La noche del 5 al 6 de diciembre llegó un comunicado de Pretoria en el que se informaba del fallecimiento de Nelson Mandela tras una larga enfermedad. En Moscú hemos acogido la noticia con un sentimiento de profunda tristeza –ha dejado esta vida un político destacado y un excelente hombre de Estado de nuestro tiempo, que contribuyó enormemente a establecer una cooperación en diversos planos entre la Federación de Rusia y la República de Sudáfrica.

Nelson Mandela se ha ganado de manera excepcional un gran respeto internacional. Encabezó en la República de Sudáfrica una transición pacífica del sistema del apartheid a la democracia y el progreso, fue merecedor del Premio Nóbel de la Paz, y tomó las riendas del gobierno de Sudáfrica en 1994 como el primer presidente elegido por todo el pueblo.

La visita de Nelson Mandela a Moscú en 1999 supuso un sustancioso impulso para el desarrollo de las relaciones de amistad entre nuestros dos países y su deriva hacia el alto nivel que las caracteriza hoy, que quedó fijado en la Declaración Conjunta sobre el establecimiento de una asociación estratégica integral, firmada por los presidentes Vladímir Putin y Jakob Zuma, el 26 de marzo en Durban.

Nelson Mandela fue galardonado con el Premio Internacional Lenin de la Paz, y fue condecorado con la Orden de la Amistad. En Rusia siempre conservaremos un vivo recuerdo de él.

6 de diciembre de 2013