19:50

Discurso pronunciado por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov y respuestas a las preguntas a los graduados de la Escuela diplomática y de los estudiantes de los centros de estudios superiores, Ereván, 11 de noviembre de 2019

2318-11-11-2019

Estimados colegas,

Les estoy muy agradecido a los dirigentes de la Escuela diplomática por su invitación. Volviendo a visitar Armenia, este país amigo, tengo la posibilidad de comunicar con jóvenes que eligieron las relaciones internacionales por profesión y siempre es muy interesante. En general, en cada estancia mía en Ereván y en otras partes de Armenia me vuelvo a cerciorar de lo profundos y polifacéticos que son los vínculos entre nuestros países y pueblos. Son unos vínculos sellados por una Historia común, por el patrimonio cultural y espiritual y por una simple amistad entre las personas. Si no me equivoco, están presentes hoy aquí los profesores y los estudiantes de los principales centros de estudios superiores de Armenia, lo que hace que nuestra reunión se vuelva más importante e interesante. Hoy nuestras relaciones que superaron la prueba del tiempo tienen carácter de cooperación estratégica y alianza y siguen avanzando de manera paulatina en todas las esferas. El impulso para ello necesario le comunican los contactos al más alto nivel que tienen lugar con regularidad. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, tan sólo a lo largo de este año se han reunido en cuatro ocasiones y sus contactos continúan. La misma situación se observa a nivel de los Presidentes de Gobierno de ambos países.

En la esfera del comercio y de la economía se ha alcanzado un resultado nada despreciable. Evidentemente existen premisas, para que este año los volúmenes del intercambio comercial entre nuestros países supere el nivel de unos 2.000 millones de dólares. Se están poniendo en práctica importantes proyectos conjuntos en la esfera de la industria, la energía, el transporte, la agricultura, las finanzas y los préstamos, vislumbrándose buenas perspectivas en la esfera de las altas tecnologías.

Un buen ritmo de desarrollo lo ofrecen los vínculos interregionales: participan en los mismos 70 entes federadas de la Federación de Rusia y casi todas las unidades administrativas de la República de Armenia, se están ampliando los intercambios en materia de las humanidades, la ciencia, la información, el deporte, la cultura y el arte. Les estamos muy agradecidos a nuestros amigos armenios por la atención que le prestan al mantenimiento de la lengua rusa y al desarrollo de sus posiciones en su país. Nos estamos preparando para celebrar en mayo de 2020 el 75º Aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Volvemos a subrayar, junto con nuestros amigos armenios, la necesidad de preservar con sumo cuidado la memoria de aquellos héroes y cuidar de los veteranos. Ayer, junto con mi homólogo armenio, Zograb Mnatsakanián, inauguramos en la Galería nacional de arte una exposición dedicada al 75º Aniversario de la Gran Victoria. Acordamos los numerosos eventos adicionales que se celebrarán tanto en nuestros países, como en formato bilateral y también a través de organizaciones internacionales.

Una parte inalienable de la interacción entre Rusia y Armenia es el diálogo en materia de la política exterior, cuyo papel hoy está creciendo. Como podemos ver, el mundo está atravesando una época de cambios globales y todos los estándares a los que estábamos acostumbrados, con los que durante cientos de años medíamos las relaciones internacionales, se están modificando a ojos vista. El mundo se está moviendo hacia el modelo multipolar que objetivamente se está formando en nuestro planeta. Están apareciendo unos nuevos centros del crecimiento económico y de poderío financiero y, por lo tanto, de influencia política tanto en el región de Asia-pacífico, como en otras partes del mundo, en Oriente Próximo y Medio, en América Latina, en África. Están en marcha numerosos procesos de integración que unas veces rivalizan entre ellos y otras veces se entrelazan. En general, las relaciones internacionales se están volviendo más complejas y multidimensionales, adquieren tal carácter que ya ningún Estado o un grupo reducido de Estados pueden garantizar a solas la sostenibilidad del desarrollo global ni ofrecer una resistencia eficaz a los múltiples retos, cuyo número está creciendo constantemente. Los mismos varían entre el terrorismo y los riesgos de la proliferación de las armas de destrucción masiva. De modo que es bastante lógico que los problemas clave que afectan a toda la Humanidad no sean sometidos a consideración de los G-7, los principales países occidentales, tal como se hacía hace unos 20 años, sino de los G-20, un mecanismo de gestión global, inclusivo, prestigioso y correspondiente con la realidad del siglo XXI.

