18:00

Discurso y respuestas a preguntas ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores en funciones de Rusia, Serguéi Lavrov, en la filial de la Universidad MGIMO en Uzbekistán, Taskent, 16 de enero de 2020

Estimado señor Kamílov,

Estimado señor Islámov,

Queridos amigos:

Ante todo, quisiera desearles un feliz Año Nuevo.

Estoy encantado de estar aquí hoy en un evento que se celebra con motivo de la inauguración de una filial de la Universidad de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO) en la capital de Uzbekistán. Me es grato pronunciar un discurso ante los estudiantes, el personal docente encabezado por un egresado de nuestra Universidad, Bajtiyer Islámov. Está claro que la inauguración de la filial de la MGIMO es una etapa importante en nuestras relaciones diplomáticas en el ámbito de educación, coordinación de nuestras acciones. Esto refleja también un interés creciente hacia la lengua y la educación rusa que goza de apoyo enérgico por parte del Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev. Como entiendo, en Uzbekistán hay ocho filiales de las universidades rusas hoy. No es el límite. En el curso de nuestra conversación de hoy, el Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, ha dicho que planea abrir varias filiales de las universidades rusas más. Vamos a cooperar para hacer realidad estas iniciativas.

El año pasado, la MGIMO celebró su 75º aniversario. Por este período, la universidad pasó un largo camino y formó una escuela científica y pedagógica realmente única. Estoy seguro de que ustedes mantendrán buenas tradiciones de la preparación de expertos altamente calificados en diferentes ámbitos de relaciones internacionales, ante todo, para el servicio diplomático, pero no sólo para éste porque los egresados de la MGIMO gozan de demanda en otras áreas del sector público y en el sector de negocios también.

Los esfuerzos para preparar tales expertos son demandados aún más porque hoy la importancia de la diplomacia, la capacidad de encontrar fórmulas de compromiso va en aumento. Quisiera recordar que en el mundo actual se observan procesos tectónicos vinculados con la continuación de la redistribución del equilibrio global de fuerzas y la formación de un nuevo orden multipolar más democrático y pluralista. Surgen nuevos centros de crecimiento económico, poderío financiero e influencia política en la región de Asia Pacífico, América Latina y África que se llama el 'continente del futuro' cuyas capacidades no han empezado a aprovechar todavía. Estoy seguro de que será un largo período histórico, pero es un proceso objetivo que es imposible frenar.

Los países occidentales, como se suele decir, 'Occidente histórico', dominaron en el mundo durante cinco siglos como mínimo. Esta época queda en el pasado. Es necesario compartir el poder y la influencia, el necesario buscar fórmulas de compromiso con actores fuertes. Lamentablemente, nuestros colegas occidentales intentan frenar estos procesos, mantener su dominio, pero la vida les obliga a actuar conforme a las tendencias objetivas del desarrollo global sin partir de unas consideraciones geopolíticas unilaterales. Simultáneamente con estos procesos y la necesidad de elaborar  formas de interacción y cooperación, crece hoy la necesidad de conseguir un nivel cualitativamente nuevo de confianza y coordinación entre todos estos actores internacionales para responder a los desafíos y amenazas más agudos de carácter transfronterizo. Es imposible esconderse de éstos dentro de las fronteras nacionales, por detrás de una valla: el terrorismo, el narcotráfico y otras formas del crimen organizado, el delito cibernético que exige hoy elaborar nuevas posturas para impedirle causar un enorme daño a todos los países, sin hablar de tal asunto tradicional como el riesgo de proliferación de las armas de destrucción masiva. El problema de cambio climático se agrega a estas amenazas y riesgos. Se puede resolver todo esto sólo en conjunto y 'bajo un paraguas' de la ONU a tenor de la Carta de estas Organización y otras normas del Derecho Internacional universalmente aplicables.

Las alianzas en que forman parte Rusia, Uzbekistán (la CEI, la OCS) actúan a partir de los principios de respeto mutuo, igualdad, búsqueda del equilibrio de intereses, fórmulas de compromiso y consenso. Partiendo de las mismas posturas, Rusia actúa en el grupo BRICS y en el formato Rusia-India-China (RIC). Mencionaré también al Grupo de los Veinte cuya formación hace varios años y la formación del mecanismo de celebración de sus cumbres reflejaron el entendimiento por Occidente de la necesidad de renunciar a los intentos de dictar su voluntad en la economía global y buscar fórmulas de compromiso con nuevos centros de fuerza. Como se sabe, en el Grupo de los Veinte están representados tanto el G7 que anteriormente intentó gestionar a solas los procesos económicos y financieros globales, los países BRICS y varias otras economías de crecimiento rápido en vías de desarrollo que comparten la postura de los cinco países del grupo BRICS respecto a los asuntos de principio. Naturalmente, el G20 se convierte en un foro para discusiones políticas en que pueden participar grandes países poderosos que actualmente no forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU.

