Estados Unidos de América
Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en relación con las sanciones de EE.UU. contra Rusia
Consideramos que el nuevo paquete de sanciones estadounidenses contra Rusia es un primitivo intento de vengarse de que los acontecimientos en Ucrania no se desarrollan según el guion de Washington. Es indignante y falto de fundamento el empeño de hacer recaer en Rusia la culpa de la guerra civil en su país vecino, que es consecuencia de una profunda crisis interna y que se ha saldado ya con numerosas víctimas, demostrando el fracaso de la estrategia de EE.UU y sus clientes de Kiev para apaciguar por la fuerza un gran descontento popular. En lugar de entrar en razón con la dirección de Kiev, que está lanzando contra los habitantes de Donbás y Luganks la aviación, artillería pesada y vehículos blindados, la Casa Blanca incita al derramamiento de sangre. Además, tratando cínicamente de desviar su responsabilidad y distorsionando descaradamente los hechos, se dispone a agitar su arma preferida: el mazo de las sanciones.
Hemos dicho en repetidas ocasiones que Rusia considera poco provechoso hablar con el lenguaje de las sanciones, sea cual sea su alcance. Es un camino que no beneficia a nadie. Esto se refiere también al maltrato de los activos de las empresas rusas. A los que se creen exclusivos y en el derecho de dictar su propia voluntad al resto del mundo les espera inevitablemente una amarga decepción.
Todo el mundo sabe que las sanciones son un arma de doble filo. Como consecuencia de ciertas limitaciones en la cooperación económica y financiera, varios círculos empresariales del propio EE.UU. se están viendo en serios aprietos que se deberán pagar a cuenta de la Casa Blanca. Esta forma de actuar de la Administración de Barak Obama se reflejará también inevitablemente en las posibilidades de que colaboremos con ellos en muchas otras direcciones.
Si lo que pretende Washington es destruir las relaciones ruso-estadounidenses, lo dejamos a su conciencia. Hemos estado abiertos, y seguimos estándolo, a cooperar constructivamente con todos los países, incluyendo a EE.UU., sobre los principios de la equidad, la no injerencia en los asuntos internos y la consideración real de los intereses de uno y otro. No estamos dispuestos a tolerar el chantaje, y nos reservamos el derecho de contestar con medidas.
17 de junio de 2014