Junto con los países miembros de los G-7, forman parte de dicho formato los países miembros de la asociación BRICS y sus correligionarios que defienden unas posturas algo distintas con respecto a la solución de los problemas internacionales. Suponen la búsqueda del equilibrio de los intereses y no la elaboración de las soluciones en un círculo reducido ni tampoco su presentación en calidad de verdad absoluta. Dicho mecanismo no funcionará más. Me gustaría volver a subrayar que la creación y el funcionamiento de los G-20 revisten gran importancia, tanto simbólica como práctica.

Estamos convencidos de que es de interés común garantizar una transición paulatina y pacífica a un nuevo orden mundial, hacer que éste sea justo y democrático y no se base en la fuerza, sino en el comprobado equilibrio de intereses de todos los miembros de la comunidad internacional, sin excepción alguna. Si antes se habló del “concierto de las grandes potencias”, ahora habría que crear una especie de “concierto global”, en el marco del cual sean tomados en consideración los intereses de todos los países, sin excepción alguna.

Rusia enfoca de una manera muy responsable sus funciones de uno de los garantes de esta arquitectura policéntrica que está en formación. Estamos promoviendo una agenda constructiva y unificadora en la esfera de la política exterior, una línea orientada a impedir la confrontación en la arena internacional y a reforzar la seguridad global y regional.

Se encuentran entre nuestras prioridades incuestionables una mayor intensificación de la cooperación bilateral y multilateral en la región euroasiática. Dada esta circunstancia, damos una alta apreciación al alto nivel de coordinación, del que disfrutamos en las relaciones con nuestros amigos armenios en el marco de tales asociaciones como la OTSC, la CEI, la UEEA. Dichas estructuras afianzaron sus posiciones en calidad de los más relevantes pilares de la seguridad en el espacio postsoviético. Me gustaría señalar especialmente nuestros planes de reforzar la OTSC que ofrece sólidas garantías de los intereses militares y políticos de todos los aliados que la integran. La UEEA fue creada más después de la CEI y la OTSC, sin embargo, es un organismo que se desarrolla de una manera bastante paulatina y eficaz. Durante un período de tiempo relativamente corto se logró formar un mercado común de bienes, servicios, capitales y mano de obra. Para recorrer el mismo camino, la Comunidad Europea necesitó un período varias veces más largo.

Por eso, en mi opinión, nuestros colegas armenios que este año han asumido la presidencia en la Unión Económica Euroasiática, se dan cuenta de todas las ventajas de formar parte de dicha Unión. Por lo menos, de acuerdo con las estadísticas, en tres años los volúmenes del intercambio comercial entre Armenia y otros países miembros aumentó casi en un 40%. Ante Armenia se abrieron unas nuevas posibilidades del desarrollo de su economía, también gracias a la adquisición de materias primas y recursos sin aranceles y tarifas aduaneras y gracias al reconocimiento mutuo de la documentación.

Al mismo tiempo la Unión Económica Euroasiática no es un “club de acceso restringido”. Esta Organización que se desarrolla en plena correspondencia con las normas de la OMC está abierta a la interacción con otros países y estructuras de integración. Ya se han firmado Acuerdos de libre comercio con Vietnam, Singapur y Serbia (con los últimos dos países, durante la presidencia de Armenia). Se ha firmado el Acuerdo preliminar con Irán y se mantienen las negociaciones con decenas de otros países, incluidos los de Oriente Próximo, Asia, África, América Latina. Un paso importante fue la firma en 2018 del Memorándum de entendimiento mutuo entre la Comisión Económica Euroasiática y la ASEAN.

Han empezado unas grandiosas labores que persiguen el objetivo de homologar los procesos de la integración euroasiática con la iniciativa china Un cinturón, una ruta, Ya se ha formado el Acuerdo sobre cooperación económica y comercial entre la UEEA y la RPC. Dichas relaciones se siguen plasmando en nuevos documentos, el trabajo en los cuales prosigue.

En general, estamos estimulando los esfuerzos encaminados a armonizar diferentes iniciativas en la esfera de la integración, en las cuales participan los países miembros de la UEEA, la OCS y la ASEAN. Dichos esfuerzos sientan las bases para la creación en la región euroasiática de un espacio libre de barreras que se rija por los principios del derecho internacional y las normas de la Organización Mundial de Comercio, así como por el respeto de diferentes modelos del desarrollo y del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Esta filosofía se plasmó en la iniciativa de la Gran Asociación Euroasiática formulada por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la Cumbre Rusia-ASEAN. El proyecto en cuestión se mantiene en el marco de la famosa idea de la creación de un espacio económico común desde Lisboa hasta Jacarta, de un espacio pacífico que se base en una seguridad paritaria e indivisible para todos sus participantes.

