Italienische Republik
Discurso y respuestas a preguntas de los medios ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa conjunta celebrada al término de las negociaciones ruso-italianas entre los ministros de Exteriores y de Defensa en el formato 2+2, Roma, Рим, 18 de febrero de 2020
Estimadas damas y caballeros:
Quisiera expresar mi reconocimiento por la hospitalidad de la que tradicionalmente gozamos en tierra italiana.
Estoy plenamente conforme con que la cuarta reunión de los ministros de Exteriores y de Defensa de Rusia e Italia ha transcurrido en un ambiente constructivo. La última vez que nos reunimos en esta composición fue en 2013. Hemos reconocido absolutamente oportuno y actual reanudar la labor en este formato.
La reunión fue precedida por las conversaciones aparte entre los ministros de Exteriores y de Defensa. Al ministro de Defensa de la Federación de Rusia, Serguéi Shoigú, y a mí nos ha recibido el Presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giuseppe Conte.
Al término de nuestras negociaciones hemos llegado a la opinión unánime sobre la necesidad de interactuar en el marco de este mecanismo, lo que permite analizar detallada y profundamente los problemas clave de la época contemporánea tanto desde la óptica diplomática como la político-militar.
Hoy, hemos trazado varios derroteros en los que procuraremos dar pasos conjuntos o coordinados.
Hemos dedicado especial atención a los problemas de seguridad en el Euroatlántico donde la situación sigue siendo insatisfactoria. Consideramos que es consecuencia directa de la política aplicada por EEUU y varios aliados suyos con vistas a “contener” a Rusia, también a través de una irreflexiva ampliación de la OTAN y el fortalecimiento del flanco “oriental” de la Alianza, desplegando la infraestructura militar en las inmediaciones de las fronteras rusas. En esta relación, hemos recordado de nuevo sobre la necesidad de cumplir la correspondiente resolución adoptada en 2010 la cumbre de la OSCE en Astana y firmada por todos los máximos dignatarios de esta Organización, la que refrenda el apego a la concepción de una seguridad universal, indivisible y basada en la cooperación. Así que las acciones de los dirigentes de la OTAN divergen de esta declaración, sin que sea necesario demostrarlo.
Hemos analizado detenidamente la problemática de la seguridad estratégica, incluida la retirada de EEUU del Tratado sobre Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (Tratado INF). Hemos vuelto a confirmar la disposición de Rusia, a la que en reiteradas ocasiones se refería el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, a no desplegar los correspondientes sistemas en determinadas regiones, mientras allí no sean estacionados misiles análogos de fabricación estadounidense. Hemos recordado a nuestros colegas que el otoño pasado, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, propuso a los líderes de los países de la OTAN y de varios otros Estados acordar la moratoria conjunta sobre el despliegue de tales sistemas, pero la abrumadora mayoría de ellos hasta ahora no reaccionaron, salvo el Presidente de Francia, Emmanuel Macron. Me place destacar que hace unos días, el Ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio, también planteó que no veía razones para declinar la invitación del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, a iniciar el diálogo, exhortando a no esquivarla. Aplaudimos tal actitud.
Hemos abordado la situación en torno al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III) cuya prórroga, como saben, afronta problemas. EEUU no reacciona a nuestras numerosas propuestas de resolver este problema ya ahora. Hemos hablado sobre el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. EEUU ya decidió oficialmente no ratificar este importantísimo documento. Todo ello, desde luego, no genera un ambiente favorable en el contexto de los preparativos para una edición de turno de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) a celebrarse dentro de un par de meses.
Hemos sostenido un sustancioso intercambio de opiniones sobre los problemas regionales de actualidad. En particular, expresamos la opinión unánime sobre la necesidad de arreglar por vía pacífica el conflicto en Libia a través de un amplio diálogo nacional. Hemos discutido las vías para cumplir las decisiones adoptadas en la Conferencia de Berlín celebrada en enero pasado. Para Rusia es sumamente importante el avance sucesivo exclusivamente incentivando a las partes libias a dar unos pasos prácticos concretos. Sin lugar a dudas, es imprescindible respetar las prerrogativas del Consejo de Seguridad de la ONU. Hemos acordado mantener un diálogo intenso sobre la problemática libia, en particular, dentro de unas semanas, convocar consultas especiales sobre el particular.
En cuanto a Siria, nos atenemos a la opinión común sobre la necesidad de garantizar un funcionamiento estable y eficaz del Comité Constitucional que inició sus labores en octubre de 2019, desempeñando el papel protagónico los países garantes del formato de Astaná. Hoy por hoy, adquieren prioridad los esfuerzos por eliminar los restantes focos del terrorismo y propiciar el retorno de los refugiados y personas internamente desplazadas. Para lograrlo, es menester reconstruir la infraestructura destruida. Hemos llamado la atención de nuestros colegas sobre la necesidad de contribuir a que la comunidad mundial preste atención a la situación “en tierra” y proceda a prestar ayuda real a los sirios en la solución de los graves problemas humanitarios, sin politizaciones, discriminaciones ni condiciones preliminares.
Mantenemos una postura común respecto al arreglo negociado del conflicto árabe-israelí a tenor del Derecho Internacional, sin emprender acciones unilaterales. El arreglo negociado no tiene alternativa.
Hemos discutido la situación en Ucrania a través del prisma de un cumplimiento pleno y consecuente del Paquete de Medidas de Minsk, aprobado por medio de la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU. Aduciendo hechos concretos, hemos explicado a nuestros amigos italianos las causas reales de las trabas artificiales que se interponen al cumplimiento de los Acuerdos de Minsk.
