Die Republik Österreich
Discurso y respuestas a las preguntas de los medios ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa conjunta celebrada al término de las negociaciones con el Ministro Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de la República de Austria, Alexander Schallenberg, Viena, 25 de agosto de 2021
Estimadas damas y caballeros,
Hemos mantenido con mi homólogo austríaco una conversación muy constructiva y concreta sobre una amplia gama de asuntos de mutuo interés relativos a los contactos bilaterales y a la situación internacional.
A pesar de las restricciones debidas a la complicada situación sanitaria y epidemiológica, las relaciones entre nuestros países se están desarrollando de manera gradual. El Canciller Federal de Austria, Sebastian Kurz, participó en calidad de invitado de honor en el Foro Económico de San Petersburgo en pasado junio. El 6 de agosto los líderes de Rusia y Austria volvieron a ponerse en contacto en línea durante la ceremonia de inauguración de una fábrica de cemento creada en Rusia por una importante empresa austríaca.
Aplaudimos la mutua disposición a recuperar la totalidad de los intercambios interparlamentarios, interministeriales e interregionales. Para próximo septiembre está prevista la visita a Viena de la Presidente del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia, Valentina Matvienko. El motivo del viaje es la participación de la Presidente en la V Conferencia de presidentes de Parlamento. Para otoño de 2021 están previstas las reuniones en Salzburgo de los gobernadores de las provincias de ambos Estados.
Hemos prestado mucha atención al estado de las relaciones económicas y de la actividad inversora. Austria es uno de los socios clave de Rusia en Europa. Más de 1.500 empresas austríacas tienen negocios exitosos en nuestro país. Estamos pendientes de que sean alcanzados nuevos acuerdos durante la reunión de la Comisión Mixta Ruso-Austríaca para el Comercio y la Cooperación Económica que ha de celebrarse en Viena en octubre de 2021. Antes de la misma se reunirá el Consejo Empresarial Ruso-Austríaco.
Hemos analizado la marcha de la puesta en práctica de los proyectos conjuntos más relevantes y ofrecido una alta evaluación a la interacción en la esfera de la energía. Forman parte de la misma los esfuerzos de Gazprom y del consorcio OMV que participan en la construcción del gasoducto Nord Stream2 y la participación de las mencionadas empresas en proyectos de desarrollo de infraestructura que son llevados a cabo en el territorio ruso.
Hemos abordado las perspectivas de la interacción en los sectores innovadores, incluida la digitalización de la esfera económica y social, la lucha contra las epidemias y la adaptación al cambio climático global. Hemos subrayado la importancia de la recuperación de los intercambios turísticos que se vería propiciada por una urgente solución del problema del reconocimiento mutuo de certificados de vacunación.
Apreciamos altamente los vínculos culturales y humanitarios que se mantuvieron también a distancia, en línea. Se volvieron incluso más intensos. Un papel relevante en este proceso le perteneció al Foro social ruso-austríaco “Diálogo de Sochi”. Gracias al evento en cuestión se logró la participación en esta útil actividad de amplios círculos científicos y profesionales, de estudiantes y escolares. Se está poniendo en práctica el programa del Año Dual de literatura y teatro.
Tengo previsto abordar los pertinentes planes durante mis reuniones con los participantes más activos del “Diálogo de Sochi” y con los representantes de la comunidad empresarial.
Hemos expresado nuestro agradecimiento a nuestros socios austríacos por tratar con sumo respeto los lugares de entierro de militares rusos y las instalaciones memoriales situadas en el territorio del país. Apreciamos altamente la práctica común de la preservación de la memoria histórica. Apoyo a mi homólogo austríaco, quien subrayó la importancia de la labor llevada a cabo por la Comisión de historiadores conjunta ruso-austríaca.
Hemos abordado los problemas internacionales, prestando especial atención a la situación en el continente europeo, incluido el estado lamentable de las relaciones entre Rusia y la Unión Europea. Como resultado de la política aplicada por la Unión Europea y orientada a la disuasión de Rusia, los contactos entre Moscú y Bruselas se han reducido al mínimo. Por nuestra parte, hemos expresado nuestra disposición a fomentar con la UE y con los países miembros un diálogo pragmático basado en los principios de la paridad y el respeto mutuo, buscando lograr acuerdos en las esferas de mutuo interés.
Mi homólogo austríaco ha comentado la situación en torno a Alexéi Navalny. Recordamos que está cumpliendo la condena por delitos económicos y por haber causado daños el señor Navalny y su hermano a la empresa francesa Ives Rocher. Curiosamente, nuestros interlocutores occidentales, al hablar de Alexéi Navalny han dejado de mencionar la necesidad de acabar de investigar su “intoxicación”. No hablaré de las incongruencias y fallos de la historia, solo propondré a todos los interesados en la misma estudiar las respuestas oficiales del Gobierno alemán a la solicitud de información presentada por su Parlamento. Fueron hechos públicos en la reunión del Bundestag y los protocolos están disponibles. Es una lectura muy entretenida.