Por supuesto, nuestro diálogo con Ereván no se limita únicamente al espacio postsoviético. Mantenemos unas relaciones muy estrechas, coordinando nuestros pasos en el marco de la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa, la Cooperación Económica del mar Negro. Aprovechando la ocasión, me gustaría señalar especialmente nuestra cooperación en Siria, sobre todo, en la esfera de la ayuda humanitaria a su población. Nuestros médicos militares y técnicos de desminado interaccionan de manera fructífera “sobre el terreno”. Lo señalan los propios sirios, incluida la comunidad armenia de Siria. Rusia hizo mucho para que fuera convocado el Comité Constitucional que ha de encargarse de la elaboración de manetas de arreglo político de la crisis siria. Participan en sus labores una representante de los armenios sirios. Una misión importante sigue siendo la prestación de asistencia a todos los cristianos de Oriente Próximo que cayeron víctimas de miopes experimentos políticos y se vieron obligados a abandonar masivamente las tierras, donde sus antepasados habían vivido durante siglos.

Queridos amigos:

Todos nosotros estamos interesados en un entorno amistoso, el llamado “cinturón de buena vecindad”. Y es de nuestro interés común que el Cáucaso de Sur sea una región que goce de estabilidad, seguridad y prosperidad. Por desgracia, la situación en la región sigue siendo delicada: siguen sin tener solución los problemas existentes en las relaciones entre Georgia, Abjasia y Osetia del Sur. Al mismo tiempo, gracias a los debates internacionales lanzados en Ginebra con la ayuda de Rusia y dedicados a la seguridad regional, se logró garantizar 11 años de coexistencia pacífica, sin ningún considerable brote de violencia y con una relativa estabilidad en la zona de las fronteras. Es evidente que la aprobación por los participantes en los debates de Ginebra de la ya casi acordada Declaración sobre el no uso de la violencia propiciaría el saneamiento de la situación y permitiría pasar a abordar un plan concreto de arreglo político definitivo entre Tiflis, Sujum y Tsjinval.

En cuanto a Alto Karabaj, estamos interesados en que vuelva la paz a dicha región, deje de haber víctimas mortales, se abran las fronteras y se restablezcan los vínculos económicos. Rusia, además de propiciar la disminución de los riesgos militares y la posible interacción en la esfera humanitaria, está trabajando de manera consecutiva en un acuerdo que recoja los principios políticos del arreglo. Estamos llevando a cabo nuestra misión de mediador, sin intentar imponer a Armenia y Azerbaiyán ninguna solución predeterminada: las partes deben llegar a un acuerdo, sin ser sometidas a ninguna presión externa, sin ser impuestas fechas límites ni procedimientos. En ello consiste nuestra postura de principio y estaríamos dispuestos a apoyar aquella solución que sea apoyada por todas las partes enfrentadas en el conflicto. En caso de ser logrado un acuerdo, Rusia estaría dispuesta a hacer, junto con los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE a hacer de garante del arreglo.

Partimos de que la mayoría de los problemas de la actualidad pueden ser solucionados, si se dejan al margen las viciosas prácticas de la imposición de soluciones y presión y se recurre a los valores universales del diálogo, respeto mutuo y cooperación. En calidad de ejemplo citaría la situación en el Caspio, donde no sólo se logró la firma de la Convención sobre el estatus jurídico del mar Caspio, sino se creó todo un sistema de mecanismos jurídicos, económicos y políticos que permiten garantizar de manera eficaz el equilibrio de intereses de todos los Estados ribereños y confirman su responsabilidad por cuanto esté ocurriendo en la zona.

La diplomacia rusa sigue trabajando en el restablecimiento de la cultura del diálogo y de las fórmulas de compromiso, en la desmilitarización de los conceptos imperantes en la política exterior. Seguiremos buscando una nueva confirmación de los principios fundamentales e inalterables del derecho internacional, tales como el respeto de la soberanía, la no intervención en los asuntos internos, el no uso de la fuerza o la amenaza de su uso y el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Creo que en este sentido seguiremos ateniéndonos a la misma opinión con nuestros amigos armenios.

Estimados amigos:

Hoy Armenia está completando la tarea de garantizar un desarrollo económico y social sostenible, lo que represente un parámetro de gran relevancia. El pueblo armenio que es uno de los más antiguos, avanzados en lo cultural y con unas tradiciones y costumbres riquísimas es perfectamente capaz de lograr su objetivo. En caso de necesidad, Rusia siempre estaría dispuesta a acompañarle, asistirle, ayudarle.