La necesidad de mejorar la coordinación política es evidente en las condiciones cuando, lamentablemente, las acciones imprudentes de nuestros colegas estadounidenses y sus aliados más próximos conllevaron las consecuencias catastróficas en Oriente Próximo. Se destruyó Irak que ahora va restableciendo a duras penas su integridad y la capacidad de normalizar la vida en el país. Se destruyó Libia que está lejos todavía de restablecer sus estructuras institucionales. Se emprendió un intento similar en relación con Siria. Mientras, en respuesta a la solicitud del Gobierno legítimo de Siria, Rusia prestó un apoyo muy eficaz, creo yo, al pueblo sirio para repeler la amenaza del terrorismo internacional y se logró hacerlo. Queda resolver varias tareas más concretas. Ayudamos al pueblo sirio a defender a Siria como Estado. Creo que es un buen ejemplo para impedir a emprender en un futuro tales intentos agresivos, imprudentes de resolver destinos de regiones enteras desde el otro lado del océano, de cualquier lugar en la Tierra.

Un serio daño a la estabilidad estratégica lo causa la situación en torno a Irán que se hizo crítica tras la retirada voluntaria y unilateral de EEUU del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) y del Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF) que, de hecho, conllevó el desmantelamiento de este documento más importante en el ámbito de no proliferación de armas nucleares y creó una situación tensa en materia de control de armas, la no proliferación de las armas de destrucción masiva y limitación de armas, ante todo, las nucleares.

Vemos también que continúan los intentos de usar métodos de competencia desleal en el ámbito económico. Washington intenta imponer sus posturas fuera del G20 y la Organización Mundial de Comercio (OMC). Frena la actividad de la OMC en que, debido a la postura de EEUU, no puede funcionar bien el mecanismo de solución de diferencias. Nuestros colegas estadounidenses intentan imponer a nivel bilateral sus soluciones de problemas internacionales sin tener escrúpulos en recurrir al proteccionismo, imponer sanciones arbitrarias unilaterales, abusar abiertamente el estatus de dólar.

Me parece que tales métodos de guerras comerciales y de otra índole, incluidos los conflictos bélicos, no tienen perspectivas en un futuro. Las tienen métodos de fomento de la cooperación sin imponer su voluntad, recurrir amenazas o juegos de suma cero. Como ya he dicho, es necesario promover los valores de diálogo, consenso, respeto mutuo. Sólo así se puede avanzar en la búsqueda de soluciones de problemas globales realmente sostenibles, a diferencia de las a corto plazo, aplicables sólo a varios acontecimientos políticos internos y ciclos electorales.

Hoy introducimos tales formas de diplomacia multilateral como el proceso de Astaná. Rusia, Turquía a Irán se ocupan enérgicamente de arreglo de la crisis siria. Y no sólo se trata de la estabilización de la situación en el país sino también del lanzamiento del proceso político. Empezó a trabajar el Comité Constitucional. Esta actividad continúa. No por casualidad el proceso de Astaná llama la atención de otros países. Tales Estados como Jordania, Irak y el Líbano tienen estatus de observadores en este organismo multilateral. Cuando abordamos el problema sirio, libio u otro problema internacional nunca obligamos a alguien a hacer algo contra su voluntad ni imponemos nada a nadie.

Aplicamos una política exterior orientada hacia el pragmatismo y la búsqueda de soluciones realistas, y no hacia la promoción de unas iniciativas rimbombantes calculadas para dar un efecto propagandístico inmediato pero que no suponen medidas concretas con vistas a dar una solución concreta a una u otra situación. Nuestras iniciativas buscan aunar los esfuerzos y las capacidades de diversos Estados. A ello responde, verbigracia, la iniciativa de crear la Gran Asociación Eurasiática adelantada por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, en la cumbre Rusia-ASEAN en mayo de  2016. Se supone que esta asociación debe aunar las capacidades de los países miembros de la UEEA, la OCS, y la ASEAN. De igual modo proponemos aplicar enfoques colectivos a la  conciliación de los principios de robustecimiento de los regímenes de no proliferación de las armas nucleares, químicas y biológicas. En esta área se han acumulado no pocos problemas generados por los intentos de nuestros colegas occidentales de someter a su control cualesquiera procedimientos de verificación, su negativa a analizar de forma transparente los problemas que surgen en estas esferas.

