Comentarios del Departamento de Prensa e Información del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia sobre la situación humanitaria en Siria
En Moscú suscita una seria preocupación el desarrollo de la situación humanitaria en Siria.
En estos momentos, en el país, según los datos de la ONU, hay más de seis millones de personas desplazadas en el interior del país, y otros dos millones y medio de personas que se encuentran refugiadas en los Estados vecinos. Miles de personas carecen de suministro de alimentos, combustible, electricidad y medicinas, como consecuencia de las acciones militares que no cesan y el cierre de las carreteras por parte de los rebeldes. Se ha formado una serie de enclaves bloqueados controlados por extremistas, en particular en las regiones en las que está más concentrada la población kurda en el nordeste del país, en las ciudades de Hasaka y Qamishli.
En la ciudad kurda de Afrin se ha desplegado una situación crítica, así como en las localidades de Zahra y Nubul, con mayoría chii, en la provincia de Alepo cuyo bloqueo tiene un carácter especialmente cruel. Hasta hace muy poco, las tropas del gobierno no habían conseguido romper el cerco que rodea Alepo. Sigue siendo complicada la comunicación con las capitales de las gobernaciones de Idlib y Deir ez-Zor.
Por otra parte, los habitantes de los enclaves bloqueados por formaciones armadas ilegales, a pesar de todo, no quieren permitir que entren en sus casas los rebeldes. Los sirios saben muy bien ya cuál es el "nuevo orden" que conllevan los radicales, en cuyas filas predominan yihadistas y mercenarios extranjeros. Así, la ciudad de Rakka situada en la margen izquierda del río Éufrates lleva 9 meses tomada por grupos vinculados a "Al Qaeda". Las banderas negras de esta organización terrosita ondean por todas partes, incluyendo la cúpula de la iglesia de la ciudad, de la que hace tiempo se han profanado las cruces. En Internet se pueden ver las fotos y los vídeos al respecto sin buscar mucho.
Hace poco la directora de la sección para Oriente Próximo de la organización internacional para la defensa de los derechos humanos "Human Rights Watch", Sarah Leah Whitson, volvió a publicar la noticia de una nueva remesa de atrocidades de los extremistas. Según sus palabras, en el período comprendido entre el 21 y el 28 de octubre, en el que los rebeldes se hicieron los dueños y señores de la ciudad cristiana Sadad (situada 100 km al nordeste de Damasco, es una de las más antiguas de Siria y aparece mencionada ya en el Antiguo Testamento) han matado a 46 hombres. La mayoría de los abatidos son ciudadanos de a pie entre los que había 14 mujeres y 2 niños, y tan sólo cuatro de ellos tenían relación con las instituciones del poder: tres policías y un soldado, que se encontraba en su casa de permiso.
El gobierno de Siria en estos momentos colabora con más de 60 agencias internacionales y ONGs. En cambio, hay varias formaciones armadas de radicales de la oposición que a menudo impiden el paso de los convoyes con ayuda humanitaria a través de los territorios que ellos controlan y tampoco dan garantía de seguridad al personal que los acompaña, en particular a los cooperantes internacionales y los voluntarios locales. Los rebeldes tienen retenidos de momento a tres cooperantes del Comité Internacional de la Cruz Roja, que fueron secuestrados en el mes de octubre. Desde el comienzo del conflicto, en la primavera de 2011, han muerto 32 cooperantes de la Media Luna Roja Árabe de Siria mientras cumplían su misión.
Tal como nos han asegurado las autoridades sirias, a fin de aliviar la angustia y el sufrimiento a la población civil del país, el gobierno de la República Árabe de Siria está dispuesto a adoptar medidas adicionales para facilitar el acceso de la ayuda humanitaria a todos los que la necesitan, y seguir mejorando la colaboración con las agencias humanitarias internacionales y las ONGs. Junto a eso, convendría que todos los que participan en el proceso de la prestación de asistencia a la población afectada de Siria actuaran con arreglo a la declaración del Presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 2 de octubre y observaran los compromisos que dimanan del derecho humanitario internacional. Esto excluye el intento de politizar las cuestiones humanitarias y convertir la tragedia de la gente en un instrumento de presión política hacia el gobierno de Siria. Esta es la postura que sostenemos al respecto, y la que seguiremos sosteniendo en las discusiones sobre los temas humanitarios en Siria.
21 de noviembre de 2013