Nuestros destacados literatos, Anna Ajmátova, Valeri Briusov, Osip Mandelshtam y muchos otros escribieron con un cariño sobre Armenia, dándole los merecidos calificativos del “libro con el que estudiaron los primeros humanos” y “la vanguardia de Europa en Asia”. Estoy convencido de que, si leemos las obras de la literatura clásica, podremos encontrar muchas otras comparaciones, de las que el pueblo armenio con todo derecho podrá sentirse orgulloso.

Pregunta: Tras la revolución que tuvo en Armenia en 2018, muchos expertos vaticinaban que el país cambiaría el vector de su política exterior. Estas preocupaciones las tuvieron también los expertos rusos. ¿Podríamos decir con toda seguridad ahora, unos 1.5 años más tarde, que las preocupaciones desaparecieron y que Rusia está convencida de tener en Armenia un aliado de fiar? ¿Se disiparon las dudas de Rusia acerca del supuesto color de la revolución en Armenia y los factores que la determinaron?

Respuesta: No me gustaría discutir acerca de la terminología, acerca de si fue una revolución o algo más. En mi palabra introductoria he expuesto la evaluación de nuestras relaciones por parte de Rusia. Están ofreciendo un desarrollo positivo y es garantizada en las mismas la continuidad en todo lo relativo a los acuerdos bilaterales existentes en el marco de la CEI, la OTSC y UEEA. Creo que todo está dicho ya.

Pregunta: Últimamente algunos terceros países intentan disminuir la aportación del pueblo armenio a la lucha contra la Alemania nazi. Por desgracia, Armenia teme que ni siquiera Rusia aprecia todo lo que hicieron los armenios para lograr la Gran Victoria. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Respuesta: Hablé de este tema durante la inauguración de la exposición dedicada al 75º Aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Subrayé lo mucho que aprecia Rusia la aportación del pueblo armenio a la lucha contra la Alemania nazi y el gran valor que le concedemos a nuestra cooperación con Ereván, también en el marco de la OTSC, cuyo objetivo es defender en la ONU y otras organizaciones el principio de la inadmisibilidad de los intentos de glorificar a los criminales nazis. En este campo estamos cooperando y compartimos la misma opinión.

Pregunta: Después de la desintegración de la URSS existen en el mundo diferentes posturas con respecto al pueblo ruso y a su patrimonio. ¿En qué medida aprecia Moscú los esfuerzos por cuidar el patrimonio cultural ruso en Armenia y en general la amistad del pueblo armenio con el pueblo ruso?

Respuesta: Por supuesto que lo apreciamos y lo he comentado. Vemos como las autoridades armenias apoyan la lengua rusa. Esperamos que esta línea se mantenga sin que se eche para atrás, dado que, primero, los armenios conocen bien y aprecian mucho la cultura rusa. Segundo, el conocimiento del ruso desde el punto de vista práctico crea posibilidades adicionales para el uso de las capacidades de uno en todo el espacio postsoviético. Es un factor que también tiene su valor. Y, por supuesto, la lengua en su calidad de herramienta de la comunicación internacional también subraya lo civilizada que es una nación.

Pregunta: Cada vez que las relaciones entre Rusia y Turquía mejoran, nosotros, los armenios vemos en ello una hipotética amenaza para nosotros. ¿Qué consecuencias podría tener para la región en general y para Armenia, en particular, el acercamiento entre Rusia y Turquía?