Hemos recalcado la necesidad de una estrecha coordinación de los esfuerzos por contrarrestar los desafíos y amenazas comunes, incluido el terrorismo. En esta relación, hemos recalcado la pertinencia de la labor desarrollada por el Grupo de Trabajo para la lucha contra los nuevos desafíos y amenazas cuya próxima sesión se celebrará este año en Moscú.
Hemos hablado en detalle sobre las relaciones entre Rusia y la Unión Europea. Agradecemos nuestros colegas italianos que respecto a esta cuestión demuestran una actitud constructiva, orientada a normalizar estas relaciones.
Hemos hablado de la situación relativa al programa nuclear iraní. Saludamos la actitud viva e interesada de Italia hacia este problema y el deseo de contribuir a su resolución. Estoy seguro de que tales esfuerzos son muy útiles.
Por supuesto, hemos hablado de la cooperación en la ONU, incluso en el contexto del próximo 75º aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria. Como ustedes saben, esta Victoria nos permitió establecer la Organización Mundial única.
Durante la reunión bilateral con el Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, hemos hablado sobre los aspectos actuales de nuestra agenda bilateral en consonancia con los acuerdos alcanzados al más alto nivel. Hemos discutido el calendario de los contactos políticos, el trabajo de los mecanismos creados entre nuestros países. Su trabajo empieza a recuperarse a un ritmo bastante estable. En marzo en Roma se celebrará una sesión de la Gran Comisión Interparlamentaria de Rusia e Italia. Esperamos al Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, este mes de julio en Ekaterimburgo en la exposición INNOPROM-2020 donde Italia actuará como un país socio. Por supuesto, tradicionalmente esperamos una delegación italiana representativa en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) en junio. Para la segunda mitad del año, en Rusia está prevista una sesión del Consejo Ruso-Italiano de Cooperación Económica, Industrial, Monetaria y Financiera, que encabeza Luigi Di Maio por parte de los representantes italianos.
En general, creo que las negociaciones han sido muy útiles. Quisiera agradecer a nuestros anfitriones otra vez la hospitalidad y discusiones fructíferas.
Pregunta: La Unión Europea informó y el Ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Luigi Di Maio, ha confirmado hoy que en Libia se establecerá una misión que incluye ejército, barcos y aviones. ¿Cómo Rusia evalúa este paso? ¿No es la repetición de lo que pasó cuando la OTAN intervino en Libia?
Respuesta: Hemos debatido en detalle la decisión tomada ayer en la sesión del Consejo de los Ministros de Asuntos Exteriores de la UE. Sostenemos la postura de que es necesario observar piadosamente las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU y no tomar medidas que se considerarían una falta de respeto a las prerrogativas de este órgano supremo de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Las explicaciones que nos dieron los amigos italianos sobre los planes de usar las fuerzas navales, aéreas e incluso terrestres de los países de la Unión Europea para mantener el régimen de embargo de armas contra Libia, nos ayudaron a entender algunas cosas. Los colegas también prometieron formular de manera más detallada y específica el plan que constituye la base de esta decisión de la UE. Por supuesto, si se trata, y ahora se trata, de cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, está claro que tenemos que acordar los mecanismos del cumplimiento de tales decisiones con el Consejo de Seguridad de la ONU. Para nosotros es absolutamente obvio. Es el mensaje que hemos transmitido hoy.
El Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, señaló claramente la misma idea durante la preparación y la celebración de la Conferencia de Berlín sobre el arreglo en Libia: no se puede utilizar ningún mecanismo nacional o regional para estos fines simplemente porque lo desea una u otra parte o un grupo de países. Los colegas italianos nos aseguraron de que lo entienden. En este sentido, durante la discusión mencionamos la situación de 2011 cuando el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que exigía establecer el régimen de una zona de prohibición de vuelos sobre Libia e invitó a todos los países interesados a participar en el mantenimiento de este régimen.
Esto resultó en que la Alianza Atlántica abusó de la confianza que el Consejo de Seguridad de la ONU intentó demostrar a los que deseaban garantizar el cumplimiento de sus decisiones porque el régimen de una zona de prohibición de vuelos significaba que los aviones de combate de Muamar el Gadafi no podían volar y no volaban. Es decir, el régimen que el Consejo de Seguridad de la ONU ordenó a establecer, fue garantizado. Sin embargo, los países interesados, representados por los Estados de la OTAN, llevaron a cabo un acto de agresión contra Libia, haciendo referencia a esta resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. No es que quiera comparar las intenciones de Italia y sus socios de la Unión Europea de garantizar el embargo de armas y aquellas acciones de los países miembros de la OTAN. Entendemos perfectamente las razones legítimas, legales y obvias por las que Italia quiere poner orden en este asunto y las razones por las que los países de la UE están interesados en que las armas no se suministren a Libia ilegalmente. Estoy convencido de que al dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU, nuestros colegas europeos podrán obtener una solución que los satisfaga y garantice el cumplimiento de las normas del Derecho Internacional, incluidas las prerrogativas del Consejo de Seguridad de la ONU.
Pregunta: ¿Tras la reanudación de la fórmula 2+2, podríamos reanudar las consultas intergubernamentales entre los dos países?
Respuesta: Tenemos un mecanismo de consultas interestatales, que se celebran bajo la copresidencia del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Primer Ministro de Italia, Giuseppe Conte, con la participación de muchos ministros. No nos hemos reunido en el marco de este mecanismo durante varios años, pero existe, no está cerrado. Como mencioné en mi discurso inaugural, ahora estamos restableciendo gradualmente, pero con seguridad, todos los mecanismos de interacción que existían entre nuestros países. Un ejemplo más es el restablecimiento de la fórmula «2+2». Estoy seguro de que alcanzaremos el pleno funcionamiento de todos los instrumentos que han sido útiles en nuestras relaciones bilaterales y que han dado resultados mutuamente beneficiosos.