El Ministro Schallenberg ha confirmado la postura de Austria con respecto a Crimea. Le he hecho recordar que fueron los propios habitantes de la península quienes tomaron la decisión de volver a formar parte de Rusia. Ocurrió debido a las condiciones en las que vivieron después del golpe de Estado perpetrado en el país y de que las fuerzas de extrema derecha que llegaron al poder les empezaran a amenazar. Se amenazó con echar a los rusos de Crimea y se envió a la región a grupos neonazis armados. Los eventos del estilo de la Plataforma de Crimea forman parte de una política que no tiene nada que ver con la realidad. Son ideas artificiales plasmadas en este tipo de “espectáculos”. Con toda seguridad, Ucrania nos volverá a deleitar con alguno. Hace poco se señaló que “privatizaban” el Día de la Cristianización de Rusia. Es muy posible que el señor Zelenski decida en breve que el Año Nuevo puede celebrarse solo en Ucrania, puesto que todo lo demás no es ucraniano.
Recordemos, cómo se fue formando la postura de Austro-Hungría con respecto a Crimea. En mayo de 1787 Catalina la Grande visitó la península, acompañada por diplomáticos extranjeros y por el Imperador José II quien acudió a Crimea de incógnito. Existe otro dato curioso: en marzo de 1897 la Embajada de Austro-Hungría en San Petersburgo se dirigió al Ministerio de Asuntos Exteriores del Imperio Ruso solicitando que se le permitiera a su súbdito Ginze sacar de la península 100 cepas de vid. El permiso fue otorgado y las cepas fueron llevadas a Austria. Es posible que aquellas vides dieran la uva se usó para la fabricación de los vinos húngaros y austríacos que disfrutaremos hoy en la comida. Compartimos muchos momentos de la Historia.
Me gustaría volver a subrayar lo importante que es poder abordar cualquier tema. Rusia está dispuesta a hacerlo, lo importante es que la conversación se base en hechos reales y no en criterios de una solidaridad empapada de ideología, cuyas muestras estamos viendo por parte de nuestros interlocutores occidentales en tales temas como Ucrania.
Estamos interesados en continuar dialogando con nuestros interlocutores austríacos sobre otros asuntos internacionales, Oriente Próximo, Norte de África, Afganistán, los Balcanes y demás temas.
En general, hemos mantenido unas negociaciones útiles. Seguiremos en contacto. Tenemos una agenda muy extensa para hoy y mañana. Me gustaría agradecer a los anfitriones austríacos su hospitalidad.
Pregunta: Me gustaría hacer una pregunta sobre la cooperación entre la sociedad civil rusa y la austríaca. El Estado ruso en la actualidad puede declarar agente extranjero a cualquier ciudadano de origen ruso, a quien se le paga la factura del hotel o quien es apoyado económicamente desde el exterior. ¿Puede garantizar la parte rusa que los nacionales del país, participantes en proyectos de las sociedades civiles rusa y austríaca en marco del “Diálogo de Sochi” no sean afectados por las mencionadas medidas?
Respuesta: Basa su pregunta en un conocimiento insuficiente de la materia y en una falta absoluta de información. Si tiene interés en este asunto, puede estudiar las Leyes aprobadas en la Federación de Rusia y los numerosos comentarios de las mismas.
Recordemos, como el tema en cuestión pasó a formar parte de la vida política en Rusia. Nos vimos obligados a responder a las medidas que EEUU y algunos países europeos estaban tomando contra ciudadanos de nuestro país. Como bien sabe, en EEUU desde 1938 está en vigor la Ley de agentes extranjeros que no solo sigue existiendo, sino que es aplicada de manera activa. Así, la cadena rusa Russia Today y la agencia Sputnik fueron declarados agentes extranjeros, por lo que se les exigió que marcaran sus materiales como facilitados por agentes extranjeros. Cumplen con este requisito. No fue iniciativa nuestra, pero, puesto que existen tales requisitos, la parte rusa los cumplirá. Sin embargo, al ser declaradas a modo de respuesta agentes extranjeros Radio Liberty y Radio Free Europe, ambas se negaron a informar de ello a sus oyentes y usuarios. Por esta razón los juzgados rusos les imponen multas.