Naturalmente, nosotros, como cualquier otro país normal, deseamos tener un entorno amistoso, mantener relaciones de buena vecindad, promover una interacción constructiva con todos los socios extranjeros sin excepción en todos los formatos en todas las partes del mundo, siempre y cuando nuestras colegas deseen lo mismo.

Por esta razón estamos muy satisfechos que a Rusia y los países de Asia Central los unan las relaciones de aliados, de asociación estratégica basadas en los principios del Derecho Internacional, de respeto y toma en consideración de los intereses de cada cual, de equilibrio de intereses al analizar cualesquiera problemas.

En plena medida esto es aplicable a nuestras relaciones de aliados y asociación estratégica con Uzbekistán. Nuestros intercambios comerciales crecen sostenidamente. Nuestros dirigentes plantearon la tarea de aumentarlo hasta 10 mil millones de dólares USA.

En estos momentos, quizás, el monto de los intercambios equivale a la mitad de esta cifra. Los eventos a celebrarse, relacionados, entre otras cosas, con la sesión de la Comisión Intergubernamental para la cooperación económica, deben trazar medidas concretas para cumplir las tareas planteadas por los presidentes.

Estamos ejecutando ambiciosos proyectos conjuntos, desde la energía, incluida, la nuclear, hasta la construcción de maquinaria. El monto de las inversiones rusas en la economía de Uzbekistán supera los 9 mil millones de dólares USA. En Uzbekistán funcionan más de 1.700 empresas con participación del capital ruso.

Desarrollamos una estrecha interacción en los foros multilaterales, tales como la ONU, la CEI (donde Uzbekistán ejerce actualmente la presidencia rotatoria), la OCS. Estos vínculos son realmente profundos y muy eficaces.

Consideramos que la CEI justifica su misión como estructura en el espacio postsoviético, donde todos los nuevos Estados pueden discutir cualesquiera problemas que surjan. Creo que las potencialidades integracionistas de la CEI todavía se aprovechan en plena medida. Compartimos las prioridades delineadas por Uzbekistán en el marco de su presidencia rotatoria en este año. Estamos dispuestos a prestar toda clase de asistencia a la puesta en práctica de las mismas.

Atribuimos mucha importancia a la labor conjunta dentro de la OCS. Nos pronunciamos por una enérgica interacción entre Uzbekistán y la UEEA y la OTSC. Hoy, hemos hablado sobre esto con el Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyóyev, y mi homólogo, el Ministro de Asuntos Exteriores, Abdulaziz Kamílov.

La Unión Económica Eurasiática se desarrolla con dinamismo y éxito. Se han creado los mercados comunes de servicios, capitales y mano de obra. Aumentan los contactos internacionales con terceros países. Se han concertado los Tratados sobre la zona de libre comercio con Vietnam, Singapur, Serbia. Se han suscrito Acuerdos con Irán y China. Se sostienen negociaciones con Israel, Egipto y muchos otros países, incluidos los latinoamericanos, con las asociaciones internacionales integracionistas, incluyendo ASEAN. Se robustecen los vínculos entre la OCS y la UEEA.

Mantenemos un diálogo útil con nuestros amigos uzbekos sobre las formas de mayor eficacia para promover una interacción práctica con la UEEA.

Estimados amigos:

Este año, celebramos el 75º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Nuestros pueblos combatieron hombro con hombro contra el nazismo y, junto con otros pueblos de la Unión Soviética, aportaron una decisiva contribución a la liberación Europa y el mundo de los horrores de la peste parda. La Victoria echó los cimientos de la arquitectura contemporánea de seguridad internacional, incluida la fundación de la ONU. Los principios de la Carta de la ONU son inamovibles. Pese a todas las innovaciones, cualesquiera reformas (que serán muchas) de las organizaciones internacionales deben asentarse invariablemente sobre estos principios que tienen valor universal y están reconocidos por todos los Estados del mundo sin excepción. Debemos atesorar en la memoria la hazaña de nuestros padres y abuelos, no permitir a nadie revisar la historia, poner en entredicho los resultados de la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, justificar los crímenes de los nazis y sus secuaces. Es insostenible, por supuesto, intentar revisar los veredictos del Tribunal de Núremberg. Estamos presenciando enérgicos intentos de esta índole en varios países, incluidos, lamentablemente, los de la Unión Europea que no dejan de presentarse como dechado de la democracia. Es una tendencia sumamente peligrosa contra la que se debe luchar, hacerle frente.

El 9 de mayo próximo, esperamos a los honorables invitados a los festejos con motivo del 75º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Desde luego, esperamos a nuestros amigos de Uzbekistán. Estoy seguro de que esta Gran Efemérides se festejará en Moscú, Taskent y otras ciudades de nuestros países. Estoy al tanto de que en Taskent se está reconstruyendo el Parque de la Victoria. Confío en que nosotros podremos participar en la ceremonia solemne de su apertura.