Respuesta: Hace literalmente media hora contesté a esta misma pregunta en la rueda de prensa celebrada en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia. Vivimos en medio de los vecinos, países determinados por su geografía, Historia, el rumbo de los acontecimientos que vivieron. Estamos interesados en tener buenas relaciones con todos nuestros vecinos, sea en el espacio de la CEI, en el norte, en el sur, en la región del mar Caspio o del mar Negro. Precisamente en este planteamiento se basa nuestra cooperación con la República de Turquía. Ha de beneficiar a las dos partes, dado que se está desarrollando de manera intensa el comercio, se están poniendo en práctica proyectos muy importantes, incluida la Corriente turca, la construcción de una central nuclear y muchos otros. Por supuesto, cooperamos con la parte turca en el mar Negro. En los últimos años, con la participación de Irán, estamos trabajando de una manera muy activa en la superación de la crisis siria de tal forma que sea recuperada y preservada la integridad territorial y la soberanía de la República Árabe Siria, para que no se vuelvan a repetir los guiones aventureros que tuvieron lugar en Iraq y Libia, no sin haber contribuido a ello la OTAN. Hasta ahora en dichos países se intenta recuperar la condición de Estado. El proceso, sin embargo, avanza a duras penas, sobre todo en lo relativo al arreglo libio. Es por ello, porque estamos interesados en mantener buenas relaciones con todos nuestros vecinos, así como propiciar unas buenas relaciones entre todos nuestros vecinos. Me estoy refiriendo también a las relaciones entre Armenia y Turquía. Hoy en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia nos hemos acordado de cómo en 2009 se hizo un intento de normalizar dichas relaciones y de reconstruir los vínculos diplomáticos. Fueron firmados los llamados Protocolos de Zúrich, que se habían acordado entre Ereván y Ankara con el apoyo de Rusia, la Unión Europea y EEUU. Por desgracia, dichos protocolos no entraron en vigor, aunque ya en aquellos momentos intuíamos que habría dificultades. Sin embargo, aquellos momentos fueron marcados por esta iniciativa y considero que existen todas las razones para seguir buscando una manera de normalizar las relaciones entre Turquía y Armenia. Dado que tenemos relaciones de aliados estratégicos con Ereván y relaciones de buena vecindad con Turquía, estaríamos dispuestos, en caso de estar interesadas en ello ambas partes, a prestar la necesaria asistencia al mencionado proceso.

Pregunta: Armenia no participó en los eventos que tuvieron lugar en Varsovia y fueron dedicados al 80º Aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, incluso después de este paso da la sensación de que Rusia sigue viendo con escepticismo la política exterior de la República de Armenia. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Respuesta: Cíteme un ejemplo concreto de un paso dado por Armenia en la política exterior que haya tenido reacciones negativas por parte de Rusia. Es que estoy ya cansado de contestar a esta pregunta.

Pregunta: Por ejemplo, el desarrollo de las relaciones con la Unión Europea.

Respuesta: No recuerdo que hayamos expresado descontento por las relaciones entre Armenia y la Unión Europea. ¿Por qué no hablamos de cosas concretas? Si tiene alguna pregunta del tipo highly likely, es decir “altamente probable”, es en el Reino Unido donde se designa de esta manera la postura con respecto a hechos concretos. Y se suele achacar la culpa por los mismos a Rusia, si hay razones para ello y también, si no los hay. Normalmente no los hay.

No tenemos ninguna pregunta con respecto al desarrollo de las relaciones entre Armenia y otros agentes externos, por supuesto, si hay entendimiento de que éstos últimos han de respetar los compromisos existentes en el marco de la CEI, la OTSC, la UEEA. Nuestros interlocutores europeos tienen la costumbre de introducir sus normas en cualquier región donde inicien la interacción, aprobar sus doctrinas y declaraciones y pasar por alto aquello que se hizo en la zona en cuestión antes de que la UE se interesara por ella. Tienen una estrategia propia para la zona del Ártico, del mar Negro, del mar Báltico. Existe la Asociación oriental que abarca a Armenia y otras repúblicas de la región, además de Ucrania, Bielorrusia y Moldavia. Ahora está también la estrategia para Asia Central.

En el mar Negro, por ejemplo, participamos junto con Armenia en la Organización Económica del mar Negro. La Unión Europea tiene estatus de observador en dicho organismo. Sin embargo, nuestros intentos de que la UE homologue los métodos de su trabajo en el mar Negro con las decisiones de la propia Organización no han sido muy bienvenidos. Nuestros amigos armenios lo saben. Llevamos muchos años hablando de ello, intercambiamos experiencias que recibimos en nuestras relaciones con la UE y la OTAN. Al estar negociando Armenia con la Unión Europea el acuerdo sobre la asociación integral y ampliada, nuestros amigos de la Unión Europea intentaron pasar por alto los compromisos que Armenia tiene en el marco de la CEI, OTSC, la UEEA. Sin embargo, Armenia, fijó en dicho acuerdo su adhesión a los mencionados compromisos y subrayó que conservarían su importancia y su peso. De modo que, al revés, tenemos en este sentido un diálogo activo, amistoso, de verdaderos aliados.

Pregunta: Da la sensación de que Siria se ha convertido en un nuevo espacio de confrontación entre los actores tradicionales en Oriente Próximo. ¿Qué opina de la situación actual?

