Estamos profundamente decepcionados por el hecho de que en la República Checa hayan aprobado la ley que proclama el 21 de agosto como Día de Conmemoración en Memoria de las Víctimas de la Invasión y Posterior Ocupación de Checoslovaquia por las Tropas del Tratado de Varsovia en 1968. Tal enfoque de los socios contradice nuestros acuerdos bilaterales, recogidos en el Tratado de Amistad y Cooperación entre la Federación de Rusia y la República Checa (26 de agosto de 1993), en el cual las partes manifestaron “un deseo de poner definitivamente fin al pasado totalitario relacionado con el uso excesivo de la fuerza contra Checoslovaquia en 1968 y la sucesiva estadía injustificada de las tropas soviéticas en el territorio checoslovaco”.

Es poco probable que la pretensión de Praga de volver a los acontecimientos que tuvieron lugar hace medio siglo para incluirlos en el contexto político moderno y la renuencia a pasar esta página de la historia, teniendo la sombra sobre las relaciones entre Rusia y la República Checa, contribuya al éxito de la cooperación bilateral.