos. Aquí se puede abordar también la capacidad de llegar a un acuerdo.

Otro tema es la capacidad de llegar a un acuerdo. Pasado un día después de firmar este acuerdo sobre el plutonio, suspendimos el acuerdo de cooperación en materia de investigación nuclear y energética. Es curioso también, Ya he oído comentarios desconsolados de los representantes del Departamento de Energía de EEUU y un Consejo científico subordinado al Departamento de Energía. Todo es muy simple. Mantuvimos tales contactos, se realizaron a tenor con este acuerdo. Fueron de beneficio mutuo. Los científicos visitaron los laboratorios de otros, compartían ideas, proyectos y, en una gran parte, el proceso fue mutuamente ventajoso y las partes se enriquecieron mutuamente. En abril de 2014, el Departamento de Energía de EEUU nos envió una carta oficial que rezaba que se ve obligado a suspender todos los contactos con el Ministerio ruso de Energía y la Corporación Estatal rusa Rosatom en relación con este acuerdo. Pregunté al Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, si todo esto pasa en respuesta por Ucrania y Crimea, ¿saben los dirigentes políticos de EEUU que el Departamento de Energía del país tomó esta decisión. Quedó sorprendido, pues no había oído de esto y dijo que había que tener el sentido de la medida y no emprender pasos excesivos. Me aseguró de que se ocuparía de esto, hablaría con el ministro de Energía, con el presidente de EEUU si es necesario y los contactos se restablecerán. Pasó un año, no se restablecieron. Los estadounidenses rechazaron muchas solicitudes de nuestros científicos de participar en varias conferencias sobre el tema en EEUU y decían que el acuerdo se suspendió. Recordé de nuevo al Secretario de Estado de EEUU, John Kerry. Se indignó de nuevo que esta cuestión no se haya resuelto todavía. Por eso es inútil aparentar que este acuerdo funciona.

Pregunta: El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha calificado las acciones del Ministerio estadounidense como “excesivas”. Sin embargo, usted hace poco tocó un concepto tan preocupante como “cambio radical de circunstancias”. Y es que, si declaramos que las relaciones entre Rusia y EEUU sufren cambios radicales, es algo muy grave, ¿no?

Respuesta: Sí, claro, pero, en mi opinión, es un hecho.

Pregunta: Entonces, la parte rusa dijo la verdad, explicando la situación real. 

Respuesta: Nosotros, honestamente, durante un período de tiempo muy largo nos atuvimos a lo que los estadounidenses califican como “paciencia estratégica”, y es que el empeoramiento unilateral de relaciones por parte de estadounidenses empezó mucho antes de lo de Ucrania. Hablamos de ello.

Pregunta: Lo del escudo antimisil empezó todavía en el decenio pasado. 

Respuesta: Sí, es más, hicimos todo para localizar nuestros conflictos. Por ejemplo, en el caso de la Ley Magnistski. Sí, tuvimos que responder. Después, inesperadamente (creo que este tipo de reacción no es adecuado para los adultos), se ofendieron por lo de Snowden.  Nos acusaron de que le hubiéramos comprado, llevándole a Rusia. Pero es absolutamente absurdo. Lo entienden todos. Así que eso va acumulándose desde hace tiempo. Llevamos mucho tiempo intentando hacer, que los estadounidenses traten de manera atenta y civilizada los problemas acumulados en nuestras relaciones.  Uno de estos problemas es la adopción. Hasta hoy día no tenemos ningún acceso a los niños, en particular, en los orfanatos privados ubicados en ranchos.

Pregunta: ¿Para controlar las condiciones de vida de niños?

Respuesta: Es que los estadounidenses, quienes primero adoptaron a nuestros niños y después perdieron las ganas de criarlos, los dejan en ese orfanato como el lastre. Llevamos diez años intentando entrar allá. No nos dejan hacerlo, contestando que se trata de una organización privada. Así que, cuando en Rusia se discute este asunto palpitante y emocionante, hay que tomar en consideración que llevamos mucho tiempo trabajando en ello.  Fue imposible dejarlo pendiente, había que tomar algún tipo de medidas para sacudirles a los estadounidenses.

