COMUNICADO DE PRENSA

Los días 18 y 19 de mayo  se piensa celebrar  la quinta vuelta ordinaria de consultas internacionales sobre la seguridad y estabilidad en Transcaucasia que están previstas en los acuerdos de los Presidentes de Rusia y Francia del 8 de septiembre de 2008 alcanzados tras rechazar la agresión georgiana contra Osetia del Sur. Participan en los encuentros de Ginebra, sobre la base equitativa, las delegaciones de Abjasia, EE.UU. Georgia, Osetia del Sur y la Federación de Rusia, como también  los representantes de la UE, la ONU y la OSCE.  La primera vuelta de las discusiones se celebró el 15 de octubre de 2008. La delegación rusa es encabezada por Grigori Karasin, Secretario de Estado y Viceministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia.

La agenda de los encuentros de mayo comprende cuestiones importantísimas de la seguridad y el no-uso de la fuerza en la agitada Región de Transcaucasia. La parte rusa hará hincapié en la necesidad de elaborar garantías sólidas para prevenir la agresión y no reanudar las acciones militares de parte de Tbilisi contra los vecinos de la Región. Para ello, en primer lugar, es preciso firmar los convenios jurídicamente obligatorios el no-uso de la fuerza entre Georgia y Osetia del Sur así como entre Georgia y Abjasia. En las fronteras de esos Estados se deberá crear regímenes de la seguridad que prevean el cumplimiento total y consecuente por la parte georgiana de las disposiciones de los acuerdos Medvédev–Sarkozy. Un elemento importante de la seguridad en Transcaucasia es la imposición del embargo internacional de los suministros a Georgia de los armamentos ofensivos.

Pese al fracaso de su aventura inhumana en agosto del año pasado, las autoridades georgianas no han sacado lecciones. En Tbilisi se siguen oyendo los llamamientos recuperar por vía armada la integridad territorial perdida a raíz de la política irresponsable de las autoridades georgianas. En las fronteras de Georgia con las Repúblicas de Abjasia y Osetia del Sur otra vez crece la tirantez, las estructuras armadas georgianas edifican fortificaciones y vigías nuevas, concentran las fuerzas armadas y medios técnicos militares y realizan ejercicios y simulacros. Todo ello pasa con el telón de fondo de la profunda crisis política causada por las acciones de las autoridades. Las manifestaciones y mítines de protesta masivos continúan en Tbilisi ya durante más de un mes.

No es asombroso que en esas circunstancias la élite georgiana intenta desviar la atención de su población de los problemas internos imperiosos haciendo trucos externos peligrosos. Su juego no es nuevo y es conocido desde hace mucho: provocaciones con respecto a las repúblicas vecinas; la ayuda de los patrocinadores occidentales que eligieron no se sabe por qué el territorio georgiano para realizar los ejercicios de la OTAN muy inoportunos y desestabilizadores justamente en este momento tan alarmante de por sí;  otra simulación del "golpe de estado" con las artimañas del enemigo externo; y otras muchas cosas.

La delegación rusa se propone llamar la atención de sus socios en Ginebra a esos y otros aspectos en materia de seguridad en Transcaucasia que requieren soluciones conjuntas. Además, se debe hacer el hincapié principal en las acciones prácticas para reducir la tensión, reforzar la seguridad y restablecer la confianza en la Región.

La parte rusa que hace mucho cumplió las pertinentes disposiciones de los acuerdos Medvédev–Sarkozy se atiene precisamente a tal enfoque. Precisamente a ello están orientados los convenios bilaterales firmados entre la Federación de Rusia y las Repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia en materia de protección de las fronteras estatales y la cooperación militar. Los militares y guardafronteras rusos hacen el servicio en territorio de Osetia del Sur y Abjasia ateniéndose consecuentemente a los objetivos de mantener la paz y seguridad en aquella Región explosiva. Es gracias a ellos que la población de los Estados transcaucasianos obtuvo la posibilidad de pasar a la vida pacífica y la construcción de sociedades democráticas normales.

Importa asimismo acordar en Ginebra la continuación del trabajo práctico en el marco de las propuestas convenidas en la vuelta de discusiones en febrero sobre la prevención y la reacción a los incidentes. El primer encuentro de procedimiento para arrancar esos mecanismos en la frontera entre Georgia y Osetia del Sur tuvo lugar el 23 de abril del año en curso el poblado de Ergneti. Sin embargo, el segundo encuentro que se pensaba efectuar el 7 de mayo quedó frustrado como resultado de la posición obstruccionista de la parte georgiana que intenta politizar hasta las cuestiones organizativas. Al mismo tiempo, la importancia y utilidad de tal instrumento práctico de la confianza y la seguridad en la Región no provoca la incertidumbre a nadie. Así que el éxito de las discusiones en Ginebra depende directamente de la autenticidad del deseo de nuestros socios de dialogar constructivamente sobre los temas de la seguridad y estabilidad teniendo en cuenta la situación en Transcaucasia.

16 de mayo de 2009