Respuesta: Se intentó empujar a Siria al trágico camino que habían recorrido Iraq y Siria, países destruidos en 2003 por EEUU y en 2011, durante una campaña más abarcadora de la OTAN. Vemos los problemas que sigue teniendo Siria donde no hay Estado. A través de su territorio se dirige al resto de los países del continente africano, sobre todo a la región del Sahara y el Sahel una enorme cantidad de armas vendidas de contrabando. Han levantado cabeza y se están multiplicando y coordinando sus esfuerzos los numerosos grupos terroristas y ramificaciones del Estado Islámico y Al Qaeda, los llamados Boko Haram, Al-Shabaab, Al-Qaeda en los países del Magreb islámico y muchos otros. En otra dirección, es decir, de África y los países de Oriente Próximo se están moviendo a través de Libia al norte, a Europa, la ola de migrantes que se dirige al Viejo continente. En caso de Iraq, el resultado de la aventura allí emprendida, fue la creación del Estado Islámico, porque sus creadores en su momento fueron liberados por EEUU de las cárceles iraquíes. Ya les gustaría poner el mismo experimento en Siria. Sin embargo, gracias, también a la ayuda de Rusia y de Irán que respondió a la solicitud de las autoridades legítimas sirias, paramos esta plaga terrorista. El terrorismo fue erradicado casi en todo el territorio de Siria, queda un foco en la zona de Idlib que, en función del acuerdo alcanzado por Rusia y Turquía, debe ser liquidado, pero para ello Ankara ha de cumplir con su compromiso de discriminar entre la oposición de ideas patrióticas y los terroristas del Frente al-Nusra que están cambiando de forma y de nombre, pero no de contenido. El segundo foco está localizado en la ribera este del Éufrates, en primer lugar, debido a que se mantiene allí una presencia completamente ilegal de EEUU. Junto con Turquía e Irán estamos trabajando en la erradicación de esta amenaza terrorista. Ello precisa no sólo de medidas militares, sino también de otros recursos, también los relacionados con la justicia internacional, la persecución de los terroristas, de acuerdo con todos los requisitos estipulados por la Ley. Al mismo tiempo, estamos manteniendo contactos con otros participantes en los acontecimientos que están teniendo lugar en Siria, con EEUU, entre ellos. Con Washington se habla de manera sincera y se mantiene contacto permanente a través de los militares. Subrayamos la necesidad de que la parte estadounidense cumpla con sus promesas, en concreto, la de marcharse de Siria por las buenas y, más en concreto, de la zona ocupada en el sur del país, en torno a la localidad de Al-Tanf que se convirtió en un refugio de los extremistas y de las fuerzas radicales y en el territorio de la cual existió en terribles condiciones el campo de refugiado Rukban. Sólo ahora se procede a buscar otros refugios para sus habitantes y anteriormente los extremistas que cooperaban con EEUU le prohibían a la gente abandonar este espacio de terror. Por estas razones Siria representa hoy un país, donde están enfrentados los intereses de numerosos actores y los pasos prácticos por ellos dados. Sin embargo, ya no estamos hablando de la desintegración del país. En la mayoría de los casos los esfuerzos aplicados tienen por objetivo conservar a Siria y respetar su soberanía y su integridad territorial. Un componente muy importante de dichos esfuerzos es el proceso político que arrancó en Ginebra. Fue creado allí el Comité Constitucional, en primer lugar, gracias a la aportación de Rusia, Irán y Turquía que mediaron entre el Gobierno y la oposición. En comparación con lo que estuvo ocurriendo en Siria en 2015, cuando a principios de otoño los terroristas se encontraban ya a las afueras de Damasco, la situación de hoy ofrece un cambio radical. Seguiremos reforzando estos avances.

Pregunta: Recientemente el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha señalado que era necesario renovar la Unión Europea, en concreto, reanudar el diálogo entre Bruselas y Moscú. ¿Cuál es su opinión de los posibles cambios y modificaciones de posturas en dicho campo?