A título de colofón, quisiera desearles éxitos a los estudiantes en sus estudios. Ustedes se encargarán de garantizar la continuidad de nuestra cooperación en política exterior, ante todo, de la política exterior de su Estado y, por supuesto, espero, participar en el diseño, ahondamiento y desarrollo de la agenda de relaciones de aliado entre Rusia y Uzbekistán. Confío en que los conocimientos, experiencias y hábitos que ustedes adquieran en la filial de la Universidad MGIMO, les ayudarán en su labor cotidiana.

Muchas gracias. Estoy dispuesto a contestar a sus preguntas.

Pregunta: Estamos estudiando la economía, incluso  intentamos construir modelos de manera sistémica. Sin embargo, la diversidad de estructuras multilaterales de acceso abierto para Uzbekistán hace que este modelo se vuelva bastante complicado. ¿Qué estructuras multilaterales, a su modo de ver, son las más eficaces para construir el modelo en cuestión y también unas fructíferas relaciones ruso-uzbecas, además de la Unión Económica Euroasiática (UEEA)?

Respuesta: En un principio, la economía es la base de todo. Como bien sabemos, “la existencia social determina la conciencia humana”. Cada país debe tomar su propia decisión, guiándose siempre por los intereses nacionales, por los intereses de su pueblo, de su desarrollo y por la necesidad de elegir tal forma del desarrollo que permita fomentar la prosperidad de sus ciudadanos. De modo que se puede compartir las experiencias y hablar sobre lo que uno hace, pero la decisión siempre debe ser de los Gobiernos de Estados soberanos.

Como ya he señalado, mantenemos un diálogo muy intenso sobre la interacción económica. Las relaciones bilaterales se están desarrollando de una manera muy dinámica e intensa a lo largo de los últimos años y ofrecen sus frutos, de acuerdo con las decisiones del Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, y del Presidente de la República de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoev. En cuanto a los formatos multilaterales, es, en primer lugar, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en la cual existe zona de libre comercio. Junto con Uzbekistán formamos parte de esta organización y participamos de manera fructífera en sus actividades. Aplaudimos la participación de Taskent en las labores de la CEI que en estos últimos años ha adquirido un carácter más activo. Este año Uzbekistán asume la presidencia de la CEI. En la Cumbre más reciente celebrada en Ashjabad en octubre de 2019 se aprobó la Declaración sobre la cooperación económica estratégica entre los países miembros de la CEI. Es decir, sentimos que en dicho formato se puede plantear nuevos objetivos y lograrlos de forma realista y eficaz de manera colectiva. Ello demuestra la importancia que se concede en el marco de la CEI a la economía. He mencionado ya la existencia de la zona de libre comercio.

En cuanto a la UEEA, allí también existe un diálogo. Uzbekistán está estudiando las maneras de interaccionar con dicha estructura. Merece la pena señalar que hace 1.5 años en la UEEA fue creado el sistema de los observadores. En total unos 182 millones de personas, un mercado común de capitales, bienes, servicios y mano de obra. Es una asociación bastante importante, cuyo PIB total asciende a cerca de 2.000 millones de dólares. Es un índice nada despreciable.

La lógica del desarrollo de la UEEA era la misma que muchas otras partes del mundo, incluida la Unión Europea. En un principio fue creada la zona de libre comercio, después la Unión aduanera de Rusia, Kazajstán y Bielorrusia y más tarde, la UEEA, a las que se han unido también Kirguizistán y Armenia.

He mencionado los vínculos externos de la UEEA que son bastante extensos. Creo que Uzbekistán sabrá entender mejor durante las consultas que se mantienen y en las que Rusia participa, qué perspectivas se abren ante él.

Pregunta: El Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, propuso ayer incluir en la Constitución rusa la norma sobre la supremacía de la Ley Fundamental sobre de las normas del derecho internacional. ¿Quiere decir ello que Rusia seguirá el ejemplo de EEUU, donde esta supremacía del derecho nacional se lleva a cabo al máximo? En más de una ocasión vimos ejemplos de cómo la parte estadounidense pasaba por alto los postulados de las convenciones internacionales y las decisiones de los organismos judiciales.

¿Podría ello plasmarse en la decisión de Rusia de abandonar el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos?

