Discurso del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, pronunciado en la 'Cumbre sobre Desarrollo Sostenible después de 2015' Nueva York, 27 de septiembre de 2015
Estimado señor presidente, estimados delegados, damas y caballeros:
La misión principal de la ONU es contribuir al progreso social y económico y al florecimiento de todos los Estados y pueblos. Uno de los logros más importantes de la organización fue fomentar una asociación global para el desarrollo. Todos podemos sentir orgullo por eso. Hace quince años, gracias a la ONU, la comunidad internacional pudo unirse para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Con los esfuerzos conjuntos de varios Estados, de organizaciones internacionales y no gubernamentales, del sector de negocios y de círculos científicos se logró dar acceso a los servicios de salud pública y educación a millones de personas en todo el mundo, avanzar mucho en la lucha contra la pobreza y el hambre, reducir la tasa de mortalidad materna e infantil.
Está claro que los éxitos impresionantes conseguidos durante la realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio no dan motivo para un optimismo infundado. Para resolver problemas globales como eliminar la pobreza extrema, combatir las desigualdades, garantizar la seguridad alimentaria y la vida sana y pasar a modelos más eficaces de producción y consumo es necesario movilizar recursos financieros, tecnológicos y de producción adicionales, así como crear un ambiente de cooperación eficaz y ayuda mutua. Muchos Estados siguen siendo incapaces de superar por su cuenta los desafíos en el ámbito de desarrollo que coinciden con frecuencia con la inestabilidad política, la discriminación y las restricciones y necesitan un amplio apoyo internacional. Un buen fundamento para incrementar tal cooperación lo crean los resultados de la III Conferencia Internacional de Financiación al Desarrollo celebrada en la ciudad de Adís Abeba en julio pasado.
Rusia aplaude la aprobación de la nueva agenda global (en el ámbito de desarrollo) hasta 2030. Estamos dispuestos a contribuir activamente a su cumplimiento exitoso en todos los niveles. Dirigiéndose por los principios de solidaridad, nuestro país sigue haciendo una gran aportación a la creación y el fortalecimiento de las potencialidades de los países socios en el ámbito económico, intelectual, informativo y científico-técnico. Continuaremos ayudándoles a aprovechar del modo más eficaz las oportunidades de mercados internacionales de productos y servicios, diversificar vínculos económicos, participar activamente en procesos de integración, aprovechar al máximo las posibilidades de mujeres y jóvenes, y crear condiciones dignas para el desarrollo de los niños. Rusia está dispuesta a usar los últimos avances de la ciencia y las tecnologías avanzadas, en particular, las de información y comunicación, que hoy son indispensables para acelerar el desarrollo global, superar la brecha que existe entre los Estados desarrollados y en vías de desarrollo.
La ayuda de Rusia al desarrollo siempre se dirige a la solución de los problemas más acuciantes que afrontan los países necesitados. Al mismo tiempo, no tratamos de enseñar a nuestros socios cómo vivir, ni imponemos modelos o valores políticos. Una de las misiones clave de nuestra política en el área de contribución al desarrollo global es eliminar la pobreza. Una de las medidas más eficaces para lograrlo es facilitar las quitas de deuda. En el marco de la iniciativa para los países más pobres muy endeudados Rusia ha cancelado la deuda principal de los países africanos por valor de más de 20.000 millones de dólares. Contribuimos también a la reducción de la deuda de los países más pobres más allá de la iniciativa mencionada, recurriendo a las operaciones de conversión de la deuda por ayuda al desarrollo.
Nuestro país financia y realiza proyectos en el ámbito de la educación, la salud pública, la energía, la seguridad alimentaria y la infraestructura. Aprovechamos activamente las posibilidades de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y las agencias humanitarias, cuyos programas no están condicionados por algo ni vinculados con la política.
Pese a las condiciones económicas complicadas, Rusia sigue siendo un socio responsable y fiable de las naciones en desarrollo en la resolución de los problemas más agudos para sus pueblos, incluida la lucha contra el virus del sida, la tuberculosis y la malaria, la prevención de la mortalidad materna e infantil y la lucha contra la enfermedad causada por el virus del ébola.
Los volúmenes de nuestra contribución al desarrollo global aumentan. El año pasado, crecieron más de un 20%. Se destinó más de 127 millones de dólares sólo a través del sistema de Naciones Unidas y el monto total de ayuda: según la metodología de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, ascendió a 875 millones de dólares. Seguimos intensificando nuestra cooperación en los esfuerzos multilaterales dirigidos a contribuir al desarrollo global.