Respuesta: Es un asunto muy actual. Nunca hemos provocado ninguna agravación de las relaciones, ni siquiera el más mínimo retroceso en las relaciones entre nuestro país y la Unión Europea. La situación actual es anormal y es fruto de la decisión de la UE de apoyar el golpe de Estado orquestado desde fuera, ya muchos lo saben. Tuvo lugar literalmente al día siguiente después de que Francia, Alemania y Polonia hicieran de garantes del Acuerdo alcanzado por el entonces Presidente de Ucrania, Víctor Yanukovich, y la oposición. Al violar los representantes de las fuerzas radicales dicho acuerdo, no sin haber sido asesorados antes desde fuera, y manifestar que no habían creado un Gobierno de concordia nacionales, sino un “Gobierno de vencedores”, al ser el primer paso dado por las nuevas autoridades el ataque a la lengua rusa en forma del intento de abolir la pertinente Ley, al exigir en público el segundo o el tercer día los líderes de la rebelión que los rusos se marcharan de Crimea, porque, según explicaron, los rusos nunca pensarían ni hablarían “a la ucraniana” ni honrarían a los héroes de Ucrania, Bandera, Shujévich y demás allegados de los nazis, la Unión Europea decidió por alguna razón que había que lavarse las manos y tragarse su disgusto por ser consideradas por los promotores del golpe de Estado las firmas de los representantes de Alemania, Francia y Polonia una nimiedad. En vez de obligar a la oposición ucraniana a respetar aquello que habían apoyado las principales potencias europeas, se dejaron llevar por quienes se habían hecho de manera ilegal con el poder y de manera consecutiva alentaron y cerraron los ojos al constante crecimiento de los ánimos neonazis en Ucrania. Aunque estas tendencias están presentes en Europa también, en Ucrania los neonazis directamente campan por sus respetos. Se puede ver en la tele y en los medios cómo echan por tierra cualquier iniciativa de la paz de las nuevas autoridades ucranianas.

En Bruselas se tomó la decisión de tomar por punto de referencia para las relaciones actuales el reconocimiento por Rusia de la voluntad de los habitantes de Crimea, a los que se había pretendido destruir en la península, porque se habían dirigido a Crimea unidades de combate de los neonazis con la intención de ocupar el edificio del Soviet Supremo. Rusia defendió los derechos de los habitantes de Donbás que se negaron a aceptar el golpe de Estado. En Donbás hasta ahora se está llevando a cabo una “operación antiterrorista” que había empezado el régimen de Piotr Poroshenko. ¿Podrían recordar los conocedores de la Historia aunque sea un episodio, desde 2014, de cuando desde Donbás se lanzara un ataque al resto del territorio ucraniano? Nunca ha ocurrido nada así. Los habitantes de Donbás dijeron “Habéis cometido un crimen, violado la Constitución y no queremos tener nada que ver con eso. Dejadnos en paz, queremos entender qué pasará y cómo podemos seguir adelante”. Y por esta razón se los declaró terroristas y se los empezó a atacar. En más de una ocasión pedimos a los observadores de la OSCE que trabajan en unas condiciones muy difíciles, y hay entre ellos tanto rusos como armenios, que en sus informes no sólo comunicaran el número de víctimas entre la población civil, sino que indicaran quién tenía la culpa de ello y en qué bando había más víctimas. Una vez, en septiembre de 2017, lo logramos, aunque el régimen ucraniano de aquellos momentos intentó bloquear la publicación del informe en cuestión. Se desprendía del mismo que la población civil y las instalaciones civiles que se encontraban en los territorios controlados por las repúblicas autoproclamadas eran afectadas con cinco veces mayor frecuencia. Para cualquier expertos en temas militares ello es muestra inequívoca de que son precisamente los militares ucranianos los que lanzan ataques contra la población civil y la infraestructura civil, guarderías, colegios, aldeas y poblados. Y al lado de los militares ucranianos están las unidades neonazis.

No nos resignamos a ello, escuchamos las peticiones de los habitantes de Donbás y los defendimos, expresando nuestra postura de principio y previniendo que fueran suprimidos y exterminados, la Unión Europea se ofendió e introdujo sanciones. Hasta hoy día, al retroceder yo en nuestras conversaciones no a marzo de 2014, sino a febrero del mismo año, momento en el cual se pasaron por alto las firmas estampadas en nombre de Alemania, Francia y Polonia, se sienten incómodos y me proponen que lo “dejemos todo atrás”. Muchos nos susurran que les gustaría mejorar las relaciones con Rusia, pero que es necesario que la iniciativa sea de la parte rusa, para que ellos sólo puedan corresponder. Sin embargo, no fuimos nosotros quienes introdujimos las sanciones y rompimos todos los mecanismos de cooperación con la Unión Europea. Tuvimos más de 20 diálogos sectoriales, todos finalmente congelados. Las Cumbres dejaron de celebrarse y casi no se celebran las reuniones a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores y del Alto Representante para Relaciones Exteriores y Política de Seguridad.

Por supuesto, la situación no es normal. Por fin, después de estos “susurros”, del tipo “le gustaría, pero no les dejan”, sonó, responsable y alta, la voz del Presidente de Francia, Emmanuel Macron. Llamó las cosas por su nombre y no para caerles bien a los rusos o a las autoridades de Rusia, porque nuestras relaciones son buenas. El propio Presidente explicó el principal motivo de su iniciativa llamada a normalizar las relaciones con Rusia: sin ello Europa será bastante menos competitiva en el mundo actual que no es nada sencillo.