Respuesta: Ahora tenemos la nota explicatoria del Tribunal Constitucional de la Federación de Rusia indicando que los postulados de la Constitución de la Federación de Rusia representan una norma prioritaria del derecho. No es ninguna situación excepcional, tales normas están en vigor en los países occidentales, en concreto, en Alemania y en el Reino Unido. En EEUU simplemente está indicado que el derecho internacional es algo como la quinta rueda del coche y así es como lo ven.

Me gustaría llamar su atención a que los compromisos internacionales para un país aparecen, tras ser ratificado uno u otro acuerdo. La ratificación se consigue mediante una Ley federal y las leyes deben corresponder con la Constitución de la Federación de Rusia. No pude haber ninguna contradicción en este sentido. Todos los compromisos que adquirimos, poniendo nuestra firma de buena voluntad, son ratificados por nuestro Parlamento, los diputados elegidos por el pueblo, y se convierten en parte de nuestra base legislativa. Todos ellos son cumplidos por nosotros.

Pregunta: Todos entendemos que Rusia y Uzbekistán se necesitan. Nuestra cooperación puede ser descrita por el término “asociación estratégica” ¿Que tres componentes principales de la cooperación bilateral destacaría?

Respuesta: No sólo somos socios estratégicos, sino que somos también aliados. En 2005 fue firmado el Tratado sobre relaciones de aliados, sigue en vigor hasta hoy y representa uno de los pilares de nuestra interacción. Tenemos unos vínculos muy estrechos entre todas las entidades, incluidos las de la esfera económica, los Ministerios de defensa, el Consejo de Seguridad, los organismos de mantenimiento de orden público y los servicios secretos. Damos solución a numerosos problemas relacionados con las garantías de la seguridad tanto de Uzbekistán, como de toda Asia Central, donde la amenaza del terrorismo y el tráfico de droga es bastante seria. Contamos con unas extensos acuerdos con respecto a la cooperación en la esfera de la modernización de las Fuerzas Armadas de la República de Uzbekistán, al que le será facilitado equipo técnico moderno. Está progresando de manera satisfactoria la cooperación técnico-militar. Considero que la esfera de la seguridad es uno de los campos de mayor relevancia y con resultados más visibles.

Otro campo no menos relevante es la economía. Lo he comentado en detalle: aumento el número de inversiones entre los dos países, crece el número de decisiones que permiten a nuestras empresas comerciar aplicando un procedimiento simplificado y reducir los costes materiales y los plazos.

Considero que contamos con una cooperación económica bastante intensa. Dados los objetivos formulados, será abordada en detalle durante los preparativos para la visita oficial del Presidente de la República de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoev, a la Federación de Rusia que se celebrará este año.

Se está preparando la reunión de la Comisión Intergubernamental para la Cooperación Económica. En total más varias decenas de iniciativas es abordado, como parte del plan de fomento de nuestra interacción.

Me gustaría mencionar también la cooperación en la esfera de la Humanidades. He señalado ya el interés por el aprendizaje de la lengua rusa y por la educación en ruso que existe en Uzbekistán. Lo apreciamos mucho, como también apreciamos el hecho de ser Uzbekistán seguramente uno de los países más representados entre los estudiantes. Más de 20.000 alumnos uzbecos están cursando estudios en Rusia, 6.000 de ellos cuenta con becas que les cubren los gastos. El Presidente de la República de Uzbekistán ha formulado una petición: aumentar el número de becas que es concedido anualmente. Creo que nuestra respuesta será positiva. Intentaremos que la petición en cuestión se plasme próximamente en decisiones concretas.

Además de la seguridad, la economía y la cooperación en el campo de Humanidades, sería apropiado mantener un cuarto campo que es la coordinación de nuestra actuación en la arena internacional. Tenemos posturas compartidas con respecto a la mayoría aplastante de temas relativos a las agendas internacional y regional. Ello se deja notar especialmente en Afganistán, donde Rusia y Uzbekistán interactúan de manera unida, viendo un único objetivo, es de calmar a la República Islámica de Afganistán, promoviendo la reconciliación nacional y la creación de unas condiciones que permitan a todos los grupos étnicos, religiosos, políticos y sociales sentirse a gusto. Únicamente el pueblo afgano puede tomar esta decisión. Todas las iniciativas formuladas por Taskent y Moscú, en los llamados formatos de Taskent y Moscú, fueron orientadas a la creación de condiciones que permitan a los afganos llegar a un acuerdo entre ellos, sin fórmulas impuestas desde fuera.

Nuestras decisiones son muy extensas y variadas. Me gustaría volver a señalar que realmente son así y no sólo, de acuerdo con los documentos oficiales.

Pregunta: Se encuentra con visita oficial en Uzbekistán como Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia en funciones. ¿Qué puesto podría ocupar en el futuro?