Partimos de que la ayuda a los Estados necesitados de fomentar sus sistemas sociales y económicos viables es la inversión en la estabilidad global. La premisa más importante para formar un sistema internacional más eficaz y resistente ante las crisis es el bienestar y el fortalecimiento de todos. Abordamos con frecuencia la indivisibilidad de la paz y seguridad global. La nueva agenda social y económica debe fijar también el concepto de indivisibilidad del desarrollo sostenible.
La tarea consiste en contribuir a la creación de condiciones favorables para el progreso social y económico. Es especialmente importante garantizar las condiciones justas del comercio y ampliar el acceso a las tecnologías avanzadas.
Rusia aboga por crear un orden económico mundial justo y por incrementar el control sobre el desarrollo global. Exhortamos a actuar conforme al derecho internacional y en el espíritu de la toma colectiva de decisiones. Vamos a aumentar la cooperación con nuestros socios en formatos prometedores como el Grupo de los Veinte y los BRICS, estamos abiertos al diálogo en el marco de otras estructuras informales también, respetando el papel central y coordinador de la ONU.
Llamamos a aplicar esfuerzos para reformar organismos dirigentes, en particular, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, al reforzar las posiciones de los países en vías de desarrollo. Consideramos que es necesario aumentar la eficacia de la interacción de la Asamblea General de la ONU y el Consejo Económico y Social de la ONU con las instituciones de Bretton Woods y la Organización Mundial de Comercio para armonizar la gestión del sistema monetario, financiero y comercial global. Creemos que estos procesos desempeñan también un papel importante para las organizaciones especiales de la ONU.
Rusia sigue siendo partidaria del fortalecimiento de la cooperación regional, incluida la integración en el espacio euroasiático, La Unión Económica Euroasiática creada hace poco empieza a convertirse en un factor importante en la creación de condiciones favorables para garantizar el crecimiento económico seguro, progresivo y a largo plazo en los países miembros. Desarrollando esta unión, siempre nos pronunciamos por armonizar varios mecanismos de integración en Oriente y en Occidente.
La introducción de medidas unilaterales de presión, en violación de la Carta de la ONU, contradice directamente los objetivos del desarrollo sostenible. Estas acciones ilegítimas restrictivas socavan los principios del mercado en las áreas de comercio, finanzas, tecnología e inversión, y deben terminar. Se trata de la necesidad de levantar el embargo de Estados Unidos contra Cuba y otras sanciones impuestas voluntariamente sin acordarlas con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Consideramos como uno de los principales objetivos del desarrollo sostenible la solución del problema climático. Nuestro país es líder mundial en la reducción acumulativa de emisiones de gases de invernadero y compensa el crecimiento de tales emisiones en otros países y regiones del mundo. Cumplimos con creces los compromisos que adoptamos de acuerdo al protocolo de Kioto: nuestros indicadores son un 31% inferiores a los de 1990. Durante los últimos 20 años, las emisiones del sector energético en Rusia se redujeron un 37% (este volumen es comparable con las emisiones de todos los países de la UE durante cinco años y las emisiones de EEUU durante tres años).
En el marco de la preparación de cara a la conferencia sobre el cambio climático, que ha de celebrarse en Paris, se publicaron los parámetros de posibles compromisos. Quisiera centrar una atención especial en la importancia de los bosques boreales de Rusia que absorben alrededor de 600 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Vamos a insistir en que este hecho se tome en consideración en el marco del nuevo tratado. Proponemos analizar también la posibilidad de incrementar los esfuerzos del Foro de la ONU sobre los Bosques con acciones operativas. Se podría crear en el marco de la actividad de este foro un centro de la ONU para la planificación, protección y restablecimiento de bosques para resolver las tareas del desarrollo sostenible y frenar el cambio climático.
En general, estamos convencidos de que es indispensable dar carácter integral, jurídicamente vinculante y universal a las decisiones que se tomen en la conferencia sobre el clima que se celebrará en Paris. El problema del cambio climático es muy serio y se debe dar la prioridad a la calidad y eficacia de los acuerdos en este ámbito.
En el año de la celebración de su 70º aniversario, la ONU sigue siendo el principal foro internacional para elaborar los principios y estándares básicos de la cooperación social y económica, humanitaria y ecológica. Las alianzas multilaterales, incluidas las informales, deben planear su trabajo basándose en los acuerdos fundamentales conseguidos en el marco de la organización mundial, que goza de legitimidad indiscutible.
Estamos dispuestos a contribuir plenamente a aumentar la eficacia de la actividad de la ONU. Estoy convencido de que conjuntamente conseguiremos que la nueva agenda global de desarrollo sea culminada de modo eficaz y oportuno.
¡Gracias por su atención!