Nunca hemos tomado por iniciativa propia este tipo de medidas. Sin embargo, si contra nuestros medios y nuestros ciudadanos se adoptan estas medidas discriminatorias, si se les etiqueta de agentes extranjeros y son perseguidos, responderemos. No “nos vengaremos”, sino aportaremos el principio de paridad a nuestras relaciones en el pertinente campo. Es considerado agente extranjero una persona física o jurídica que recibe financiamiento del extranjero y se dedica a actividades políticas. Quienes se ocupen de proyectos humanitarios y culturales no son calificados como agentes extranjeros, de acuerdo con la mencionada Ley.
De modo que le aconsejo que estudie los textos de las correspondientes Leyes y de los comentarios que se hicieron en numerosas ocasiones, también por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, así como por la Fiscalía General de Rusia y por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia.
Pregunta (a ambos Ministros): El Canciller de Austria, Sebastian Kurz, ha manifestado que no aceptará a refugiados procedentes de Afganistán. En caso de someter Washington o Bruselas a presión a Viena, ¿cómo defenderá su postura? ¿Serán tomadas en consideración las experiencias de acogida de refugiados procedentes de Chechenia?
¿Qué conclusión pueden sacar los países occidentales del fracaso de la campaña de Afganistán?
Respuesta: Europa desde hace tiempo tiene que enfrentarse al problema de la migración ilegal que es bastante grave. Es en parte consecuencia de las aventuras en las que se iban metiendo nuestros interlocutores occidentales liderados por la OTAN.
Respondiendo a la pregunta sobre las conclusiones que podría sacar Washington de cuanto acabó ocurriendo en Afganistán, diría que la conclusión principal es que no han de enseñar a nadie cómo hay que vivir, ni mucho menos forzarle. Hemos visto como EEUU intentó obligar a Libia, Siria, Iraq y Afganistán, a todos estos países, a vivir a su manera. Cada uno debe encargarse de sus propios problemas que no son pocos.
He citado ya cuatro campañas militares que no tuvieron buen resultado. Lo único que vimos fueron unos brotes del terrorismo y narcotráfico sin precedentes y flujos de migrantes ilegales que se abalanzaron sobre Europa enseguida después de que el Estado libio fuera bombardeado por la OTAN. La conclusión es la siguiente: no hace falta meterse en los asuntos internos de otros países y usar la fuerza, pasando por alto la Carta de las Naciones Unidas.
Pregunta: La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia manifestó ayer que habría “consecuencias” para quienes participaron en la Plataforma de Crimea en Kiev. ¿Qué habría de esperar Austria?
Respuesta: Nos fijamos en la manera de la que nuestros interlocutores occidentales reaccionan a la libre expresión de voluntad de los habitantes de Crimea, fruto del golpe de Estado perpetrado en Ucrania y a las amenazas de los golpistas de “sacar a puñetazos todo lo ruso de Crimea”. Dicha amenaza sigue presente, puesto que en la reciente entrevista el Presidente de Ucrania, Vladímir Zelensky, dijo que quienes vivían en Ucrania y se consideraban rusos habían de salir con destino a Rusia. Esta declaración, por desgracia, no se diferencia en nada de las amenazas que se formularon en febrero de 2014 desde Kiev. Las actuales autoridades ucranianas obedecen por completo a las ideas de extrema derecha que se plasman también en Leyes aprobadas en el país. Me refiero a las Leyes de educación, de lenguas, de pueblos indígenas. Las nuevas leyes que son abordadas ahora en calidad de “política del Estado durante la transición” lo que hacen es erradicar todo lo estipulado por los Acuerdos de Minsk, puesto que las autoridades del país no quieren cumplir con los mismos. Las Leyes que ya se han aprobado no permiten a Kiev cumplir con sus compromisos relativos al estatus especial de Donbás, incluidos los derechos lingüísticos y culturales de sus habitantes, la amnistía y la celebración en la región de unas elecciones libres bajo el control de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
De todos estos hechos que hablan por sí solos, que no pueden ser desmentidos ni puestos en tela de juicio, les informamos a nuestros interlocutores occidentales. Lo hicimos hace poco durante la visita de la Canciller alemana Ángela Merkel a la Federación de Rusia. No se nos puede ofrecer ninguna respuesta, pero se sigue brindando un apoyo incondicional a las autoridades ucranianas en sus intentos de seguir llamando la atención hacia su país. Ni siquiera hacia su país, sino hacia su Gobierno, para pedir a los países occidentales concesiones, dinero, gestos políticos en señal de apoyo.
La Plataforma de Crimea no es un evento que esté relacionado con la realidad. Lo relacionado con la realidad lo he visto yo hoy aquí en Viena, al depositar una ofrenda floral al pie del monumento a los combatientes rusos que liberaron Viena e izaron la bandera austríaca encima del ayuntamiento. Eso sí que ha sido real y la guardia de honor ha sido real. Ya he agradecido a mi homólogo austríaco por una actitud tan cuidadosa hacia nuestra historia común.