Respuesta: ¿Es Usted periodista? ¿Por qué no entra a estudiar en MGIMO?

A lo largo de todos estos años, enseguida después de graduarme, no sólo he ocupado algunos puestos, sino que he desempeñado con honestidad mis funciones profesionales. Lo sigo haciendo ahora.

Pregunta: Hoy ha mantenido una reunión con el Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoev. ¿No han comentado la adhesión de Uzbekistán a la UEEA? Y, si lo han hecho, ¿cuáles podrían ser los plazos y la etapa de este proceso?

Respuesta: Ya he mencionado que el propio país debe tomar sus decisiones, si quiere diversificar de alguna manera sus contactos económicos externos, para lo cual puede recurrir a distintos formatos de interacción. En nuestra calidad de amigos y socios estratégicos, aliados a nivel de Gobierno y viceprimeros ministros, estamos manteniendo un diálogo muy concreto y centrado sobre las vías de cooperación entre la UEEA y Uzbekistán. Facilitamos la información, ofrecemos nuestras evaluaciones, sin embargo, la decisión será del Presidente y del Parlamento de Uzbekistán. Así es como lo hemos comentado con el Presidente Mirziyoev.

Pregunta: ¿Y cuál ha sido el resultado?

Respuesta: ¿Por qué no entra a estudiar en la MGIMO?

Pregunta: Seguro que sabe cuán común es el tema de la inteligencia artificial en nuestro mundo. En la actualidad, se prevé su uso en las relaciones internacionales, en el análisis de los procesos sociales y económicos y en la política moderna. ¿Qué puede decir sobre este tema?

Respuesta: Por supuesto, las tecnologías modernas ayudan mucho en el estudio y en el trabajo. En primer lugar, en lo que respecta a la obtención rápida de información de fuentes diferentes, la posibilidad de comparar ciertos hechos. Dado que la vida se desarrolla con gran rapidez (esto nunca ha sucedido, incluso en el ámbito internacional), es importante obtener información, saber conseguir y utilizar los hechos, obtenidos con el acceso a la información.

En este sentido, la revolución está ocurriendo en todos los ámbitos de la vida. No en vano la digitalización de la economía ya se está convirtiendo en un lema en todos los países, incluida Rusia. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha dicho en repetidas ocasiones que alguien quien tenga la mayor cantidad posible de tecnologías modernas, tendrá una posición muy firme en el escenario mundial.

Hablando específicamente de la diplomacia, aparte de la ventaja incondicional que mencioné (acceso rápido a información fiable de diferentes fuentes y la capacidad de compararla), probablemente ni la inteligencia artificial ni nada más reemplazará al diplomático como persona. Con todas las posibilidades de acumular conocimientos en la memoria, de modelar una u otra situación crítica, nunca podremos encontrar una solución hasta que nos sentemos con una persona o con varias de las que depende el éxito, nos miremos a los ojos y empecemos simplemente a debatir los intereses de las partes involucradas para tratar de encontrar un equilibrio entre estos intereses. Nunca ningún aparato podrá reemplazar unos contactos personales.

La diplomacia es la capacidad de negociar. No se puede negociar con una máquina, es un instrumento impasible. Una máquina puede vencer a cualquiera en el ajedrez. Es un juego intelectual, pero todas las jugadas están descritas, se puede cambiarlas, inventar nuevos métodos de defensa o ataque. Pero aun así, son reglas que nunca cambian. En diplomacia, pueden surgir situaciones que solo un ser vivo con inteligencia natural y humana puede determinar y resolver.

Pregunta: ¿Podría hablar sobre la estructura del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia?

Respuesta: Se puede encontrar datos sobre la estructura de nuestro Ministerio en nuestros plataformas informativas, en nuestro sitio web. Recientemente, hemos creado un departamento adicional, el 42º, que se ocupa de las crecientes amenazas en el ciberespacio, el Departamento de Seguridad Internacional de la Información. Tenemos alrededor de 3.500 empleados. Hay departamentos que se ocupan de las regiones: cuatro departamentos europeos, uno de Norteamérica, uno Latinoamericano, cuatro Departamentos de Asia, uno de África y uno de Oriente Próximo. Hay departamentos cuyo trabajo no está relacionado con regiones, sino con las funciones: la ONU, la OSCE, las relaciones con la OTAN, con la UE, etc. Tenemos cuatro Departamentos de países de la CEI que son muy importantes: uno es multilateral para las cuestiones de la CEI, otras organizaciones multilaterales en el espacio postsoviético, incluidas la UEEA, la OTSC; el Departamento europeo de la CEI, de Asia Central y de Transcaucasia.

