Estudiamos con atención el informe de la organización no gubernamental de derechos humanos Amnistía Internacional "Rompiendo la conspiración del silencio: los cómplices europeos de EEUU deben actuar ante el informe sobre torturas, presentado por el Senado de EEUU".

Basándose en la información procedente de las fuentes abiertas y en el informe de la cámara alta del Congreso de EEUU sobre las torturas aplicadas en las cárceles secretas de la CIA en el extranjero publicado en diciembre pasado, los expertos de la organización elaboraron una lista aproximada de los países europeos que colaboraron con servicios secretos estadounidenses (y, según activistas de derechos humanos, recibieron millones de dólares estadounidenses por su colaboración), permitiendo abrir instalaciones secretas en sus territorios, entre otras cosas. En particular, se cita a Lituania, Polonia, Rumania, Alemania, Macedonia y el Reino Unido que se menciona como "el aliado más importante de EEUU" en las operaciones de la CIA.

Amnistía Internacional centra una atención especial en testimonios horrorosos de torturas y el trato cruel e inhumano en cárceles secretas de la CIA.

Se hace constar que ninguno de los Estados europeos mencionados no ha realizado todavía investigaciones exhaustivas e imparciales al respecto. Al contrario, se observa la intención de hacer la vista gorda ante tales procesos. El informe sostiene que la investigación que actualmente lleva a cabo el Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico "no es independiente y que su eficacia se verá menoscabada por el hecho de que el Gobierno tiene plena potestad para ocultar información por motivos de seguridad nacional".

Nuestros colegas europeos deberían llevar a cabo una investigación real y transparente de serias violaciones a los derechos humanos registradas en sus territorios, en el marco de la realización de programas mencionados de la CIA, en vez de perseguir fantasmas de los derechos humanos y aplicar dobles estándares.

La comunidad internacional con la ayuda de organizaciones de derechos humanos debe contribuir a alcanzar resultados en este ámbito y cargar a los responsables.