Otra historia, bastante antigua también, es cuando los estadounidenses captan a nuestros ciudadanos en terceros países, les detienen y, en esencia, les secuestran. Un ejemplo claro de ello son los casos de Victor Bout y Konstantín Yaroshenko. Victor Bout fue detenido en Tailandia, acusado de un intento de formar una asociación delictiva. Fue una provocación por parte de los agentes de la FBI, quienes intentaron persuadirle de hacer algo a cambio de ofrecer los servicios de transporte por aire de ciertas cosas a cierto lugar. Pero cuando el tribunal de Tailandia les negó a los estadounidenses la extradición, EEUU volvió a intentarlo, sacándole a Víctor Bout de Tailandia con infracción de la legislación del país y sin ningún tipo de consentimiento. Le secuestraron.

En cuanto a Konstantín Yaroshenko, en Liberia no hubo ningún tipo de tribunal. Se portaron con el Estado independiente de Liberia como con una colonia, que fue hace mucho. A Román Selezniov le metieron sin nada a un avión en Maldivas y le sacaron del país. Hay decenas de esos casos. Europa, por lo menos, trata de guardar apariencias, organiza vista de las causas. Pero en un 99% de casos, según nos comunican, aunque con retraso, los estadounidenses, dichos secuestros se deben a que a nuestros ciudadanos les sospechan de delitos cibernéticos. 

En el curso de las últimas discusiones con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, le ofrecí organizar unas consultas. Nosotros tampoco queremos que nuestros ciudadanos se dediquen a los delitos cibernéticos. Eso puede ir contra los intereses de la Federación de Rusia. Tampoco queremos dañarles a los demás países. Es curioso que ahora veamos una campaña histérica en el marco de la campaña electoral. Nos acusan de craquear los sitios web del partido democrático, Pentágono, etc. Y aquí hay un hecho muy interesante. Hace prácticamente un año, en noviembre de 2015, debido a todas esas acusaciones de delitos cibernéticos contra nuestros ciudadanos, la Fiscalía General de la Federación de Rusia envió una carta oficial a sus colegas de Washington, ofreciéndoles empezar urgentemente unas consultas sobre la cooperación con el fin de prevenir los delitos cibernéticos. Esperamos mucho tiempo la respuesta. Se lo recordé al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en el curso de nuestra reunión en el mayo de 2016. Dijo que se trataba de una idea brillante y que iba a trabajarla sin más. En julio estuvo en Moscú, y le pregunté sobre la etapa en la que se encontraba la consideración de la propuesta oficial de la Fiscalía General de Rusia y dije, que sería bueno, por razones de cortesía básica, responder en nombre del Ministerio de Justicia de EEUU. Volvió a lamentar, que nadie estuviera dispuesto a hacer nada y que sus asesores no se lo hubieran recordado. Finalmente, el Ministerio de Justicia de EEUU, en vez de enviar una respuesta oficial, respondió a nuestras “pretensiones” en forma oral, diciendo que no estaba interesado en ello. Así es. Su interés es de crear un fantasma y después evitar la discusión de hechos concretos.

Pregunta: Ha dicho usted que los estadounidenses se ofendieron. ¿Cuál es la naturaleza de estas emociones? Es que EEUU es una fuerza hegemónica, aunque sea decadente, pero sí hegemónica. Mantienen en sus manos un poder económico y militar enorme. ¿De dónde aparecen estas emociones?

Respuesta: Sabe, puede que se trate de algo personal. Algún representante del dicho país tendrá cierto sentimiento interno de que EEUU haga algo incorrecto o no logra algo que quisiera lograr. Es una percepción de que el país pierde, aunque sea poco a poco, sus calidades de todopoderoso. Lo puedo entender. Es un proceso doloroso. Occidente, en general, dominó el mundo desde hace siglos. Sí que hubo la Unión Soviética, pero es que fue un episodio aislado y bastante duradero, desde el punto de vista de la historia. Aunque la URSS fue extendida geográficamente en el continente europeo, y estuvo presente en algunas partes de Asia, África y América Latina, sin embargo, fue un mundo cerrado para el proceso global, fue un mundo en sí mismo, en buena medida. Y cuando esta anomalía (y el que fuéramos una sociedad cerrada era una anomalía) desapareció, todo el mundo pensó que Rusia se redujo hasta sus dimensiones naturales y, por lo tanto, todo estaría estupendo: podrían ellos, como fue desde los siglos XVI-XVII, volver a establecer las reglas y los órdenes y hacer a todos obedecerles. Pero se equivocaron.  Sus expectativas elevadas de que la Rusia después del año 1992, y hasta antes, estuviera ya en su bolcillo concluyeron con una embriaguez, y no porque hubiéramos querido hacerles una mala jugada, sino que porque queríamos mucho ver a nuestro país independiente, digno para la vida y para que nos sintamos orgullosos de vivir aquí. Como dijo uno de estos días el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, interviniendo en la Duma de Estado de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia, nuestro país tiene derecho a ser fuerte, sin perjuicio a este derecho de cualquier otro país y sin imponer a nadie ningunas instrucciones cómo cabe portarse.