Pregunta: En su discurso, Usted dijo que Rusia celebrará el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo contribuye el MAE de Rusia a esto?

Respuesta: El MAE de Rusia participará directamente en las celebraciones del 75º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Su humilde servidor es un miembro del Comité Organizador que prepara la celebración de este gran aniversario. Planeamos celebrarlo en todos los países, especialmente donde hubo batallas durante la Segunda Guerra Mundial cuando nuestros soldados liberaron a Europa.

Ya se está llevando a cabo una serie de actividades para cuidar de monumentos y túmulos en colaboración con las autoridades de los países anfitriones. En la abrumadora mayoría de los Estados, tales actividades son de gran interés y cuentan con el apoyo activo de la población. Hay países, principalmente los Estados bálticos, donde tratan de no recordar muy a menudo aquella guerra, los grandes sacrificios, o además intentan erradicar estos conocimientos de la conciencia, especialmente de la generación joven. Es otra parte del trabajo. También requiere atención diaria, hay que llamar la atención de las organizaciones internacionales a la necesidad de cumplir las disposiciones de la Carta de la ONU, de las decisiones de los Juicios de Núremberg y de respetarlas.

Nuestra diplomacia se ocupa de todo esto. Hemos presentado la iniciativa de celebrar en mayo de este año una reunión especial de la Asamblea General de la ONU. Uzbekistán es el coautor de esta iniciativa. En la OSCE también promovemos un evento especial y la declaración con motivo del aniversario de la Victoria. Hay muchos eventos. Es uno de los ámbitos centrales y prioritarios de nuestra actividad este año.

Pregunta: Todos sabemos que cuando Usted era estudiante, estudiaba, comunicaba y después trabajaba con muchas personas que se graduaron de la MGIMO, incluidos uzbekos. ¿Tienen los graduados de Uzbekistán algún carácter especial? ¿Puede esto manifestarse en la diplomacia uzbeka?

Respuesta: Cada nacionalidad, cada pueblo tiene sus propias características específicas. Estudié y sigo siendo amigo de muchos ciudadanos de Uzbekistán que ahora se ocupan de los negocios, la diplomacia. No voy a enumerar los nombres para no olvidar injustamente y no ofender a nadie. Lo más importante para cada graduado de la MGIMO, independientemente de su nacionalidad u origen, es ser un profesional y servir a su país. Lo principal es utilizar los conocimientos que obtienen para el beneficio de su pueblo, de su país, para reforzar la posición del Estado en el contexto mundial, las posiciones en el ámbito de la capacidad defensiva, la economía y el desarrollo cultural. Creo que el pueblo uzbeko, con cultura centenaria, si no milenaria, tiene todos los talentos que permitirán, con la ayuda de una buena educación, resolver estas tareas de manera muy efectiva.

Pregunta: Existen muchas interpretaciones del Derecho Internacional. Algunos creen que es un sector que está desarrollando de manera dinámica, otros que claramente no responde a las necesidades de la vida moderna. ¿Qué opina sobre el Derecho Internacional moderno?

Respuesta: El Derecho Internacional, para decirlo de manera simple, siempre se queda atrás de la vida internacional, por qué hay que formalizar y concertarlo. Para que el Derecho Internacional sea eficiente, debe ser universalmente apropiado. Por lo general, son convenciones que son objeto de unas negociaciones prolongadas que a veces duran varios años. Se firman, luego se ratifican. Las convenciones las ofrecen para reaccionar a algún evento en la vida real. Por ejemplo, en lo referente a la ciberseguridad y la ciberdelincuencia, ahora los hackers roban dinero, sacan dinero de las tarjetas, usan el ciberespacio para socavar el funcionamiento de los sistemas vitales para las actividades de los Estados en el ámbito de energía y otras áreas. Todavía no existen ningunas herramientas para luchar con esto. Hace bastante tiempo, hace unos años, presentamos una propuesta ante la ONU, fue aprobada. La presentamos después de aprobar esta iniciativa en el marco de la OCS, incluso con la participación de Uzbekistán, para elaborar unas normas universalmente aceptables, interpretadas y aplicadas de manera única del comportamiento responsable de los Estados en el espacio informativo. Varias veces creamos grupos de expertos cada uno de los cuales daba un pequeño, pero elaborado colectivamente y universalmente aceptable paso adelante. Ahora hemos creado un grupo de trabajo en el que participan todos los países miembros de la ONU. Le propusimos a considerar el proyecto de estas mismas normas del comportamiento responsable.