Existen personas que quieren hacer política virtual, ni siquiera necesitan pretextar para ello la pandemia, lo hacen igual. Nosotros, sin embargo, deseamos hacer política real y para ello nos guiamos por los hechos reales. Hace poco me informaron de las decisiones tomadas en Kiev. Se exige que Rusia deje entrar con urgencia a los representantes de diferentes organismos internacionales, para que evalúen la manera en la que son respetados y observados los derechos humanos en Crimea. Es que la gente poco entendida no lo tiene nada claro. Al mismo tiempo, la gente que opera con datos concretos sabe de sobra que en numerosas ocasiones invitamos a los representantes de la OSCE, del Consejo de Europa y de la ONU a visitar la península y evaluar la situación con los derechos humanos en Crimea. La mayoría aplastante nos indican que lo “harán gustosamente”, pero necesitan entrar por el territorio ucraniano. Les preguntamos, si se dedican a los derechos humanos o a los juegos políticos, porque si se dedican de los derechos humanos, pueden volar directamente a Crimea o viajar desde Rusia por el puente de Crimea. Así lo podrán ver todo con sus propios ojos. La gente que lo hace, entiende perfectamente lo que ocurrió y sigue ocurriendo en la península. Sin embargo, quienes desean apoyar este régimen incomprensible que está en Kiev sienten la necesidad de declarar “queremos que la postura de Kiev se imponga en esta discusión”. Es un atolladero y todo el mundo lo tiene claro, pero la solidaridad demostrada por los países miembros de la OTAN y la UE en el evento de antes de ayer que pareció puro espectáculo, esta solidaridad sigue en pie. Es una solidaridad malinterpretada y no podemos hacer nada al respecto.
Existe otro detalle y se lo he comentado a mi homólogo austríaco y a muchos de mis interlocutores europeos. La UE ha tomado la decisión de no expedir visados Schengen a los habitantes de Crimea. Si los habitantes de la península expresaron libremente su voluntad, son castigados, en contra de los convenios internacionales, por su postura política, por haber votado a favor de la reunificación con Rusia. Es algo de lo que hablamos y algo que ocurrió en la realidad. Incluso si adoptamos el punto de vista de los países occidentales y de los autores de esta “declaración” hecha en Kiev y aprobada anteayer y, supongamos hipotéticamente, que sí fue una anexión. ¿Entonces, qué tienen que ver con ello los habitantes de Crimea y su derecho a tramitar el visado Schengen y de desplazarse por Europa? Si fue una anexión, es que nadie les preguntó nada, vino gente armada y “ocupó” la península. ¿Entonces, por qué se castiga a la gente? Se mire por donde se mire, bien desde nuestra perspectiva que refleja la realidad, bien desde la perspectiva inventada por Kiev y por los países occidentales, los habitantes de Crimea son castigados por nada.
De modo que no duden en venir. Le invito a usted y a todos los periodistas aquí presentes. Le esperamos en Crimea, se lo enseñaremos todo, sin limitarles en sus contactos. Vengan, será mejor que escuchar evaluaciones que no tienen nada que ver con la realidad.
Pregunta: ¿Es posible en las condiciones actuales el reconocimiento mutuo de los certificados de vacunación entre Rusia y Austria? Propiciaría el restablecimiento de los intercambios culturales, empresariales y humanitarios.
Acaba de invitar a los periodistas y ¿qué dirá Rusia, si la delegación austríaca viene tiene la intención de venir a Crimea?
Respuesta: Lo aplaudiría, cuanta más gente viene a Crimea, más objetiva se vuelve su percepción de la situación en este ente de la Federación de Rusia.
Intentaré ofrecer una respuesta sincera a la pregunta que se ha hecho a mi homólogo austríaco “¿No tiene Austria ganas de enviar una delegación y ver con sus propios ojos lo que está ocurriendo allí?”. Estoy convencido de que Austria sí tiene ganas de hacerlo. Sin embargo, no le sabría decir, en qué medida estaría Austria dispuesta a romper con la solidaridad europea.
En cuanto al reconocimiento de las vacunas, es posible. Cualquier país de la UE puede seguir el ejemplo de Hungría, sin esperar la decisión oficial de la Agencia Europea del Medicamento.
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No me gustaría parecer un invitado poco cortés. El Ministro Schallenberg ha hecho una declaración importante. Que conste que mi homólogo austríaco no tiene ganas de saber lo que ocurre realmente en Crimea. Sin embargo, lo invito a visitar Moscú y otras ciudades rusas, también en Crimea.