Pregunta: Pero si es una actitud hacia el mundo muy peligrosa, cuando se piensa que se pueda meter a los países en los bolsillos.  No lograron meter en su bolsillo ni siquiera a Irán, y Rusia, por supuesto, es más poderosa que Irán, aunque no quiero ofender este país nada. Es una estrategia arriesgada que trae inestabilidad al mundo. ¿Está usted de acuerdo conmigo?

Respuesta: Aquí habrá algo personal también.  No recuerdo que el presidente de la Federación de Rusia jamás haya hablado con falta de respeto sobre cualquiera de sus colegas, independientemente de lo que haga o diga este colega contra la Federación de Rusia.

Y en algunas capitales occidentales los líderes ya parecen competir en su elocuencia, escogiendo los epítetos más feos para Vladímir Putin, lo que percibirán allí como  normas de los buenos modales. 

Pregunta: ¿Será un arrebato de histeria? ¿Qué es? Pues, no son adolescentes, son políticos serios.     

Respuesta: Eso sí. A propósito sobre los adolescentes: cuando John Kerry fue nombrado secretario de Estado de EEUU, hablamos de ello y nos pusimos de acuerdo en que hacía falta construir relaciones como entre adultos (hasta llegamos a emplear este término), sin rencores infantiles. Pero no todos son capaces de conseguirlo.

Llegan a acusarnos de que nos metamos en la campaña electoral y determinemos a sus líderes. Hace un par de años nos calificaban de manera bastante peyorativa: “Rusia, potencia regional, debes saber tu lugar”.  Para un político es muy importante dejar las puertas abiertas. Porque si un político da lugar a sus emociones, eso está mal, no se puede hacerlo, hay que medir cada paso y tener en la cabeza varias variantes de desarrollo posibles que correspondan a tus intereses, pero sin esperar que funcione la variante que asegure exclusivamente tus intereses haciendo a los demás decir “a sus órdenes, sr.”. Así no puede ser, y ya no va a ser así.      

Pregunta: Usted es un diplomático con rica experiencia. ¿Comparando la situación actual y la de los años 60 y 70, cuando la URSS fue la segunda superpotencia, cuál de las dos, la de ahora o la de entonces, le parece más peligrosa en lo que se refiere a los riesgos e inestabilidad?     

Respuesta: Son épocas diferentes, es muy difícil comparar. Entonces hubo la URSS. Se acordará usted de las crisis de Berlín y del Caribe, cuando era muy probable que acabaran apretando los botones. Menos mal que tanto por nuestra parte, como por parte de la Administración del presidente de EEUU, John Kennedy, funcionaron, a pesar de todo, los sistemas de seguridad naturales y necesarios para cualquier político responsable. Ahora, desde el punto de vista de la estabilidad global, la situación es menos confortable y tranquila, porque entonces hubo un mundo bipolar, hubo una confrontación severa, pero estable entre la URSS y EEUU, la OTAN y el Pacto de Varsovia.

Pregunta: ¿Hubo más claridad?