Hay un ejemplo clásico. En Inglaterra cuando quieren pavimentar un camino sobre un césped primero dejan que la gente camine por él. Donde pisoteen el sendero, por allí entonces se pondrán guijarros. También casi lo mismo sucede con el Derecho Internacional. Primero hay que comprender en qué dirección buscar un instrumento legal internacional. Pero cuando la convención ya ha logrado el estatus jurídico internacional, después de haber sido ratificada por todos los Estados, y ha obtenido un carácter vinculante para ellos por supuesto hay que implementarla.

El problema principal es que ahora el Derecho Internacional es tratado de manera muy descuidada y libre, especialmente por nuestros colegas estadounidenses. Hoy hemos hablado de esto, respondiendo a una pregunta del corresponsal del periódico Kommersant. Cabe señal que esto es algo muy interesante, lo mencioné ayer en India en la reunión plenaria de la Conferencia Internacional Diálogo Raisina que con menos frecuencia nuestros colegas occidentales usan el término “Derecho Internacional”. Han empezado a hablar de manera diferente y llamar a todos a seguir, respetar y cumplir las reglas en las que se basa el orden mundial. No es un término jurídico, no está fijado en ninguna parte de documento alguno generalmente aceptado. Cuando preguntamos cuál es la diferencia, responden: hay que seguir las reglas en las que se basa el orden mundial. ¿Y de qué reglas se trata? ¿Del Derecho Internacional? Si eso es así, entonces, ¿para qué imaginar algo?

En la vida real, por ejemplo, todos, más de 190 Estados miembros, han ratificado la Convención sobre la Prohibición de Desarrollo, Producción, Almacenaje y Uso de las Armas Químicas y sobre su destrucción. A los países occidentales no les gustó que hubiéramos demostrado que la Secretaría Técnica de la OPAQ estaba falsificando los hechos, incluso cuando investigaron las alegaciones del uso de armas químicas en Siria. Literalmente les condenamos por la falsificación de los hechos y les exigimos que cambiaran su actitud y que no achacaran sin pruebas la culpa a esta o otra parte, en este caso a Siria. En lugar de tratar este asunto de manera transparente y colectiva el Occidente impuso mediante la votación la decisión de otorgar a la Secretaría Técnica de la OPAQ el derecho de determinar a los culpables (aunque, según la Convención, tiene sólo un derecho: en la respuesta a la solicitud de un Estado enviar a los especialistas al lugar para determinar si se aplicó allí la sustancia prohibida). Todo lo demás son competencias del Consejo de Seguridad de la ONU. Con la minoría de los votos, 86 frente a más de 100 votos de los Estados miembros, colaron la decisión que socava la Convención. Ahora la Secretaría de la OPAQ está haciendo todo lo posible para escapar de hablar transparentemente de cómo aplica esta misma Convención.   

También tratan de hacer casi lo mismo con la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Biológicas y Toxínicas y sobre su destrucción. Los estadounidenses se niegan a establecer un mecanismo multilateral universal para verificar la aplicación de este documento que sea claro y transparente para todos. Tratan de resolver todos los problemas mediante los contactos y acuerdos bilaterales cerrados y secretos con países particulares, incluso están trabajando activamente en esta dirección en el espacio postsoviético. Hemos concluido un memorando con Uzbekistán para cooperar estrechamente en la esfera de la seguridad biológica y promover nuestros intereses comunes.

Pongamos el ejemplo de la resolución en el Medio Oriente. Existe el Derecho Internacional en la forma de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la necesidad para resolver el conflicto árabe-israelí. Es el Derecho Internacional. Pero nuestros colegas estadounidenses han dicho que tendrán sus reglas. Se reflejarán en un “acuerdo del siglo” que los estadounidenses siguen prometiendo durante cuatro años ya y que nadie ha visto. Mientras tanto, reconocieron la ocupación israelí de los Altos del Golán como legitima, trasladaron su embajada a Jerusalén y anunciaron que los asentamientos ilegales que Israel está creando en la orilla occidental del río Jordán en contra de lo que exige el Consejo de Seguridad de la ONU ahora son legales para EEUU. He aquí, existe el Derecho Internacional y existen las reglas.  

He mencionado OMC. EEUU simplemente ha bloqueado el funcionamiento del mecanismo para resolver disputas mediante trucos de procedimientos. Cuando uno se preocupa de que los estadounidenses se porten de alguna forma deshonesta en los mercados mundiales, en los negocios comerciales no hay lugar a dónde se pueda dirigirse. Beneficiándose de eso, los estadounidenses ofrecen los canales bilaterales en los que con amenazas, ultimátums y otras de formas de presión tratan de promover sus intereses en perjuicio de los intereses de los demás.

Hay que respetar el Derecho Internacional y todos deben hacerlo. Es un asunto serio en la agenda internacional.

 

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