Los Presidentes Vladimir Putin y Emmanuel Macron mantuvieron en Bregancon a finales de agosto de este año una conversación muy detallada que transcurrió en un ambiente de confianza. De una manera concienzuda y honesta fueron abordadas algunas cuestiones de principio. Tras ello Emmanuel Macron habló ante los Embajadores franceses en el exterior y formuló la mencionada idea. En la reciente entrevista a The Economist habló mucho de Rusia.

Dijo lo siguiente: Rusia tenía tres opciones del desarrollo. Bien por su cuenta intentaría mantener su condición de imperio, en lo que, en su opinión, fracasaría, bien apostaría por la integración euroasiática, pero en este caso se vería bajo la presión o influencia excesiva de China. De modo que el único y más realista camino para Rusia, el tercero, sería la interacción con la Unión Europea.

Estamos a favor de ello. Lo que ocurre es que no cooperaremos con la Unión Europea a costa de nuestra cooperación con nuestros aliados euroasiáticos, incluida la RPCh. Creo que es un discurso muy positivo. Mañana se celebrará en París el III Foro sobre la Paz. Participarán en el mismo el Presidente de Armenia, Nikol Pashinián, y su seguro servidor. Abordaremos, sin duda, estos temas.

  • Información general

    Representación exterior del MAE de Rusia

    Armenia

    Embajada de Rusia en Ereván

    Dirección :

    0015, Republic Of Armenia, 13/3, Grigor Lusavorich str., Yerevan

    -

    -

    Telefono :

    +374 10 56-74-27
    +374 10 54-52-18

    Línea directa :

    +374 94 00-47-95 (в рабочее время)
    +374 10 54-52-18 (Лучинин Игорь Васильевич (Первый секретарь Посольства России в Армении))

    Fax

    +374 10 56-71-97

    E-mail

    armenia@mid.ru

    Web

    https://armenia.mid.ru

    Twitter 

    Facebook 

    Youtube 

    Telegram 

    Instagram 

    Armenia

    Sección Consular de la Embajada de Rusia en Yerevan

    Dirección :

    0015, Republic Of Armenia, 13/3, Grigor Lusavorich str., Yerevan

    -

    Telefono :

    +374 10 58-98-43 (с 11:00 до 13:00 и с 14:00 до 16:00)

    Línea directa :

    +374-10-58-98-43

    Fax

    +374 10 58-24-63

    E-mail

    consarmenia@mid.ru

    Armenia

    Генеральное консульство России в Гюмри

    Dirección :

    1, Garegin Nzhde Street, Gyumri, 3103

    -

    Telefono :

    +374 312 345-33

    +374 312 394-45

    Línea directa :

    +374 43 55-40-25

    Fax

    +374 312 372-61

    E-mail

    gconru@mail.ru

    Web

    https://gyumri.mid.ru/

    Twitter 

    Facebook 

    Telegram 

    Representación en la Federación de Rusia

    Armenia

    Embajada de Armenia en Moscú

    Dirección:

    101990, Россия, Москва, Армянский переулок, д. 2

    -

    Telefono:

    +7 495 624-12-69

    +7 495 624-14-41

    +7 495 628-33-84 (протокольный отдел)

    +7 495 625-07-65 (политический отдел)

    +7 495 624-61-10 (экономический отдел)

    +7 495 623-46-82 (гуманитарный отдел)

    +7 495 628-55-56 (пресс-служба)

    +7 495 624-32-43 (консульский отдел)

    Fax

    +7 495 624-45-35

    E-mail

    incom@armem.ru

    info@armem.ru

    Web

    http://www.russia.mfa.am

    Armenia

    Consulado General de Rusia en Gyumri

    Dirección:

    190000, г. Санкт-Петербург, ул. Декабристов 22

    -

    Telefono:

    +7 812 571-72-36

    Fax

    +7 812 710-66-20

    E-mail

    armgenconsulatepetersburg@mfa.am

    Web

    http://www.spb.mfa.am

    Armenia

    Генеральное консульство Республики Армения в г. Ростов-на-Дону

    Dirección:

    344025, г. Ростов-на-Дону, ул.Ереванская, д. 1А

    -

    Telefono:

    +7 863 207-67-51

    Fax

    +7 863 253-67-45

    E-mail

    armgenconsulaterostov@mfa.am

    Web

    http://www.rostov.mfa.am

    Fotoreportaje

    • Армения
    • Армения
    • Армения
    • Армения
    • Армения
    • Армения