Respuesta: Todo estaba más claro. Aquella estabilidad fue negativa, pero fue estable. Los conflictos que estallaron en aquel periodo, aunque hablemos de un conflicto relacionado con Europa Oriental, cuando las tropas entraron en Hungría y Checoslovaquia, fueron conflictos periféricos (espero que nadie se ofende con ello). Fue la línea de contacto de la OTAN y los países del Pacto de Varsovia. Asimismo periféricos fueron los conflictos en Mozambique, Angola, donde apoyamos indirectamente a los que lucharon por la independencia, y occidente apoyó la parte opuesta. Lo mismo fue en Vietnam y Corea. Eran conflictos sí muy violentos y cruentos, pero periféricos, ni la URSS ni EEUU no estaban involucrados en ellos directamente uno contra el otro y se daban cuenta de que la estabilidad global estribaba en un acuerdo, a veces tácito, y a veces hasta fijado en algunos documentos.

Ahora el número de actores es mucho mayor. Hay más potencias nucleares: aparte de las cinco oficiales hay como mínimo cuatro no oficiales que podrían obtener este estatus. La situación es mucho más intranquila en todas las regiones del mundo incluidas las regiones donde se ubican las potencias nucleares no oficiales. Más aún: después de que Muamar Gadafi renunciara al programa de desarrollo del arma nuclear, muy pronto le pasó lo que nadie querrá repetir. Ciertos líderes, algunos de los países vecinos de Libia, empezaron a pensar en ello hablar de ello muy en serio. Si con Muamar Gadafi pasó lo que le pasó después de que consintiera en cooperar por buena voluntad, y Corea del Norte tiene armas nucleares, pero nadie la reconoce como una potencia nuclear oficial, y nadie la toca, ¿acaso no sería más lógico seguir el ejemplo de esta última?

Pregunta: Esta idea la oí por primera vez en seguida después de la guerra de Iraq. Decían: “Ahora todo el mundo sabe cómo protegerse de los estadounidenses: hay que tener una bomba nuclear”. Es una situación muy peligrosa.

Respuesta: Creo que es el mayor efecto negativo y peligroso de las acciones de EEUU en la estabilidad mundial. Y este ciclo no cesa. Cuando la URSS estuvo en Afganistán, la Administración de Ronald Reagan apoyó, armó e incentivó por varios métodos la actividad de los muyahidines que formaron luego Al Qaeda.  El 11 de septiembre de 2001 Al Qaeda, que se había olvidado de la mano que le había dado de comer, le asestó a EEUU un golpe contundente, utilizando en vez de fanáticos a la gente, que se asimiló en la sociedad occidental.  Después de aquello EEUU se puso a buscar a los culpables. Lo de Afganistán fue claro, ya que los talibanes, en aquel entonces, no ocultaban sus relaciones con Al Qaeda, pero quisieron resolver también el problema de Iraq. Así que, aprovechándolo, prepararon una operación contra Iraq, sin obtener ninguna autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, intervinieron allá de manera ilegítima e ilegal. En 2003 declararon la victoria. Echaron a los suníes de todos los cargos relativamente importantes, incluidos los órganos de seguridad, el ejército, el cuartel general.  Toda esta gente – generales, agentes del servicio de inteligencia y de los servicios Especiales de Sadam Husein – forman hoy la espina dorsal del Estado Islámico de Iraq y Levante. El Estado Islámico ya se alborota en Iraq y Siria, brota rápidamente en Libia destruida, un país sin Estado, acaba de aparecer en Afganistán, donde el EI empieza a competir con los talibanes.  Y ahora, en Siria. Al EI se suma una nueva organización militante, Jabhad al-Nusra, que fue enlistada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU como una sucursal terrorista de Al Qaeda. A principios de nuestra conversación hemos mencionado, que nuestros colegas occidentales no la tocan. Nosotros hacemos lo que establecen las resoluciones de la ONU, el alto el fuego no abarca ni a Jabhad al-Nusra, ni a quienes no se adhieran al alto el fuego y se consoliden con esta organización. Los estadounidenses se portan de manera muy extraña. La administración de Ronald Reagan dio a la luz a Al Qaeda, la de George Bush, al EI. No queremos para nada que la administración de Barack Obama quede en la historia como la administración que haya consolidado y garantizado el éxito de otra estructura terrorista, llamada Jabhad al-Nusra.

Pregunta: Espero que la aportación de la diplomacia rusa será suficiente para prevenir la propagación del terrorismo.

Respuesta: Aparte de la diplomacia, tenemos unos aliados más: la Fuerza Aeroespacial, el Ejército y la Armada de la Federación de Rusia.

 


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